lunes, 17 de mayo de 2010

Los Autenticos Turkos Siomes!!!!! Hoy Fenerbahçe



Increible pero real lo que sucedio en la ultima jornada de la Super Liga de Turquia. A 90 minutos del final del campeonato el puntero el Fenerbahçe tenia 2 puntos de ventaja sobre el Bursaspor.
En el minuto 90 con el empate entre Fenerbahçe y Trabzonspor los hinchas del Fener sufrian y miraban en tablero electronico que les traia un poco de paz cuando confirmaba el empate entre el Bursaspor y el Besiktas por 1-1. Los hinchas del Fener invadieron el campo para festejar el campeonato pero..... Puede Fallar!!!!
Y Fallo el Nerd del tablero electronico que se equivoco el resultado ya que el Bursaspor habia ganado 2-1 sobre la hora obteniendo de esta manera su primer titulo en la historia.
Los hinchas del Fener que estaban dando la vuelta y dedicandosela a los del Besiktas se encontraron de golpe con las manos vacias y una vez que se dieron cuenta del error empezaron a destruir el estadio y romper todo!!!!

Otra vez sera Fenerbahçe y acuerdensen que la unica Voz del Estadio con la que pueden estar tranquilos los Siomes es la que te invita a matar al hijo de puta del referi!!!!!!!

lunes, 10 de mayo de 2010

The Real Last Comment: Brownie 2 - Atlanta 1

MALA GIUNTA

¡Se acabó lo que se daba, mi fiel escudero, siamo fuori nuevamente y otro año más que Atlanta no pelea por nada¡ Y esta historia debería empezar a cambiar porque se hace realmente insoportable retirarse año a año con las manos vacías a mirar por TV, junto al los leños crepitantes del hogar, las jornadas decisivas y los festejos ajenos.
Encima en la soleada tarde de este sábado, allá en el lejano oeste, tuvimos que comernos el sapo de asistir a una vuelta olímpica encabezada por el canalla de Bazán Vera y el huevón de Giunta.

No se puede dejar de reconocer la entrega de los jugadores que pelaron con ardor y valentía, en un Coliseo romano colmado por una rugiente multitud adversa y que a poco estuvieron de lograr el objetivo de llevarse la victoria del reducto casanovano o al menos de amargarle la vida a todas las marineritas presentes.

Sobre todo después del cabezazo del Pollo que abrió el score en los inicios mismos de la contienda y más tarde cuando el gran Don Rodrigo le detuviera el penal ejecutado a quemarropa por el miserable ya mencionado.

Atlanta necesitaba de una enorme seguidilla de triunfos en tierras extranjeras y eso hubiese constituido un milagro que reíte de la resurrección de Lázaro. Pero, así y todo llegamos un Fragata Sarmiento en ebullición, con la esperanza de, al menos, extender el campeonato un par de fechas más.

Y el técnico bohemio arquitectó una estrategia inteligente y adecuada a las circunstancias, como el ajedrecista que prepara la apertura y luego va modelando la partida de acuerdo a los movimientos del rival.

Cuidar el cero en los minutos iniciales y cuando los nervios comenzaran a comerle la cabeza y las piernas a los mirasoles, y los murmullos de la tribuna bajaran con el peso de una elefanta embarazada, ir entonces a por la estocada final.

Todo comenzó a pedir de boca, dado que Atlanta se paró bien atrás y entre los volantes y tenía abierto el frente de ataque para los lanzamientos del Mágico, las escapadas de Guzmán y la voluntad inquebrantable de Soriano para pelear el sólo contra todo el Partido de La Matanza.
Atlanta se había presentado con Don Rodrigo en el arco; Lolli, Izquierdoz, Segovia y De Paulo; Guzmán, Rutili, Álvarez y Quiroga; González y Soriano.

A los seis llegó el gol de Atlanta cuando el cordobés Soriano captura un centro de Guzmán, y se la manda a guardar a Campestrini que había salido a comprar cigarrillos.
1 a 0 y todo el Far West en silencio.

Los almirantones sintieron el golpe y quedaron confundidos como Macri ante el juez Oyarbide.
Fueron treinta minutos con los villacrespense dominando las acciones, jugando bien y creando peligro. Con un Izquierdoz que se las ingeniaba para neutralizar al bellaco centrodelantero local, Segovia se complementaba bien con su amigo y con De Paulo que respondió de acuerdo a la responsabilidad asignada. En el medio Rutili era un tigre en la recuperación y el Mágico brindaba algunas grajeas de su talento. Arriba el torito Guzmán hacía prevalecer su velocidad, pero naufragaba en su liviandad física y el Pollo era un héroe dispuesto a vender cara la derrota.
En ese lapso estuvo la oportunidad histórica, pero no lo liquidó y cocodrilo que se duerme amanece zapato de exportación.

A la salida de un corner, cuando la etapa empezaba a languidecer y cuando los simpatizantes mirasoles comenzaban a impacientarse, León cabeceó con todo confort y estableció el empate, que no era muy justo.

Con ese resultado se fueron los jugadores a los vestidores y al regresar del descanso, el futuro campeón salió a arrollar al conjunto porteño.

De a poco se fue adueñando del control de las acciones y fue una y otra vez hasta quebrar la resistencia bohemia, que tuvo dignidad y vergüenza deportiva, pero no alcanzó para detener la embestida aurinegra.

Ya el Cali Izquierdoz perdía demasiado contra el cobarde xenófobo, Lolli daba ventajas tremendas en su sector – hasta tal punto que tuvo que trocar posiciones con De Paulo- y Rutili no daba abasto para frenar el sólo a toda la infantería enemiga.

Ya Llinás había evitado un par de veces la caída de su valla cuando llegó el infantil penal de Lolli a Román Díaz, pero Don Rodrigo detuvo brillantemente el furibundo disparo de la bestia peluda.
Cerca de los 20’, Alonso hace ingresar al guaraní Acosta Cabrera por un pálido Quiroga, pero Atlanta no consigue inquietar al cancerbero fragateño.

Seguían aguantando los bohemios, pero llegando a la media hora un centro desde la derecha es cabeceado por el excremento humano, Llinás que detiene brillantemente pero el delantero capitaliza el rebote y decreta el ascenso de los suyos.

Entra Acuña y Galeano y el huevón de Giunta realiza sus cambios defensivos y empieza a esconder pelotas.

Atlanta ya no tenía mucho resto y con lo que le quedaba buscó con honor, pero sin fútbol el milagro que necesitaba. No pudo ser, no había con que y así, con total resignación se llegó al final de una temporada que deja poco para celebrar.

Otro año perdido. Y un año (y van…) a estas alturas es algo que no podemos seguir regalando.
A esperar que después del mundial, Atlanta juegue un campeonato con un plantel acorde con sus necesidades y digno de toda prosapia bohemia.

Clasificamos al Reducido de 22 equipos del 2010-2011

Que nos pasa a los bohemios??? estamos todos locos!!!, cuando al reducido clasificaban los 10 primeros saliamos 11, quando lo bajan a 4 salimos 6 (le choreo la frase a un colaborador) le Pediamos a Dios que se vaya el negro Bazan Vera, que se vaya al Almirante que seran todos vigilantes pero se van al Nacional de la mano del Musta Aasi, los campesinos de Sarmiento gritan un gol de Atlanta?? y bueno al final es como que me pongo contento de haberles cagado el campeonato, sin maderita sin escritorio el campechano no va a ningun lado y nosotros nos vamos de vacaciones hasta el proximo torneo!!!!

La verdà de la Moilanesky: Don't Dream It's Over!

A.BROWN 2 ATLANTA 1

El sueño se terminó, no hubo milagro. La temporada 2009/2010 ha finalizado para Atlanta, que finalizó en la séptima posición y no pudo ingresar al Reducido. Como el año pasado, llegó hasta la última fecha con chances, pero nuevamente falló y el ascenso quedó otra vez postergado. Necesitaba una hazaña para clasificar: ganarle en Isidro Casanova a Almirante Brown, que también necesitaba el triunfo para lograr la hazaña de ser campeón y ascender al Nacional. Finalmente, el local tuvo su fiesta: ganó 2-1 y le quitó el campeonato a Sarmiento.

Después de dos triunfos consecutivos –uno de ellos de forma milagrosa en Adrogué- los bohemios creían que la clasificación era posible, que se le podía ganar a Almirante de visitante. Estaba claro que no iba a ser nada fácil, que no había lugar para los errores, que había que ser inteligentes y precisos a la hora de definir. Ante la suspensión de Arancibia, Javier Alonso armó una línea de cuatro en defensa, con Lolli-Izquierdoz-Segovia-De Paulo, liberando más al ataque a los dos carrileros, Guzmán y Quiroga. Atlanta se paró con un 4-4-1-1 compacto y no le fue mal al comienzo del partido. El conjunto local tenía que salir a ganar sí o sí, y el Bohemio aprovechó para golpear de contragolpe desde el inicio. De esta manera, en la primera situación, Guzmán desbordó por derecha y encontró la cabeza de Soriano para poner el 1-0 sorpresivo que enmudeció al estadio. En los minutos siguientes se vio lo mejor de Atlanta: un gran Rutili en el mediocampo, rápida circulación de pelota y velocidad frente al desconcierto del equipo de Giunta. Hubo chances para aumentar la cuenta y poner en serios aprietos al local, pero Atlanta no fue contundente, le perdonó la vida a Brown y lo dejó recomponerse. Justo cuando el público festejaba el gol de la derrota parcial de Sarmiento en Jáuregui, Almirante puso la igualdad tras un córner. Empezaba una nueva historia en el partido.

En la segunda parte, poco pudo hacer Atlanta para hacer frente a la voluntad triunfadora del local. La defensa hacía agua por el lado de Lolli, y ya el equipo no tenía avances a su favor con los cuales complicar al rival. Justamente Lolli cometió un penal a Román Díaz, y Bazán Vera tenía la oportunidad de poner en ventaja a su equipo. El enorme Llinás –de gran actuación en el partido- tapó el penal dándole una nueva vida al Bohemio, pero poco después Bazán Vera tuvo revancha y anotó el gol del ascenso. Almirante lo daba vuelta y Atlanta se quedaba sin nada. Alonso reaccionó y apostó a más nombres ofensivos, como Acosta Cabrera y Acuña. Atlanta tuvo más la pelota y pudo avanzar metros, en parte por su necesidad y en parte porque Brown se preocupó por defender el 2-1, pero no supo cómo amargarle la fiesta al local.

El partido arrojó la tristeza de no haber podido cumplir con el objetivo, pero Atlanta hizo una buena tarea en Casanova y perdió dignamente. El planteo fue inteligente en principio, y hubo actuaciones muy buenas, como las de Llinás, Rutili, Guzmán, el Mágico y Soriano, pero no alcanzó para frenar a Almirante.

martes, 4 de mayo de 2010

The Real Comment: Atlanta 1 - School boys 0

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO

¿Cómo evitar, mi fiel escudero, que la ilusión se eleve por las alturas como un Zeppelín surcando los aires planetarios? ¿Cual sería la fórmula para lograr que el pensamiento lógico pueda prevalecer sobre la euforia alocada que estalló como un rompeportones en la nubosa tarde villacrespense de este lunes?
Porque si bien la victoria de ayer era tan necesaria cual el pan nuestro de cada día, todavía faltan salvar obstáculos arduos y peligrosos, como pantanos pestilentes, infestados de alimañas venenosas.
Si bien la clasificación al torneo Reducido es un objetivo de gran valía, y próximo a concretarse, la llegada al ascenso se parece mucho una utopía propia de soñadores impenitentes y de ilusos incurables. O sea de bohemios genuinos.
Lo cierto que el primero de los escollos a superar eran estos Libertarios del Norte, un buen equipo que nos había pegado flor de milonga allá en el lejano Munro.
Un conjunto, con jugadores que manejan con sapiencia el arte del balompié y el juego asociado. Además están luchando por otro lugar en el reducido y el empate le caía como anillo al dedo para sus aspiraciones.
Así que todo hacía prever una dura batalla, donde Atlanta tenía que irse a las barbas tricolores desde el vamos, y los huéspedes los esperarían agazapados a la espera de la posibilidad de asestar un contragolpe letal.
El técnico de los gloriosos ganadores de la Copa Suecia, repitió a los mismos once que comenzaron el partido milagroso en Adrogué seis días atrás. El inquebrantable Don Rodrigo Llinás en los tres palos; la defensa de memoria Izquierdoz, Arancibia y Segovia. La volantería integrada por el Torito Guzmán, el rutilante Rutili, Leandro Álvarez y el huevo Quiroga. Como táctico el Mágico González y la delantera la integraron el Pollo Soriano y el guaraní Acosta Cabrera.
Arrancaron las acciones y tal las predicciones astrológicas, fue Atlanta que adquirió el rol protagónico y los colegiados se adecuaron al papel de actores de reparto.
Los de Ferraresi armaron una férrea y dura línea de cuatro, delante de la cual ubicaron al belicoso Zeballos unos pasos adelante, y buscaron de ese modo clausurar todas las vías de acceso hacia su reducto, y achicaron los espacios a las dimensiones de su minimalista cancha de Posadas y Malaver.
Al Mágico no lo dejaban ni respirar, tampoco le deban espacio un estático Quiroga y a un movedizo Guzmán. Y pusieron una guarda pretoriana sobre el guaraní de los dos apellidos que peleó siempre, aunque con escasa suerte; y sobre el Pollo que tomó el estandarte que llevaría el equipo a la victoria.
No obstante, con más empuje que fóbal, los bohemieros se fueron arrimando a los arrabales de Granero, que se tuvo revolcar aparatosamente para salvar su himen luego que Miguel González habilitara milimétricamente a Guzmán y los dejara cara a cara con el golero visitante. Más tarde suspiró aliviado cuando un cabezazo de Soriano se fue besando su palo izquierdo.
Y Atlanta se cansó de acumular tiros de esquina y laterales en posición de ataque. Pero el gol no llegaba y así se fue el primer tiempo.
El segundo período auguraba el desesperante dominio sin efecto, de tantas y tantas tardes, mientras las agujas del reloj deban vueltas inexorable e incansablemente.
Quiroga, apareció más abierto sobre la izquierda dispuso de mayores parcelas de tierra, el Mágico se paró como lanzador y Rutili empezó a gravitar en el equador de la cancha.
Por su parte el Pollo peleaba en el frente de ataque, se retrasaba a buscar el útil cuando era necesario y colaboraba con su defensa, cuando las circunstancias lo requerían.
Promediaba la etapa, negros nubarrones cubrían el cielo y nuestros corazones, cuando llegó un tiro libre desde el vértice del área, el Mágico que patea, el arquero que hace un burrada, dos o tres rebotes e Izquierdoz que la empuja y gooool de Atlanta.
1 a 0 para los auriazules, y ahora se trocan los papeles. Los colegiales al ataque y los dueños de casa que se retraen y ¡A sufrir que falta una eternidad!
Se producen los cambios lógicos en los dos elencos, los unos para reforzar la vanguardia (ellos), los otros para aguantar la embestida (nosotros) y apostar a la contra para liquidar el asunto.
Y los norteños se vinieron a la carga, y Segovia rechazaba con lo que podía, Izquierdoz le daba de punta a lo que pasaba y el salteño Arancibia operaba de amígdalas sin anestesia a Scamporrino y se iba derechito a la cárcel de contravenciones que está debajo de la platea.
El tiempo se hacía chicle y casi un colegial la mete entrando solito, pero el gran Don Rodrigo, herido y todo, contuvo con seguridad; y, cuando ya se acababa el match, un cabezazo se estrelló providencialmente en el madero salvador, mientras a 2000 bohemios presentes y cinco millones que lo miraban por TV les agarraba un principio de infarto masivo de miocardio.
Y sufriendo como lo hemos hecho toda vida, se llegó al final cosechando un triunfo indispensable.
Es el segundo de los milagros consecutivos. Sigamos prendiendo velas a todos los santos, mi fiel escudero, que faltan nada más que otro cuatro. Y mientras rezamos a la espera de resultados, con el mazo vamos bajando muñecos.

La verdà de la Moilanesky: Atlanta 1 - Cole 0

ATLANTA 1 COLEGIALES 0

Quién hubiera dicho, hace dos fechas, que hoy por hoy nos encontraríamos en este escenario. Son las cosas del fútbol: Atlanta estaba casi eliminado con su empate ante Flandria, pero revivió con un infartante y agónico 4-3 a Brown en Adrogué, y las esperanzas, así como las chances, renacieron. Ahora, el equipo de Alonso tenía la obligación de vencer a Colegiales, uno de los animadores del torneo, si quería seguir con firmes posibilidades de clasificar al Reducido. A diferencia de otras ocasiones en donde el equipo -cuando tenía la gran oportunidad, cuando tenía ciertas obligaciones- fracasaba, esta vez no decepcionó y se llevó los tres puntos que permiten mantener viva la ilusión. Los hinchas que se acercaron con gran entusiasmo a Villa Crespo un lunes a las tres de la tarde pudieron irse contentos porque se había dado otro paso a la clasificación. Ahora resta ganarle a Almirante en Casanova. Que conste que lo que se viene no es nada fácil...

Javier Alonso paró en cancha los mismos once que habían derrotado a Brown. Un 3-4-1-2 con dos carrileros –Guzmán y Quiroga- con vocación ofensiva. No se puede decir que Atlanta haya jugado bien. Quizá tampoco pueda decirse que haya merecido la victoria. Pero vale mencionar que jugó los 90 minutos con una gran convicción, dando muestras de sacrificio y voluntad. No quedaron dudas de que fue a buscar el triunfo desde el inicio, más allá de que no siempre pudo dominar la pelota, más allá de que muchas veces haya errado en los caminos ofensivos. De todos modos, intentando atropellar al rival, no le faltaron ocasiones de gol. El premio llegó recién en el segundo tiempo: el arquero tuvo que dar dos rebotes para que finalmente la metiera quién sabe quién (¿Izquierdoz?). De atropellada, con más ganas que fútbol, con más ímpetu que juego. Era un premio para un Atlanta que había buscado, ya sea con los desbordes de Guzmán, con las intermitencias del Mágico, o con la valentía inoxidable de Soriano.

Fueron varias las cosas que hizo mal el Bohemio en el partido. Al jugar con línea de tres, los carrileros debieron bajar demasiado para marcar y no perdieron peso ofensivo. La defensa sufrió en varias ocasiones, sobretodo en el primer tiempo. Para colmo, Llinás atajó lesionado por decisión propia: el uno no quiere dejar el arco, pese a que con el pie está dando ventajas. Colegiales es un buen equipo, que sabe qué hacer en la cancha, y resultó un rival duro. Pero en el primer tiempo no supo aprovechar algunos desconciertos defensivos locales, y luego de la apertura del marcador no supo cómo quebrar la resistencia bohemia.

Porque claro, Atlanta terminó sufriendo como siempre para llevarse los tres puntos. Después del gol, Alonso armó dos líneas de cuatro para defender la ventaja conseguida. Colegiales fue en busca del empate y casi lo logra en tiempo de descuento, con un cabezazo que dio en el travesaño. Para mayor sufrimiento, Arancibia vio la roja directa, y le dará un dolor de cabeza al técnico a la hora de armar la defensa el próximo encuentro, en donde nuevamente Atlanta tendrá la obligación de ganar.

Atlanta 1 - Colegiales 0 : Yes We Can!!!!!!!

Pedimos disculpas a nuestros asiduos lectores, lamentablemente no pudimos enviar ni a Igor ni al Marques ni a Juan Carlos Cameramen a Broun de Adrogue donde como ya todos ustedes saben ganamos 4-3 en tiempo de descuento.
Para disculparnos les ofrecemos lo mejor de Atlanta-Nat King Cole y los invitamos a imprimirse este mail y presentarse en la casa de Felix Camusso -Via Piero Nizzi 30/2 - Reggio Emilia - Italia donde seran agasajados con un plato de ravioles a la Gran Carusso Lombardi a modo de disculpas.