sábado, 6 de abril de 2019

ATLANTA 0 SACACHISPAS 0

Después de tres victorias consecutivas que invitaban a la ilusión y que pusieron a Atlanta en puestos de ascenso directo, el Bohemio frenó su marcha al no poder superar a Sacachispas en Villa Crespo. Era una linda oportunidad para quizá seguir ampliando la diferencia, pero no jugó mejor que su rival y apenas empató 0-0. El partido fue flojo, trabado, peleado. El Lila se la puso difícil al equipo de Orfila, demostrando su buen momento (venía de cuatro triunfos al hilo). Con presión alta y buen manejo de la pelota, mantuvo por un buen tramo el juego lejos de su arco. Si bien atacó poco, tuvo la más clara del partido en un contragolpe que terminó en el travesaño, en la que Atlanta se salvó de milagro de no irse derrotado. Orfila, como de costumbre, metió varios cambios en el once inicial. Bettini por el lesionado Molina. Seijas y Ochoa Giménez volvieron al mediocampo, Miranda fue el conductor y arriba la temible dupla Martínez-Colombini. 4-3-1-2. Sin embargo, al Bohemio le costó armar juego. Miranda apareció muy poco y Enrique estuvo impreciso. Todo el equipo en realidad estuvo impreciso a lo largo de todo el encuentro. Pases que no llegaban a destino, pelotas que rebotaban en los delanteros. No había conexión, no había sorpresa ni cambio de ritmo. Además de la pobreza de ideas de Atlanta, mucho tuvo que ver la muy buena labor de Sacachispas, que se mostró sacrificado, solidario, ordenado, muy aplicado a la marca. Siempre había uno de ellos encima de uno de los nuestros. No los dejaban patear. Y sacaron para afuera todos los centros que llegaron al área. Así se hizo muy difícil entrarles, por más que Atlanta lo intentó en todo el partido. Pero produjo pocas situaciones a su favor. Las dos más claras las tuvo Colombini en sus pies. Orfila metió los cambios cantados: Colitto por Ochoa Giménez y Mazzanti por Miranda. El ex Tigre desequilibró en un par de ocasiones pero no pudo encontrar a sus compañeros de ataque. Faltó contundencia para meterla adentro y el objetivo era llevarse los tres puntos, pero nuevamente se repitió el resultado de la primera rueda. ¿Repetirá con una victoria en Casanova?

martes, 2 de abril de 2019

ATLANTA 3 UAI URQUIZA 0

Cambiaron las caras en Villa Crespo. De la desolación y la decepción al ver cómo el ascenso se alejaba, a este presente que ilusiona. Se dio vuelta la tortilla: con tres victorias consecutivas y cinco sin perder desde la llegada de Orfila al banco, el Bohemio accedió al tercer puesto y le sacó cinco puntos de ventaja al quinto, Acassuso. Atlanta recuperó su lugar en la tabla y recuperó también la fe, la confianza. Consiguió una importante victoria en el partido pendiente ante UAI Urquiza, un rival complicado y que pelea por entrar al Reducido. Orfila volvió a armar un 4-3-3 para jugar de local, incluyendo a Mazzanti y Pedrozo por los extremos y dejando afuera del once a Colombini y Miranda. Además, dispuso los regresos de Previtali y Colitto. La salida de jugadores con buenos rendimientos en partidos anteriores sorprendió a unos cuantos. Pero se ve que al entrenador, a diferencia del Pepe Castro, no es fan de los "once de memoria", incluso después de buenos resultados. El conjunto de la secta Moon salió a jugar el partido con un propósito claro:  circular la pelota, jugar por abajo, de manera prolija, desde su propio arco. A Atlanta esto le impidió monopolizar la pelota y le quitó protagonismo en el partido. UAI por momentos complicó con su juego. Pero el Bohemio apostó a la presión alta y logró capitalizar un error, una fallida salida del visitante, para abrir el marcador: buen centro de Martínez para Colitto que se tiró con todo al gol. La UAI asumió este riesgo y lo pagó. Más allá de que no fue un partido cómodo para Atlanta, ya que en algunos tramos el rival lo logró poner en aprietos, el equipo de Orfila siguió intentando sorprender robando una pelota y saliendo rápido de contra. Los ingresos de Colombini y Seijas fueron muy importantes. El delantero aportó toda su jerarquía y nada menos que dos goles de su autoría para liquidar el encuentro. Seijas le dio equilibrio al mediocampo y fue un freno para las aspiraciones de la UAI. Los de Bassedas se fueron al ataque, dejaron muchos espacios, y Atlanta aprovechó los contragolpes para lastimar. El 3-0 fue quizá un resultado demasiado abultado para lo que fue el desarrollo. Pero Atlanta ganó bien, tuvo otra actuación sólida y le dio a su gente la alegría que habían venido a buscar.