sábado, 25 de noviembre de 2017

Atlanta 0 UAI-Urquiza 1

Cuarta derrota consecutiva y lo que empezó como festival del tiki-tiki muestra ya tintes "caprianos". Un equipo con intenciones de jugar por abajo, de tocar, de jugar, pero sin argumentos, sin recursos, sin intérpretes a la altura del libreto. Y olvidando lo más importante: nada vale en el fútbol si no se posee solidez. Un equipo frágil es un equipo llamado a la derrota permanente. Atlanta recibió 7 goles en los últimos 4 encuentros y les hizo las cosas muy fáciles a sus rivales. La imagen constante fue la de un equipo débil, quebradizo, impotente. UAI Urquiza no tuvo que hacer demasiado para llevarse el jugoso premio de la victoria en Villa Crespo. Apenas aprovechó un penal cometido tras un córner en el inicio del partido y listo. Luego se dedicó a navegar el partido, en aguas tranquilas, teniendo por momentos la pelota pero nunca fue arrinconado por el conjunto local. El Bohemio produjo y llegó muy poco. No tuvo ideas, profundidad ni precisión para llegar con peligro al arco rival. El visitante no sufrió para mantener el resultado favorable con que se encontró en el comienzo.
Es un momento muy duro para Atlanta. Después de golear a Sacachispas podía agarrar la punta, pero cayó en un tremendo bajón futbolístico, en un círculo vicioso de derrotas. La actitud del equipo se desarmó. Si antes parecía convencido de su idea y la llevaba a cabo con firmeza, ahora apenas esboza intentos fallidos, inconsistentes. El funcionamiento colectivo requiere el sostén de las performances individuales y en la actualidad hay muchos jugadores que no están rindiendo en el buen nivel que habíamos visto algunos partidos atrás. Berscé deberá trabajar en lo táctico pero sobretodo en lo anímico para recuperar a este Atlanta que pasó muy rápidamente de la gran ilusión a la catástrofe futbolística.

martes, 21 de noviembre de 2017

FENIX 3 ATLANTA 1

Otro paso en falso. La tercera derrota consecutiva y se enciende una alarma roja furiosa en Villa Crespo. El equipo de Berscé, el que conquistó el entusiasmo de los hinchas a base de buen juego y de triunfos, el que estaba cerca de agarrar la punta, cayó en el pantano de la desgracia y no puede salir. Como en las arenas movedizas, sus intentos para salir a flote lo hunden cada vez más. El técnico cambió de esquema, de nombres, y los resultados se escapan. Lo más preocupante es que el rival, esta vez Fenix, no tuvo que hacer demasiados méritos. Atlanta ofreció todas las facilidades atrás. Con una defensa tan débil, con un arco propio tan abierto, es más probable que el rival se lleve la victoria. El Bohemio fue otra vez un manojo de voluntades inconexas, sin fútbol, sin solidez. El equipo no apareció. Por primera vez en el campeonato, no se llevó los tres puntos después de empezar ganando un encuentro. El cabezazo de Vega en el inicio parecía indicar una tarde auspiciosa. Sin embargo, Atlanta se desmoronó. No supo cómo reemplazar a los lesionados Bianchi Arce y Vega, y se enmarañó en la desorganización táctica, en la apatía y la impotencia. Fue demasiado fácil para Fénix. Ahora viene un duelo importante frente a la UAI Urquiza, para intentar retomar el rumbo.

martes, 14 de noviembre de 2017

ATLANTA 0 ACASSUSO 2

Segunda derrota consecutiva de Atlanta, que afronta el momento más duro de la era Berscé, justo cuando tenía la posibilidad de tomar la punta. Fue quizá la peor actuación del conjunto del Pepi en lo que va del campeonato. Hizo todo mal y al modesto Acassuso le alcanzó con poco para dar el batacazo. El Quemero golpeó al principio y al final. El gol tempranero en una de las tantas pelotas paradas en que Atlanta marcó muy mal fue un golpe del que el Bohemio nunca pudo reponerse. Inicialmente, con un Miranda enchufado, amagó con reencontrarse con su fútbol pero pronto se diluyó en una impotencia anodina. Atlanta jugó realmente muy mal. No tuvo los argumentos de juego que había mostrado en anteriores presentaciones. Sin precisión en los pases, sin ideas, sin actitud agresiva. No salió nada de lo que intentó. Prácticamente no generó peligro teniendo casi todo un partido la responsabilidad de ser protagonista, con la desventaja en el marcador. La ausencia de llegadas fue todo un síntoma de la pobreza futbolística del local. El equipo no apareció y los rendimientos individuales fueron muy bajos, tanto en defensa como en ataque. Acassuso, por el contrario, hizo el partido que vino a buscar.

domingo, 5 de noviembre de 2017

SACACHISPAS 0 ATLANTA 3


Fue una fecha ideal para Atlanta, que sumó a las derrotas de los punteros Tristán Suárez y UAI Urquiza -y el empate de Platense- una contundente victoria en Villa Soldati para quedar a tres unidades de la cima cuando todavía tiene dos partidos menos. Fue clara y rotunda la diferencia entre el Bohemio y Sacachispas, en el primer duelo en la historia entre estos clubes. El equipo de Berscé ratificó su buen momento. Asumió la responsabilidad de llevarse los tres puntos en esta visita frente a un rival inferior y se ilusiona con prenderse a la punta lo más pronto posible. Fue importantísimo el gol que fabricó de la nada el heterodoxo Adrián Martínez, que ganó la posición entre los centrales y logró definir con la marca encima. El partido se abrió y el Bohemio jugó más tranquilo con la ventaja. No fue de todos modos una gran producción del conjunto de Berscé. No se vio juego asociado ni un dominio hegemónico de la pelota. Al contrario, con el 1-0 apostó a la explosión de los contraataques, intentando agarrar desprevenido al local. Sacachispas demostró ser un equipo con buenas intenciones ofensivas, entusiasta, pero con graves problemas para defenderse. Dio muchas ventajas, ofreció muchos espacios atrás. Y Atlanta supo aprovecharlos. No necesitó dominar el juego para herir a su rival. Controló el trámite con oficio, y esperó los momentos justos para golpear. Los goles llegaron solos: primero con un gran pase de Álvarez que definió Miranda, y sobre el final con una maniobra individual excelente de Chaves. Así se terminó redondeando una goleada que se explica en las diferencias de efectividad y solidez de ambos equipos. Ahora, a los Polvorines a buscar la punta.