El objetivo era llevarse los tres puntos pero no lo logró el equipo del Pepe Castro. No fue un partido sencillo en Villa Soldati, frente al humilde pero entusiasta Sacachispas, que le sacó su primer punto en el historial. El resultado final estuvo bien para lo que fue el encuentro, en el que ambos hicieron méritos simétricos para llevarse la victoria, pero no el mérito suficiente como para obtenerla. Atlanta sigue sufriendo las lesiones que le quitan valores importantes en un plantel que no destaca por la abundancia: sin Enrique ni Miranda desde inicio, para colmo el goleador Martínez debió salir en el entretiempo por una contractura. Con sus armas disminuidas, el Pepe debió buscar alternativas. Caneo tuvo más protagonismo en el juego pero si bien iluminó con algunos destellos de calidad, no aportó dinamismo. Castro buscó darle vértigo y velocidad al equipo con los ingresos de Mazzanti y Oyola, sus dos ex dirigidos en Tigre. Walter sigue sin dar pie con bola este campeonato, mientras que el Pony no pudo ser el salvador como en la fecha pasada ante Fénix.
Atlanta tuvo vocación y ambición por el triunfo, pero no supo cómo. Le costó llegar con verdadero peligro y ser consistente en el juego ofensivo. No logró hacerse del control del partido. Con voluntad, fue a buscarlo. Pero a veces la contra lo agarró mal parado. Se armó un partido de ida y vuelta, en el que el visitante proponía y el local no se quedaba atrás, aprovechando las deficiencias en la marca de un Atlanta que sufrió demasiado atrás. Tecilla y Ochoa no tuvieron un buen partido. Sacachispas tuvo sus chances claras y lo pudo haber ganado, aunque al final terminó viendo con buenos ojos el empate. Al Bohemio un punto enfrentando a un equipo que integra el pelotón de los más débiles le sirve poco y nada, cuando la intención es sumarse al grupo de los que le pelean la punta a Estudiantes.
domingo, 28 de octubre de 2018
sábado, 20 de octubre de 2018
ATLANTA 2 FENIX 0
El Bohemio aprovechó el viento a favor en una fecha en que el ex club Riestra perdió su invicto y también Estudiantes y All Boys resignaron puntos. Después de que se le escapara el triunfo frente a San Telmo, no podía perder puntos recibiendo al humilde Fénix en Villa Crespo. Atlanta no lució pero cumplió con la obligación. Sin dudas fue más que un rival que sólo vino a defenderse y que no generó ningún peligro. El partido se jugó siempre lejos del arco defendido por Rago. La responsabilidad y la pelota fueron siempre de Atlanta, pero eso no significó por sí solo que llovieran las situaciones de gol para el conjunto del Pepe. De hecho, el primer tiempo fue bastante malo. Caneo tuvo su primera chance como titular y, aunque se mostró prolijo, no aportó sorpresa y cambio de ritmo para romper líneas en el frente de ataque. Las ofensivas del local fueron muy previsibles y perturbó muy poco a un Fénix que lograba hacer su negocio. Lo único positivo es que no se sufría en defensa. En el segundo tiempo, a partir de los cambios que trajeron una bocanada de aire fresco, Atlanta sí logró modificar su apatía por vértigo y desequilibrio ofensivo. El ingreso de Oyola fue clave: a poco de entrar se deshizo de un rival con una gambeta y le puso un exquisito pase gol al tremendo Horacio Martínez, que abrió el partido. El Pony estaba jugando sus primeros minutos en el campeonato y terminó siendo la figura que cambió el juego. Ojalá pueda agregarle regularidad a su capacidad de desequilibrio para seguir teniendo espacio en un equipo que sufrió nuevamente las ausencias por lesión de Miranda y -a último momento- Enrique. Un dato: por primera vez en el torneo Atlanta ganó sin Enrique. Con la ventaja, todo se hizo más fácil. Fénix no supo cambiar el chip e ir en busca del empate. El Bohemio controló el juego y aumentó la cuenta con otro gol del imparable Martínez. Finalmente fue un triunfo tranquilo, lógico, que costó en la primera parte pero se resolvió en la segunda.
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