sábado, 26 de septiembre de 2015

SAN CARLOS 0 ATLANTA 2

Merecido y buen triunfo de Atlanta, el segundo consecutivo tras el gran golpe a Defensores. No es poco para un equipo que se caracterizó por su irregularidad esta temporada; al que le costó hilar dos buenas actuaciones. Así Aníbal Biggeri empieza a sumar buenos números y mayor crédito en sus primera media decena de partidos dirigidos. El Bohemio superó claramente al débil Villa San Carlos en Berisso, en una cancha que le fue siempre esquiva. 
La justicia del 2-0 en el marcador se sustentó por un lado en los méritos de Atlanta, que intentó siempre ser protagonista y buscar el arco de enfrente, y también en la floja actuación del local, que expuso sus grandes limitaciones, las cuales justifican su lugar en el sótano de la tabla. Cuesta creer que este mismo rival haya goleado 3-0 en Villa Crespo, pero así fue. Los villeros, además de sus problemas para atacar, evidenciaron enormes flaquezas en la defensa, dejando espacios y marcando mal. El equipo de Biggeri aprovechó esto y desde el primer tiempo dominó la pelota y se animó a incursionar, incisivamente, llegando con alto peligro al arco de Del Riego. Generalmente a través de desbordes y centros desde la derecha, con Silva y Mancinelli muy activos. 
Sin embargo, los goles bohemios llegaron en la segunda etapa. Y la cuenta la abrió Julio Serrano, con un tiro libre muy bien ejecutado. El ex Chicago no venía jugando bien, pero como ante Defensores fue fundamental con su calidad y jerarquía para participar de la victoria. Un guiño para el técnico, que decidió que el juego de su equipo pase por Serrano, dejando a Galeano en el banco. Después, no podía faltar la cuota goleadora del flameante Bonfigli, que definió tras un gran centro atrás de Mancinelli. Con el 2-0, la victoria terminó siendo tranquila. La improvisada defensa no sufrió demasiado, y cuando tuvo que aparecer respondió muy bien Aurrecochea para mantener en cero su arco.

jueves, 24 de septiembre de 2015

De Aquiles, su tendón y su talón

La alegría por la victoria ante Defensores fue rápidamente opacada por la mala noticia de la lesión de Sebastián Díaz Villán, quien se rompió parte del tendón de Aquiles y su recuperación demandará seis meses. Es decir, afuera por lo que resta del campeonato y parte de la próxima temporada. La noticia no es mala solamente desde el punto de vista humano, desde lo personal, sino también para las aspiraciones del equipo, que tiene como objetivo obtener el segundo ascenso en el Reducido. 
La defensa es justamente el talón de Aquiles de este Atlanta irregular, que muestra su mejor cara cuando tiene que atacar (su gran efectividad goleadora lo demuestra) pero la inseguridad defensiva ha sido una constante a lo largo del torneo. Los problemas empiezan en el arco, en donde Aurrecochea aparece como el mejor de los arqueros del plantel pero ha tenido responsabilidad ya en varios goles pese a no haber atajado tantos partidos. En las puntas de la zaga, Silva se ha ganado el puesto derecho más por sus interesantes proyecciones que por su firmeza en la marca, mientras que en el sector izquierdo Torres y Benítez han alternado con resultados generalmente insatisfactorios. Claro que la base de una buena defensa es su zaga central, y ahí es donde está el déficit más relevante. Talamonti y Martínez Montagnoli llegaron como refuerzos este año, y por los nombres se podía imaginar que Atlanta no iba a tener problemas en ese sector. Sin embargo, nunca se asentaron ni convencieron. A las dudas cuando les toca jugar, se suman las lesiones que vienen aquejando a ambos (en este momento Talamonti ya está recuperado). En este contexto, Cortizo debió ser varias veces improvisado como marcador central pese a que no siente ese puesto -dado que no es el suyo- y Díaz Villán apareció como una garantía de seguridad en el fondo. El uruguayo arrancó como suplente pero se terminó ganando el puesto en buena ley, con su particular estilo: sin lujos, sin elegancia, pero dejando todo en cada jugada y sacando como sea las pelotas fuera del peligro. Así, volvió a ganarse la consideración de los hinchas, tras la mala campaña en el torneo de transición en que nadie se salvó.
Ésta es la situación de Atlanta hoy. Lesionado Díaz Villán, todavía sin recuperarse Martínez Montagnoli, los únicos marcadores centrales son Cortizo y Talamonti. Habrá que rezar todos los partidos para que no se sigan cayendo soldados...

miércoles, 23 de septiembre de 2015

ATLANTA 2 DEFENSORES 1

Triunfazo bohemio para bajar al puntero Defensores, que era el equipo con menor cantidad de derrotas y de goles recibidos en la categoría. Por más que el sueño del título ya queda lejos, Atlanta necesitaba una victoria resonante como ésta, para ganar confianza de cara al Reducido, el gran objetivo que queda para esta temporada. En Villa Crespo, con su gente, el conjunto de Biggeri pudo festejar tras el traspié en Barracas. Se dio el gusto de ganarle al líder, que puede perder ahora su privilegio.
El técnico hizo una apuesta fuerte y riesgosa para este partido, con tintes totalmente anti-demagógicos. Sacó a dos que venían siendo titulares indiscutidos como Galeano y Palisi, para colocar en el medio a Cortizo y Serrano, que no habían venido mostrando buenos rendimientos y que no han generado simpatía en los hinchas. Un mal resultado y un bajo rendimiento colectivo hubieran sido un duro golpe para un entrenador que recién dirigió cuatro partidos. 
Es difícil determinar cómo le salió la apuesta a Biggeri, porque promediando el primer tiempo se lesionó Díaz Villán y Cortizo debió volver a ser improvisado como central, entrando Palisi nuevamente al mediocampo. No resulta sencillo tampoco calificar el nivel y la actuación del equipo en esta presentación. Fue un partido muy duro, trabado, peleado, caliente, en donde se metió mucho más de lo que se jugó. Fue así en parte por la rapidez de la cancha típica de un día lluvioso y en parte también por lo que propuso Defensores, como siempre este campeonato: mucho combate, roce, pelotazos a dividir y juego aéreo. Los de Della Pica asumieron desde el principio como estrategia buscar al centrodelantero con pelotazos incluso desde su propio arco, y aprovechar cualquier tiro libre a favor para buscar el cabezazo goleador.
Atlanta no jugó bien pero en ningún momento fue dominado ni superado por su rival. Asumió la posición de combate, no se dejó amedrentar y lo fue a buscar con actitud. Serrano y Cequeira fallaron en la generación de juego pero mejoraron en la segunda etapa. Allí, cuando el empate era el resultado que mejor le cabía al desarrollo del encuentro, Meineri vio un dudoso penal a Mancinelli y facilitó el trámite para el Bohemio, que empezó a resolver el partido con la buena ejecución de Bonfigli. Poco después, el Payaso volvió a aparecer para definir muy bien ante Anconetani, tras un exquisito pase entre líneas de Serrano. Con el 2-0 explotaba Villa Crespo, aunque sobre el final hubo un momento de intranquilidad cuando Buono descontó y le puso suspenso a los últimos minutos.

sábado, 19 de septiembre de 2015

BARRACAS 1 ATLANTA 0




No basta con decir que Atlanta mereció no perder para paliar los dolores de la derrota, como así tampoco esta afirmación implica que el Bohemio haya hecho bien las cosas en su visita al sur de la Ciudad de Buenos Aires. Lo más lógico para este partido hubiera sido un empate: la única diferencia entre los dos equipos estuvo en que el local tuvo a un Mareque que, aun estático y con sobrepeso, demostró toda su calidad con un exquisito derechazo que definió el encuentro, al inicio del segundo tiempo.
El conjunto de Biggeri jugó mejor en la primera etapa, generando algunas buenas chances de gol. La más clara fue un fuerte remate de Pedrozo que se estrelló en el palo. De haber tenido mayor efectividad en el área, otra hubiera sido la historia en un partido en que parecía que el que hacía el primer gol ganaba. Pero Atlanta salió dormido a la segunda etapa y Barracas aprovechó su momento. Después de la apertura del marcador, el local tenía mayores facilidades para liquidarlo, mientras el Bohemio se encontraba desorientado, sin rumbo y sin ideas de cómo revertir la situación. Biggeri realizó cambios: hizo ingresar sucesivamente a Soto Torres, Fernandes Silva y Ledesma. Con el paso del tiempo Barracas Central se fue replegando y Atlanta tuvo más la pelota. Le faltó claridad y contundencia para empatarlo. Y no pudo hacer nada para llevarse algo.
De esta manera Biggeri sufrió su primera derrota como técnico bohemio. La defensa estuvo un poco más firme, pero Atlanta volvió a sufrir en la generación de juego. Galeano estuvo nuevamente en un bajo nivel; Cequeira no sacó diferencias. Los que ingresaron desde el banco tampoco fueron solución.  

miércoles, 16 de septiembre de 2015

ATLANTA 2 ACASSUSO 0




La pasó mal Atlanta en su cancha recibiendo al débil Acassuso -que venía de ser goleado por Comunicaciones- pero finalmente pudo llevarse el triunfo, el primero en la era Biggeri en su segundo partido dirigido. Por su desarrollo, pintaba mal el encuentro. Parecía difícil que la victoria quedara en Villa Crespo. Por eso seguramente lo más valioso haya sido haber podido ganar en circunstancias tan desfavorables, aunque posiblemente otro rival de mayor nivel hubiera escrito una historia diferente.
Biggeri armó una alineación con el sello del Sialle de los últimos encuentros, aunque con Torres en vez de Benítez cubriendo el lateral izquierdo. El equipo nunca apareció. Galeano y Serrano no encontraron su posición ni su nivel. Imprecisos, sin fútbol, el Bohemio no tuvo generación de juego ni claridad de ideas. Desaprovechó el sector izquierdo y se dedicó a intentar por la derecha, con las arremetidas de Silva y Mancinelli, pero prácticamente no generó peligro sobre el arco visitante. 
Deslucido en ataque, Atlanta mostró además grandes debilidades en defensa. Las dudas del improvisado Cortizo como central hacen que los hinchas deseen la pronta recuperación de Talamonti y Martínez Montagnoli. Acassuso, aun con sus enormes limitaciones, tuvo las más claras gracias a los errores bohemios. Claro que también esas limitaciones y su impericia en la definición le impidieron ponerse en ventaja.
Si el partido ya pintaba mal así como estaba, qué se podía esperar cuando Serrano vio previsiblemente la roja, aunque la segunda amarilla pareció exagerada. El ex Chicago terminó su mala actuación dejando a sus compañeros con uno menos, pero sorpresivamente el equipo se envalentonó y cambió la cara. El ingreso del juvenil Cequeira, con su frescura, también fue importante. Con diez jugadores, Atlanta fue superior: consciente de que era posible ganarlo, fue a buscarlo y lo encontró. Con actitud y un poco de fútbol. Cuando faltaba menos de un cuarto de hora, Torres sacó un muy buen centro y Bonfigli metió un gran cabezazo para convertir. Sobre el final, nuevamente el goleador Bonfigli puso la cabeza para liquidarlo, cuando ya el visitante se encontraba también con diez hombres. El Payaso llegó a 13 en el campeonato. Tiembla Juan Antonio Gómez Voglino, que miraba atento desde la platea.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La leña del árbol caído

El ciclo de Arnaldo Sialle como DT bohemio se cerró tras la derrota frente a Estudiantes. Ya eliminado en la Copa Argentina -en donde llegó mucho más lejos de lo que se esperaba- dejó al equipo en la cuarta posición, aunque mucho más lejos de los que pelean por la punta que de los que pelean por el Reducido. La campaña no fue mala, pero las aspiraciones eran mucho mayores teniendo en cuenta que Cacho tuvo la posibilidad de armar un plantel con uno de los presupuestos más elevados de la categoría. La exigencia era luchar por un ascenso directo que se fue alejando cada vez más. 
El andar del Bohemio en este ciclo estuvo marcado por la irregularidad. Alternó triunfos y derrotas constantemente. No le pudo ganar a ninguno de los tres de arriba, y perdió con los cinco últimos de la tabla, dos de ellos por goleada. Al mismo tiempo, ganó partidos ante rivales importantes con gran capacidad goleadora y amplia comodidad, especialmente de local, condición en la que se sintió mucho más cómodo. Estas dos caras de un equipo ciclotímico, cambiante, le impidieron seguir de cerca a rivales más sólidos como Brown y Defensores, pero al mismo tiempo mantuvieron la ilusión. Porque hay con qué, hay material. Quizá por ello la dirigencia sintió que el ciclo de Sialle estaba agotado y decidió que era el momento de pegar un volantazo, con la idea seguramente de buscar el ascenso en el Reducido. Como alguna vez ocurrió cuando se contrató a Carlos Mayor. 
Los errores del DT saliente durante su paso por el club no han sido pocos. Tuvo varios problemas para encontrar la estructura del equipo y sufrió mucho en el arco, en donde debió traer un tercer arquero a mitad de año que se sumó a los dos que habían llegado para esta temporada y no estuvieron a la altura. El caso de Barucco simboliza lo que considero que fue la gran falla de Sialle en Atlanta: la elección de los jugadores para armar el nuevo plantel. Él trajo a sus hombres que ya conocía, les dio la confianza pero sus rendimientos fueron muy bajos. Y estamos hablando de jugadores con los sueldos más altos, que se suponía que serían los referentes del equipo, pero terminaron, con suerte, comiendo banco. Barucco, Benítez, Cortizo, Quiroga, Martínez, Soto Torres... ¿Cuánto aportaron? Serrano iba a ser la manija del equipo, Talamonti y Martínez Montagnoli iban a ser los estandartes de la defensa. Finalmente, Atlanta debió sostenerse en nombres ya conocidos, como Silva, Díaz Villán, Palisi, Galeano, Pedrozo, Bonfigli, quienes venían de la paupérrima campaña del torneo anterior pero se reivindicaron con buenos rendimientos. Y, obviamente, Mancinelli, un viejo conocido, cuya presencia en el equipo es vital.
El próximo técnico se encontrará seguramente con un buen material.

martes, 1 de septiembre de 2015

ATLANTA 1 ESTUDIANTES 2

El orgullo por la digna actuación ante Racing por la Copa Argentina se transformó en menos de una semana en desencanto con esta derrota frente al tercero de la tabla que prácticamente deja a Atlanta fuera de la lucha por el ascenso directo. Fuera de carrera en la Copa, la sensación era que éste era el partido a ganar para demostrar que había fuerzas para ir en busca de la punta. Pero al conjunto de Sialle se le escapó increíblemente un encuentro que podría haber sido tranquilo y controlado. Estudiantes se lo dio vuelta en unos minutos y luego el Bohemio no supo remontarlo.
Sin Galeano, suspendido, el técnico confió en Serrano y Fernandes Silva, más libre, para la generación de juego, nuevamente con Pedrozo ocupando el sector izquierdo del mediocampo. Llamativamente Fernandes Silva arrancó muy bien, con destellos de buen fútbol, pero se perdió un gol casi hecho cuando el partido estaba 1-0. Hubiera sido el golpe de gracia, de nocaut, para un Estudiantes desconcertado. Antes, Pedrozo había abierto la cuenta al conectar un centro de primera, viniendo a la carrera. Parecía que el trámite se le abría a Atlanta en un partido que le venía costando. Sin embargo, Dovalo se convirtió en el ogro de la noche cuando inventó un penal que solamente él vio y le permitió al Pincha igualar sobre el final de la primera etapa.
Los jugadores locales se llenaron de amarillas y se mantuvieron nerviosos gracias a la increíble decisión del árbitro, que cambió el desarrollo del juego. Al principio del segundo tiempo, Estudiantes volvió a golpear: se puso 2-1 y otra vez se le movió la estantería a Atlanta. El triunfo se le había escapado, y ahora encima se estaba quedando sin nada. Claro que tenía mucho tiempo para resolverlo, pero nunca logró quebrar la férrea defensa visitante. Con más actitud que ideas fue a buscarlo. Con un hombre más durante un buen tiempo. Hubo chances a favor, pero no alcanzó.