domingo, 25 de febrero de 2018

ESTUDIANTES 1 ATLANTA 0

Era la gran chance. Después de tres triunfos consecutivos, Atlanta podía demostrar que se había recuperado futbolísticamente y que estaba en condiciones de luchar por el ascenso. Un partido clave frente a Estudiantes en Caseros, uno de los animadores. Pero falló, trastabilló, no estuvo a la altura de las circunstancias y nuevamente cayó en el pozo de la frustración. Como viene siendo costumbre, exhibió una buena actuación en el primer tiempo y derrapó en la segunda etapa. En los primeros 45, el conjunto de Berscé fue prolijo en el manejo de la pelota y dominó el juego, pero sin profundidad. Le costó quebrar a un Estudiantes que se replegó completamente atrás, esperó al Bohemio agazapado con la idea de lastimar de contragolpe o aprovechando algún error en la salida del visitante. Un planteo al que nos tiene acostumbrados Kopriva y que escandalizaría a todos en Villa Crespo, pero que al Pincha le sirve. Por algo está peleando arriba. "Atlanta es Atlanta y tiene que salir a matar en todos lados", se dice. Con ese esquema, el Bohemio llegó una sola vez en todo el primer tiempo, mientras que el local tuvo varias clarísimas, gracias a errores defensivos y la rapidez de sus atacantes. Era un partido muy duro. En la segunda parte, el control y el dominio bohemios se diluyó. El equipo se deshizo y Estudiantes se animó a más. Una falla en la marca de Bianchi Arce y el local logró conseguir el gol del triunfo. Berscé decidió incluir a Miranda por Previtali para darle más fútbol al mediocampo. Con la inclusión de Vega y Previtali juntos desde el inicio hubo una superposición de roles que no le hizo bien al equipo. Con Álvarez y Miranda en muy bajo nivel actualmente, el regreso de Monserrat se espera con ansias. Pese a estar perdiendo, Atlanta nunca pudo recuperar el camino. Con un jugador más, logró acercarse más al arco de Pucheta pero el arquero salvó increíblemente en el último minuto, en lo que podía haber sido el empate de Bettini.
Inconsistente actuación de Atlanta en Caseros. Mostró algunas buenas intenciones, pero con prolijidad y ratos de lucidez no alcanza para ganarle a un rival concentrado, disciplinado, que falla poco. La solidez y la persistencia son las dos grandes deudas de este equipo que no termina de plasmar, concretar, el fantasma holográfico que por momentos se vislumbra en la cancha.

lunes, 19 de febrero de 2018

ATLANTA 2 SAN MIGUEL 0

Tres triunfos al hilo y Atlanta tímidamente vuelve a ilusionarse con dar pelea en un campeonato que lo vio subir a paso firme y derrumbarse estrepitosamente. ¿Podrá recuperar el protagonismo? El conjunto de Berscé suma puntos, asciende en la tabla y va recuperando su memoria futbolística. Cierto es que este 2018 enfrentó, con excepción del puntero Platense, a varios de los equipos más flojos de la categoría. Por eso, el duelo del próximo sábado en Caseros será fundamental para evaluar la competitividad de este Atlanta que intenta resurgir.
En Villa Crespo frente a San Miguel, el Bohemio elaboró en el primer tiempo una de sus mejores producciones en lo que va del torneo. Con destacadas actuaciones de Sánchez, Monserrat y Ochoa Giménez, una excelente labor de Previtali haciéndose dueño del mediocampo y el vértigo de Mazzanti, Atlanta superó ampliamente a su rival y le generó una gran cantidad de situaciones claras de peligro. Sin embargo, se fue al entretiempo con la mínima ventaja, que tenía gusto a poco por las tantas buenas jugadas desperdiciadas. Al fútbol audaz, dinámico y fluido del local se le sumó un pésimo planteo defensivo de San Miguel. El visitante optó por salir a presionar arriba, descuidándose atrás y dejando grandes espacios para que los mediocampistas bohemios filtraran pases picantes y los rápidos atacantes pudieran ganar en velocidad. El Trueno Verde, pese a mostrar algunas buenas intenciones ofensivas, otorgó demasiadas ventajas atrás. Fue una primera parte con muchas "atractividades", como dicen en el Cardenal Newman.
Atlanta no se destacó por su solidez defensiva pero terminó por tercer partido consecutivo con la valla invicta. En el segundo tiempo el rendimiento cayó ostensiblemente. El equipo de Berscé se retrasó, perdió la pelota y no pudo sostener ni futbolística ni físicamente el control del juego. Así que hubo que sufrir mucho para ganar un encuentro que debió haberse liquidado en la primera etapa. Cuando San Miguel se quedó con diez, todo se empezó a acomodar. Y el gol de Milton trajo la tranquilidad, un poco tarde. Al menos esta vez los hinchas se fueron contentos con un excelente primer tiempo en que sobraron los aplausos.

sábado, 10 de febrero de 2018

ALMIRANTE BROWN 0 ATLANTA 1

Con sufrimiento y sin lucir, Atlanta sumó su segunda victoria consecutiva y pretende reacomodarse en la tabla. La víctima fue Almirante Brown, último en las posiciones pero que venía recuperándose en los últimos partidos. El Bohemio jugó un buen primer tiempo, exhibiendo una prolija circulación de la pelota y vocación de protagonismo ofensivo. Logró dominar el juego y jugar cerca del arco local. Así generó algunas chances importantes de peligro. El atrevido Mazzanti, imparable en la punta derecha, fue lo más destacado. El ex Tigre, recientemente incorporado al club, tuvo su primera chance como titular y cumplió con creces. Sorpresivamente, Miranda arrancó nuevamente en el banco de suplentes. Pese a ser superior en la primera parte, Atlanta no logró irse al entretiempo con una ventaja en el marcador. Para colmo, en la segunda etapa se despertó Almirante, que había mostrado una muy pálida actuación. El Bohemio no podía reencontrarse con su juego y Berscé decidió el ingreso de Miranda. Sin embargo, el gol del triunfo llegó en una jugada aislada, imprevisible. Pelotazo de Lugo desde el arco y Milton Giménez, cuya única intervención había sido un mano a mano desperdiciado en el inicio del partido, ganó muy bien de cabeza para aprovechar la mala salida del arquero. Puro olfato y oportunismo del centrodelantero en quien confió Berscé al lesionarse Martínez. Lo que vino después fue un prolongado sufrimiento hasta que Ramírez dio el pitido final. Atlanta se fue retrasando en el campo, perdió la posesión de la pelota y Almirante monopolizó el juego. Gracias a la tenacidad defensiva para aferrarse a la victoria y a la impericia del local, el encuentro terminó 1-0. El Bohemio jugó con fuego al defender tan cerca de su arco la ventaja durante tanto tiempo, sin una referencia de peso en el ataque por la salida de Giménez, lesionado. En una extraña decisión, Berscé decidió incluir a Monserrat y no a Pedrozo para reemplazarlo.

martes, 6 de febrero de 2018

ATLANTA 2 ESPAÑOL 0

Nada más que tres puntos se llevó Atlanta. Los primeros en lo que va del año. Paradójicamente, en el peor partido que jugó en lo que va de este 2018. Pero así es el fútbol. Después de dos muy buenos primeros tiempos en sus presentaciones anteriores, esta vez el Bohemio no exhibió ni siquiera un ratito de lucidez futbolística, pero con un poco de suerte a su favor le alcanzó para vencer a un muy limitado Español en Villa Crespo. En definitiva, Berscé no retomó el rumbo pero al menos consiguió una victoria que le da un poco de aire.
Bazán y Miranda, dos que cometieron grandes errores en la derrota ante Platense, salieron del once titular para dejarles sus lugares a Bettini y Sosa. El ex Defensa y Justicia arrancó con la responsabilidad de ser el conductor en un esquema 4-3-1-2. Pero Atlanta nunca se encontró a sí mismo. Los rendimientos individuales fueron muy bajos y la actuación en conjunto fue muy pálida. El equipo estuvo flojo en todos los frentes. Lugo se mostró inseguro. La defensa presentó amplias flaquezas, ventaja que el visitante no supo aprovechar pese a que generó varias situaciones importantes de peligro, sobretodo en el primer tiempo. En el medio, los generadores de fútbol anduvieron enemistados con la pelota. Lo de Álvarez y Sosa fue realmente muy pobre. Arriba, pese a la voluntad de Chávez y Martínez, Atlanta falló en la generación. Así le costó muchísimo llegarle a un Español que se paró bien atrás y supo cómo presionar para cortar el circuito de juego bohemio. En el segundo tiempo, no cambió demasiado la ecuación pero llegaron los goles. Un penal dudoso cuando Atlanta no podía patear al arco y una contra accidentada sentenciaron el partido.

sábado, 3 de febrero de 2018

PLATENSE 2 ATLANTA 1

Atlanta sigue sin poder ganar en lo que va del año y se extiende la mala racha con la que había terminado el 2017. Después de la increíble victoria que se le escapó en Munro, el Bohemio tenía un gran desafío en su visita a Vicente López, para enfrentar a un Platense embalado que podía ponerse puntero. Berscé puso prácticamente los mismos once, con Sánchez en lugar de Tecilla en la zaga central. Nuevamente, pagó caro su inconsistencia a lo largo de un partido. En el primer tiempo, Atlanta construyó una muy buena actuación, con fuerte protagonismo, vocación ofensiva, prolijidad en el manejo de la pelota y juego asociado. El mediocampo ejerció presión y Álvarez se hizo dueño de la circulación del balón. Sin embargo, el fútbol no necesariamente premia las buenas intenciones. A veces, los detalles, los accidentes y los incidentes juegan un papel determinante en el desarrollo. Atlanta falló en esas jugadas clave, mientras que Platense no. Miranda se perdió un gol increíble con el arco vacío cuando el partido recién empezaba, Álvarez también desperdició uno debajo del arco poco después del empate de Chávez. El local no desaprovechó una pifia grosera de Bazán para abrir el marcador, cuando no se había arrimado todavía al arco. El primer tiempo cerró con un empate luego de un claro dominio del conjunto visitante. En la segunda etapa, el Calamar clavó un tiro libre y le bastó para hacerse con los tres puntos. Atlanta no pudo volver a encontrar la pelota ni el juego como para incomodar al local. Pagó por no poder sostener el rendimiento y no poder reaccionar, encontrar alternativas futbolísticas. Ruiz, como en sus tiempos en Atlanta, apostó por la jerarquía de sus jugadores, que resolvieron el encuentro pese a que a su equipo no se le cayó una sola idea y regaló todo un tiempo. El Bohemio debe entender que los partidos duran 90 minutos y que el éxito requiere consistencia, regularidad. Con ratos de buenas intenciones no alcanza si no hay contundencia y si los goles a favor no están sostenidos por una base sólida que le permita al equipo controlar el partido.