domingo, 26 de mayo de 2013

Dolor ocular

Atlanta cerró la fase regular del torneo con un pobre empate ante Villa Dálmine, 1-1 en Villa Crespo. Ya sin chances de pelear por el título y ya asegurado su lugar en el Reducido, no quedaba nada porqué jugar. En consecuencia, Rondina decidió poner suplentes y cuidar a los titulares para las semifinales del cuadrangular, en donde enfrentará al entonado Almagro, rival al que le ganó los dos encuentros esta temporada. Sin embargo, será un choque de presentes opuestos: el Bohemio viene de una racha negativa, mientras que el Tricolor viene en plena racha ganadora. 
La anodina igualdad en el mediodía villacrespense fue un dolor de ojos, un aburrimiento para el público que esperaba al menos ver a los suplentes matarse para ganarse la consideración del técnico en los encuentros decisivos que se vienen. Pero no, por el contrario, los suplentes demostraron porqué son suplentes, jugando aun en un peor nivel que el que mostraron los titulares en los últimos partidos. Los habituales reclamos de los hinchas por determinados jugadores que no suelen tener minutos de juego y ahora tuvieron su gran oportunidad quedaron diluidos ante semejante espectáculo de miseria futbolística. El rendimiento de la delantera Henneberg-Pasquale demostró porqué Rondina elige jugar con Soriano como único punta. Los dos nueve no agarraron una, más allá del afortunado gol en que el ex Lanús terminó convirtiendo sin patear al arco. En el medio no hubo fútbol, pese a que estaban Guzmán y Ferreiro, dos titulares del equipo. Abajo, Francés y Peláez trastabillaron, y Llinás cometió un penal infantilísimo que significó la igualdad. ¿Habrá sido definitivamente el último partido del ídolo que supo ser la figura del equipo campeón 2010/11 y perdió la titularidad hace ya casi dos años?
El 1-1 dejó poco. Los hinchas querían que se terminara lo antes posible el encuentro para poder ir a almorzar. Lo que es seguro es que ninguna de las actuaciones individuales le dejará dudas a Rondina con respecto a la alineación frente a Almagro. Los titulares seguramente serán los que vienen jugando, los que supieron hacerse de la punta aunque la perdieron. Los que tienen una nueva oportunidad de torcer la historia y lograr el esperado ascenso.

jueves, 23 de mayo de 2013

Un romance de verano

Está por llegar el invierno pero desde La Taberna miramos para atrás y nos remontamos al verano. El objeto: los refuerzos de mitad de temporada, es decir, durante el receso estival. No es noticia que las dos incorporaciones realizadas por Atlanta este verano -Pasquale y Suárez- no han logrado cubrir las necesidades que tenía el equipo. Por el contrario, no estuvieron a la altura y no pudieron conseguir la titularidad. El Bohemio necesitaba sobretodo un nueve que acompañara a Andrés Soriano, para que Rondina tuviera a mano otra opción además del 4-4-1-1 con el que había obtenido tan buenos resultados. Ahora la falta de otro delantero de nivel se sufre. 
La historia del refuerzo que llega en verano y no satisface no es novedad. Cierto es que el club tiene sus limitaciones: el presupuesto es ajustado y no se pueden hacer grandes incorporaciones si no se rescinden contratos altos. Finalmente, lo que termina ocurriendo es que llegan jugadores que no son totalmente del gusto del técnico de turno pero son los que el club pudo conseguir con una determinada cantidad de dinero. Repasando la historia de los últimos años, se ve que abundan las frustraciones y son pocos los casos en que un refuerzo de verano resultó un jugador valioso. Muchos de ellos llegaron en enero y se fueron seis meses después. Varios prácticamente ni jugaron. Entre los más exitosos están las incorporaciones de Andrés Soriano en 2010, Rodrigo Llinás en 2009, Ramón Fernández en 2008 y Javier Molina en 2006. No es casualidad que tres de ellos hayan sido regresos: es decir, el club ya sabía lo que estaba contratando. La contracara son los jugadores que se fueron en los recesos de verano, algunos de ellos para progresar (por sus buenas actuaciones) y otros por causas inversas. Entre los primeros, se puede mencionar a Matías Pérez García (2007/08), Vicente Monje (2005/06), Cristian Pellerano y Lucas Ferreiro (2004/05), a quienes el club no pudo retener. Es extraño el caso de Diego Cisterna, quien se fue a mitad de la temporada 2008/09 a Colegiales luego de un torneo insatisfactorio, y posteriormente fue progresando hasta llegar hoy a Primera A, en Tigre.
La lista de altas y bajas del receso de verano de los últimos 10 años es la siguiente:

2012/13
Altas: Pasquale y Suárez. Bajas: Alfaro

2011/12
Altas: Resch y Quiles. Bajas: Pajón y Fabro

2010/11
Altas: Sparapani. Bajas: Mociulsky

2009/10
Altas: Andrés Soriano y Daolio. Bajas: Leandro Martínez, Catalán y Marecos

2008/09
Altas: Llinás y M.Ortiz. Bajas: H.Ramírez, Cisterna, De Filippi y Ortega

2007/08
Altas: Tijera, Lagman, L.Ojeda y R.Fernández. Bajas: Pérez García, Escobedo y Núñez

2006/07
Altas: Piersimone, Hure, Scornaienchi y Raúl Pérez. Bajas: Barutta, Soto, Hertel, Mazzuco y Valentini

2005/06
Altas: Molina, Jesús Díaz y Dosoretz. Bajas: Monje, Lema, E.González, W.Ferrero y Martelli

2004/05
Altas: E.González y Cabrera. Bajas: Pellerano, Ferreiro, Basualdo, Salva y Martinelli

2003/04
Altas: Garat y Ratto

sábado, 18 de mayo de 2013

Hay que tener las pelotas

Increíble. Como aquel 2-2 del 2004 en que el equipo de Giunta escondió las pelotas y Molina terminó vacunándolo en la última jugada, el Bohemio volvió a amargar a Estudiantes de Caseros en tierras de Hugo Omar Curto. El partido se estaba agotando, Estudiantes ganaba 2-1 y Atlanta no podía acercarse a la igualdad. Eran los últimos segundos y el conjunto de Rondina tenía un lateral a su favor, pero no aparecía ninguna pelota disponible para seguir el juego. Yamil Possi se vio obligado a adicionar un minuto más de descuento, además de los tres que ya se habían consumido, y Atlanta tuvo una última oportunidad para lograr el milagro. Centro de Segovia rasante y la empujó al gol el batallador Martín Palisi, que festejó eufóricamente su primera conquista con la camiseta bohemia. Era el 2-2, un punto agónico que le permitía a Atlanta ingresar al Reducido por el segundo ascenso. Paradójicamente, se terminó festejando este logro pese a que al mismo tiempo, con este resultado, morían las chances matemáticas de salir campeón, algo que se había convertido en el gran objetivo luego de ir tantas fechas puntero y llevar en algún momento seis puntos de ventaja sobre el segundo. Pero ya está, ahora en la última fecha el título se dirimirá entre San Carlos y Platense, y en Villa Crespo solamente queda la ilusión de ascender vía Reducido.
Es cierto que el equipo no está en su mejor momento sino todo lo contrario, pero no se puede dejar de creer. No se puede permitir no intentarlo. Con el grito de Palisi, evitó una nueva derrota que hubiera sido otro golpe duro, y revivió Atlanta. Más allá del nivel futbolístico del equipo que se parece mucho más al de las primeras fechas del torneo que al del que supo consagrarse como líder. Evidentemente el problema no está en si juega con dos delanteros o con uno, o si juegan o no Ferreiro o Parentini, los dos jugadores más cuestionados del plantel. Cuando la defensa hace agua y Estudiantes llega tantas veces de forma clara, cuando ni Soriano logra definir las chances generadas, se hace difícil conseguir buenos resultados. Pero Atlanta está todavía a tiempo de cambiar rumbo, como lo hizo a principios del campeonato luego de ese pésimo comienzo. Ganas, garra, no le faltan. Lo demostró Palisi, el guerrero bohemio, haciendo su primer gol en Primera. Qué gol, y cómo se gritó.

domingo, 12 de mayo de 2013

Telmogate

No fue el sábado un día más para el hincha bohemio. Fue un día de tristeza, de resignación, y muchos explotaron de bronca ante un increíble empate que deja a Atlanta muy lejos de la lucha por el campeonato. Después de ir tantas fechas puntero, el equipo se cayó, perdió el liderazgo a manos de Villa San Carlos y prácticamente perdió su última chance en el partido más accesible que tenía, en Villa Crespo frente al ya descendido San Telmo. Con el triunfo hoy del conjunto de Berisso, quedó 5 puntos arriba, cuando quedan 6 en juego, por lo que el primer ascenso ya es una utopía. Incluso, peligra seriamente la chance de clasificar al Reducido, aunque jugando de este modo difícilmente se pueda soñar con el segundo ascenso.
¿Qué pasó con este Atlanta que llevaba una amplia ventaja en la punta, el que siempre se levantaba y encontraba el camino al gol? Prueba de su momento crítico es que no pudo ganarle al débil San Telmo, en un partido en que estaba todo dado para llevarse los tres puntos. El Bohemio jugó muy mal a lo largo de los 90 minutos, sin juego y si ideas en ataque para vulnerar a un rival que vino a cumplir. Encontró el gol de casualidad con un remate de Lucas Ferreiro y parecía que nada podía arrebatarle la victoria. Atlanta seguía dominando pero no buscaba asegurar el triunfo marcando un segundo gol sino que se dedicó a dormir el juego, esperando el pitido final. Pero antes que ese pitido llegó el sorpresivo empate, tras un error propio. Y no hubo tiempo ya de revertir el resultado: en el campo de juego habían quedado muchos jugadores de marca y pocos para generar juego o peligro. El DT Rondina se equivocó feo con los cambios y Atlanta pagó caro la decisión de buscar conservar la mínima ventaja en vez de intentar liquidar a un rival limitado. 
El Telmogate repercutió en el mundo bohemio, ahora convulsionado por la desilusión de los hinchas, que habían planeado jugar la B Nacional la próxima temporada. Cierto es que todavía el torneo no terminó, y el equipo está todavía a tiempo de cambiar, recuperar la fortaleza, e ir por el segundo ascenso. Parece difícil, pero no es admisible rendirse antes de que termine la carrera.