lunes, 24 de febrero de 2014

En medio de la alegría, no olvidar

La victoria en el clásico llenó de goce los corazones bohemios, más acostumbrados al sufrimiento y a las decepciones. La visita en San Martín no sólo fue más que positiva por el aspecto futbolístico, sino también porque la delegación visitante (dirigentes, allegados, periodistas partidarios) fue tratada muy bien por el club local, algo para remarcar. Suena raro tener que destacar esto cuando debería ser la norma, pero los antecedentes recientes obligan a hacerlo. Es reconfortante saber que algo ha cambiado para bien, pero nunca podemos dejar de olvidar lo que pasó en aquel fatídico clásico en 2012. Visto lo que ocurrió en esta última edición en 2014, se puede ver con más claridad lo que ocurrió aquella tarde. Desde Chacarita muchos se excusaban en que los dirigentes de Atlanta habían "gritado el gol de Mancinelli y se habían burlado", para justificar el ataque posterior. La violencia fue presentada entonces como un impulso espontáneo, cocinada con la bronca de la derrota parcial, de las supuestas burlas. Una calentura, digamos. Algo del momento, que se salió de control. Nada de eso ocurrió esta vez, cuando el Bohemio ganaba 2-0 y con un jugador más.
Queda más que nunca a la vista que en aquel clásico de 2012 hubo una emboscada que no nació del impulso ni fue espontánea, sino que fue específicamente planeada con alto grado de previsión. Estaba todo armado. Y los descerebrados de siempre fueron los actores del intento de matanza, pero en el armado participaron sin duda la dirigencia de aquel momento y la Policía, que despejó la zona. Si no resulta extraño que un presidente de un club participe de un acto barbárico como éste, más increíble e indigno aún es que gente de Prensa haya estado metida en esto, si uno tiene el prejuicio de que la secretaría de Prensa de un club debería ser un órgano de camaradería, civilidad y racionalidad. Pero no, en Chacarita en ese momento todo el club estaba infestado por esa peste que se manifestó aquella tarde de forma tan bárbara, explotó como un volcán de destrucción, llevándose por delante todo dejo de humanidad y honor.
Hoy celebremos que algo ha cambiado y ojalá todos los Chacarita-Atlanta que vengan sean en paz. Nosotros también debemos cumplir con nuestra parte.

sábado, 22 de febrero de 2014

La alegría fue toda bohemia

A disfrutar. No hay muchas oportunidades como ésta, festejar un triunfo enorme, trascendental. Atlanta se adueñó del clásico, le ganó al rival de siempre. Desde 1997, con aquel zapatazo de Fabio Giménez que el Bohemio no podía derrotar a Chacarita. Desde aquel día, pasaron muchas frustraciones: varios empates y algunas derrotas. Hoy, aquel gol de Giménez será reemplazado por el derechazo de Fefi Sardella. Atlanta se ponía sorpresivamente 2-0 y le daba un golpe terrible al conjunto local. Una montaña de jugadores bohemios festejaba encima del goleador. ¿A quién le importa el análisis? ¿A quién le importa que la victoria haya sido inmerecida o que el equipo haya podido irse dos goles abajo en el primer tiempo? De eso se ocupará Cassano en la semana. El técnico no puede confundirse, sabe que su equipo ganó los últimos dos encuentros sin jugar bien y con bastante suerte a su favor. Hoy nada de eso importa, porque se ganó un partido que para el hincha era importantísimo, porque necesitaba ganarle a Chacarita, porque muchos hinchas jóvenes no recordaban nunca haber ganado un clásico. Un triunfo que en la tabla vale tres puntos, pero para el hincha es invaluable. Y una especie de revancha por todas las veces anteriores en que Atlanta mereció mejor suerte y terminó yéndose con las manos vacías o con un empate.
Lo que es el fútbol. Porque después del primer tiempo y el comienzo del segundo era difícil de imaginar semejante resultado. El local había sido muy superior, monopolizando la pelota, con iniciativa de ataque, generando gran cantidad de situaciones y convirtiendo a Vega en figura. Atlanta resistía con sus dos centrales, haciendo agua por los costados y sin poder tener la pelota. Nada podía hacer en ataque, en donde pocos hombres se animaban a acompañar. Con ese panorama, se podía esperar a lo sumo seguir aguantando el 0-0. Pero como cuando luego de una terrible tormenta el cielo se despeja y un sol radiante aparece, todo cambió. El ingreso de Palisi en la mitad de cancha fue clave. ¿Cuántos habrían acusado a Cassano de cagón por este cambio? Atlanta encontró un gol impensado en un tiro de esquina, cuando la terminó metiendo en contra Nizzo aunque Godoy se adjudicó la autoría del gol. Chacarita sintió el golpe y perdió el dominio. Atlanta se agrandó y se animó a más. Guzmán se la bajó a Sardella y el volante, que mejoró su rendimiento teniendo a Palisi a su lado, anotó el segundo. El Bohemio se afianzó atrás, y todo se simplificó con la tonta expulsión de Rosso, un pibe que había complicado muchísimo a Perujo en el primer tiempo. Ahora todo estaba a favor del visitante. El partido se dio vuelta como una media. El descuento llegó cuando ya se estaba terminando todo, y no hubo tiempo para más, por suerte. La victoria ya era bohemia, la alegría era todo villacrespense.

domingo, 16 de febrero de 2014

Nada más que un triunfo

Nada más y nada menos que tres puntos. No se puede rescatar más que la victoria que se llevó Atlanta, que le sirve para recuperarse tras la derrota ante Chicago, para retomar la punta que había perdido, y para llegar con mayor confianza de cara al clásico en San Martín la semana que viene. Fue un 1-0 ajustado en Villa Crespo, frente a un Almagro que se mostró con grandes limitaciones. 
El partido fue pobre, impreciso, mal jugado, aunque no faltaron las situaciones de peligro. El Bohemio fue apenas un poco más: por voluntad, por generación, por oportunidades. Cassano metió dos cambios con respecto al equipo que había perdido la última fecha, pero no se vio una clara mejoría. Al menos, esta vez, los problemas defensivos fueron menos evidentes. Quizá tenga algo que ver la diferencia marcada entre los dos rivales: mientras que Chicago intentó buscar siempre, Almagro se dedicó a navegar sin rumbo, sin claridad, sin grandes armas, exigiendo poco a la defensa local. En este sentido, el Bohemio tuvo un partido más tranquilo, en donde pudo salir ileso de sus falencias, e incluso pudo aprovechar los errores del rival, que se equivocó más y peor. Así llegó el único del gol, en la segunda etapa, cuando Lazzarini la robó y se la dio a Maraschi, que desbordó o remató pero terminó metiéndola en contra Schunke. 
Nanía, uno de los que volvió a la titularidad, fue de lo más destacado junto a Maraschi. El ex Ferro mostró toques de calidad con los cuales Atlanta generó lo mejor en ofensiva. Sin embargo, llegó a su quinta amarilla y no podrá estar en el trascendental clásico. Todavía queda mucho por mejorar si Atlanta quiere volver a ser el equipo sólido y contundente que vimos a finales del año pasado.

domingo, 9 de febrero de 2014

Con el pie izquierdo

Había grandes expectativas en Villa Crespo por el debut del puntero de la B Metro en este 2014. Pero Atlanta jugó un mal partido y cayó derrotado ante un Chicago que fue superior. El conjunto de Cassano mantiene la punta por esta fecha, pero sus seguidores quedaron muy cerca.
El Bohemio empezó ganando con un gol tempranero de Maraschi, el mejor del equipo junto a Díaz Villán y el aquero Vega. Sin embargo, Atlanta se quedó y dejó crecer al visitante, que mostró audacia e iniciativa incluso después de empatarlo por intermedio del interminable Gomito Gómez. Chicago complicó gracias a las subidas de sus dos laterales, que junto con los volantes hicieron estragos por las bandas. Atlanta nunca pudo solucionar sus problemas defensivos, no pudo frenar las estocadas por las bandas que fueron una constante a lo largo del partido. Cassano no hizo cambios en pos de resolver esta cuestión, y Chicago generó una buena cantidad de situaciones de peligro hasta que convirtió el segundo gol a poco de que terminara el encuentro.
Al Bohemio no le faltó intención ofensiva. Pero en la generación de juego fue muy impreciso. Chicago dejó espacios y Atlanta tuvo sus chances, generalmente gracias a la participación de Maraschi. Pero los problemas en la defensa fueron letales. Se sufrió seguramente la ausencia de Francés, un jugador con voz de mando en el fondo. El patrón de la defensa fue clave cuando ingresó al once titular y solucionó los problemas defensivos que tenía el equipo al principio del campeonato. Ahora, su lesión lo dejará afuera unas semanas, y ya lo extrañamos. El otro cambio que hizo Cassano con respecto al equipo que venía cumpliento tan buen papel a fines de 2013 fue el ingreso de Godoy. El delantero tuvo una actuación para el olvido, y muchos recordaron los buenos momentos del tridente Maraschi-Lazzarini-Acuña. Por otra parte, también los rendimientos de Galeano y Collavini en el mediocampo quedaron cuestionados. El DT perdió su invicto al frente del Bohemio y la derrota fue justa, sin discusiones. Ahora deberá revisar algunos puntos para no perder la posesión de la cima.