sábado, 31 de agosto de 2013

Tres puntos de la galera

En el jolgorio del éxito, hay que ser cautos. Atlanta se volvió con un triunfo de su visita a Merlo, un triunfo que necesitaba mucho tras la caída en el clásico, pero no se llevó mucho que eso. Tres puntos. Fue demasiado premio para un equipo que en el primer tiempo fue ampliamente superado por su rival, que mereció irse al descanso dos goles abajo en el marcador, y que recién pudo reponerse con un penal polémico y darlo vuelta cuando tenía un jugador de más en el campo (dos si tenemos en cuenta que Pasquagol jugó los 90 minutos en el Charro). 
Hay que ser honestos. Así como este conjunto de Méndez se fue con menos de lo que merecía frente a Chicago o ante Villa Dálmine, esta vez la victoria fue inmerecida. Y así como algunas veces nos hemos quejado de los arbitrajes, qué estaríamos diciendo ahora de Gonaldi si cobraba al revés todo lo que cobró hoy. Posiblemente Korz volvería a ser el ajedrecista que no tiene presencia en AFA. ¿Y hoy entonces es Don Corleone? Así es el fútbol, como el viento, a veces sopla para un lado y a veces para otro. Desde nuestra posición, no podemos asegurar si fue penal o no. Es dudoso. Lo cierto es que la decisión del árbitro de cobrar el penal y expulsar a Floris fue clave en el partido. Y otras decisiones fueron muy cuestionadas por el público local.
Hasta ese penal, Atlanta había penado en el partido. El cambio táctico de Méndez, del 4-2-3-1 al 4-3-1-2 con tres volantes centrales, no estaba dando resultado. El equipo estaba desorientado, no podía asentarse en la cancha ni tener la pelota. Los tres cincos no hacían pie, Castro no se encontraba como conductor y a los delanteros no les llegaba la pelota. La defensa sufría por las bandas. Después del gol olímpico de Torresi, Merlo estuvo cerca de aumentar. Jugando así, parecía no irse con las manos vacías del Oeste. Sin embargo, con el penal convertido por Godoy en empate, y con un jugador más, todo se hizo más fácil. Merlo perdió el rumbo y a Atlanta le aparecieron los espacios para que Castro, Maraschi y Godoy hicieran de las suyas. El gol del triunfo llegó tras un gran desborde de Godoy, sutil toque de Galeano y definición de Matías Castro. Un muy buen gol. Después fue todo de Atlanta, salvo algún susto. Y terminó ganando un partido que en el primer tiempo se había hecho muy complicado.
No hay que confundirse. El triunfo sirve para seguir en camino, pero el equipo sigue en deuda y hay muchos problemas por resolver. El más urgente es el problema defensivo, sobretodo por los laterales. Luego, el técnico deberá resolver si sigue jugando con el triple cinco, con el cual el equipo tuvo nulo volumen de juego, o vuelve al 4-2-3-1. El tema es que, sin Guzmán, parece difícil encontrar un jugador que pueda jugar como extremo derecho. Por otra parte, el Bohemio consiguió sus dos victorias en calidad de visitante. Todavía hay que encontrar la forma de volver a sonreír en Villa Crespo.

sábado, 24 de agosto de 2013

Triste Villa Crespo

El clásico tan esperado, la gran oportunidad de volver a ganarles después de tanto tiempo, y el fútbol nos dio un duro golpe. Se rompió la racha de empates a los que nos tenía acostumbrados últimamente este clásico, pero el que festejó fue Chacarita. 2-0, en Villa Crespo, una derrota que empezó siendo inmerecida pero terminó siendo justa. Éste era el partido. Ya sin la presión de ganar los primeros tres puntos tras la buena victoria frente a Almagro, era ésta la chance de empezar un romance entre el equipo y la gente. Todo salió al revés. El golpe es duro, una derrota como local en el encuentro más importante del torneo para los hinchas, tanta tristeza no puede ser gratuita. Méndez y el plantel saben que deberán reponerse rápido para que este mal trago quede olvidado. 
¿Por qué se perdió? El partido era parejo hasta la apertura del marcador en el primer tiempo. Incluso Atlanta había mostrado algo más, creando peligro con un Guzmán enchufado y un Godoy intratable. El chaqueño debió salir lesionado y pronto llegó el primer gol visitante, tras una fallida tapada del arquero Vega. Chacarita había hecho muy poco pero estaba arriba. El Bohemio comenzó a sufrir lo mismo que le había pasado ante Villa Dálmine, cuando también de local le tocó empezar en desventaja. Perdió el rumbo, se desordenó y no supo cómo resolverlo. Los tres mediapuntas, Collavini, Nanía y Maraschi, tuvieron un muy mal partido. Sin juego, desorientado, Atlanta dejó agrandarse a Chacarita, que empezó a sentirse más cómodo en la cancha, a jugar y a justificar el triunfo. Para colmo, al comenzar el segundo tiempo, aumentó su ventaja con un zurdazo de Lentini, el segundo también en su cuenta personal. El 0-2 era inalcanzable. Atlanta siguió con los mismos problemas, más allá de que al final estuvo muy cerca de descontar. 
El conjunto de Méndez volvió a caer en su segunda presentación en Villa Crespo, nada menos que en el clásico. Por momentos el equipo muestra buenas intenciones, pero le falta definición y muestra serios problemas defensivos, cuya solución parece complicada porque no hay mucho recambio posible en la defensa. Arriba, se puede pensar en Castro o Lazzarini para darle más profundidad al equipo. 

miércoles, 14 de agosto de 2013

De las expectativas a una decepción

El equipo del Gallego Méndez había dejado una buena imagen en su debut, en el empate como visitante frente a Chicago. Había intentado jugar por abajo, una búsqueda ofensiva con recursos interesantes, y había hecho méritos como para llevarse un triunfo. Las expectativas por eso eran altas para esta segunda fecha, en la primera presentación en Villa Crespo de la temporada. ¿La gente podía empezar a ilusionarse con el equipo luego de la frustración del último campeonato? No hubo lugar para las ilusiones. Por el contrario, el limitado Villa Dálmine le dio un duro golpe. Atlanta empezó con el pie izquierdo ante su gente, cuando en dos fechas se viene nada menos que el clásico con Chacarita, en donde especialmente los hinchas se olvidarán de intenciones o de análisis demasiado profundos y lo único que importará es el resultado.
No mereció perder el Bohemio. El partido fue parejo, chato, y Dálmine hizo muy poco como para llevarse los tres puntos que se llevó. Aprovechó un error defensivo en el segundo tiempo y con eso le alcanzó para ganar, 1-0. Pero Atlanta no se quedó atrás si de limitaciones se trata. En ningún momento pudo dominar el juego. Los encargados de la creación de fútbol estuvieron desaparecidos, imprecisos. Marcos Godoy estuvo solo arriba, sin puntería para la definición. El ingreso de Lazzarini fue positivo pero no alcanzó. El delantero tuvo una que dio en el palo en tiempo de descuento. El local generó algunas chances como para empatarlo, pero la producción fue pobre. Los hinchas se fueron desconcertados, muchos preocupados por el nivel mostrado por varias individualidades, como Nanía, Pinto y Galeano. Claro que las caras empezarán a cambiar cuando venga el primer triunfo, que ojalá sea pronto.

domingo, 4 de agosto de 2013

Buenas intenciones

La primera presentación de este Atlanta versión 2013/14 dejó un saldo positivo. Pese a que no pudo obtener el triunfo, lo que hubiera significado un arranque ideal, dejó una buena impresión y mereció llevarse los tres puntos de su visita a Mataderos. Con lo que mostró el equipo, los hinchas terminaron conformes y con ilusiones de cara a la temporada que se viene. El conjunto del Gallego Méndez intentó jugar con la pelota en el piso, tocar, elaborar juego asociado. Fue más que Chicago, tuvo las mejores oportunidades, pero primero no pudo sostener la ventaja, y luego no logró definirlo. La más clara la tuvo sobre el final el Chichi Acuña, que remató en el palo. Entre los puntos más altos estuvieron el goleador Marcos Godoy, que se movió muy bien en el frente de ataque y aguantó la pelota, el prolijo volante de contención Sardella, que se destacó con su quite y distribución, el participativo Maraschi por el sector izquierdo, y Matías Vega en el arco. La dupla central Díaz-Alemandi estuvo firme y demostró que no tendrá vergüenza en revolearla. Por los laterales se observaron algunos problemas defensivos.
En general el equipo dejó una buena imagen. Habrá que ver cómo le irá en otras canchas, ante otros rivales y en otras condiciones de juego. Chicago fue un oponente muy pobre, con muchas limitaciones, que sin embargo intentó proponer y le dejó espacios a Atlanta. Por otro lado, el césped estaba muy malo y conspiraba con las posibilidades de jugar por abajo. No alcanza con un partido para realizar un análisis completo. Esto recién empieza.