sábado, 21 de septiembre de 2019

ATLANTA 2 BROWN (PM) 1

Atlanta volvió a la victoria en su casa y alcanzó los 13 puntos en 6 encuentros, una campaña hasta ahora excelente en su regreso a la B Nacional. Fueron tres puntos de oro ante un rival que, se supone, peleará la permanencia. Tres cambios metió Orfila para este partido. Uno obligado, el de Caro Torres por el lesionado Coronel. Y otros dos seguramente por rendimientos: Flores y Valdez Chamorro por Molina y Talpone. Una nueva banda derecha, que fue justamente lo más destacado del primer tiempo. El lateral Flores se combinó muy bien con Valdez Chamorro, que la rompió desplegando un fútbol atrevido y audaz. El enganche devenido en interior derecho manejó los hilos del equipo y formó una gran sociedad con Mazzanti, que quizá tuvo su mejor partido en Atlanta. El puntero desequilibró constantemente y fue muy punzante en sus arremetidas. No lo podían parar. El Bohemio mostró momentos de alto vuelo futbolístico, aunque no estuvo tan preciso en la definición. Cuando Pedrozo abrió la cuenta tras una serie de rebotes parecía que se abría el partido. Pero nuevamente, como en el debut ante los mendocinos, la alegría duró muy poco. El equipo se relajó, se distrajo, y un gol en contra volvió a poner igualado el marcador. Pero Atlanta reaccionó pronto y tras un buen desborde de Mazzanti generó otro gol en contra para volver a estar arriba en el partido. El local se fue al descanso con algunas preocupaciones defensivas y habiendo realizado un gran desgaste en ataque. Merecía haberse ido con una diferencia mayor pero estaba ganando sólo por la mínima.
En el entretiempo, salió a comerse crudo a Brown. Tuvo dos jugadas clarísimas en los primeros minutos pero las desperdició. Hubiera sido un golpe letal para el visitante. Sin embargo, con el 2-1 estaban a tiro del empate. El gasto físico de la primera etapa se empezó a sentir en Atlanta. Mazzanti y Valdez Chamorro ya no estaban encendidos. El mediocampo era un colador y los patagónicos se venían. Brown fue un equipo ordenado, aunque con muchas limitaciones futbolísticas. Emanuel Moreno fue lo más destacado en un medio que abastecía a una delantera sin poder de gol. Para Atlanta, el trámite era complicado, porque no podía solucionar sus problemas en la marca, había perdido el equilibrio y ya no dominaba el juego. Los cambios llegaron y arreglaron mayormente el problema. Era lógico: salieron cansados Mazzanti y Valdez Chamorro. Marinucci y Talpone aportaron frescura y dinámica a un equipo que necesitaba un cambio de aire. Con más piernas y pulmones, Atlanta afrontó mejor el último tramo. Finalmente se llevó un triunfo más que merecido antes de su visita a Mar del Plata.

sábado, 14 de septiembre de 2019

CHICAGO 2 ATLANTA 2

Después de haber perdido el invicto en el ciclo Orfila, era importante no perder en la difícil visita a la Mataderos. El trámite se puso muy complejo pero finalmente el Bohemio se recuperó y salvó un punto muy valioso, para la tabla y para el ánimo. Todo le parecía salir bien a Chicago en el primer tiempo, en su fiestita en el día de la despedida del histórico Gomito Gómez. Si la guardia alta bohemia podía temer por un penal de despedida para el 10 y se relajó cuando el homenajeado salió de la cancha, hizo mal en relajarse. Porque poco después de su salida, el siempre creativo Diego Ceballos inventó un penal para el local y de esta manera igualó al mismísimo Thomas Edison en la carrera inventora. Asenjo pateó mal y parecía que Rago contenía el penal pero se le escurrió la pelota por debajo del cuerpo y así abrió la cuenta Chicago. El primer tiempo Atlanta lo sufrió mucho. Había planificado jugar un partido de contra, saliendo rápido, con la misma formación con la que había visitado a Ferro. Pero se encontraba empezando abajo en el marcador. El mediocampo, como en el último partido, estaba desaparecido. Los delanteros estaban desabastecidos y, lo más preocupante, Chicago llegaba con facilidad, sobretodo por nuestro sector derecho. Con espacios y tantas ventajas defensivas, parecía difícil incluso sostener ese resultado en desventaja. A todo esto, el local no hacía demasiados méritos. Con limitaciones le alcanzaba para desnudar las falencias de Atlanta en la marca. Y el conjunto de Esmerado también tenía a la suerte de su lado: Asenjo remató, se desvió en Ochoa y descolocó a Rago, para poner un 2-0 que era exagerado. No había habido tanta diferencia en el juego entre ambos equipos, pero Atlanta venía jugando mal.
Todo un desafío remontar dos goles de diferencia, de visitante, y con tantos problemas futbolísticos. Pero como en aquel partido en la Isla Maciel que marcó un antes y un después la temporada pasada, Orfila quizá los cagó a pedos y en el segundo tiempo el equipo fue otro. Salió decidido, convencido, frente a un Chicago que se dedicó a convertirse en espectador del partido por la primera media hora de la segunda etapa. Levantaron los rendimientos individuales, volvieron a formarse algunas sociedades, mejoró la confianza. La defensa no volvió a tener problemas. Atlanta era claro dominador del encuentro. El descuento del Animal López tras desborde de Mazzanti y enorme habilitación de Rago encendió la ilusión en Villa Crespo. Y pronto llegó el debut en la red (esta vez sí) de Walter Mazzanti, en su tercera temporada en el club, para poner las cosas 2-2. Un dato: el ex Tigre fue protagonista en los 4 goles que convirtió el equipo como visitante este torneo. Chicago estaba golpeadísimo y por un momento parecía que Atlanta con el envión se podía animar a darlo vuelta totalmente y llevarse un triunfo. Pero pronto el trámite se acomodó. El local reaccionó, aunque tibiamente y sin argumentos para recuperar la ventaja. Quizá había sido el golpe que había recibido un equipo que todavía no ganó en el campeonato. El visitante le empezó a tomar el gustito al punto y no quiso arriesgar de más después de lo que había ocurrido en el primer tiempo. Al final, fue el resultado más justo.

sábado, 7 de septiembre de 2019

ATLANTA 1 ESTUDIANTES (RC) 2

Y un día Atlanta volvió a perder. Primera derrota en el ciclo Orfila, después de un arranque ideal con puntaje perfecto en tres partidos disputados en esta Primera Nacional. La ilusión era grande en Villa Crespo para recibir a otro de los recién ascendidos, Estudiantes de Río Cuarto. El DT volvió a sorprender con sus cambios en el once inicial: afuera Trinidad y Mazzantti, protagonistas en Caballito, para dejarles el lugar a Ochoa Giménez y Astina, que debutó con la camiseta bohemia. El ex Lanús llegó como una promesa de buen fútbol pero no tuvo una buena presentación. Pronto se vio que éste sería un partido muy complicado para Atlanta. Estudiantes fue un rival durísimo, que no daba ventajas en la marca, con una presión alta y anticipándose a los delanteros bohemios. No dejó jugar, cortó con el circuito de juego del local. El trabajo del mediocampo visitante fue extraordinario, con el 5 Cabrera en un gran nivel, y una muy buena tarea de Bottino y Cuello. Por el contrario, el mediocampo de Atlanta se vio superado. Perdió física y tácticamente en ese sector de la cancha. Gracias a una jugada polémica que pareció offside, los cordobeses se pusieron en ventaja. Sin embargo, Atlanta reaccionó y tuvo su mejor tramo futbolístico en el partido. Aparecieron las conexiones, el juego por los extremos, la presencia de López en el área. De hecho el Animal volvió a anotar gracias a un gran desborde de Ochoa Giménez. Con el empate parecía que la casa volvía estar en orden, que volvía el Atlanta arrasador de los primeros partidos. Pero el visitante siguió en su juego y volvió a ponerse arriba. Pudo haberlo empatado nuevamente López con un gran cabezazo pero no se dio. La tarea del arquero también fue clave para que Estudiantes se llevara los tres puntos.
En el segundo tiempo, no hubo reacción. Orfila incluyó a Mazzantti para volverlo loco a Formica y hacerlo expulsar, ya que estaba en la cuerda floja, pero el técnico Vázquez fue vivo y lo sacó al minuto. Atlanta no tuvo argumentos futbolísticos y de hecho no generó una sola situación de peligro en todo el segundo tiempo. Se vio un equipo sin herramientas, sin ideas, y sin resto físico para ir a buscar el empate, aunque sea de manera desesperada. La lesión de Luis López era lo que faltaba para que la posibilidad de igualarlo se termina de esfumar. El Bohemio perdió un cambio y presencia en el área. Estudiantes, ordenado, continuó controlando el medio y el resultado. Jugadores dinámicos como Mazzantti o Trinidad no pudieron desequilibrar sin espacios. La realidad es que Atlanta no se encontraba abajo en el marcador desde aquel partido ante San Telmo en la Isla Maciel, en otra era geológica. Orfila se encontró con un rival inteligente con un planteo que anuló a Atlanta, y con la dificultad propia de estar acostumbrado a defender un resultado antes que ir a buscarlo. La derrota fue merecida y hay tiempo (y un colchón de puntos ganados) para corregir las falencias.

martes, 3 de septiembre de 2019

FERRO 0 ATLANTA 2

Tercer triunfo al hilo de Atlanta en tres presentaciones, el primero de visitante. Los números le sonríen al Bohemio, que mira a todos desde arriba desde la cima, con puntaje ideal. Un arranque soñado tras el ascenso al Nacional. Se llevó los tres puntos de Caballito en un partido en el que tuvo la fortuna a su favor. En el primer tiempo, Ferro fue más. Por protagonismo, por manejo de la pelota. Evidenció las fragilidades defensivas de Atlanta, sobretodo en el sector izquierdo. El local generaba pero le costaba llegar con claro peligro. De todos modos, la inseguridad del conjunto de Orfila en defensa era preocupante, aunque el trámite era más prometedor en ofensiva, donde Trinidad desplegó su dinámica y su juego. La postura del equipo era diferente a la que le vimos en Villa Crespo: más replegado y cauteloso, apostando al contragolpe y a sorprender al rival sin dominar la posesión de la pelota. Quizá por esa razón el DT se inclinó por Mazzanti y Trinidad en cancha, más veloces que Marinucci y Ochoa Giménez. En el segundo tiempo, Ferro fue a la búsqueda de su primera victoria con los mismos argumentos y parecía que iba a ser una noche larga, difícil. Aportaba tranquilidad el mal momento de los delanteros locales, que no podían lograr precisión en el área. Y en las más complicadas, apareció Rago para salvar. Pero Atlanta logró abrir el marcador con una jugada que ya es marca registrada en este torneo: centro desde la izquierda y esta vez no la metió el Animal López sino Manzur en contra, que venía marcando a Mazzanti. Un ataque letal y el Bohemio se llevaba el premio mayor. Faltaba más. Ferro estaba desconcertado y Atlanta aprovechó. Se generó el espacio, Mazzanti quedó mano a mano y Bailo le cometió penal cuando el ex Tigre lo gambeteaba. El goleador Luis López lo convirtió en gol para anotarse en cada uno de los tres triunfos bohemios y la diferencia se volvió irremontable para el conjunto de Cordon. Orfila, con el ingreso de Oyola, De Ciancio y Ochoa Giménez fue poblando el mediocampo y replegando el equipo, que se fue afirmando y aferrando a la victoria. A Ferro aquella ráfaga contundente de dos goles lo noqueó. No tuvo resto anímico ni fútbol para ir a buscar el descuento y el empate. Atlanta lo controló con autoridad y quizá se llevó demasiado premio después de las zozobras del primer tiempo, pero supo aprovechar su momento en el partido y es puntero.