domingo, 25 de marzo de 2018

ATLANTA 1 SACACHISPAS 0

Una buena cantidad de público se acercó a Villa Crespo, seguramente más por la agradable tarde soleada de domingo que por las ganas de ver a un equipo irregular recibiendo por primera vez en su historia al humilde Sacachispas, algo impensado no tantos años. Atlanta le devolvió a la gente los tres puntos, el triunfo que había que conseguir, pero nada más. Fue una pobre actuación del Bohemio, que sigue sin encontrar el rumbo futbolístico de cara a un Reducido que parece ser el destino de este equipo. Berscé nuevamente dio que hablar con su alineación titular. Para que vuelva Bianchi Arce a la defensa decidió no sacar a Gaspar Vega, de últimas malas actuaciones, sino a Tecilla, que venía en buen nivel. Miranda por su parte volvió a la titularidad tras sus últimos buenos ingresos desde el banco. Atlanta salía, como ante Talleres y Defensores, con un 5-3-2. En el primer tiempo se vio lo mejor del Bohemio en el partido, cuando logró ser protagonista e imponer su juego frente a un débil y tibio Sacachispas. Sin embargo, no tuvo claridad ni contundencia las veces que llegó al arco rival. El visitante avisó con una clara en la última del primer tiempo, y en la segunda etapa tuvo otra clarísima que dio en el travesaño. Como suele ocurrir, Atlanta bajó su rendimiento en el segundo tiempo. Se desorientó y se hundió en la confusión, en la impotencia. El Violeta entendió el mensaje y se animó a más, disputándole al local el dominio de la pelota. Berscé descongeló a Oyola y lo puso por Vega, para cambiar también el esquema, de 5-3-2 a 4-3-3. El ex Tigre protagonizó ataques peligrosos por la banda izquierda y cuando por fin se decidió a encarar para adentro llegó el desborde-gol que terminó metiendo en contra Carpintero. El desequilibrio de Oyola fue clave para romper la monotonía en un partido en el que a Atlanta el faltó juego. Justamente Miranda y Mazzanti, aquellos jugadores que se espera que puedan desequilibrar con maniobras individuales, estuvieron en un nivel bajo y el equipo sufrió esta carencia. El Bohemio ganó sufriendo y sin sobrarle nada frente a un rival limitado que venía a jugar un partido histórico.

sábado, 17 de marzo de 2018

DEFENSORES 1 ATLANTA 1

En su andar irregular en este campeonato, Atlanta volvió a dar prueba de su ciclotimia en un partido que se encaminaba hacia una nueva derrota, que lo mereció haber ganado sobre el final, y que finalmente terminó en empate. El Bohemio tenía una prueba dura en Núñez, al visitar a Defensores de Belgrano. Berscé decidió respetar el esquema y la alineación titular que venía de golear a Talleres el miércoles, y tomó la difícil decisión de dejar al capitán Bianchi Arce en el banco. Algo totalmente impensado al inicio del torneo, pero la realidad es que la defensa había funcionado bien el último partido y el jugador-hincha tampoco venía de buenos rendimientos. Con el 5-3-2, esta vez, el Bohemio no pudo imponer su juego en el Bajo. En el primer tiempo, Defensores tuvo el control de la pelota, la iniciativa, y generó las mejores situaciones como para abrir el marcador. Las atajadas de Lugo fueron clave, a lo largo de todo el partido. Atlanta recién emparejó el trámite al final de la primera etapa, pero fue tibio e impreciso. El equipo de Berscé mostraba algunas fisuras defensivas, no controlaba el mediocampo y le faltaba fútbol. Una sombra de lo que había sido ante Talleres. Claro que el conjunto local exigía más. En el segundo tiempo, Berscé incluyó a Miranda, sin cambiar el esquema, para intentar darle juego al equipo. Defensores no jugaba mejor pero se puso en ventaja tras una mala salida de Vega, que a las malas actuaciones en los últimos encuentros sumó hoy una tarde negra. Parecía que se repetía la misma historia que en tantas otras derrotas como visitante: Atlanta se desmoronaba anímicamente con el gol en contra y se sumía en la impotencia, la desesperación. Sin embargo, pronto llegó el desborde de Ochoa y la media vuelta de Milton Giménez, que sigue en racha goleadora, y empató cuando el Bohemio no la estaba pasando nada bien. Con Pedrozo como extremo izquierdo, Atlanta pasó a jugar con un 4-3-3 audaz: tres delanteros naturales arriba y un volante creativo como Miranda en el mediocampo. La igualdad dio vuelta la tortilla. Defensores se cayó en todos los sentidos: futbolística, anímica y físicamente. El visitante ganaba en todas las divididas, le quedaban todos los rebotes, dominaba la pelota y se animaba a acorralar al local contra su propio arco. En su mejor momento en el partido, Atlanta tuvo sus chances claras para darlo vuelta y llevarse lo que hubiera sido una gran victoria. 
En resumen, fue un partido cambiante. Durante gran parte del encuentro, el equipo de Berscé sufrió y dejó una pálida imagen. Pero la levantada del final permite mantener viva la ilusión de que el equipo puede reaparecer. La gran duda es qué alineación parará el DT el próximo partido. En la defensa, Vega tiene todos los números para salir, lo que daría pie para el regreso de Bianchi Arce, pero Sánchez (la figura ante Defensores) y Tecilla vienen cumpliendo buenas actuaciones. ¿Volverá a la línea de 4 abajo? La inclusión de Miranda le dio fútbol a Atlanta en el medio, y el ex Fénix está recuperando su nivel de la primera rueda. ¿Será su turno de regresar a la titularidad? ¿Qué hacer con Martínez, Milton y Mazzanti? Milton y Martínez no pueden jugar de extremos, y Mazzanti sólo puede jugar de extremo. Parece difícil ubicar a los tres en un mismo equipo.

jueves, 15 de marzo de 2018

ATLANTA 3 TALLERES 0

Después de jugar su peor partido en el campeonato en Barracas, Atlanta exhibió quizá una de sus mejores presentaciones. Estando Berscé en el centro de las críticas y los cuestionamientos por la pobre campaña del equipo, que apenas pelea por entrar al Reducido y se encuentra lejos del ascenso directo, el DT no tuvo la mejor idea que disponer un esquema a priori muy cauteloso para recibir a Talleres en Villa Crespo. Una apuesta arriesgada que, si le salía mal, quizá no iba a poder sostener su cargo. Berscé movió fichas tras el desastre del sábado y puso en cancha un 5-3-2 o 3-5-2, según el gusto de cada uno, con sólo dos jugadores naturalmente ofensivos. Abajo, innovó con Vega de stopper y Sánchez de líbero. Tecilla volvió a la titularidad para reemplazar al suspendido Bianchi Arce. Bettini y Ochoa cubrieron las bandas.
Atlanta dominó a Talleres desde el principio. Esta vez no sufrió atrás sino que mostró solidez y disciplina en la marca. Prueba de esto es el hecho de que el visitante no logró llegar con peligro en todo el partido al arco de Lugo. Al jugar con líbero y stoppers, los laterales pudieron mandarse con más soltura al ataque. Ochoa por momentos jugó como un delantero más. En el mediocampo, la vuelta de Previtali se recibió con alivio y aplausos en Villa Crespo. El Turco, cuestionado a principios de campeonato por los hinchas, se ganó la titularidad y termina siendo el jugador más destacado del equipo. El conjunto de Berscé, con el dominio de la pelota y un juego dinámico, activo, tuvo la iniciativa y fue generando situaciones para ir mereciendo el triunfo. Los goles llegaron en la segunda etapa. El primero por una gran maniobra de Milton Giménez, el segundo convertido por Sánchez de penal tras una buena jugada de Mazzanti y el último, una joyita de Martínez desde mitad de cancha. En ese momento el partido ya estaba desvirtuado por la intensa lluvia y por los tremendos espacios que dejaba Talleres atrás, que eran una invitación para que Atlanta lo liquidara. En un encuentro abierto, el Bohemio terminó ganando sin sufrir, algo a lo que no estamos acostumbrados.

sábado, 10 de marzo de 2018

BARRACAS 3 ATLANTA 1

En lo que fue quizá la peor presentación en esta temporada, Atlanta cayó de manera rotunda como visitante ante Barracas Central. El inexistente penal que Lupani le cobró a Bianchi Arce y que permitió encaminar al local hacia la victoria no es excusa para una pésima actuación, en la que el Bohemio se vio claramente superado. El capitán quedó fuera de sus cabales luego del penal y se hizo expulsar irresponsablemente sobre el final del partido. Barracas le dio un baile en el primer tiempo, sin embargo la suerte esta vez estuvo del lado de Atlanta. Porque el local generó varias situaciones clarísimas de gol, gracias a la dinámica y jerarquía individual de sus atacantes, que dejaron en evidencia la falta de intensidad y de firmeza en la defensa bohemia. Sproat y los suyos eludían a Vega, Bianchi Arce, Bettini, Ochoa y Sánchez como si fueran conitos. Un solo gol pudo convertir Barracas en aquella primera mitad, no sólo por suerte sino también por una buena tarea de Lugo que evitó la goleada. Y cuando lo mejor que podía pasar era que terminara el primer tiempo, apareció Mazzanti con una buena jugada individual y el cabezazo de Ochoa Giménez. Un 1-1 que era totalmente injusto. No duró mucho la primavera bohemia. En el comienzo del segundo tiempo, ese penal fatídico abrió nuevamente el camino en favor del local. Pronto Barracas ganaba 3-1 y era una distancia enorme para Atlanta. Con los dos goles de diferencia, el local se tiró atrás y dejó venir al conjunto de Berscé, que arrinconó y tuvo sus chances con un Miranda enchufado, pero no le alcanzó siquiera para descontar.
Una nueva derrota, frente a un rival que pelea en la zona de Reducido. Como ante Platense y Tristán Suárez, Atlanta sufrió por la jerarquía de algunos jugadores rivales, que individualmente superaron sin problemas el débil funcionamiento defensivo bohemio. Con varios jugadores en un bajo nivel, tampoco hay una estructura sólida que respalde al equipo. Así, se vuelve vulnerable, resquebradizo. Con tantas facilidades defensivas resulta difícil obtener un buen resultado frente a rivales que tienen jugadores que saben aprovechar estas ventajas.

martes, 6 de marzo de 2018

ATLANTA 1 TRISTÁN SUÁREZ 1

En el último minuto, Atlanta consiguió un punto que poco sirve, pero que fue un pequeño consuelo en un partido en que había jugado mejor que su rival y no merecía perder. En esa última jugada Sánchez metió de penal lo que el equipo de Berscé no había podido meter en los 90 minutos anteriores. Un síntoma y un símbolo de la falta de definición. El Bohemio generó una buena cantidad de jugadas de peligro. Intentó ser prolijo y dominar la pelota. Pero nuevamente careció de precisión en el área rival y es preocupante. Más allá de haber convertido al arquero visitante en figura, sufrió la falta de gol también por sus propias fallas, por la falta de jerarquía ofensiva. En la vereda opuesta, Tristán Suárez ofreció un repertorio pobre, pero gracias a un certero cabezazo del eterno goleador Salmerón encontró el gol que casi le da el triunfo en Villa Crespo. Era demasiado premio, pero al fin y al cabo el conjunto de B*z*n V*r* había logrado efectivizar y simplificar en una sola jugada todo lo que le tanto le había costado al Bohemio. Como en otras oportunidades, el gol en contra fue un golpe difícil de asimilar para el conjunto dirigido por Berscé, que poco antes había incluido a Sosa por Chávez y enviado a Mazzanti por la punta izquierda. En desventaja, Atlanta no podía controlar la pelota y se hundía en el desconcierto. La expulsión en el visitante ayudó a recuperar el dominio. Con más ímpetu que fútbol, el Bohemio fue a buscar desesperadamente el empate y lo consiguió.