miércoles, 15 de diciembre de 2010

La verdà de la Moilanesky: Endrogados en Adrogue

Brown 2 - Atlanta 0

Suena ilógico que luego de haber realizado semejante campaña en esta primera mitad de la temporada, debamos empezar nuestras vacaciones con el sabor amargo de esta derrota, un resultado que no es para nada representativo de lo que fueron los últimos meses para el pueblo bohemio. Nos acostumbramos al triunfo constante, a la confianza y la adrenalina del éxito permanente, y ya casi que nos habíamos olvidado lo que era perder un partido de fútbol. Pero claro, no podían ser todas buenas, alguna vez tenía que tocar un semáforo en rojo después de aquella onda verde. Lo importante es volver a arrancar encendidos en enero, mantener la marcha, y así podremos acercarnos al tan ansiado ascenso a principios de junio.

Atlanta sumó su tercera derrota en el torneo, todas jugando de visitante. Venía de una racha de cuatro triunfos seguidos, pero en la despedida del 2010 se encontró con un rival enchufado y desperdició la chance de aumentar las diferencias con respecto a su escolta Estudiantes. Sin embargo, la propiedad de la punta sigue intacta, y el equipo afrontará la pretemporada con un colchón de seis puntos de ventaja.

Mientras que la tormenta pluvial eludió Adrogué con una increíble gambeta, el líder de la B no pudo escapar de sus propios errores y fue superado con amplia justicia por Brown, que hizo casi todo bien en la tarde sureña. Desde el primer segundo de juego, Atlanta desnudó sus fallas en defensa. Se sucedieron distintos errores individuales que pusieron en peligro la integridad del marcador. Y fue un error de Llinás el que fue capitalizado por el conjunto local: el arquero intentó salir rápido pero se la dio en los pies a Villamayor, que definió por encima de Llinás. El Bohemio empezó con el pie izquierdo en el partido y no pudo recomponerse. Terminó así redondeando una mala actuación: seguramente la peor en este campeonato. A nivel colectivo, el juego del equipo nunca apareció. No hubo esa actitud agresiva de llevarse por delante el rival, y no hubo fútbol. Es cierto que no ayudaron las dimensiones reducidas del campo de juego, pero el equipo no supo tomar las riendas del partido e imponer su jerarquía, como en otras ocasiones.

Fue una de esas tardes en donde todo sale mal: hasta Llinás estuvo inseguro. La defensa tuvo serios problemas para contener los ataques locales. Los Soriano no gravitaron. Atlanta tuvo sus chances, sobretodo por pelotas paradas, pero no las pudo aprovechar y convirtió a Matinella en figura. Quizá otra hubiera sido la historia si tenía más suerte en la definición. Pero lo cierto es que Brown jugó bien y también tuvo las suyas. Casado volvió locos a todos y se despachó con un golazo al finalizar la primera parte. Incluso pudo haber terminado en goleada si Brown no fallaba alguno de los dos penales que tuvo a su favor, cerca del final. La derrota fue un castigo para un Atlanta que no hizo los méritos ofensivos suficientes, cometió demasiados errores y fue superado por un Brown que se defendió muy bien y no perdonó en el primer tiempo.

The Real Comment: Bronx Adrogueitor 2 -Bohemians of Cresp Village 0

CON VASELINA

¡Yo sabía, mi fiel escudero, que todo en este mundo tiene un fin! ¡Desde las penas más y dolorosas, hasta las dichas más plenas y más dulces! ¡Y le había jurado a mi buen Dios, estar preparado para asumir como posible, que nuestro Atlanta volviera encontrarse con esa ingrata hembra que es la derrota, y de la que casi nos habíamos olvidado, debido al andar arrollador de nuestra gloriosa escuadra hollando campos enemigos y aniquilándoles cuando se atrevían a poner sus humanidades en el inexpugnable reducto de la ribera del Maldonado! ¡¿Pero justo venimos a perder ahora cuando nos disponíamos a levantar nuestra copa de champagne para despedir el año y otras festividades, y agregar a nuestro brindis la inolvidable campaña que nos regaló el club de nuestros amores?!
Es cierto que lo hecho, hecho está y que Atlanta continúa con bizarría en la cima de la tabla, mirando al resto desde las alturas, pero la caída en Adrogué nos hace fruncir el seño, y la posibilidad de reanudar el campeonato con cuatro bajas fundamentales, nos hace fruncir otra cosa…
Atlanta llegó al pequeño estadio tricolor, atravesando una ciudad transida por una violencia absurda y bajo cielos cargados de tormentas bíblicas.
El Xabi Alonso, decidió -como venía haciéndolo cada vez que realiza alguna visita-, establecer jugar con cuatro defensores, cuatro volantes y los mellizos Soriano en la vanguardia.
Como además el poeta Galeano purgaba una suspensión, la oncena atlante para la ocasión estuvo compuesta por: Don Rodrigo Llinás al arco; Mancinelli, Nico Cherro, Roly Arancibia y el Juampi Segovia en defensa; el chaqueño Guzmán, Álvarez, Pogonza y el zurdo Ferragut en los medios y los pibes 10: Abel y Andrés
Los villacrespenses, como de costumbre empezaron el partido papando mosca y antes del primer minuto de juego ya se habían salvado de casualidad después de un mal rebote en el área.
Y como eso sucede siempre, nos quedamos en el molde, sentados en nuestras butacas, esperando que el equipo vaya reaccionando, pero pasaban los minutos, el firmamento se ennegrecía y los sureños dominaban el juego, con un Casado que dirigía la orquesta y un Ruíz Díaz que había copado la parada en el redondel central.
Los porteños no daban pie con bola, y sólo por el sector derecho Guzmán y las escapadas de Mancinelli aparecía como argumento de ataque. Álvarez y Ferragut no la veían ni cuadrada y Pogonza no lograba prevalecer en medio de la multitud que se agolpaba en el ecuador de la cancha, esquivándose y chocando constantemente. Arriba cuando uno de los gemelos se hacía del balón, aparecían de a dieciocho las camisetas tricolores para neutralizarlos.
Abajo los zagueros se equivocaban mucho y hasta Don Rodrigo aparecía como un desconocido
No había transcurrido mucho, cuando precisamente el insigne arquero rechazó para el ajo, le dejó la globa en los pies de Villamayor, y este, como si supiera, se la embocó de vaselina por arriba del marote.
Otra vez empezamos perdiendo de visitante: Una película que ya vimos y que generalmente termina bien. Menos este sábado…
Atlanta se fue con honra a por la noble igualdad, y hasta pudo conseguirla sin haber hecho mucho: se lo perdió Guzmán inexplicablemente y el portero adroguense evitó el empate ante Ferragut y frente a Andrés.
Aunque, el bohemio había mejorado algo, siempre fueron los brownies superiores y los merecedores de los laureles que da la victoria.
Nos disponíamos a devorarnos nuestro consabido paty con ketchup ya que se moría el primer tiempo, cuando en la última jugada, el avezado Casado, se la puso con taco y tiza en el rincón de las arañas a Don Rodrigo, en otra vaselina de antología.
0 – 2 en contra y mal pronóstico para el segundo tiempo.
El Xabi mueve la estantería, lo saca a Álvarez que no hizo un sorongo, lo pone al ruso Bielkiewicz de punta – que no hizo mucho más- lo tira a Andrés como armador y con ese esquema se reinicia el combate.
Los locales se abroquelan bien, deja que su adversario se cocine en su propia salsa de impotencia y falta de ideas, y siempre bien orientados desde adentro del field por el pelado Casado y sustentados por el fondo por otro veterano como Del Río terminan construyendo un triunfo indiscutible.
Sin embargo faltaba el torbellino de acontecimientos sobre el último cuarto de hora, donde Atlanta acaba con dos penales en contra, Pogonza expulsado y Cherro, Arancibia y Andrés con una semana de vacaciones más producto de respectivas amarillas.
Suerte que Llinás le detuvo la canchareadita al fanfarrón de Villamayor y el bisabuelo Zagharián estrelló su tiro en el palo, porque nos hubiésemos vuelto por el Camino Negro con una tricota en pleno verano.
Un tiro de lejos del ingresado Matías Castro, lo más destacable de los de azul amarillo sobre el final y no hubo nada que hacer.
Se perdió y chau.
Ahora a descansar disfrutar del sol, la playa o la montaña y regresar recargados el año que viene. Ha sido solo un tropezón, que no es caída, y que siempre puede suceder cuando lo que se transitan son los arduos caminos que conducen a la gloria.
¡FELICES FIESTAS Y UN BUEN 2011, PARA TODO EL PUEBLO BOHEMIO!

viernes, 10 de diciembre de 2010

Tarde pero seguro llega La Verda de la Moilanesky


ALMAGRO 1 ATLANTA 2

Ha finalizado la primera rueda de este largo campeonato de la Primera B, hemos llegado a la mitad del camino, y el presente no podría ser mejor. Con 21 fechas disputadas, Atlanta ha alcanzado enormes 47 puntos, y quiere llegar al medio centenar en el último partido del año, en Adrogué. Aprovechando la irregularidad del resto de los competidores por el ascenso, el conjunto de Javier Alonso no se desvió de su racha ganadora, y aumentó la diferencia sobre sus perseguidores, en una fecha perfecta en cuanto a resultados.

Las matemáticas asombran y acompañan la campaña de un equipo que se encuentra en las nubes. En José Ingenieros consiguió su cuarta victoria consecutiva y demostró que se está sacando el miedo de jugar de visitante, algo muy importante teniendo en cuenta las aspiraciones de campeonato. Como en el segundo tiempo en Temperley, Atlanta fue a a la cancha de Almagro a buscar el triunfo, con la estirpe y la autoridad de un puntero. De este modo obtuvo tres puntos merecidos, si se tiene en cuenta que el conjunto de Villa Crespo fue superior en el juego y que generó una mayor cantidad de jugadas de peligro.

Alonso apostó al 4-4-2 y puso en evidencia que el gran momento bohemio no depende de esquemas tácticos. Pese a no tener un enganche –más allá de que Galeano muchas veces se adelantó un poco más en el medio para cumplir una función similar- Atlanta fue más y supo cómo atacar a su rival. La astucia de los Soriano, y la velocidad de Mancinelli y Guzmán por la banda derecha fueron sus principales armas ofensivas, pero empezó lastimando –como otras veces- con la pelota parada. Cherro puso la pata en una maniobra poco ortodoxa y puso arriba al Bohemio. Atlanta pudo haberlo liquidado, pero le perdonó la vida al local, y llegó el empate. Había que empezar de nuevo, pero se podía confiar en que por el mismo camino, con las mismas armas, era posible volver a ponerse arriba en el marcador. Por eso Atlanta se dedicó a seguir jugando, y tras una gran jugada de Guzmán y Galeano, la metió Andrés Soriano, de cabeza, para poner el merecido 2-1.

En la segunda parte, estaba para rematarlo. Atlanta tuvo sus chances de ganarlo con mayor tranquilidad, pero las desperdició y terminó sufriendo demasiado frente a un rival golpeado, que presionado por su hinchada fue a buscar la igualdad desesperadamente. El Bohemio aguantó con una actuación enorme de Pogonza, y la seguridad de Arancibia y Cherro, pero en una de las últimas jugadas del encuentro casi se le escapa el triunfo con un pelotazo frontal para la polémica: el juez de línea señaló el offside, y luego llegó el inválido gol, seguido de enérgicas protestas de los rivales, como en el partido ante Armenio. Por cómo está jugando el equipo, no parece necesario sufrir tanto y darles lugar a estas polémicas que a la larga pueden influenciar negativamente en los arbitrajes posteriores.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Idolos del Siomerio: Gary Lineker

Y ya lo ve, Y ya lo ve el que se caga es un Inglè!!!!!
Y si siome es PRIMICIA DE LA TABERNA DEL SIOME, leelo aca antes que se aviven clarin, olè, las hinchadas de la B, el periodismo y la policia.
Yo te quiero Lainekerrrr y yo te sigo a donde vashaaaaas con un carton con un PAPEL y Cagando en mediacanchaaaa!!!
Gary Lineker se garco en medio de la cancha en el Mundial 90 en una notemagique inseguendo un gol sotto il chelo de una estate Italiannananananananaaaaaaaa!!!
Nosotros que somos pulenta te batimos la posta!!!!!!



El episodio fue mencionado en la biografia del periodista ingles Terry Butcher y fue confirmado por Gary Lineker en una entrevista que le realizo la BBC con motivo de los 50 años del goleador ingles.
"No me sentia bien" dijo Gary "El defensor me cometio un faul y cai al piso, en ese momento me relaje y sucediò!!no lo pude evitar""Por suerte esa noche llovia, el pasto estaba todo mojado y me pude limpiar!" un poquito en joda Gary agregò "No vi nunca a los defensores del otro equipo marcarme de tan lejos!!!"
El partido entre Irlanda e Inglaterra termino 1-1 con un gol de Gary Lineker antes de cagarse encima!!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Yousiome: Atlanta 2 - Deportivo Noray Nakis 1

The Real Comment: Atlanta 2 - Noray ARMYnia 1

DOBLE PECHUGA

¿Cuánto durará estos días de vinos y rosas que estamos viviendo y que no debería terminarse por nunca jamás? ¡Que dulce primavera es la que nos ha tocado vivir en este 2010 que está llegando a su fin, y encuentra a nuestro querido Atlanta encumbrado en las alturas propias de los Dioses del Olimpo!
Y como colofón de esta semana, donde el miércoles nos dimos un paseíto por los lares de Turdera para cosechar de a tres puntos, este sábado recibimos a los Naki’s Boys para también sumar un nueva victoria a esta campaña épica que esta realizando nuestra noble escuadra.
Pero los de Asia Menor nos costaron un laburo extra y nos pegaron más de un susto antes de la llegada de las siete de la tarde cuando pudimos recién festejar a nuestras anchas.
Atlanta viene embalado y entra a la cancha pisando firme y metiendo miedo a sus ocasionales enemigos, imponiendo respeto y haciendo valer su fortaleza en el inexpugnable cuartel de la calle Humboldt.
El Xabi Alonso, para la emergencia repitió el equipo, que ya los niños de Villa Crespo repiten de memoria: Don Rodrigo Llinás como eterno arquero bohemio; Mancinalli, Cherro, Arancibia y Segovia; Galeano, Pogonza y Ferragut; Carou; Andrés y Abel Soriano.
Arrancó el entrevero, y los maschwitanos se vinieron al humo y casi facturan en la primera acción del partido.
Los atlantes volvieron a mostrar que se toman su tiempo para desperezarse y meterse de lleno en los menesteres del balompié, pero cuando eso ocurre manejan en bien la pelota y pasan a hegemonizar los mecanismo del juego.
Con el tiempo se va asentando Pogonza en el punto central, empieza a agarrarla Ferragut, a tocar Galeano y a distribuir Carou.
Entonces Atlanta va y va, con método y paciencia hasta acorralar al rival y de tanto insistir termina horadando la piedra más resistente. Algo que sería más efectivo si hicieran correr la redonda por el césped en lugar de abusar tanto del smbrerito y el juego aéreo.
Pero últimamente la defensa bohemia ya no es mi Margarita, y aparece con algunos buracos inexplicables, que llegan a poner en peligro el éxito final de nuestras empresas.
Así con poco, el bando tricolor tuvo las ocasiones más claras del primer tiempo, con un gol mal anulado inclusive.
Pero cuando ya moría el primer tiempo, Mancinelli se mandó al área enemiga, el bestia de Bibiloni se lo llevó puesto, el defensor de azul y amarilla voló como un luchador de catch, el juez compró y el Pollo Soriano puso las cosas 1 a 0 a favor del puntero del campeonato.
La calma cayó como un manto sobre el estadio León Kolbowski y parecía que solo restaba relajarse y gozar. Pero… la vida te da sorpresas…
Porque encima, ni bien empezó el complemento, otra vez el Pollo, después de sacarse encima a su marcador, define con categoría y marca el 2 a 0 que parecía poner el sello de cosa juzgada al cotejo.
Pero llegó el minuto fatal: cerca de los siete Galeano entra al área apilando armenios, uno de ellos lo voltea de taquito, Galeano vuela como un doble de riesgo y otro penalti.
El Pollo la manda adentro, pero el juez lo hace patear de vuelta y ahora Andrés repite el lugar y el pillo del arquero se lo ataja. Era el final, pero fue un intervalo.
Y para colmo de males al rato, un delantero de ellos, se da vuelta en el área con total tranquilidad y su tiro rasante le da en el pie a Mancinelli que volvía desesperado, gol en contra, 2 a1 -el peor de los resultados- y a sufrir como narcotraficante de la Favela del Alemao.
Lo que siguió fue una película de suspenso, donde un frío espantoso nos recorría la espalda desde el atlas hasta el huesito dulce cada vez que un centro llovía sobre los quince metros que protegen nuestro arco.
Menos mal que Cherro que rechazada cuanta cosa móvil se acercaba y Arancibia volvió a ser el que tanto queremos y, además los delanteros de Noray son bastante limtados, y el chubasco pasó dejando las cosas como estaban.
Sobre el final, Atlanta retomó el control de las riendas, y luego del escalofrío pasajero, la novela un final feliz.
Costó un huevo de pollo, pero gracias a los goles del Pollo valió para seguir adelante, ahora, con más luz sobre nuestros perseguidores.
Y después de vacunar a los tricolores del Norte, ahora vamos por los tricolores de José Ingeniero primero y los de Adrogué después ¡Y por toda la gloria!

La verdà de la Moilanesky: Atlanta 2 - Armenio 1


El último partido disputado en Villa Crespo en este 2010 tuvo el final que esperaba toda la gente que en masa fue a alentar al gran puntero de la B Metro: triunfo que vale –como todos- tres puntos, para seguir avanzando casilleros en el juego del campeonato. Culminó así una campaña brillante como local esta primera rueda, invicto y con un rendimiento casi perfecto: nueve victorias y dos empates. Los hinchas ya se hicieron la costumbre de salir cantando y festejando del estadio Gran León, una costumbre que –esperemos- se siga respetando en 2011. En esta fecha, no sólo cumplió con la obligación de siempre de ganar, también sirvió para sacarle más ventaja a Defensores, mientras que se espera el resultado de Estudiantes.

Después de varios triunfos sufridos, muchos habrán pensado que ésta era la oportunidad de ganar de forma más cómoda, de florearse y lucirse en el último show que los jugadores darían a su público en el año. Claro, Deportivo Armenio en Villa Crespo no parecía ser una parada complicada. Pero no fue así: a Atlanta le costó mucho. Pasó malos momentos en el partido, y si bien tuvo la chance de golear, terminó sufriendo hasta el final. Obtuvo en síntesis un triunfo trabajado, ajustado. No hubo grandes demostraciones de fútbol, no hubo muchas luces, aunque la victoria finalmente terminó siendo justa.

Se ha vuelto una mala costumbre ya que en los últimos encuentros Atlanta entra desconocido a la cancha, y le cuesta acomodarse. Los rivales aprovechan y desnudan las falencias, sobretodo en defensa y el mediocampo. Armenio avisó varias veces en el primer tiempo, revelando que algo no funcionaba bien. Sobre el final de la primera parte llegó el penal salvador cometido a Mancinelli, que ejecutó Andrés Soriano hacia el gol. Atlanta se ponía en ventaja en un partido en que la había pasado mal, y en que pudo haberse ido en desventaja al descanso.

En el segundo tiempo, Andrés aumentó la cuenta y poco después tuvo un nuevo penal a su favor. En pocos minutos, con una ráfaga, Atlanta había tomado el mando y no perdonaba en la red. Andrés convirtió el penal, pero el juez lo hizo patear de nuevo, por invasión. En su tercer tiro desde los doce pasos en el día, Andrés falló ante Bangert, y comenzó una nueva historia. Armenio descontó al poco tiempo, y el Bohemio pasó rápidamente del 3-0 liquidador a un 2-1 que dejaba una gran cuota de incertidumbre. Los visitantes intentaron aprovechar el envión anímico, pero no tuvieron ninguna situación clara para empatarlo. Atlanta supo no ponerse nervioso ni retrasarse demasiado para mantener la ventaja e incluso estuvo cerca de rematarlo. La victoria quedó una vez más en casa.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Free Soccer: Turdera Gasoilers vs Atlanta Bohems

La verdà de la Moilanesky : Temperley 1- Atlanta 2


Era una parada brava Turdera, un partido complicado, una prueba de fuego para las aspiraciones bohemias. Pero este equipo sigue en la buena senda, y se anotó con un triunfo enorme, como para seguir soñando. La lucha sigue ardua: si bien Defensores perdió, Estudiantes ganó, y no se debe aflojar la marcha en ningún momento. La lucha por el campeonato no perdona, pero por ahora Atlanta cumple con las pruebas que se le vienen presentando. Así, sigue siendo el único puntero, cuando cada vez falta menos para que se termine la primera rueda del torneo.

En una victoria tan resonante, también hay lugar para las críticas. Es que Atlanta jugó muy mal en el primer tiempo, y pudo haberse ido con una gran diferencia negativa en el marcador. Volvió a mostrar fallas en defensa, sobretodo en el sector derecho, y el mediocampo no podía hacer pie. Temperley era más, y dominaba el juego, elaborando varias jugadas de peligro. Los Soriano estaban demasiado aislados, y el equipo visitante no tenía opciones ofensivas. Los locales facturaron: el 1-0 era justo en esa primera parte en que el conjunto de Alonso se las estaba viendo muy negras. Pero al igual que en otros partidos en que comenzó en desventaja, supo reponerse, con paciencia y amor propio. Encontró el gol al final del primer tiempo, con Segovia entrando por el segundo palo en una pelota parada y metiéndola de cabeza. El empate fue la maldición para Temperley, que se quedó en la inacción y la resignación, luego de haber desperdiciado tantas situaciones favorables. Atlanta incluso casi lo da vuelta en un minuto, con un tiro libre de Ferragut.

El segundo tiempo fue todo bohemio. El equipo de Alonso borró de la canca al conjunto local. Salió decidido, con una actitud audaz y la sana propuesta de jugar y atacar al rival. Mejoraron los rendimientos individuales que habían sido en su mayoría muy bajos durante el primer tiempo, y Atlanta volvió a ser el único puntero, metafórica y literalmente. Porque gracias a esta mejoría, inclinó la cancha y acumuló méritos a canjearse por una victoria. A diferencia de Temperley, supo definirlo. El gol de la victoria fue realmente memorable: una corajeada de Cherro, que organizó la contra, fue a buscarla, y finalmente habilitó a Abel para que definiera sin inconvenientes. Todo el equipo se fundió en un abrazo al marcador central que siguió su instinto y aportó la rebeldía, ese plus, que necesitaba Atlanta para darlo vuelta y pasar a ganar el partido. Increíble, después de todo lo que había sufrido en la primera parte. Después, pudo haberlo liquidado, y estuvo de hecho más cerca del tercero que Temperley del empate.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Futbol gratis para todos: Atlanta 1- Platense 0

The Real Comment: Atlanta 1 - Platense 1

SIN ESPINA
¡Que ansiedad tenía este sábado, mi fiel escudero, que desde la mañana temprano mariposillas inquietas me aleteaban en el estómago y mi vista buscaba las manecillas del viejo reloj de cuco, impaciente por que llegue la hora de ir a ver nuestro querido Atlanta!
Es que el rival era Platense, conducido por el emblemático Marcelo Espina, con el que protagonizamos de tantas batallas en las épocas doradas de la Primera División. Y además, iba estar en juego el liderazgo en la tabla de posiciones y el orgulloso invicto que ha convertido a nuestro León Kolbowski en un bastión inexpugnable para las impertinentes ambiciones de nuestros adversarios.
Otra prueba de fuego - esta vez ante el calamar empatador- de las tantas que deberemos sortear de aquí hasta el otoño próximo.
El escuadrón bohemio no presentaba bajas, por lo que podíamos disponer de nuestras mejores fuerzas y la mejor alineación saltó, entonces, a la verde gramilla bajo los impiadosos rayos de un febo fulgurante.
Don Rodrigo Llinás (cada vez más grande) al arco; Lucas Mancinelli, Nico Cherro, el salteño Arancibia y Juampi Segovia en la defensoría del pueblo atlante; el poeta Galeano, Maxi Pogonza y el zurdo Ferragut entre los medios, el rionegrino Carou de táctico y los mellizos Soriano para la estocada final, fueron los recurrentes once players seleccionados por el Xabi Alonso para la emergencia.
Desde el comienzo mismo de las hostilidades, se vio una Atlanta agresivo obsesionado por llegar a la valla marrón y salir airoso de la contiende, mientras por el lado de los saavedrinos estaba claro que quería volverse a su casa con el milésimo empate del campeonato.
Muy bien Mancinelli, subiendo por la derecha, muy bien Ferragut carrileando por la zurda y Andrés Soriano volviendo loca a toda la zaga enemiga, en fraternal complicidad con su hermano Abel.
Los que andaba flojitos eran Galeano que abusaba del jogo bonito y el lujo intrascendente y Pogonza que no exhibía su firmeza habitual y una defensa que últimamente aparece un poquito nerviocilla. Menos mal que Cherro estaba en un día de inspiración y despejaba cualquier duda que podían tener sus camaradas del sector.
En ese primer tiempo, Atlanta superó con autoridad a los calamares y en media hora creó tres situaciones clara de gol que el guardameta Noy frustró con maestría.
Pero cerca de los cuarenta, fruto de un jugada elaborada en el laboratorio del coach Alonso, Ferragut envió un centro que Segovia de cabeza se la puso el centro del área a Abel que con un tetazo la mandó adentro. Gol, que traduce una ventaja clara como el agua clara y que no admitía discusión alguna.
Poco después terminó el primer tiempo y para el segundo Espina mueve el avispero, pone a un tal Lanzini y los de Vicente López mejoran un poquito.
Aunque no tanto por mérito propio, sino porque Atlanta pierde el dominio de la pelota y deja agrandar a un Platense que estaba más muerto que vivo.
El partido se hace emotivo y un poco más parejo, pero ahora es al dueño de casa al que le toca sufrir más de un soponcio. Suerte que -como ya se dijo- Nico Cherro corregía cualquier macana y si no, el Gran Don Rodrigo está siempre listo cuando se lo necesita.
Del medio campo en adelante, Ferragut era el que trataba de manejar mejor el balón y los tiempos, cuando ya Carou se había extinguido y Galeano perdía demasiado ante los volantes marroniles.
Faltando media hora entra el lanusero Álvarez por el enganche Carou y a cuidar el resultado y esperar el ocaso de la tarde.
De a poco las cosas se van equilibrando y los ímpetus del visitante se aquietan para llegar a los 95 minutos, ya con el cotejo disputándose en campo adversario.
Por fin llegó el pitazo, fiesta en el barrio del conventillo de La Paloma, con un Atlanta puntero y ganador y todo el bohemiaje enfervorizado
¡Como cambia la vida en poco tiempo! Ahora ganar se ha hecho costumbre y sábados empezamos el día cantando como en los dorados años 70: A LA CANCHA CONTENTO VOY, PORQUE ATLANTA VA A SALIR CAMPEÓN!

La verà de la Moilanesky : Atlanta 1 - Platense 0


Las voces bohemias retumban cada vez más fuerte. Son voces cargadas de alegría, llenas de esperanza. Porque su equipo sigue dándoles satisfacciones y sigue siendo el único puntero de la categoría, un privilegio que sin embargo por ahora significa poco a esta altura del campeonato. Se ha ganado una nueva batalla, una batalla dura por cierto. Por eso la alegría, porque se avanzó un paso más para cumplir el sueño bohemio.

Atlanta le ganó a Platense. Sin brillar, sin lucirse, sin la comodidad que hubiera representado una diferencia mayor en el marcador, pero ganó, y merecidamente. Ganó un partido chivo, de esos en que en otros momentos debía conformarse con el empate. Pero este equipo buscó y buscó el triunfo, y luego lo defendió con los dientes apretados, abrazándose a esa victoria que tanto necesitaba para seguir ahí arriba, a la vanguardia de sus competidores en esta lucha tan ardua, que no da respiro y que no da margen para el error. Ganar es la obligación.

Ya se ha acostumbrado el conjunto de Alonso a festejar en Villa Crespo y armar una fiesta en cada partido. Esta vez, no fue la excepción, y no decepcionó al público que se acercó con las mismas ganas de siempre. Si bien el equipo no exhibió el nivel futbolístico de otras presentaciones como local, con lo que hizo le alcanzó para ganar con suma justicia, pese al sufrimiento en el segundo tiempo. Platense, de buen rendimiento actuando como visitante, y un rival con historia pese a su magro presente, estuvo potencialmente cerca de empatarlo, pero realmente poco hizo para llegar a la igualdad. Desde el punto de vista de los méritos, el triunfo no se discute. Lo que sí podríamos preguntarnos es si era necesario sufrir tanto.

Atlanta hizo todo el gasto en el primer tiempo. Fue más que el Calamar,y lo demostró con una mayor posesión de la pelota, una actitud agresiva, y la constante búsqueda del gol, materializada en diversas situaciones de peligro que hicieron destacar la figura del arquero visitante. La pelota no quería entrar, hasta que Abel fue el responsable del desahogo, con un pechazo, otra forma peculiar con la que definió el mellizo. En la segunda parte, el Bohemio temió por la integridad de su ventaja conseguida, y se fue reatrasando cada vez más, pasando además a un 4-4-2 con intenciones más defensivas. Por decisión local exclusivamente, Platense se vio obligado a responder y tomar la iniciativa. Con cierta incompetencia intentó acercarse al empate, pero no pudo arrebatarle el triunfo a su dueño.

Resulta valioso haber ganado pese a no haber tenido un gran rendimiento. Mancinelli y Cherro fueron lo mejor del equipo, y también se mostraron sólidos los defensores Arancibia y Segovia, y el eterno San Llinás, que como siempre tapó un par de pelotas clave. En el mediocampo, fallaron Pogonza y Galeano, y el equipo sufrió este desequilibrio en la segunda parte. Andrés, peleado con la pelota, no pudo marcar diferencia, y el ataque bohemio perdió potencia. Sin sus individualidades en su mejor nivel, Atlanta pudo superar a su rival y seguir sumando de a tres. Vale.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cumplimos 8 años y en la Taberna todo el año es Bar Mitzvah!

Y somos tan siomes que nos pasamos de un dia pa festejar nuestros primeros 8 años de vida, nacimos un 14 de Noviembre del 2002 quando despues de vencer al temible Argentino de Rosario en Villa Crespo en un verdadero "spareggio salvezza" El Dr. Intratable y Felix Camusso dieron vida a este noble sitio siomeril, pasaron 8 años, vivimos la buenas tambien las malas pero este loco siomerio nunca te abandono!!! fuimos los primeros en mostrarte los goles en vivo a vos que vivis en extranjia!! casi cerramos el cheboli por falta de colaboradores y presupuesto pero aca estamos vivitos y coleando!! Gracia' a vo' Russo' che nos seguis siempre porque en La Taberna Todo el año es Bar Mitzvah!!!

Futbol Gratis pal Siomerio : Barracas-Atlanta

The Real Comment: Barracas 1 - Atlanta 1

HACIENDO EQUILIBRIO

¡Otro capítulo del ménage à trois en el que estamos mezclado con los defensoristas belgranianos y los estudiosos de Caseros! ¡Y salimos airosos de la ardua jornada sabatina manteniendo el liderazgo, a pesar del trabajoso empate conseguido ante los enjundiosos camioneros!
Y la prueba fue más difícil que lo imaginado, porque los barraqueros se hicieron fuerte en su minúscula canchita de Luna y Olavarría, y por poco no nos volvemos desde el sur de la ciudad autónoma con las manos llenas de nada.
El Xabi Alonso pudo contar para el entrevero con lo mejor que aquilata en sus alforjas: Don Rodrigo Llinás de guardapalo; los cuatro zagueros fueron: Mancinelli, Nico Cherro, el Roly Arancibia y el Juampi Segovia; Galeano, Maxi Pogonza y Ferragut en el medio juego; de enganche el patagónico Carou y la temible delantera que conforman los mellizos Soriano.
Las primeros movimientos fueron favorables a los villacrespenses, aunque solo fue un amague, ya que enseguida los de Moyano pasaron a comandar las acciones y hacerse de la pelota.
Es que los visitantes tardaron media tarde en darse cuenta que las dimensiones de la cancha eran un poco más grande que una de fútbol cinco y no pegaban un pase ni por casualidad. Ferragut tiraba los centros que iban todos a para a la Avenida Vélez Sársfield. Mancinelli subía y terminaba en la estación Buenos Aires. Galeano y Carou no acertaban a hacer blanco en un jugador vestido de azul y amarillo.
Mientras que, por su parte, los rojiblancos conocían perfectamente el terreno y toqueteaban bastante bien. Y así, pasadito el cuarto de hora, Ávalo habilita a Gastón Grecco que impiadosamente somete a la estéril salida de Don Rodrigo y pone el cotejo 1 a 0.
Otra vez en desventaja y a buscar el empate. Encima entre una multitud de seres humanos deambulando por el círculo central de la pequeña cancha.
Atlanta no se desespera, pero al dueño de casa parece agarrarle un ataque de respeto y deja que su huésped se agrande como bizcocho en el agua.
Fueron los mejores momentos del club de nuestros desvelos, que sin jugar bien, emparejó y alcanzó velozmente la igualdad merced a una buena asistencia de Ferragut – que le estaba tomando la mano a la jabulani- que el Pollo, Andrés Soriano, bajó con la pechuga en el área enemiga y la coloco con gran sapiencia para establecer la definitiva igualdad.
Conviviendo en un amistoso clima de equidad terminó el primero de los tiempos y los players se retiraron un rato a los vestidores.
Al reanudarse la batalla se vio que los de Kopriva estaban más interesados en buscar el arco contrario que los bohemieros, que parecía haberse afiliado al partido Conservador.
Y en este segundo tiempo tuvieron una cuantas para anotar, pero Don Rodrigo le tapó magistralmente un mano a mano al mismo Grecco, y este obsesivo delantero clavó luego un sablazo en el travesaño. En algunas los delanteros barraqueros se enredaron con el esférico en la zona álgida y en otras Cherro y Arancibia despejaron a las apuradas para salvar a su valla de otra caída.
En función de ataque, fue muy pobre brindado por los delanteros atlantes, que fueron bien controlado por los defensores locales encabezados por Bujanich y solo Andrés dispuso de una mas o menos peligrosa. Pero nada más.
El entrenador Alonso, en el último tramo, apostó tibiamente al ingreso de Lucas Ferreiro y de Leandro Guzmán para ver si se facturaba de contra. Pero no pasó nada y entonces metió a Leandro Álvarez para espera que lleguen las siete de la tarde y volverse a la calle Von Humbldt con la cosecha de un punto y seguir mirando desde la cumbre al resto de los equipos.
Sin que nadie se sintiera amargado, el árbitro hizo sonar el pitazo final y todo el mundo quedó conforme y feliz.
Ellos porque no perdieron con el cuco del campeonato y Atlanta porque salió indemne del compromiso en un reducto complicado.
¡El asunto es que seguimos haciendo equilibrio en la punta y ahora, que venga el Calamar, en un partido con mucha historia y olor a Primera División!

La verdà de la Moilanesky : Barracas 1 - Atlanta 1


Los partidos de visitante no son usual fuente de alegría para el Bohemio en este campeonato, pese a la gran campaña que está realizando, justamente más que nada por su impecable rendimiento de local. El puntero del torneo todavía no ha podido resolver ese problema: cómo jugar de visitante tan bien como juega en Villa Crespo. O al menos nos conformaríamos con una versión menos lucida. Claro que no puede exigirse la perfección: al fin y al cabo, con lo que está haciendo Atlanta le alcanza por ahora para ser el merecido único líder de la tabla. El empate en Barracas le permitió mantener esa posición de privilegio, gracias a la igualdad de Defe en Mataderos, pero achicó su ventaja sobre Estudiantes, que venció a Acassuso. Ahora, ambos escoltas están a un punto. La lucha, parece, será dura.

Uno no podrá dejar de preguntarse cuánto vale este empate, y la respuesta no será sencilla. No basta considerar que Barracas es el equipo recientemente ascendido de Primera C. Sería ése un análisis demasiado simplista. Lo cierto es que el conjunto de Kopriva no es un rival accesible, y se hace fuerte en su cancha. Atlanta sacó un punto y pudo haberse ido con las manos vacías. La pasó mal desde el principio, se sintió incómodo, y no pudo desarrollar su fútbol.

¿Qué hizo mal Atlanta en Barracas? La defensa mostró fisuras que ojalá no se vayan convirtiendo en una costumbre. Hubo fallas en la marca, y errores individuales importantes. Barracas supo aprovechar esta situación para convertir el primer gol, a poco de comenzado el encuentro. Luego, tuvo otros mano a mano en el partido, que no terminaron en gol gracias a Llinás o a la incompetencia en la definición. Además de una defensa por momentos insegura, el mediocampo tampoco pudo tomar las riendas del partido. Atlanta en general falló en no poder establecer un dominio sobre su rival. No pudo superarlo en el juego ni en el marcador. Sin embargo, pese al mal comienzo en el partido, supo levantarse, emparejar el trámite e poner el empate, con una gran maniobra corporal de Andrés, tras centro de Ferragut, el que siempre está cerca de los goles bohemios. Lamentablemente no tuvo muchas oportunidades para darlo vuelta y llevarse el premio grande.

Se vio un Atlanta devaluado en Barracas. Un Arancibia que cometió muchos errores. Un Ferragut que no acertó con las pelotas paradas. Un Galeano que perdió mucho frente a los marcadores rivales. En el segundo tiempo Alonso intentó con un 4-4-2, con Guzmán y Ferreiro por las bandas. Pero el chaqueño sorprendentemente dejó de ser desequilibrante en los últimos partidos, y Lucas está lejos de ser aquel líder de temporadas anteriores. Alonso no encontró en el banco las variantes para torcer la historia y darle más poderío ofensivo al equipo.

Lo importante es que la punta sigue siendo nuestra, y el torneo es largo. A fuerza de triunfos se construirá una historia feliz, pero un empate no puede opacar el presente. Atlanta puede permitírselo, mientras a la larga mantenga su andar en buen rumbo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Futbol Gratis para todos: Atlanta 3 - Moron 1

Despues de un par de dias sin Internestor K porque la Telecom es un desastre tambien en su lugar de origen, volvemos a actualizar este blog siomeril.
Ya te mandamos los commentos ahora te mandamos el video con The Best of Atlanta-Moron, en Villa Crespo todo el año es Bar Mitvah y Bat tambien!!!!!! y a vos que caiste en la 29 pero aca estas de nuevo Decile a Machado Ramos que la siga chupando!!!!!

The Real Comment: Atlanta 3 - Moron 1

SALUDÁ A PAPÁ PUNTERO!

¡Aquí estamos, mi fiel escudero, en la altura del Olimpo, cerca de Dios y rodeado por ángeles celestiales, de donde podemos contemplar desde arriba el prosaico devenir de los aconteceres mundanos!
Punteros absolutos, después de haber arremetido por los palos y en un rush victorioso, haber dejado a nuestros inmediatos competidores con la imagen dibujada en nuestros espejos retrovisores.
Y eso que este sábado, la cosa vino brava y por momentos, un repeluz de inquietud se deslizó a lo largo de mi columna vertebral dándole un toque de frescor a la tórrida tarde sabatina.
Porque hubo que gastar paciencia y saliva, para dar vuelta un partido chivo ante nuestro hijo moronista, que se llegó a la calle Von Humboldt con las peores intenciones de arruinarnos la fiesta.
Los bohemieros estaban exultantes, ya que los pincharratones habían perdido en Belgrano y no quedaba otra que ganar o ganar para llegar a la cumbre, quedar solos como Edmundo Hillary en la cima del Himalaya.
Repasemos la feliz jornada: El Xabi Alonso debió reemplazar de urgencia al patagónico Carou con problemas en sus fibras musculares, y optó por el hijo del Pepe para su relevo, por lo que el equipo saltó al terreno de juego con la siguiente alineación: Don Rodrigo Llinás de cancerbero; Mancinelli, el centenario Cherro, el Roly Arancibia y el Juampi Segovia; el poeta Galeano, el máximo Pogonza y el zurdo Ferragut; Matías Castro entonces de enganche y los mellizos Soriano al ataque.
Rápidamente se percibió que había dos actitudes diferenciadas en cada uno de los batallones en pugna. Por un lado Atlanta intentando darle primoroso trato a la redonda, mientras que los del lejano oeste vinieron de guapos a pegarle a todo aquello que luciera colores azul y amarillo.
La primera media hora nuestros craks jugaron bien y merecieron algún golcito, ya que el Pepito distribuía bien, Galeano, cuando conseguía esquivar los patadones enemigos, toca bien para los gemelos o para las subidas de Mancinelli y Ferragut trataba de crear una huella, marcando el camino por el lado de la zurda. En el circo central Pogonza quitaba, eludía, la pisaba y se la daba redondita sus camaradas ¡Un fenómeno el gordo!
La que flaqueba un poco era la habitualmente sólida línea de zaguero. Dejaba huecos y dudaba mucho; y, precisamente, en una de esas vacilaciones se filtró un moronista y Cherro se lo llevó por delante. Penal, gol gallináceo y 1 a abajo.
¿Se repetiría la eterna historia del palo enjabonado en la cual siempre patinamos cuando tenemos todo servido para alcanzar el objetivo? Esta duda se hizo espina en el corazón del Atlanterío.
Pero el equipo no perdió la calma y siguió haciendo su trabajo, aunque le costaba hacer valer el hombre de más que tenía desde la mitad del período, y si bien el empate anduvo rondando los arrabales del jovato de Migliardi, finalmente con el cuchillo de la derrota parcial clavado en la espada, nuestros gladiadores se retiraron al vestidor.
Se reanudó el combate, con un Morón acurrucado contra su arquero, mientras que los bohemios tenían a su disposición buena parte de la llanura y del uso del útil elemento.
Pero a esas alturas buena parte del ímpetu inicial del Pepito y de Galeano se había diluido, y eran Ferragut y Pogonza los encargados de aportar claridad para buscar los caminos que conducían a las redes rivales.
Y precisamente después de un tiki- tiki que empezó el Maxi Pogonza, y que Andrés se la terminó regalando a Abel para que este ponga las cosas empardadas. ¡Justo a tiempo llegó ese golcito, porque todo se inclinaba a transformarse dominio estéril e impotencia
Y aquí la batalla dio un vuelco y se empezó a oler en la atmósfera que los villacrespenses iban a ganar el partido y que los occidentales tenían poco aguante para resistir el aluvión punteril.
Y así fue nomás, ya que un rato después el centenario Cherro conectó con su sien derecha un magnífico centro de Ferragut y liquidó el entuerto.
Lo que siguió fue una buena administración del tiempo y el espacio por los virtuales ganadores, con alguna que otra travesura de los visitantes que casi nos amargan la tarde.
Dominando y dejando girar las agujas del reloj se llegó a la última jugada, cuando a Ferragut los levantaron como zorete en pala en el momento que quería ensayar una media chilena acrobática. Otro penal y Andrés que da por terminada la tarde, para que empiece la fiesta.
Y es para festejar, mi fiel escudero: Atlanta pasó una prueba de fuego, no le pesó el compromiso, no aflojó ante la mala y ganó revirtiendo una situación muy dificultosa.
A festejar solos en las alturas: ¡Que nos vengan a buscar!

La verdà de la Moilanesky: Atlanta 3 - Moron 1


Nueva victoria. Van tres seguidas, y ocho ganados de los últimos nueve disputados. Una maquinita Atlanta, que por primera vez en el campeonato pudo colocarse como único puntero, por encima de Defensores –a un punto- y Estudiantes, a tres. Villa Crespo fue una fiesta cuando el equipo pudo por fin revertir el resultado y pasar a ganar el partido: los hinchas se fueron con la confianza bien alta, y las ilusiones en aumento.

No era un partido fácil el que se venía en esta ocasión. Pero después de alcanzar a Estudiantes en la punta, ningún partido podía ser considerado difícil para un equipo en su mejor momento. Y la idea era sortear a Morón de la misma manera que en los últimos triunfos. Alonso no podía repetir los mismos once: Carou, lesionado, debió dejarle su lugar al juvenil Matías Castro. El DT prefirió no cambiar el esquema y se la jugó por el hijo del último gran ídolo bohemio.

Fue un encuentro extraño el que se jugó en el Gran León, como no podía ser de otra forma en un partido en que el conjunto visitante sufre la expulsión de uno de sus defensores a los 20 minutos de juego. Morón se la había buscado. Porque Atlanta empezó jugando muy bien en el primer tiempo, muy enchufado en el juego y con la voluntad de pasar por arriba al rival. El gol estaba al caer. La expulsión sin embargo no favoreció al Bohemio, que fue perdiendo el dominio inicial, y entró en una nebulosa, confundiéndose en incertidumbres defensivas. Morón avisó, y se ganó un penal a favor, convertido en gol. El 0-1 no era justo, pero castigaba a un Atlanta que no había sabido definirlo en su momento, y que se había descuidado frente a un rival disminuido. De todos modos, había mucho tiempo para revertir la situación.

Sin desesperarse, Atlanta lo buscó y lo buscó. No pudo empatarlo antes de irse al descanso, pero siguió en la búsqueda en el segundo tiempo, y encontró su premio. Sin el nivel de juego que hubo tenido en otros partidos de local, el equipo de Alonso fue insistente y lo terminó ganando merecidamente, con autoridad. Abel la empujó para empatarlo, y poco después Cherro hizo el segundo de cabeza. El tercero, de Andrés de penal, fue para la estadística, en el último minuto de descuento, cuando el triunfo ya estaba asegurado. Atlanta hizo lo que tenía que hacer, pese a una mala tarde de sus defensores, pese a no poder convertir en su mejor momento, pese a la ausencia de su enganche titular. Cumplió, dio una nueva alegría, y la punta es solo nuestra.

lunes, 25 de octubre de 2010

Il Commento del Marchese: Italiano 0-Atlanta 1

LA MANO DE DIOS

¡Un verdadero milagro, mi fiel escudero, el que se produjo en la fresquita tarde sabatina en las nacientes del río Matanzas, apodado desde siempre con el despectivo mote de Riachuelo! ¡Un milagro solo comparado con la supervivencia en las entrañas de las tierras de 33 mineros compatriotas del siempre recordado Marcelo Scatolaro!
Y es que ya nos disponíamos a regresar de nuestra incursión en tierra matanceras con la magra zafra de un puntito, cuando en una de las postreras aventuras bohemias en el área garibaldina, el stronzo de Martínez metió la manito, penal y a llorarle a San Genaro y al Papa Benedicto XVI.
Tres puntitos más y Atlanta que hace cumbre a esta altura del campeonato después de una ponchada de años.
Eso sí, tuvimos que sufrir como una parturienta noventa minutos para poder ganarle el partido a un Italiano que increíblemente terminó buscando el empate de local, de la mano de nuestro recordado Rubén Agüero.
Reconozcamos que el combate no vistoso, pero tampoco fue de lo peor que vimos en nuestra dilatada vida y que los peninsulares tuvieron su cuarto de hora, sobre todo en el primer tiempo, y que crearon algunas situaciones que pusieron en peligro la integridad física del arco defendido por Don Rodrigo.
El “Carancho”, que había estado presente en Villa Crespo la semana pasada, observando a su futuro enemigo, pergeñó para la ocasión, la estrategia de ahogar a los volantes auriazules, quitarle la pelota y ver lo que podía hacer el vejestorio de Saccone, que sabe mucho del arte del balompié, pero ya no les dan las tabascomo en sus años mozos.
Atlanta había salido a la cancha con su alineación ideal: LLinás; Mancinelli, Arancibia, Cherro y Segovia; Galeano, Pogonza y Ferragut; Carou y Abel y Andrés. Y trató de entrada a hacer valer sus aspiraciones de ganar la porfía.
Pero los ítalo –argentinos también salieron a por el triunfo con una actitud bastante atrevida, aunque poco imaginativa: tirarle la bola al burro de Leandro Martínez para que la aguante y pivotee, que Rodas se encargue del trabajo sucio y que el Lobo Saccone trate de ponerse el equipo al hombro encabezando todos los ataques.
Los villacrespenses le costaba agarrar la manija del cotejo, ya que el patagónico Carou se entregó mansamente a la pegajosa marca del rubio Natalicchio, Galeano era muy intermitente y Ferragut estaba desorientado sin saber que bondi hay que tomar.
Por su parte los Sorianos no tuvieron una buena tarde, además de estar desprovistos de alimentación por parte de sus volantes.
Suerte que en el medio el rudo Pogonza paraba hasta los aviones que iban a Ezeiza y la defensa, con el centenario Cherro y el Roly Arancibia se las arreglaba bastante bien con los atacantes locales. Y las pocas veces que ellos fallaron, estuvo siempre la presencia del gran arquero de los bohemios.
En el primer tiempo fueron un poco –un poquito- mejor los europeos, pero el empate no era un disparate alocado, fruto de un mente calenturienta, si no que se ajustaba bastante bien a lo mostrado por los contendientes en la cancha.
Pero en el segundo la cosa fue distinta. Agüero en quince minutos sacó a los tres delanteros, se refugio cerca del golero oriental Flores y le regaló una hectárea de terreno a los porteños.
Y en esos últimos 45’ Atlanta pasó a dominar las alternativas, pero con muchas dificultades para abrir brechas entre las filas enemigas.
Era el reino del revés: el dueño de casa procuraba el empate y el visitante por la victoria.
Entraron Guzmán primero y luego Ferreiro. El bohemio era más pero el gol estaba muy lejano. Mucho centro, juego lateral y tiros desde afuera sin demasiada potencia. Era un empate inamovible.
Pero llegó la jugada del penal-que sí se lo llegan a cobrar en Villa Crespo a Atlanta todavía estamos puteando en italiano, idisch y arameo-.
A Abel le importó un rábano, pateó bien el penalti, gol, triunfo y al fin: ¡Punteros!
Ahora a disfrutar de haber llegado a los más alto, pero ¡atentti! Que bien dice el refrán: ¡Lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse!.

domingo, 24 de octubre de 2010

Calcio Gratis per tutti i ragazzi!!!

La verità dell'Igor: Spotivo Italiano 0 - Atlanta 1


ITALIANO 0 ATLANTA 1

Cuando parecía que Atlanta se iba de Ciudad Evita con un empate con sabor a poco, llegó el penal y el desahogo. El agónico triunfo se festejó efusivamente porque le permite mantenerse ahí, sin perder el paso de sus competidores. Ahora comparte la punta con Estudiantes, al menos hasta que Defensores juegue su partido. Más allá de los medios, se cumplió el fin de la visita: ganar para seguir peleando arriba. No ganar hubiera significado perder dos puntos importantes, antes que sumar uno.

Está claro que Atlanta no es el mismo de visitante que de local. En el estadio del Sportivo Italiano, se vio una versión más chata que aquella que supo deslumbrar en partidos anteriores en Villa Crespo. Después de mucho tiempo, Alonso tuvo disponibles a todos los titulares, sin lesionados ni suspendidos. De esta manera apostó al mismo planteo con que consiguió tan buenos resultados últimamente: con este triunfo ya cosechó 21 de los últimos 24 puntos disputados. Enfrente se encontró con una sorpresa: el debutante Carancho Agüero en el banco local puso en cancha un 4-2-4 audaz, inusual en este siglo. El Bohemio se encontró entonces ante circunstancias particulares. Por un lado, tenía espacios por las puntas para avanzar y atacar. Pero el partido se planteaba abierto para los dos, con posibilidades de juego. Italiano también hacía lo suyo: con buenas intenciones, obligaba y empujaba. Los avances locales desnudaron algunas fallas defensivas en Atlanta, en donde los defensores justamente no tuvieron una buena tarde. Lamentablemente, el Bohemio no aprovechó en la primera parte las ventajas que ofrecía el Tano para avanzar por los costados. Ni Ferragut ni Mancinelli pudieron desnivelar. Carou no pesó en el juego, y Atlanta ofreció menos de lo que se esperaba. Faltaron precisión y decisión para buscar el triunfo. De todos modos, ambos equipos tuvieron sus chances para convertir.

El segundo tiempo pedía el ingreso de Guzmán por Carou para intentar ganarlo por la banda derecha. Sin embargo, el Chaco tuvo una mala actuación, y Atlanta no podía encontrarle la vuelta a un partido que en los papeles era accesible, y que por el desarrollo parecía ponerse al alcance de su mano. Es que mientras el Bohemio deambulaba con pocas ideas, Italiano se hacía cada vez más chiquito y empezaba conformándose con el punto. El local pasó de un planteo ofensivo a acumular jugadores en su propio campo, resignando la pelota. A Atlanta se le vio facilitado el trabajo, y en los minutos finales buscó con mayor intensidad, viendo que la victoria era posible. La pelota sin embargo parecía empecinarse en no entrar. Hasta que llegó el penal a favor sobre la hora, casi en tiempo de descuento. Abel Soriano lo convirtió en gol y en triunfo.

lunes, 18 de octubre de 2010

The Real Commenta : Atlanta 2 - Saint Charles 1


ARRIMANDO EL BOCHÍN

¡Cuidate Defensores…!
¡Ya estamos mi fiel escudero, a la par de los pincharratones de Caseros y pisándoles los talones al dragoncito de Belgrano! Y esto está para cualquiera porque está visto que nadie se come a los chicos crudos y que todo es muy parejo.
Suerte que el club de nuestros desvelos, como los buenos boxeadores, supo asimilar la triste derrota sufrida en la boscosa Agronomía y retornó rápidamente a la gloriosa senda de los triunfos.
Claro que el rival de este sábado era una runfla de malhechores disfrazados de jugadores de fútbol, salpicado con algunos ancianos como el Pepe Pelanda y el charrúa Orfila, que se dedican a pegarles impiadosas patadas a todo lo que se mueve, ya sea con forma esférica o con forma humana.
Atlanta saltó al campo de batalla conociendo la mala cosechas de sus adversarios en el lote de los punteros: Los Pasini Boys cayendo en su excursión a Junín y los belgranianos empatando con Los Andes merced a un gol del Rey Sol Solchaga, gritado con afán por todo el pueblo bohemio.
Los once craks del Xabi Alonso fueron para la emergencia: Don Rodrigo Llinás de cancerbero; el petizo Lolli, Nico Cherro recuperado, el Roly Arancibia y el Matu Valdés en lugar del suspendido Segovia; el poeta Galeano, Maxi Pogonza y el zurdo Ferragut; de enganchador el patagónico Carou y los melli Soriano para el gol.
Los de Villa Crespo salieron sin titubear a arrollar a su espantoso rival y con poco lo arrinconó contra la tribuna que da a la sede social.
Pogonza era el patrón de la vereda en el círculo central, Galeano manejaba bien el útil al igual que Carou unos metros más adelante y los Soriano les rompían la paciencia a los limitados defensores, que tiraban la pelota afuera cuando veían un jugador con la camiseta azul y amarilla a cinco metros de distancia.
El bohemio, no tardó mucho en cristalizar ese dominio en gol, ya que a los 7 minutos, de tiro libre en la puerta del área, Ferragut se la clavo en el rincón de las arañas al pobre Volpe que voló por si había algún fotógrafo cerca.
1 a 0 y los dueños de casa comenzaban a relamerse ante la posibilidad de levantarse con tres puntos, con sólo trabajar a reglamento.
Y todo indicaba que iba a ser así, luego que Abel de cabeza, en medio de los defensores carolingios jugando a las estatuas, facturara un delicioso taquito de su hermano Andrés y pusiera un 2 a 0, cuando todavía no se había disputado media hora de combate.
El partido estaba liquidado y todo se encaminaba a otra goleada de esas con las que nos están malacostumbrando nuestros ágiles, y sin mayores novedades se fue esfumando el primer tiempo, como un barco que pierde en el horizonte.
¿Qué pasó en los vestidores? Sólo Dios y los protagonistas lo saben.
Pero lo cierto es que el Atlanta abrumador del los primeros 45’ se transformó en un equipo nervioso que le fue entregando la pelota y el terreno y solito eligió complicar un partido que era pan comido.
Y aunque los de Berisso no pueden dar dos pases seguidos ni en los entrenamientos, se la rebuscaron para sobresaltar los, hasta el momento, tranquilos corazones del atlanterío.
Máxime después que el ex “Martillo” Ortiz, que nunca le hizo un gol ni a Dosortez, metiera la cabecita y pusiera el score, en el peor de los resultados: 2 a 1.
Al rato lo echan a Volpe, el arquero carolingio, cuando con la mano fuera de los quince metros le birló el gol al ingresado Guzmán.
Parecía que renacía la calma chicha. Pero no, porque esta vez a los auriazules le faltó en esta ocasión oficio para manejar los piolines de la porfía y clausurar la victoria mucho antes evitándose innecesarios sofocones y, en cambio, terminó llegando al final pidiendo la hora.
Pero más allá de las dudas finales, Atlanta ganó y sigue redondeando una campaña fantástica que lo convierte en un firme candidato a pelear arriba hasta el final.
Esperemos que así sea. Ahora viene el Tano de la mano de nuestro conocido Agüero.
¡Nos vemos en Ciudad Evita y que sigan los éxitos!

domingo, 17 de octubre de 2010

Soccer Free for Siom Pipol: Atlanta 2 - S.Charles 1

Igor's True: Atlanta 2 - Saint Charles Village 1


La clave de la infelicidad está en desear constantemente lo inalcanzable. Para algunos, esto es en realidad sana ambición. En esta agridulce encrucijada se encontró el hincha bohemio cuando finalizó el partido: satisfecho por el triunfo, un tanto preocupado por un segundo tiempo en que se sufrió demasiado. Aquel que se llenó los ojos con un gran espectáculo futbolístico propinado por Atlanta en el primer tiempo y que se fue al descanso con la tranquilidad de un 2-0 a favor que parecía tener futuro de goleada, frunció el ceño en la segunda etapa, se amargó, se retorció, sufrió, y terminó respirando aliviado cuando Ariel Suárez dio el pitido final.

Después de la caída en Agronomía, Atlanta estaba obligado a ganar. Lo hizo. Volvió a la senda de la victoria y aprovechó la mala fecha de sus competidores por el título para ponerse a una sola unidad de la punta, que ocupa actualmente Defensores. El balance del fin de semana es entonces positivo. Ahora, con los tres puntos en casita podemos ponernos a hablar del juego, de lo que se hizo bien y de lo que se hizo mal.

El conjunto de Alonso mostró dos caras muy diferentes. ¿Cuál es la verdadera cara? Las dos. Todavía el equipo no ha encontrado una sólida regularidad, pero debemos admitir que los baches se van haciendo más pequeños y distanciados. Es importante remarcar que rápidamente Atlanta se repuso de la caída ante Comunicaciones y volvió a exhibir su mejor versión, más allá de su desplante en la segunda mitad. El primer tiempo fue un monólogo del conjunto local, que dominó la pelota y demostró su amplia superioridad sobre un rival endeble defensivamente, pero que compensaba con garra sus carencias futbolísticas. El Bohemio realizó una gran producción, con muchas llegadas y momentos de buen fútbol. Un tiro libre muy bien ejecutado por Ferragut y un cabezazo de Abel tras centro-taco de Andrés pusieron merecidamente 2-0 arriba a un Atlanta que se llevaba por delante a Villa San Carlos. Nuevamente Galeano se erigió como la pieza más destacada del juego bohemio, seguido por un activo Lolli y el siempre mordedor Pogonza.

Diferente fue lo acontecido en los segundos 45 minutos. Atlanta salió relajado, como es lógico suponer dada la ventaja adquirida. Pero salió demasiado relajado. Regaló la pelota, perdió el orden, perdió la dinámica, y dejó agrandarse a un rival que estaba para el nocaut. San Carlos fue creciendo y en medio de la desorientación bohemia llegó al descuento. Las caras de felicidad se iban transformando en preocupación: lo que iba a ser una goleada, ahora era un parto. Atlanta no encontró el camino y siguió deambulando por caminos peligrosos, hasta que una gran escapada de Guzmán provocó la expulsión del arquero visitante, por atajar la pelota fuera del área. Lamentablemente, nada cambió. Con un jugador más, Atlanta no jugó mejor ni supo cómo controlar el partido. No pudo liquidarlo y terminó sufriendo en cada pelotazo, en cada pelota parada. Finalmente no hubo milagro para los de Berisso, y la victoria terminó quedando merecidamente para el dueño de casa.

martes, 12 de octubre de 2010

Futbol Gratis: Comu 1 - Atlanta 0

The Real Coment:Hard Comunications 1-Atlanta 0

PÁNICO EN EL PARQUE

No, mi fiel escudero, no me refiero a aquella formidable película yankee de los años 70, sino al ataque de pánico que le agarra nuestros players cada vez que jugamos en el Parque de la Agronomía.
¿Cómo explicar sino que las dos derrotas del campeonato hayan sido en esa minúscula canchita de una sola tribuna, enclavada entre un magnífico bosque de eucaliptos y casuarinas?
Es cierto que sus mínimas dimensiones ayudan más a los negados en el arte del balompié que a nuestros dotados craks que venían de protagonizar exhibiciones que en nada hacía envidiar al Real Madrid del 60, al Brasil del 70 y a la Naranja Mecánica del 74.
Lo cierto es que nos llegamos al barrio de Julio Cortázar, pletóricos de entusiasmo y optimismo, confiados en continuar la arrolladora marcha ganadora y cosechar otros tres puntos que nos permitieran seguir de cerca la persecución a los ocasionales y muy precarios líderes del campeonato.
El Xabi Alonso no podía repetir el mismo equipo de las últimas fechas, dado que el bravo Pogonza pagaba justo castigo por haber acumulado cinco tarjetas del color del oro y Nico Cherro se averió en el entrenamiento de la víspera.
El club de nuestros desvelos salió entonces a disputar la justa con la siguiente alineación: Don Rodrigo Llinás en el arco; el petizo Lolli, el salteño Arancibia, Matías Valdés y Juampi Segovia; el poeta Galeano, el rutilante Rutili y Emiliano Ferragut; el patagónico Carou; y Andrés y Abel.
El Postino, de arranque nomás no disimuló sus extremas precauciones para evitar que Atlanta se adueñe de la pelota, avisado, quizás con exageración, de las últimas actuaciones bohemias. Para tal objetivo propuso un partido ríspido, luchado y con mucho faul para cortar el juego. Y, sobre todo, muy celosos de lo que podían hacer los mellizos en zona de ataque.
Los villacrespenses empezaron mejor, tratando de imponer su estilo partiendo en las más de las veces, de lo que podía hacer Galeano, en esta ocasión casi, sin compañía ya que Carou y Ferragut en poco se solidarizaron con él.
Arriba los Soriano no podían con una defensa compuesta por tres burros marca “Cañón” y el vejete Banegas que está esperando la aprobación del 82% móvil para iniciar los trámites jubilatorios, pero que mordía como perros rabiosos.
Pero con el correr inexorable de las agujas del reloj las cosas se fueron equilibrando a crecer la faena de los volantes comunicativos facilitada por la mala tarde de sus colegas atlantes, fundamentalmente por un Rutili que pago tributo a su larga ausencia en las canchas y se lo notó muy falto de fútbol.
Como Atlanta no logró desenmarañar la madeja propuesta por su adversario -digamos que mucho esfuerzo no hizo- el combate se deslizando por un tobogán de roces e imprecisiones, hasta convertir ese primer en un verdadero y soporífero bodrio.
El segundo comenzó sin cambios y el asunto siguió más o menos igual, pero aunque Comu apareció con un toquecito más de audacia; pero el partido era un empate clavado.
Sin embargo, pasadito el cuarto de hora, después de un par de córners y tras un rechazo de Llinás con los puños, vino un centro desde la derecha y Chiquilito la empalmó en la atmósfera y entre un bosque de piernas la pelota entró junto al madero y puso en ventaja a los dueños de casa.
El alineador bohemios mueve el banco al verse en desventaja, primero el chaqueño Guzmán por Lolli para que el veterano Banegas se lo fume en pipa. Después el ruso Bielkiewicz y Atlanta va con tres delantero.
Pero poco y nada cambia, se veía que era más fácil que Lilita Carrió gane las elecciones, que los de azul y amarillo empaten el cotejo.
Y no hubo nada que hacer, los carteros aguantaron bien el resultado y los bohemios no le encontraron la salida al laberinto que le pusieron adelante.
Y otra vez no fuimos silbando bajito, derrotados nuevamente, entre los añosos árboles brillantes bajo el bravo sol de octubre y la pileta vacía de un club que conoció grandes momentos de esplendor.
Pero un tropezón no es caída, mi fuel escudero, y todavía hay mucho camino por delante.
¡A no desanimarse que lo que sobra es fe y esperanza! Hasta el sábado contra los carolingios

domingo, 10 de octubre de 2010

Fue Primicia de la Taberna Del Siome!!!: Olè la tenes adentro!! que nos sigan robando!!!


El Lunes 6 de Septiembre te mandamos una bomba Siomerial
Publicamos un post Hinchadas Siomes y hablabamos de la Triestina de Italia

Esa Tribuna no se parece, es una postal!!!!


Hoy 10-10-10 y con mas de un mes de retraso el Olè
Publica:

QUE TRIESTE!!!!!

Como el Triestina, club de la Serie B de Italia, no lleva gente, los directivos pusieron en la platea ¡un telón de hinchas pintados! Triste.

Esas tribunas no están vacías. El estadio Nereo Rocco, en Trieste, está copado por los hinchas del Triestina. Los hinchas más raros del mundo: a) no alientan.

b) no insultan.

c) ¡no les tiran cosas a los árbitros! d) en días de 40°, se los ve con bufandas y abrigos de invierno...

Desde luego, las características de estos tifosi dejan mucha tela para cortar. Porque precisamente... ¡son de tela! Claro: como apenas van cuatro mil personas a una cancha para 32.454 espectadores, los dirigentes del Triestina decidieron poner imágenes de hinchas impresas en telones, para llenar diez mil asientos. Así, el estadio Nereo Rocco (¿no debería llamarse Nereo Barroco por los hinchas pintados?), se ve algo más lleno en los partidos. Ayer, por la 8ª fecha de la Serie B, el Triestina empató 0-0 con el puntero Siena y quedó a siete unidades del líder. Los hinchas-telón, se sabe, fueron todos en un remís (y sí, el telón habrá ido doblado en el baúl del remís).

OLè LA TENES BIEN ADENTRO!!!! QUE NOS SIGAN ROBANDO!!!!!!

martes, 5 de octubre de 2010

The Real Comment: Atlanta 3 - Chicago 0

DANZA CON TOROS

¡La venganza se sirve en plato frío, mi fiel escudero! Recuerdas cuando los matadariles nos humillaron con un tremendo 4 a 0 en las adyacencias del barrio Los Perales, una fría noche de invierno ni bien retornaron a esta categoría. Pues bien, ahora le dimos de tomar de su medicina y este sábado en nuestro coqueto estadio, le ofrecimos una paliza de órdago y los despachamos con una goleada análoga a la sufrida dos años atrás.
Y eso gracias a la piedad y compasión de nuestros craks que en el segundo tiempo aflojaron el tranco, porque sino los toritos se iban con la canasta llena a vender pepinos a la feria de Mataderos.
Lo cierto es que Atlanta sigue con su marcha letal, volteando muñecos semana a semana, y jugando a un nivel que hace imposible ponerle límites a los sueños de un porvenir venturoso que crecen imparables en los corazones del bohemiaje.
En la primaveral tarde del sábado había clima de fiesta en ambas orillas del Maldonado, y el León Kolbowski lució radiante de ritmo, color y fantasía, colmado como hacía mucho tiempo no ocurría.
Fiesta que luego se prolongó en la verde hierba del campo de juego, donde los representantes de la gloriosa institución villacrespense le pegaron un baile a toda orquesta a la paupérrima manada de toros.
El Xabi Alonso sabe que la base está y repitió la oncena vencedora de Caseros: Don Rodrigo Llinás; el petizo Lolli (casi de volante) Nico Cherro, el mariscal Arancibia y Juampi Segovia; el poeta Galeano, el hacha Pogonza y el zurdo Ferragut; el patagónico Carou y Abel y Andrés Soriano.
Atlanta salió con la decisión de los próceres a buscar el partido y enseguida quedaron al descubierto las tremendas falencias de los verdinegros para defender, tener la pelota y atacar o sea para jugar al fútbol. Son una murga peor que Los Mimosos de Mataderos, que vinieron a cumplir horario y donde lo único rescatable son el oficio de Carboni y las ganas de su goleador Ferrer. Y pará de contar.
Los locales por su parte vienen en una racha que hace que sus jugadores desborden confianza y atrevimiento como para llevarse por delante a sus eventuales contrincantes.
Entonces en el medio campo se hicieron dueño del partido con el despliegue de los volantes a lo ancho del terreno, con Carou que se va despabilando y los mellizos arriba para joderle la vida a los impresentables zagueros chicaguenses.
Abajo con la jerarquía de Arancibia, la poca sutileza de Cherro y el gran Rodrigo, para esta ocasión alcanzó y sobró.
Tanto dominio terminó dando su fruto, sin tener que sufrir demasiado. En tres minutos Atlanta calentó el ambiente: a los 24’ Juampi Segovia agarró un rebote del espamentoso Gómez y adentro; y a los 27’ Andrés Soriano después de una buena jugada que empezó Carou y continuó Galeano definió pegándole como el ajo.
2 a 0 y los de Mataderos tiraron la toalla.
Siguió la milonga y diez minutos más tarde la pelota cruzó el área enemiga de un lado para otro, ante el pasivo testimonio de los defensores del Torito, entonces Ferragut metió la patita. 3 a 0 y listo el estofado.
Terminó el primer tiempo y arrancó el segundo sin novedad en el frente.
Un ataque inicial, que Cherro salvó sobre la línea, fue el único signo vital que dio Chicago en el complemento del partido. Después todo volvió a la normalidad, y Atlanta retomó el control de las acciones, pero al ritmo del vals, perdonándole la vida a sus huéspedes.
Pud haber otros goles, pero apareció el ex Atlanta Gómez para demostrar que tenía manos al final de cada brazo.
Faltaba menos de un cuarto de hora, cuando Galeano entró al área y lo bajaron como a un mosquito con Raid. Penal y como estábamos de joda, que lo patee Llinás.
4 a 0 y ahora sí a gozar en la platea y la tribuna A cantar y bailar.
Lo que pasaba en a cancha no tenía sentido, era robarle la plata a un ciego.
Sonó el silbato del juez que no dio descuento para no extender la tortura de los toritos, que en esos momentos, preferían estar en los bretes del matadero que de partenaire en un carnaval ajeno.
Atlanta ganó, goleó y gustó. Y esta ahí nomás de dar el zarpazo.
Ahora, nos vemos en Agronomía contra los carteros para continuar con esta marcha triunfal que conduce hacia la gloria!

lunes, 4 de octubre de 2010

Futbol Gratarola!!: Atlanta 4 - Chicago 0



Y que se fijen si habia alguno mal incluido y vallan a lloran al Bar de la A.F.A

Moilanesky True's: Atlanta Hawks 4 - Bulls 0


ATLANTA 4 CHICAGO 0

Tarde perfecta, de principio a fin. Desde la expectativa que se había generado por este partido, hasta el resultado final. Un espectáculo de emociones que llenó de satisfacción los corazones bohemios, que no suelen darse gustos como éste, al menos en los últimos años. Las cuatro victorias consecutivas del equipo, y especialmente la última en Caseros, eran el estímulo perfecto para que esta nueva fecha del torneo no fuera vivida como una fecha más. La gente se acercó en gran cantidad y con una gran ilusión: en Villa Crespo se vivía un clima especial, ese clima que se vive cuando se pelean cosas importantes.

El recibimiento del equipo, los fuegos artificiales, todo el ambiente festivo previo al cotejo parecía demasiado exagerado teniendo en cuenta que el torneo recién empieza, y que Atlanta todavía no ha logrado la punta. Lo mejor de todo es que la respuesta futbolística no fue un cachetazo desilusionante que nos hiciera retornar a la dura realidad. Por el contrario, fue revelada una realidad mucha más grata, fascinante. Los jugadores no se achicaron por el marco ni por el entusiasmo popular, sino que sumaron estos aditivos al envión anímico de los últimos triunfos, dando como resultado un cóctel espiritual altamente beneficioso. De esta manera, a la gran ilusión prosiguió una magnánima demostración de fútbol, lo que funcionó como una retroalimentación positiva para potenciar la ilusión que hoy tiene el hincha bohemio. Atlanta jugó su mejor partido de la temporada, bailó a un rival histórico (aunque en un momento crítico), goleó, gustó, y miles de bohemios pudieron disfrutarlo. Solo faltó la punta para coronar la tarde: ahora es escolta junto a Estudiantes de Defensores, a dos puntos.

El primer tiempo fue brillante, de lo mejor que se haya visto de Atlanta en los últimos años. Superó a Chicago en todos los aspectos y convirtió tres goles como para irse al descanso con el ánimo por las nubes. Individualmente, hubo varios puntos muy altos que sostuvieron la gran producción, pero también el equipo funcionó estupendamente a nivel colectivo. Arancibia volvió a destacarse como patrón de la defensa, pero en el mediocampo Atlanta marcó las diferencias. Carou alcanzó el nivel futbolístico que el equipo necesitaba, Galeano mostró sus mejores virtudes, Pogonza se comió la cancha. El Bohemio fue muy superior, y aplastó a un Chicago que no ofrecía respuestas, que no podía contener los apabullantes avances locales, y que no sabía cómo atacar. El marcador se abrió con una pelota parada, en donde la empujó Segovia. Andrés Soriano convirtió el segundo, un verdadero golazo de contragolpe, que armaron muy bien Carou y Galeano. Y el tercero, un desborde de Lolli que conectó Ferragut.

En el segundo tiempo se hizo evidente que Atlanta no podía mantener el mismo ritmo los 90 minutos. Salió entonces más tranquilo, sin la obligación de atacar constantemente. Chicago tuvo más la pelota pero no tuvo ideas. La defensa bohemia se acomodó, y Atlanta volvió a dominar el juego. Los destellos de fútbol ofensivo le dieron la posibilidad de aumentar la ventaja y redondear una goleada. Tras un claro penal a Galeano, Llinás se dio el gusto de patearlo y convertir su primer gol.

Ahora, el gran desafío pasa por mantener los pies sobre la tierra. Van cinco triunfos consecutivos, pero resta mucho torneo, y ni siquiera tenemos la punta. Lo que es seguro es que éste es el camino indicado para llegar al éxito.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

The Real Comment: Estudiantes 0 - Atlanta 3


CASEROLAZO!

¡Que golpe dimos en los pagos del Palomar de Caseros, mi fiel escudero!!Ni Urquiza contraRosas obtuvo una victoria tan resonante en esas mismas planicie hace más de siglo y medio! Les amargamos el inicio de la primavera a estos estudiantes y encima en el segundo tiempo nos armamos un pic nic de padre y señor nuestro, les quitamos el invicto y nos encaramamos a posiciones de acecho sobre los ocasionales líderes del actual campeonato.
Pero la cosa no fue nada fácil como se deducir del resultado, por que los pincharratones desde el arranque salieron a comerle el hígado nuestros bravos muchachos y en los primeros minutos, todo anunciaba que nos volvíamos remontando el cauce del Maldonado con una buena cosecha de pepinos.
Es que bajo el inflamante sol dominical, acorralaron al batallón bohemio contra el arco defendido por Rodrigo Llinás (que da espalda un sector que se llama Hugo Curto) a fuerza de toque y buen fútbol nacido en las extremidades inferiores del 5, Bustos y del 10 Scamporrino, sumado a la movilidad de Yassogna en el frente de ataque.
Atlanta no daba pie con bola, estaba perdido como Macri en Villa Lugano y no encontraba la forma de parar la orquesta que le estaba pegando un baile de carnavales, como los de antes.
El Xabi Alonso había decidido mantener, para el trascendente compromiso, el mismo team que le viene dando no pocas satisfacciones. Don Rodrigo Llinás. Los cuatro defensores (ubicados a la altura de otro sector que se llama Hugo Curto) fueron el petizo Lolli, Nico Cherro, Rolu Arancibia y el Juampi Segovia) en el medio (justo frente a ese sector denominado Hugo Curto) el poeta Galeano, el aceitoso Pogonza y Ferragut; de enganche el patagónico Carou y adelante (frente a un sector que se llama Hugo Curto) los melli Abel y Andrés Soriano para perforar el arco de enfrente (que está delante de la cabecera que se llama Hugo Curto).
Como relatábamos, la mano venía peluda para los de Villa Crespo, que con el correr de los minutos empezaron a despertarse de la siesta y a ponerse a trabajar.
A estas alturas, Cherro y Arancibia se habían cansado de rechazar cuanta pelota llegaba a sus regiones y Pogonza se estaba reponiendo del loco que se había comido en el círculo central, ante la falta de auxilio de sus camaradas Galeano y Ferragut.
Una jugada desgraciada, marcó un jalón en el desarrollo del combate, ya que su mejor delantero Yassogna (que hacía un rato se había manducado un gol increíble) se retiro del campo severamente lesionado.
Los estudiosos acusan el golpe y Atlanta empieza a tomar las marcas, Carou se encuentra más seguido con la de cuero y los Sorianos continúan su lento trabajo de demolición de las zagas enemigas.
Antes del cierre del capítulo, uno de los Sorianos – vaya a saber cual de los dos- estuvo a punto de convertir, pero finalmente los jugadores se retiraron a las sombras del vestuario, a descansar y meditar.
Segundo tiempo y se invierten los papeles: Ahora el que sale hidalgamente a por los tres puntos son los ágiles bohemios y el que baila la milonga es el dueño de casa.
Los defensores picharratones demuestran que sí se los apuran, tiene más problema que bailarín de Tinelli.
Enseguida gol de Atlanta, Arancibia de cabeza y Echenique que lo anula porque se le da la gana. Patea Carou desde afuera y el palo salva a Salvá.
Hasta que Andrés desborda a su lento custodio, busca a su hermanito en el corazón del área chica y ahora sí ¡Gol de Atlanta! 1 a 0 y a esperar que corran las agujas del reloj.
Lo que siguió fue un lindo partidito, con Estudiantes tratando de llegar y su huésped tapando con oficio las vías de acceso hacia su guarida.
Pero los casereños son un equipo aguerrido y a punto estuvieron de convertir, pero no contaban con la astucia del gran Don Rodrigo para atajar con la cara, el pie, el intestino delgado o con lo que sea para mantener su valla incólume.
Y entonces apareció Galeano y escribió un poema sublime. Recibió un rebote del arquero Salvá que había salido hasta la mediacancha a pasear un rato, y sin pararla, desde allí le pegó con una justeza astronómica y el balón después de trazar una parábola perfecta ingresó sin pique previo, en el abandonado arco de los de Salvador Pasini.
¡Golazo para diletantes y sibaritas y chau invicto pincharrata!
No había mucho para conversar, pero para adornar este inicio de la primavera, Ferragut de media vuelta se la pone en un rincón al pobre golero, que hasta entonces había recibido solo cinco goles en diez partidos. Una goleada contundente e inimaginable. Pensar, mi fiel escudero, que al arribar al estadio si alguien me hubiera propuesto firmar el empate, en mi infinita cobardía, de buenas ganas hubiera aceptado y nos terminamos volviendo con una resonante victoria de tan estratégica batalla.
Y es la cuarta consecutiva, como para que empecemos a soñar en las miles de un porvenir tan venturoso como merecido.
Pero vamos con calma. Ahora ¡Que venga el torito!

lunes, 27 de septiembre de 2010

La Verdà de la Moilanesky: Students 0 - Bohems 3


ESTUDIANTES 0 ATLANTA 3

Pero qué linda victoria. Cuánto gusto da ganar así. Atlanta no podrá evitar ya que lo postulen como candidato en este campeonato: sumó su cuarto triunfo al hilo, y quedó a sólo dos puntos de los líderes. En este caso, demostró que es cosa seria, con una de esas victorias estruendosas, porque derrotó nada menos que al puntero Estudiantes, en su propia cancha, y por goleada. De esta manera le quitó el invicto y se puso a tiro de la punta.

Atlanta justificó los tres puntos por su grandioso segundo tiempo realizado en Caseros, en donde produjo quizá lo mejor que se le haya visto en este torneo. Increíblemente, el primer tiempo fue dominado más que nada por el conjunto local, y el Bohemio dejó una pálida imagen. Estudiantes, envalentonado y obligado, empezó mejor, y mostró buenas combinaciones en ofensiva. Era un equipo agresivo, con voluntad para ganar la pelota, y fútbol para complicar arriba. Parecía que la defensa bohemia iba a tener un día agitado: no podía afirmarse frente a los avances locales. Atlanta en su totalidad era un equipo deshilachado, con problemas en la marca, poca presencia en el mediocampo, sin posesión de la pelota, y sin ideas ofensivas. Solamente intentaba atacar con pelotazos a los Soriano, pero sin éxito. Parecía difícil que como estaba planteado el juego Atlanta pudiera sacar un resultado positivo de Caseros.

Sin embargo, promediando la primera parte, el conjunto de Pasini se quedó, y los de Alonso emparejaron el trámite, adquiriendo un poco más la pelota, aunque sin herir al rival. Muy diferente fue el segundo tiempo. Desde los vestuarios, Atlanta salió enchufado, con una actitud ganadora y la voluntad de salir a atacar al puntero, que se comportaba como un pasivo espectador de la levantada bohemia. Arancibia convirtió de cabeza en una pelota parada, pero el gol fue anulado por off-side. Poco después, Carou pegó un tiro en el palo. Estaba al caer. Efectivamente, minutos más tarde, la jugada la armó Andrés y definió Abel, para poner el 1-0. Estudiantes no reaccionó. O quizá intentó hacerlo, pero no encontró la forma de volver a dominar el juego. El Bohemio estaba en un gran momento colectivo, con individualidades en un gran nivel. No sólo era altamente peligroso en el área pincha, sino que también le salían bien las cosas en el arco propio: cuando Estudiantes pudo vulnerar la defensa visitante, se encontró con un Llinás salvador que mantuvo el arco en cero.

Sobre el final, Atlanta se floreó y terminó goleando a un rival que estaba para el cachetazo. Galeano –de gran actuación- se dio el gusto de anotar su primer gol, desde la mitad de cancha, sin arquero rival. Y en tiempo de descuento Ferragut marcó el suyo, como para que este año Villa Crespo se ilusione en serio.