miércoles, 19 de diciembre de 2012

Acostumbrados a la decepción

La aprobación del proyecto de construcción del microestadio conmocionó al mundo bohemio. La noticia tiene un impacto enorme para el presente y el futuro del club. Muchos vieron en este acontecimiento el nacimiento de un nuevo Atlanta, una refundación, la posibilidad concreta de soñar con un futuro más grande. Pero no son pocos los que tienen sus dudas al respecto. Descartando cuestiones políticas, estas dudas tienen su explicación en un pasado cercano que acogió otros grandes proyectos esperanzadores que terminaron siendo simples promesas. Los socios se han acostumbrado a las decepciones, y estas experiencias los han hecho desconfiados, resistentes a aceptar nuevas esperanzas en su corazón. Se podrían mencionar como ejemplos los proyectos relacionados con la construcción del estadio de cemento: el que iba a construir la Ciudad en conjunto con un reservorio de agua para paliar las inundaciones (proyecto enterrado por la crisis de 2001) o el que iba a hacer Proinver, que terminó completando el club a pulmón. Claro, ahora cuesta creer, más allá de que este contrato parezca ser totalmente beneficioso, con pocos puntos en contra (por más que se haya informado lo contrario, no parece factible que la Policía permita la realización de eventos al mismo tiempo que Atlanta juega de local). La realidad es que si el contrato se cumple y todo marcha según lo proyectado, los beneficios para el club serán inmensos, siempre y cuando el dinero se maneje con criterio e inteligencia. De por sí, es un alivio para la dirigencia que día a día debe pelearla para pagar los sueldos y otras obligaciones mensuales que son imprescindibles para que el club siga funcionando. Claro que estos ingresos pueden permitirnos pensar más allá, en obras para el club, en mejorar la infraestructura, ampliar la oferta social, pero no hay que perder de vista el presente y el futuro próximo. Hay que dar los pasos de a poco, avanzar con firmeza y previsión.
Quizá a medida que pase el tiempo y el proyecto vaya avanzando los escépticos podrán permitirse creer e ilusionarse.

martes, 11 de diciembre de 2012

En el mejor momento


Los optimistas dirán que Atlanta termina el 2012 en la punta, con una interesante ventaja sobre el resto, que no hay mejor forma de terminar el año y afrontar las vacaciones y la pretemporada. Pero desde otro punto de vista, el receso llega justo en el mejor momento del equipo. ¡Estaría bueno que el campeonato no termine! Seguir jugando y ganando mientras el resto de los equipos parece estar perdido, confundido en la mediocridad. Habrá que reanudar  el torneo en enero cuando el Bohemio reciba nada menos a Chacarita, otro que viene en ascenso y puede ser un candidato. Seguramente el clásico será esperado con gran ansiedad por los hinchas en este mes y medio de intervalo.
Quién diría que el conjunto de Rondina terminaría así el año, luego de aquel comienzo apocalíptico. Muchos hubieran apostado, incluso, que el técnico ya sería otro a esta altura del torneo. Pensar que el Huevo de hecho estuvo a punto de irse luego de perder con Claypole por la Copa Argentina, hace no mucho tiempo. Vale la pena recordar entonces cómo se llegó a este presente de encanto, en el que el Bohemio está solo en la cima, en posición de ascenso directo. El equipo que tardó seis fechas en ganar su primer partido era muy distinto a éste, no tanto en nombres sino en juego. Era totalmente apático en ofensiva, sin poder de gol, sin ideas de ataque. Los errores en defensa se pagaban caros, y cuando no se equivocaba la defensa lo hacía el arquero Gagliardo, que más de una vez debió escuchar a la hinchas pidiendo por Llinás.
El equipo levantó, consiguió una seguidilla de triunfos, se metió en la pelea, pero seguían los cuestionamientos por lo deslucido del juego. No parecía que hiciera falta hacer demasiados méritos para ganar en esta categoría de pobre nivel. Pero lo cierto es que, transcurrida más de una rueda, no se puede negar todo lo que ha mejorado Atlanta a nivel colectivo e individual, y que ha hecho los méritos para estar ahí arriba. Lo demostró en el último partido, ante Defensores de Belgrano, donde lo ganó por ambición, por vocación, por efectividad y por poderío de gol. Éste es un equipo más sólido, que juega con convicción, eficaz en ataque y que compensa la falta de brillo con voluntad y sacrificio. Gagliardó se afirmó en el arco, salvando pelotas clave y alejando los murmullos que antes se escuchaban en Villa Crespo cada vez que llegaba un centro al área. Hernán Lopes se acomodó mejor a la posición de central que la de stopper. Valdez, el jugador más regular del campeonato. Segovia sigue siendo importante pese sus frecuentes expulsiones. En el mediocampo, Palisi se ganó la titularidad y se convirtió en una de las grandes figuras del equipo, a fuerza de garra y corazón. Guzmán, aunque irregular, puede ser determinante con su velocidad por el sector derecho. Arriba, claro, el Pollo Soriano, el goleador, el que no mojaba en los primeros partidos pero se destapó y lleva ya 11 goles en el torneo. Si Atlanta recuperó el gol que le faltaba, es en gran parte por Soriano.
En el Bajo marcaron los goles justamente dos jugadores que no habían anotado en el torneo. Ferreiro abrió de cabeza y volvió a convertir después de una larga sequía que incluía su anterior paso en el club en la temporada 2010/11. Lucas está recibiendo críticas por parte de algunos hinchas y necesitaba un gol así para tener más confianza. La realidad es que Ferreiro fue importante en varios partidos. Otro que anotó por primera vez fue el pibe Sanabria: por primera vez en Primera, de hecho. El Chino había vuelto a la titularidad hace poco y venía metiendo buenas asistencias de gol últimamente.
Hay razones para ilusionarse y hay cuestiones para mejorar también. Ya se hablará de refuerzos. Por eso hay razones para creer que este equipo puede seguir creciendo y consolidándose. Eso sí, que nadie se crea que lo que viene va a ser fácil o que el ascenso está cerca...

sábado, 8 de diciembre de 2012

10 años de siomerías

La Taberna del Siome se creó el 14 de noviembre de 2002. Sí, hace más de 10 años. Es mucho para una página de internet. Aquellos eran tiempos de pioneros en la web, cuando todavía no existían las redes sociales ni se podía chequear cómo iba San Miguel desde el celular. Había que pegar la oreja sobre la radio.  Para los radicados en el exterior, internet empezaba a ser un medio de comunicación que los volvía a acercar a Atlanta. Los partidos se vivían en el rudimentario chat y se forjaron amistades fruto de compartir tanto sufrimiento juntos. En la semana, se discutía de fútbol y del club en el Libro de Visitas, que en algún momento fue el único medio virtual con que contaban los hinchas para comunicarse, para saber qué pensaba el otro. Todo ello parece medieval desde la perspectiva actual de las redes sociales que han multiplicado -para bien- las voces, los canales, la masividad. 
Primero vinieron los siomes, y La Taberna sólo los reunió. El calificativo  de "siomes" nació como una descalificación por parte de quienes veían al fútbol como una guerra contra todo aquel que porte una camiseta diferente. Pero, en vez de rechazar este epíteto, los siomes se adueñaron del insulto y comenzaron a autodenominarse de esta manera, como una reafirmación de una forma de ser, de sentir y de pensar. Así nació la historia de estos antihéroes. Muestra de la buena convivencia es que se acercaron incluso muchos hinchas de otros equipos. En medio de un clima de amargura, nervios y violencia, el sentido del humor fue la mejor medicina. Claro, era el año 2002 y Atlanta estaba por descender a Primera C, pero eso no impedía tratar el tema con humor. Pasaron varios personajes memorables por La Taberna: Félix Camusso, Dorian Gray, el Dr. Intratable, el Marqués, Radragaz, y tantos otros que ya sea escribiendo en la página o en el Libro de Visitas alegraron desde la creatividad y originalidad de sus personajes inventados estos 10 años que han tenido en realidad más tristezas que alegrías desde lo futbolístico.
Hoy las cosas han cambiado un poco. El Libro de Visitas, sede central del siomerío, se ha convertido en un campo minado por las agresiones anónimas y cobardes. El chat ya no tiene sentido de ser. El sitio abandonó en el 2009 su lugar en el rústico Geocities para pasarse al monótono y también gratuito formato blog. Es probable que seamos la peor página de Atlanta. No tenemos fotos, no tenemos videos. Alguna vez estuvimos meses sin actualizar. No somos una fuente fidedigna ni rápida de información. Y nos acordamos un mes tarde de que cumplimos 10 años. Es que somos tan siomes... 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Premios SB2012: el poder evangelizador del sentimiento

Por primera vez, el sitio web Sentimiento Bohemio decidió premiar a los mejores deportistas del club en el año, a partir del voto de los socios. La entrega de premios fue este viernes en la Sede Social, en una ceremonia emotiva. Allí estuvo la familia bohemia, unida. Socios, hinchas, dirigentes, colaboradores, periodistas, deportistas (y varios que son muchas de estas cosas al mismo tiempo). Sin intereses políticos ni económicos. Todo por Atlanta. 
El acto fue en sí una reafirmación de ese sentimiento inigualable de ser bohemio. Recordar que fueron las pequeñas personas con gran corazón las que hicieron grande al club, y lo mantuvieron vivo en sus momentos de agonía. Un pasado glorioso del cual enorgullecerse, y a partir del cual construir una identidad común bohemia. El Atlanta que debemos buscar es aquel que logre conquistar corazones con el invencible poder evangelizador del sentimiento. Bichi Paredes y Pepe Castro son dos ejemplos, dos hijos adoptivos que no son bohemios de nacimiento sino que se vieron atrapados por esa misteriosa magia bohemia. Debemos capturarlos a todos para poder reconstruir un Atlanta cada vez más grande. Los chicos del barrio, los que hacen deporte en el club, todos deben sentirse parte, deben ser reconocidos y honrados. Que crezcan acá, y que en unas décadas sean ellos los locos bohemios que sigan pensando y trabajando para hacer un Atlanta más grande.

martes, 4 de diciembre de 2012

Cuando no la gana, la empata

Esta vez Atlanta no se pudo llevar los tres puntos y perdió una chance así de alejarse en la punta de la B Metro, pero finalmente terminó yéndose con el empate de Campana. Si bien logró ponerse en ventaja en el primer tiempo, no pudo sostener la diferencia en el segundo, y el panorama de la noche cambió drásticamente cuando sufrió las expulsiones sucesivas de sus dos marcadores de punta, Fernández y Segovia (cuarta roja en el torneo para el correntino). Con dos jugadores menos, la igualdad estaba más que bien en una cancha difícil ante un Villa Dálmine que es un buen rival. Y al fin y al cabo, sumando de esta manera el Bohemio se aseguró la punta en soledad, una unidad por arriba de Platense. 
En la primera etapa se vio al puntero eficaz, práctico, que ganó los últimos partidos. El gol llegó con una fórmula conocida: asistencia de Sanabria (el tercer gol consecutivo que tiene al Chino como asistidor) y conversión de Andrés Soriano (anotación número 11 en el campeonato), tras una pelota parada que parecía perdida. El conjunto de Rondina no jugaba bien, aunque tenía más la pelota. Por momentos sufría frente a los volantes del local que se escurrían entre los defensores bohemios. En la segunda etapa el empate llegó por esta vía: Renso Pérez tomó un pelotazo y se la picó a Gagliardo. El 1-1 era más justo para un encuentro equilibrado. Atlanta intentó retomar la iniciativa pero se encontró con un escollo cuando Carlos Fernández vio la roja por una patada que no parecía de expulsión. Debió reagruparse en defensa pero no se resignó completamente a atacar. Otro duro golpe fue la ya clásica tarjeta roja a Segovia. Debió ingresar el "bombero" Peláez para cubrir los huecos y Atlanta terminó sufriendo para llevarse un punto, acorrolado por un Villa Dálmine que sin embargo no supo aprovechar la ventaja numérica. 
El punto cae bien. Atlanta está solo en la punta. Ahora queda cerrar el año ante Defensores, en donde Rondina deberá armar una defensa sin Fernández, Segovia, Mbombaj ni Pinto (estos últimos dos, lesionados).