lunes, 25 de octubre de 2010

Il Commento del Marchese: Italiano 0-Atlanta 1

LA MANO DE DIOS

¡Un verdadero milagro, mi fiel escudero, el que se produjo en la fresquita tarde sabatina en las nacientes del río Matanzas, apodado desde siempre con el despectivo mote de Riachuelo! ¡Un milagro solo comparado con la supervivencia en las entrañas de las tierras de 33 mineros compatriotas del siempre recordado Marcelo Scatolaro!
Y es que ya nos disponíamos a regresar de nuestra incursión en tierra matanceras con la magra zafra de un puntito, cuando en una de las postreras aventuras bohemias en el área garibaldina, el stronzo de Martínez metió la manito, penal y a llorarle a San Genaro y al Papa Benedicto XVI.
Tres puntitos más y Atlanta que hace cumbre a esta altura del campeonato después de una ponchada de años.
Eso sí, tuvimos que sufrir como una parturienta noventa minutos para poder ganarle el partido a un Italiano que increíblemente terminó buscando el empate de local, de la mano de nuestro recordado Rubén Agüero.
Reconozcamos que el combate no vistoso, pero tampoco fue de lo peor que vimos en nuestra dilatada vida y que los peninsulares tuvieron su cuarto de hora, sobre todo en el primer tiempo, y que crearon algunas situaciones que pusieron en peligro la integridad física del arco defendido por Don Rodrigo.
El “Carancho”, que había estado presente en Villa Crespo la semana pasada, observando a su futuro enemigo, pergeñó para la ocasión, la estrategia de ahogar a los volantes auriazules, quitarle la pelota y ver lo que podía hacer el vejestorio de Saccone, que sabe mucho del arte del balompié, pero ya no les dan las tabascomo en sus años mozos.
Atlanta había salido a la cancha con su alineación ideal: LLinás; Mancinelli, Arancibia, Cherro y Segovia; Galeano, Pogonza y Ferragut; Carou y Abel y Andrés. Y trató de entrada a hacer valer sus aspiraciones de ganar la porfía.
Pero los ítalo –argentinos también salieron a por el triunfo con una actitud bastante atrevida, aunque poco imaginativa: tirarle la bola al burro de Leandro Martínez para que la aguante y pivotee, que Rodas se encargue del trabajo sucio y que el Lobo Saccone trate de ponerse el equipo al hombro encabezando todos los ataques.
Los villacrespenses le costaba agarrar la manija del cotejo, ya que el patagónico Carou se entregó mansamente a la pegajosa marca del rubio Natalicchio, Galeano era muy intermitente y Ferragut estaba desorientado sin saber que bondi hay que tomar.
Por su parte los Sorianos no tuvieron una buena tarde, además de estar desprovistos de alimentación por parte de sus volantes.
Suerte que en el medio el rudo Pogonza paraba hasta los aviones que iban a Ezeiza y la defensa, con el centenario Cherro y el Roly Arancibia se las arreglaba bastante bien con los atacantes locales. Y las pocas veces que ellos fallaron, estuvo siempre la presencia del gran arquero de los bohemios.
En el primer tiempo fueron un poco –un poquito- mejor los europeos, pero el empate no era un disparate alocado, fruto de un mente calenturienta, si no que se ajustaba bastante bien a lo mostrado por los contendientes en la cancha.
Pero en el segundo la cosa fue distinta. Agüero en quince minutos sacó a los tres delanteros, se refugio cerca del golero oriental Flores y le regaló una hectárea de terreno a los porteños.
Y en esos últimos 45’ Atlanta pasó a dominar las alternativas, pero con muchas dificultades para abrir brechas entre las filas enemigas.
Era el reino del revés: el dueño de casa procuraba el empate y el visitante por la victoria.
Entraron Guzmán primero y luego Ferreiro. El bohemio era más pero el gol estaba muy lejano. Mucho centro, juego lateral y tiros desde afuera sin demasiada potencia. Era un empate inamovible.
Pero llegó la jugada del penal-que sí se lo llegan a cobrar en Villa Crespo a Atlanta todavía estamos puteando en italiano, idisch y arameo-.
A Abel le importó un rábano, pateó bien el penalti, gol, triunfo y al fin: ¡Punteros!
Ahora a disfrutar de haber llegado a los más alto, pero ¡atentti! Que bien dice el refrán: ¡Lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse!.

domingo, 24 de octubre de 2010

Calcio Gratis per tutti i ragazzi!!!

La verità dell'Igor: Spotivo Italiano 0 - Atlanta 1


ITALIANO 0 ATLANTA 1

Cuando parecía que Atlanta se iba de Ciudad Evita con un empate con sabor a poco, llegó el penal y el desahogo. El agónico triunfo se festejó efusivamente porque le permite mantenerse ahí, sin perder el paso de sus competidores. Ahora comparte la punta con Estudiantes, al menos hasta que Defensores juegue su partido. Más allá de los medios, se cumplió el fin de la visita: ganar para seguir peleando arriba. No ganar hubiera significado perder dos puntos importantes, antes que sumar uno.

Está claro que Atlanta no es el mismo de visitante que de local. En el estadio del Sportivo Italiano, se vio una versión más chata que aquella que supo deslumbrar en partidos anteriores en Villa Crespo. Después de mucho tiempo, Alonso tuvo disponibles a todos los titulares, sin lesionados ni suspendidos. De esta manera apostó al mismo planteo con que consiguió tan buenos resultados últimamente: con este triunfo ya cosechó 21 de los últimos 24 puntos disputados. Enfrente se encontró con una sorpresa: el debutante Carancho Agüero en el banco local puso en cancha un 4-2-4 audaz, inusual en este siglo. El Bohemio se encontró entonces ante circunstancias particulares. Por un lado, tenía espacios por las puntas para avanzar y atacar. Pero el partido se planteaba abierto para los dos, con posibilidades de juego. Italiano también hacía lo suyo: con buenas intenciones, obligaba y empujaba. Los avances locales desnudaron algunas fallas defensivas en Atlanta, en donde los defensores justamente no tuvieron una buena tarde. Lamentablemente, el Bohemio no aprovechó en la primera parte las ventajas que ofrecía el Tano para avanzar por los costados. Ni Ferragut ni Mancinelli pudieron desnivelar. Carou no pesó en el juego, y Atlanta ofreció menos de lo que se esperaba. Faltaron precisión y decisión para buscar el triunfo. De todos modos, ambos equipos tuvieron sus chances para convertir.

El segundo tiempo pedía el ingreso de Guzmán por Carou para intentar ganarlo por la banda derecha. Sin embargo, el Chaco tuvo una mala actuación, y Atlanta no podía encontrarle la vuelta a un partido que en los papeles era accesible, y que por el desarrollo parecía ponerse al alcance de su mano. Es que mientras el Bohemio deambulaba con pocas ideas, Italiano se hacía cada vez más chiquito y empezaba conformándose con el punto. El local pasó de un planteo ofensivo a acumular jugadores en su propio campo, resignando la pelota. A Atlanta se le vio facilitado el trabajo, y en los minutos finales buscó con mayor intensidad, viendo que la victoria era posible. La pelota sin embargo parecía empecinarse en no entrar. Hasta que llegó el penal a favor sobre la hora, casi en tiempo de descuento. Abel Soriano lo convirtió en gol y en triunfo.

lunes, 18 de octubre de 2010

The Real Commenta : Atlanta 2 - Saint Charles 1


ARRIMANDO EL BOCHÍN

¡Cuidate Defensores…!
¡Ya estamos mi fiel escudero, a la par de los pincharratones de Caseros y pisándoles los talones al dragoncito de Belgrano! Y esto está para cualquiera porque está visto que nadie se come a los chicos crudos y que todo es muy parejo.
Suerte que el club de nuestros desvelos, como los buenos boxeadores, supo asimilar la triste derrota sufrida en la boscosa Agronomía y retornó rápidamente a la gloriosa senda de los triunfos.
Claro que el rival de este sábado era una runfla de malhechores disfrazados de jugadores de fútbol, salpicado con algunos ancianos como el Pepe Pelanda y el charrúa Orfila, que se dedican a pegarles impiadosas patadas a todo lo que se mueve, ya sea con forma esférica o con forma humana.
Atlanta saltó al campo de batalla conociendo la mala cosechas de sus adversarios en el lote de los punteros: Los Pasini Boys cayendo en su excursión a Junín y los belgranianos empatando con Los Andes merced a un gol del Rey Sol Solchaga, gritado con afán por todo el pueblo bohemio.
Los once craks del Xabi Alonso fueron para la emergencia: Don Rodrigo Llinás de cancerbero; el petizo Lolli, Nico Cherro recuperado, el Roly Arancibia y el Matu Valdés en lugar del suspendido Segovia; el poeta Galeano, Maxi Pogonza y el zurdo Ferragut; de enganchador el patagónico Carou y los melli Soriano para el gol.
Los de Villa Crespo salieron sin titubear a arrollar a su espantoso rival y con poco lo arrinconó contra la tribuna que da a la sede social.
Pogonza era el patrón de la vereda en el círculo central, Galeano manejaba bien el útil al igual que Carou unos metros más adelante y los Soriano les rompían la paciencia a los limitados defensores, que tiraban la pelota afuera cuando veían un jugador con la camiseta azul y amarilla a cinco metros de distancia.
El bohemio, no tardó mucho en cristalizar ese dominio en gol, ya que a los 7 minutos, de tiro libre en la puerta del área, Ferragut se la clavo en el rincón de las arañas al pobre Volpe que voló por si había algún fotógrafo cerca.
1 a 0 y los dueños de casa comenzaban a relamerse ante la posibilidad de levantarse con tres puntos, con sólo trabajar a reglamento.
Y todo indicaba que iba a ser así, luego que Abel de cabeza, en medio de los defensores carolingios jugando a las estatuas, facturara un delicioso taquito de su hermano Andrés y pusiera un 2 a 0, cuando todavía no se había disputado media hora de combate.
El partido estaba liquidado y todo se encaminaba a otra goleada de esas con las que nos están malacostumbrando nuestros ágiles, y sin mayores novedades se fue esfumando el primer tiempo, como un barco que pierde en el horizonte.
¿Qué pasó en los vestidores? Sólo Dios y los protagonistas lo saben.
Pero lo cierto es que el Atlanta abrumador del los primeros 45’ se transformó en un equipo nervioso que le fue entregando la pelota y el terreno y solito eligió complicar un partido que era pan comido.
Y aunque los de Berisso no pueden dar dos pases seguidos ni en los entrenamientos, se la rebuscaron para sobresaltar los, hasta el momento, tranquilos corazones del atlanterío.
Máxime después que el ex “Martillo” Ortiz, que nunca le hizo un gol ni a Dosortez, metiera la cabecita y pusiera el score, en el peor de los resultados: 2 a 1.
Al rato lo echan a Volpe, el arquero carolingio, cuando con la mano fuera de los quince metros le birló el gol al ingresado Guzmán.
Parecía que renacía la calma chicha. Pero no, porque esta vez a los auriazules le faltó en esta ocasión oficio para manejar los piolines de la porfía y clausurar la victoria mucho antes evitándose innecesarios sofocones y, en cambio, terminó llegando al final pidiendo la hora.
Pero más allá de las dudas finales, Atlanta ganó y sigue redondeando una campaña fantástica que lo convierte en un firme candidato a pelear arriba hasta el final.
Esperemos que así sea. Ahora viene el Tano de la mano de nuestro conocido Agüero.
¡Nos vemos en Ciudad Evita y que sigan los éxitos!

domingo, 17 de octubre de 2010

Soccer Free for Siom Pipol: Atlanta 2 - S.Charles 1

Igor's True: Atlanta 2 - Saint Charles Village 1


La clave de la infelicidad está en desear constantemente lo inalcanzable. Para algunos, esto es en realidad sana ambición. En esta agridulce encrucijada se encontró el hincha bohemio cuando finalizó el partido: satisfecho por el triunfo, un tanto preocupado por un segundo tiempo en que se sufrió demasiado. Aquel que se llenó los ojos con un gran espectáculo futbolístico propinado por Atlanta en el primer tiempo y que se fue al descanso con la tranquilidad de un 2-0 a favor que parecía tener futuro de goleada, frunció el ceño en la segunda etapa, se amargó, se retorció, sufrió, y terminó respirando aliviado cuando Ariel Suárez dio el pitido final.

Después de la caída en Agronomía, Atlanta estaba obligado a ganar. Lo hizo. Volvió a la senda de la victoria y aprovechó la mala fecha de sus competidores por el título para ponerse a una sola unidad de la punta, que ocupa actualmente Defensores. El balance del fin de semana es entonces positivo. Ahora, con los tres puntos en casita podemos ponernos a hablar del juego, de lo que se hizo bien y de lo que se hizo mal.

El conjunto de Alonso mostró dos caras muy diferentes. ¿Cuál es la verdadera cara? Las dos. Todavía el equipo no ha encontrado una sólida regularidad, pero debemos admitir que los baches se van haciendo más pequeños y distanciados. Es importante remarcar que rápidamente Atlanta se repuso de la caída ante Comunicaciones y volvió a exhibir su mejor versión, más allá de su desplante en la segunda mitad. El primer tiempo fue un monólogo del conjunto local, que dominó la pelota y demostró su amplia superioridad sobre un rival endeble defensivamente, pero que compensaba con garra sus carencias futbolísticas. El Bohemio realizó una gran producción, con muchas llegadas y momentos de buen fútbol. Un tiro libre muy bien ejecutado por Ferragut y un cabezazo de Abel tras centro-taco de Andrés pusieron merecidamente 2-0 arriba a un Atlanta que se llevaba por delante a Villa San Carlos. Nuevamente Galeano se erigió como la pieza más destacada del juego bohemio, seguido por un activo Lolli y el siempre mordedor Pogonza.

Diferente fue lo acontecido en los segundos 45 minutos. Atlanta salió relajado, como es lógico suponer dada la ventaja adquirida. Pero salió demasiado relajado. Regaló la pelota, perdió el orden, perdió la dinámica, y dejó agrandarse a un rival que estaba para el nocaut. San Carlos fue creciendo y en medio de la desorientación bohemia llegó al descuento. Las caras de felicidad se iban transformando en preocupación: lo que iba a ser una goleada, ahora era un parto. Atlanta no encontró el camino y siguió deambulando por caminos peligrosos, hasta que una gran escapada de Guzmán provocó la expulsión del arquero visitante, por atajar la pelota fuera del área. Lamentablemente, nada cambió. Con un jugador más, Atlanta no jugó mejor ni supo cómo controlar el partido. No pudo liquidarlo y terminó sufriendo en cada pelotazo, en cada pelota parada. Finalmente no hubo milagro para los de Berisso, y la victoria terminó quedando merecidamente para el dueño de casa.

martes, 12 de octubre de 2010

Futbol Gratis: Comu 1 - Atlanta 0

The Real Coment:Hard Comunications 1-Atlanta 0

PÁNICO EN EL PARQUE

No, mi fiel escudero, no me refiero a aquella formidable película yankee de los años 70, sino al ataque de pánico que le agarra nuestros players cada vez que jugamos en el Parque de la Agronomía.
¿Cómo explicar sino que las dos derrotas del campeonato hayan sido en esa minúscula canchita de una sola tribuna, enclavada entre un magnífico bosque de eucaliptos y casuarinas?
Es cierto que sus mínimas dimensiones ayudan más a los negados en el arte del balompié que a nuestros dotados craks que venían de protagonizar exhibiciones que en nada hacía envidiar al Real Madrid del 60, al Brasil del 70 y a la Naranja Mecánica del 74.
Lo cierto es que nos llegamos al barrio de Julio Cortázar, pletóricos de entusiasmo y optimismo, confiados en continuar la arrolladora marcha ganadora y cosechar otros tres puntos que nos permitieran seguir de cerca la persecución a los ocasionales y muy precarios líderes del campeonato.
El Xabi Alonso no podía repetir el mismo equipo de las últimas fechas, dado que el bravo Pogonza pagaba justo castigo por haber acumulado cinco tarjetas del color del oro y Nico Cherro se averió en el entrenamiento de la víspera.
El club de nuestros desvelos salió entonces a disputar la justa con la siguiente alineación: Don Rodrigo Llinás en el arco; el petizo Lolli, el salteño Arancibia, Matías Valdés y Juampi Segovia; el poeta Galeano, el rutilante Rutili y Emiliano Ferragut; el patagónico Carou; y Andrés y Abel.
El Postino, de arranque nomás no disimuló sus extremas precauciones para evitar que Atlanta se adueñe de la pelota, avisado, quizás con exageración, de las últimas actuaciones bohemias. Para tal objetivo propuso un partido ríspido, luchado y con mucho faul para cortar el juego. Y, sobre todo, muy celosos de lo que podían hacer los mellizos en zona de ataque.
Los villacrespenses empezaron mejor, tratando de imponer su estilo partiendo en las más de las veces, de lo que podía hacer Galeano, en esta ocasión casi, sin compañía ya que Carou y Ferragut en poco se solidarizaron con él.
Arriba los Soriano no podían con una defensa compuesta por tres burros marca “Cañón” y el vejete Banegas que está esperando la aprobación del 82% móvil para iniciar los trámites jubilatorios, pero que mordía como perros rabiosos.
Pero con el correr inexorable de las agujas del reloj las cosas se fueron equilibrando a crecer la faena de los volantes comunicativos facilitada por la mala tarde de sus colegas atlantes, fundamentalmente por un Rutili que pago tributo a su larga ausencia en las canchas y se lo notó muy falto de fútbol.
Como Atlanta no logró desenmarañar la madeja propuesta por su adversario -digamos que mucho esfuerzo no hizo- el combate se deslizando por un tobogán de roces e imprecisiones, hasta convertir ese primer en un verdadero y soporífero bodrio.
El segundo comenzó sin cambios y el asunto siguió más o menos igual, pero aunque Comu apareció con un toquecito más de audacia; pero el partido era un empate clavado.
Sin embargo, pasadito el cuarto de hora, después de un par de córners y tras un rechazo de Llinás con los puños, vino un centro desde la derecha y Chiquilito la empalmó en la atmósfera y entre un bosque de piernas la pelota entró junto al madero y puso en ventaja a los dueños de casa.
El alineador bohemios mueve el banco al verse en desventaja, primero el chaqueño Guzmán por Lolli para que el veterano Banegas se lo fume en pipa. Después el ruso Bielkiewicz y Atlanta va con tres delantero.
Pero poco y nada cambia, se veía que era más fácil que Lilita Carrió gane las elecciones, que los de azul y amarillo empaten el cotejo.
Y no hubo nada que hacer, los carteros aguantaron bien el resultado y los bohemios no le encontraron la salida al laberinto que le pusieron adelante.
Y otra vez no fuimos silbando bajito, derrotados nuevamente, entre los añosos árboles brillantes bajo el bravo sol de octubre y la pileta vacía de un club que conoció grandes momentos de esplendor.
Pero un tropezón no es caída, mi fuel escudero, y todavía hay mucho camino por delante.
¡A no desanimarse que lo que sobra es fe y esperanza! Hasta el sábado contra los carolingios

domingo, 10 de octubre de 2010

Fue Primicia de la Taberna Del Siome!!!: Olè la tenes adentro!! que nos sigan robando!!!


El Lunes 6 de Septiembre te mandamos una bomba Siomerial
Publicamos un post Hinchadas Siomes y hablabamos de la Triestina de Italia

Esa Tribuna no se parece, es una postal!!!!


Hoy 10-10-10 y con mas de un mes de retraso el Olè
Publica:

QUE TRIESTE!!!!!

Como el Triestina, club de la Serie B de Italia, no lleva gente, los directivos pusieron en la platea ¡un telón de hinchas pintados! Triste.

Esas tribunas no están vacías. El estadio Nereo Rocco, en Trieste, está copado por los hinchas del Triestina. Los hinchas más raros del mundo: a) no alientan.

b) no insultan.

c) ¡no les tiran cosas a los árbitros! d) en días de 40°, se los ve con bufandas y abrigos de invierno...

Desde luego, las características de estos tifosi dejan mucha tela para cortar. Porque precisamente... ¡son de tela! Claro: como apenas van cuatro mil personas a una cancha para 32.454 espectadores, los dirigentes del Triestina decidieron poner imágenes de hinchas impresas en telones, para llenar diez mil asientos. Así, el estadio Nereo Rocco (¿no debería llamarse Nereo Barroco por los hinchas pintados?), se ve algo más lleno en los partidos. Ayer, por la 8ª fecha de la Serie B, el Triestina empató 0-0 con el puntero Siena y quedó a siete unidades del líder. Los hinchas-telón, se sabe, fueron todos en un remís (y sí, el telón habrá ido doblado en el baúl del remís).

OLè LA TENES BIEN ADENTRO!!!! QUE NOS SIGAN ROBANDO!!!!!!

martes, 5 de octubre de 2010

The Real Comment: Atlanta 3 - Chicago 0

DANZA CON TOROS

¡La venganza se sirve en plato frío, mi fiel escudero! Recuerdas cuando los matadariles nos humillaron con un tremendo 4 a 0 en las adyacencias del barrio Los Perales, una fría noche de invierno ni bien retornaron a esta categoría. Pues bien, ahora le dimos de tomar de su medicina y este sábado en nuestro coqueto estadio, le ofrecimos una paliza de órdago y los despachamos con una goleada análoga a la sufrida dos años atrás.
Y eso gracias a la piedad y compasión de nuestros craks que en el segundo tiempo aflojaron el tranco, porque sino los toritos se iban con la canasta llena a vender pepinos a la feria de Mataderos.
Lo cierto es que Atlanta sigue con su marcha letal, volteando muñecos semana a semana, y jugando a un nivel que hace imposible ponerle límites a los sueños de un porvenir venturoso que crecen imparables en los corazones del bohemiaje.
En la primaveral tarde del sábado había clima de fiesta en ambas orillas del Maldonado, y el León Kolbowski lució radiante de ritmo, color y fantasía, colmado como hacía mucho tiempo no ocurría.
Fiesta que luego se prolongó en la verde hierba del campo de juego, donde los representantes de la gloriosa institución villacrespense le pegaron un baile a toda orquesta a la paupérrima manada de toros.
El Xabi Alonso sabe que la base está y repitió la oncena vencedora de Caseros: Don Rodrigo Llinás; el petizo Lolli (casi de volante) Nico Cherro, el mariscal Arancibia y Juampi Segovia; el poeta Galeano, el hacha Pogonza y el zurdo Ferragut; el patagónico Carou y Abel y Andrés Soriano.
Atlanta salió con la decisión de los próceres a buscar el partido y enseguida quedaron al descubierto las tremendas falencias de los verdinegros para defender, tener la pelota y atacar o sea para jugar al fútbol. Son una murga peor que Los Mimosos de Mataderos, que vinieron a cumplir horario y donde lo único rescatable son el oficio de Carboni y las ganas de su goleador Ferrer. Y pará de contar.
Los locales por su parte vienen en una racha que hace que sus jugadores desborden confianza y atrevimiento como para llevarse por delante a sus eventuales contrincantes.
Entonces en el medio campo se hicieron dueño del partido con el despliegue de los volantes a lo ancho del terreno, con Carou que se va despabilando y los mellizos arriba para joderle la vida a los impresentables zagueros chicaguenses.
Abajo con la jerarquía de Arancibia, la poca sutileza de Cherro y el gran Rodrigo, para esta ocasión alcanzó y sobró.
Tanto dominio terminó dando su fruto, sin tener que sufrir demasiado. En tres minutos Atlanta calentó el ambiente: a los 24’ Juampi Segovia agarró un rebote del espamentoso Gómez y adentro; y a los 27’ Andrés Soriano después de una buena jugada que empezó Carou y continuó Galeano definió pegándole como el ajo.
2 a 0 y los de Mataderos tiraron la toalla.
Siguió la milonga y diez minutos más tarde la pelota cruzó el área enemiga de un lado para otro, ante el pasivo testimonio de los defensores del Torito, entonces Ferragut metió la patita. 3 a 0 y listo el estofado.
Terminó el primer tiempo y arrancó el segundo sin novedad en el frente.
Un ataque inicial, que Cherro salvó sobre la línea, fue el único signo vital que dio Chicago en el complemento del partido. Después todo volvió a la normalidad, y Atlanta retomó el control de las acciones, pero al ritmo del vals, perdonándole la vida a sus huéspedes.
Pud haber otros goles, pero apareció el ex Atlanta Gómez para demostrar que tenía manos al final de cada brazo.
Faltaba menos de un cuarto de hora, cuando Galeano entró al área y lo bajaron como a un mosquito con Raid. Penal y como estábamos de joda, que lo patee Llinás.
4 a 0 y ahora sí a gozar en la platea y la tribuna A cantar y bailar.
Lo que pasaba en a cancha no tenía sentido, era robarle la plata a un ciego.
Sonó el silbato del juez que no dio descuento para no extender la tortura de los toritos, que en esos momentos, preferían estar en los bretes del matadero que de partenaire en un carnaval ajeno.
Atlanta ganó, goleó y gustó. Y esta ahí nomás de dar el zarpazo.
Ahora, nos vemos en Agronomía contra los carteros para continuar con esta marcha triunfal que conduce hacia la gloria!

lunes, 4 de octubre de 2010

Futbol Gratarola!!: Atlanta 4 - Chicago 0



Y que se fijen si habia alguno mal incluido y vallan a lloran al Bar de la A.F.A

Moilanesky True's: Atlanta Hawks 4 - Bulls 0


ATLANTA 4 CHICAGO 0

Tarde perfecta, de principio a fin. Desde la expectativa que se había generado por este partido, hasta el resultado final. Un espectáculo de emociones que llenó de satisfacción los corazones bohemios, que no suelen darse gustos como éste, al menos en los últimos años. Las cuatro victorias consecutivas del equipo, y especialmente la última en Caseros, eran el estímulo perfecto para que esta nueva fecha del torneo no fuera vivida como una fecha más. La gente se acercó en gran cantidad y con una gran ilusión: en Villa Crespo se vivía un clima especial, ese clima que se vive cuando se pelean cosas importantes.

El recibimiento del equipo, los fuegos artificiales, todo el ambiente festivo previo al cotejo parecía demasiado exagerado teniendo en cuenta que el torneo recién empieza, y que Atlanta todavía no ha logrado la punta. Lo mejor de todo es que la respuesta futbolística no fue un cachetazo desilusionante que nos hiciera retornar a la dura realidad. Por el contrario, fue revelada una realidad mucha más grata, fascinante. Los jugadores no se achicaron por el marco ni por el entusiasmo popular, sino que sumaron estos aditivos al envión anímico de los últimos triunfos, dando como resultado un cóctel espiritual altamente beneficioso. De esta manera, a la gran ilusión prosiguió una magnánima demostración de fútbol, lo que funcionó como una retroalimentación positiva para potenciar la ilusión que hoy tiene el hincha bohemio. Atlanta jugó su mejor partido de la temporada, bailó a un rival histórico (aunque en un momento crítico), goleó, gustó, y miles de bohemios pudieron disfrutarlo. Solo faltó la punta para coronar la tarde: ahora es escolta junto a Estudiantes de Defensores, a dos puntos.

El primer tiempo fue brillante, de lo mejor que se haya visto de Atlanta en los últimos años. Superó a Chicago en todos los aspectos y convirtió tres goles como para irse al descanso con el ánimo por las nubes. Individualmente, hubo varios puntos muy altos que sostuvieron la gran producción, pero también el equipo funcionó estupendamente a nivel colectivo. Arancibia volvió a destacarse como patrón de la defensa, pero en el mediocampo Atlanta marcó las diferencias. Carou alcanzó el nivel futbolístico que el equipo necesitaba, Galeano mostró sus mejores virtudes, Pogonza se comió la cancha. El Bohemio fue muy superior, y aplastó a un Chicago que no ofrecía respuestas, que no podía contener los apabullantes avances locales, y que no sabía cómo atacar. El marcador se abrió con una pelota parada, en donde la empujó Segovia. Andrés Soriano convirtió el segundo, un verdadero golazo de contragolpe, que armaron muy bien Carou y Galeano. Y el tercero, un desborde de Lolli que conectó Ferragut.

En el segundo tiempo se hizo evidente que Atlanta no podía mantener el mismo ritmo los 90 minutos. Salió entonces más tranquilo, sin la obligación de atacar constantemente. Chicago tuvo más la pelota pero no tuvo ideas. La defensa bohemia se acomodó, y Atlanta volvió a dominar el juego. Los destellos de fútbol ofensivo le dieron la posibilidad de aumentar la ventaja y redondear una goleada. Tras un claro penal a Galeano, Llinás se dio el gusto de patearlo y convertir su primer gol.

Ahora, el gran desafío pasa por mantener los pies sobre la tierra. Van cinco triunfos consecutivos, pero resta mucho torneo, y ni siquiera tenemos la punta. Lo que es seguro es que éste es el camino indicado para llegar al éxito.