miércoles, 12 de diciembre de 2018

Resumen de la primera rueda

Atlanta cerró la primera rueda en la tercera posición, habiendo obtenido un promedio de dos puntos por partido jugado. Una muy buena campaña hasta aquí en cuanto a efectividad de puntos. De hecho, es la mejor performance en este sentido desde el equipo campeón de 2010/11. Sin embargo, no le alcanzó para terminar puntero el 2018. La punta quedó a dos unidades, pero Barracas tiene un partido pendiente y podría quedar cuatro arriba, virtualmente. Este torneo de Primera B tiene competidores importantes, con grandes argumentos para pelear el ascenso. Estudiantes, que ya está acostumbrado a pelear sin éxito por ascender. Barracas, el club del presidente de AFA que empezó mal pero está en una racha excepcional. Acassuso, que quiere ratificar la gran campaña del torneo pasado. Riestra, que quiere volver a la B Nacional. Estos equipos, además de sus argumentos futbolísticos, cuentan con las sospechadas influencias de sus dirigentes que se han traducido este campeonato en polémicos arbitrajes. Más atrás vienen All Boys, que se desmoronó tras la caída ante Atlanta, y Tristán Suárez, que se recuperó de un mal comienzo y era candidato en la previa. El Bohemio no la tendrá fácil: seguramente sea una segunda rueda caliente.
La gran novedad que encendió la ilusión de todos los hinchas fue la llegada al banco del Pepe Castro, que reemplazó a Francisco Berscé tras un campeonato irregular en el que no peleó el ascenso y se fue tristemente -como siempre- en la primera fase del Reducido. Si en la temporada anterior se confió en un plantel con escasos nombres rutilantes y muchos jugadores jóvenes, esta vez el club apostó por algunos jugadores de experiencia, importantes para esta categoría. Los de mayor renombre: Fernando Enrique, recientemente ascendido con Defensores, y Miguel Caneo, ex Boca y Quilmes.
El andar del equipo del Pepe comenzó siendo arrollador, con puntaje ideal, dos goleadas y sin goles en contra en sus primeras tres presentaciones. Se vio un Atlanta pragmático, contundente, con un gran poderío ofensivo. Sin embargo, luego de ese inicio acumuló dos caídas consecutivas y un empate en Villa Crespo y aparecieron las dudas. El equipo no podía repetir el nivel de juego de las primeras fechas y no mostraba variantes. El once de memoria se deshizo y el Pepe metió mano con cambios tácticos y de nombres, más allá de lesiones y suspensiones. El Bohemio recuperó la senda del triunfo aunque sin sobrarle nada en el juego. No faltaba personalidad: la remontada heroica en el 4-3 frente a Estudiantes lo atestigua. Tampoco cautela para cuidarse en partidos complicados, cuando al menos había que sumar de a uno. Y demostró una gran inteligencia táctica en la gran victoria ante All Boys, donde borró de la cancha a su rival. En el último tramo de esta primera rueda, volvió a verse la mejor versión del Atlanta del Pepe. De los últimos 15 puntos en juego, obtuvo 13. Sólo perdió uno de los últimos 14 partidos. El poder goleador salió de la dependencia exclusiva del Mago Horacio Martínez, que se cansó de fabricar goles de todos los colores este torneo, y encontró en Ignacio Colombini un gran socio y otro hombre de gol. Gran parte del éxito bohemio depende del mediocampo, en donde tiene varias figuras. Nico Previtali, ya asentado como titular y todavía puede seguir creciendo. El corazón y sacrificio de Lucas Colitto. La jerarquía y el equilibrio de Enrique. Y la clase de Caneo, al que le costó adaptarse pero luego se lució con exquisitas asistencias. Abajo, pese a que el Bohemio no recibió muchos goles, hay algunas dudas. Molina ha sido una grata revelación en el lateral derecho, pero se destaca más por su proyección que por la marca. Cherro, Tecilla y Ochoa han presentado algunas irregularidades. Tal es así que Alan Pérez, inicialmente suplente, terminó ganándole justamente el puesto a Tecilla en la zaga. Seguramente una de las razones por las que Atlanta no haya recibido tantos goles sea la actuación de Francisco Rago. Aunque un tanto heterodoxo, ha salvado al equipo en múltiples oportunidades con atajadas improbables, sobretodo en los mano a mano.
El Bohemio tiene razones y argumentos para creer que esta vez sí se le puede dar el ansiado ascenso. Deberá mantener el nivel futbolístico. Hay rivales muy duros y probablemente el margen de error sea pequeño en la segunda rueda.

martes, 11 de diciembre de 2018

TALLERES 0 ATLANTA 4

El Bohemio cerró el año calendario con una contundente goleada a Talleres como visitante, en una condición en la que no le venía yendo tan bien en este campeonato. De la mejor manera se despidió del 2018, goleando y ratificando un gran presente que le permite ilusionarse con conseguir el ascenso en el primer semestre de 2019. El tercer puesto parece quedarle chico a la gran campaña, ya que el equipo del Pepe Castro sacó dos de cada tres puntos posibles en esta primera rueda. Además del abultado resultado, Atlanta volvió a demostrar su enorme poderío ofensivo. Si algo no le falta es gol. Del mediocampo para arriba cuenta con jugadores de jerarquía en un gran momento. En Escalada, a los buenos rendimientos individuales se les sumó una interesante asociación colectiva, con picos de fútbol de alto vuelo. La clase de Enrique y Caneo volvieron a ser fundamentales. Y arriba aniquiló al rival con la fuerza de sus delanteros: Colombini y Martínez. Los goleadores venían destacándose por separado pero ahora formaron una linda dupla, que ojalá nos rinda muchos goles más en este torneo. En ataque el conjunto del Pepe fue letal y así estableció diferencias importantes ante un rival débil, que se vio desbordado. La defensa bohemia, pese a mantener la valla invicta, no estuvo tan segura. Talleres en el primer tiempo llegó con peligro gracias a algunas desatenciones y pudo haber convertido cuando había paridad en el marcador. Ochoa, que no estaba teniendo una buena labor, debió salir lesionado y su lugar lo ocupó Joel Barbosa, que se puso por primera vez la verdadera azul y oro. Justamente en un puesto en donde Pepe debió improvisar varias veces cuando Ochoa no pudo jugar. Figueira no lo convenció, luego colocó a Alan Pérez que se ganó la titularidad pero en la zaga central, y ahora probó con Barbosa, aunque era el único defensor que tenía hoy en el banco.

lunes, 3 de diciembre de 2018

ATLANTA 3 COMUNICACIONES 0

Abultada victoria de Atlanta, en su última presentación en Villa Crespo en este 2018. En su casa, le fue muy bien: sólo perdió puntos frente a Riestra y Flandria, además de un empate frente a San Telmo fuera del León. El resultado reflejó las posiciones de cada uno de los dos equipos en la tabla de posiciones (Comu va último y el Bohemio quedó a dos de la punta, aunque Barracas tiene un partido menos y puede superar a Estudiantes) más que las diferencias en el juego. En realidad, fue un partido en que ambos tuvieron sus momentos. Mientras que a Atlanta le salió todo bien, el visitante tuvo una tarde fatídica. El Bohemio fue superior en el primer tramo de la primera etapa, cuando salió decidido a arrollar al rival, y en el segundo tiempo cuando ya el partido estaba liquidado, 3-0. Logró irse al entretiempo con una amplia ventaja de dos goles, demostrando una gran efectividad y salvándose de tres remates en los palos. La diferencia la hizo arriba. Colitto, Colombini y Seijas fueron las figuras y pilares del triunfo. Martínez volvió a las canchas, y pese a que no estuvo en su mejor nivel, se dio el gusto de convertir de penal. De todos modos, el buen momento de Colombini entusiasma. Seijas cubrió muy bien nuevamente la ausencia de Previtali. Con jerarquía y poderío de gol, Atlanta se llevó una cómoda victoria. Igualmente sufrió. Cuando Comunicaciones se decidió, le hizo daño al conjunto del Pepe. Tranquilamente pudo haber descontado y puesto en aprietos al Bohemio.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

ALL BOYS 2 ATLANTA 3

Gran victoria de Atlanta, de esas que cuestan, que no se dan todos los días, que se disfrutan mucho. En los últimos 10 años, había enfrentado una única vez a All Boys, y por Copa Argentina. Un club cuya rivalidad es superada únicamente por la de Chacarita, pero que en las últimas décadas fue adquiriendo un condimento cada vez más picante. Para Atlanta es también una maldición: sólo le había podido ganar una vez en los últimos 22 años. Ahora, este recuerdo podrá reemplazar a la anterior última hazaña perpetrada por el colombiano Mosquera. El Bohemio celebró en Monte Castro en el partido que los hinchas soñaban ganar y en un encuentro fundamental por la lucha por el ascenso. All Boys es un rival directo, que no había perdido como local en todo el torneo. Con el triunfo, el conjunto del Pepe Castro se puso como escolta, a dos puntos de Estudiantes.
La primera media hora de Atlanta fue brillante. El Pepe salió a la cancha con un 4-4-1-1 y borró de la cancha completamente al local. All Boys fue superado sobretodo tácticamente. En ese lapso de tiempo el Bohemio logró hacerse de una ventaja de dos goles, primero gracias a un magistral pase de Caneo para habilitar a Colombini y luego por un cabezazo del goleador que metió un doblete memorable. Atlanta era mucho más en el resultado y en el juego. Se vio un equipo convencido, con mucha actitud, dispuesto a luchar cada pelota, cada centímetro, y también a jugar al fútbol, a dañar. Seijas y Enrique fueron fundamentales en el mediocampo para darle equilibrio al equipo. Caneo, en plenitud física en el primer tiempo, aportó técnica, precisión y creatividad. Parecía difícil mantener semejante rendimiento durante los 90 minutos, en un día además tan caluroso y en una cancha difícil. Efectivamente, Atlanta aminoró la marcha y All Boys se recuperó anímica y futbolísticamente. Al menos, se logró llegar al entretiempo manteniendo la ventaja de dos goles, más que merecida.
En la segunda etapa, el equipo del Pepe se volcó de lleno en el objetivo de aferrarse a la victoria. Más replegado, apostó a la contra con Oyola primero y luego con Mazzanti, que estuvo impreciso. Cherro y Alan Pérez sacaron sin asco todo lo que entró al área. Con garra y corazón, con orden táctico, Atlanta lograba que el tiempo pasara y la victoria siguiera su camino rumbo a Villa Crespo. El local apretó y tuvo sus chances. Entre Rago y la fortuna bohemia le negaron el descuento a All Boys. El gol de Modesto parecía liquidar el encuentro, a poco del final. Encima, era goleada. Un resultado para la historia. Pero Atlanta, quizá ya imaginando que el triunfo no se podía escapar, se relajó, se sacó el cuchillo de los dientes, y en un par de minutos el Albo convirtió dos goles con los que se puso a tiro. Por suerte, ya no quedaba tiempo para más. Sólo para celebrar.

domingo, 18 de noviembre de 2018

ATLANTA 3 J.J.URQUIZA 1

Tras la dolorosa caída en Zárate, Atlanta se recuperó rápido con una justa victoria en Villa Crespo en el primer enfrentamiento en su historia con el humilde Justo José de Urquiza, recientemente ascendido desde las oscuridades de la Primera C. Los tres puntos vienen bien para no quedar rezagado en el pelotón de arriba y en la antesala de un partido fundamental frente a All Boys este miércoles. Fundamental por lo que significa emotivamente el rival y porque el Albo es potencial puntero de la categoría. Para esta presentación en Villa Crespo el Bohemio recuperó a dos jugadores clave en la estructura del mediocampo y del equipo: Previtali y Enrique. Colitto debe cumplir una fecha más de suspensión y todavía no se sabe si Horacio Martínez llegará para el miércoles. De cualquier manera, Atlanta llega con más confianza y con más soldados para esta importante batalla después de superar merecidamente a Jota Jota, aunque el partido se hizo por momentos complicado. El Pepe Castro varió el esquema inicial, colocando por primera vez juntos desde el arranque a Caneo y Miranda, con Oyola haciendo la banda izquierda y Colombini de único delantero neto. Atlanta dominó el inicio del encuentro, mostrándose superior en el juego. Con abundancia de jugadores creativos, se le hizo fácil llegar a la puerta del área, pero con Colombini muy solo arriba y las imprecisiones de Miranda adentro del área no pudo abrir el marcador en el primer tiempo. Además, no logró mantener durante toda la primera etapa una actitud agresiva constante, y el visitante avisó con algunas incursiones que podía lastimar si se animaba. En el segundo tiempo, por el contrario, el Bohemio tuvo menos fútbol pero más efectividad. Colombini, de gran labor en el ataque, se la dejó servida primero a Enrique y luego a Oyola, que tuvo premio a su buen rendimiento en éste y los últimos partidos y convirtió su primer gol con la camiseta bohemia. Luego el mismo Colombini la empujó para aumentar la cuenta, justo poco después de que Urquiza se perdiera el empate en el área chica. Así es el fútbol, como le pasó a Atlanta en Zárate, esta vez se le dio a su favor. La segunda parte fue de ida y vuelta. El conjunto del Pepe expuso su vocación ofensiva, aprovechando espacios y atacando de contra con los dos ex Tigre Oyola y Mazzanti echufados, pero también sus dudas atrás. Jota Jota llegó mucho al arco de Rago, y si sólo logró descontar una vez fue por sus fallas en la definición y por la labor de nuestro arquero. En ese esquema peligroso de ida y vuelta que podía darle muchos dolores de cabeza a Atlanta, el gol de Previtali trajo tranquilidad para asegurar la victoria. El Turco, la mayor promesa actual surgida de las Inferiores, también tuvo su merecido bautismo en la red. Atlanta cumplió con su obligación y al finalizar el partido no hubo mucho tiempo para festejo: la gente le recordó al equipo que el choque más esperado es este miércoles, en una prueba de fuego en la que deberá demostrar para qué está en este torneo.

sábado, 10 de noviembre de 2018

CADU 2 ATLANTA 1

Un partido increíble perdió Atlanta, después de 8 encuentros sin conocer la derrota. Se sabía que la visita a Zárate tendría sus complicaciones para un Bohemio diezmado por las lesiones de jugadores clave. En particular, las ausencias del goleador Martínez y Previtali y Enrique en el mediocampo. El ex Defensores todavía no alcanzó su recuperación. El Pepe tuvo que rearmar el rompecabezas para visitar a un CADU que se hace fuerte de local y que desequilibra a fuerza de sus grandes delanteros, Franzoia y Velázquez. Pese a los cambios de nombres, el Pepe no cambió el esquema táctico. Y en el primer tiempo especialmente la pasó mal. El local abrió la cuenta rápido gracias a una exquisita habilitación de Franzoia y la definición de Cáceres. CADU tenía en ataque la velocidad y la precisión que no tenía Atlanta. El Bohemio llegó poco y sufrió bastante en defensa, por los costados. El equipo no aparecía y perdía merecidamente. En el segundo tiempo, Franzoia le perdonó la vida a Atlanta y luego Caneo logró marcar el empate, empujándola tras un desborde de Colitto en una buena combinación ofensiva bohemia. Con el envión anímico y un CADU quedado, parecía que podía ser la chance del Bohemio. Sin embargo, el ingreso de Oyola por Milton parecía enviar otro mensaje desde el banco. El Pony de todos modos fue una importante pieza ofensiva que aportó velocidad y sorpresa al contragolpe. La expulsión de Colitto volvió a enterrar la ilusión de una victoria. Atlanta se refugió en la posibilidad de conservar el empate, pero al mismo tiempo le quedó más espacio para el contraataque. Así se armó un partido de ida y vuelta, en el que CADU avisó que podía llevarse el triunfo por ejemplo con una chilena que atajó Rago o con un cabezazo en el palo tras una mala salida del arquero. Pero también Atlanta acarició lo que hubiera sido una hazaña, con uno menos. Sobre el final, Seijas habilitó muy bien a Colombini, que quedó mano a mano con tiempo para pensar la definición, pero definió encima del arquero. Mazzanti se lo perdió también en una jugada que tuvo dos mano a mano consecutivos para ganarlo. El lamento por la oportunidad perdida no habría sido tan grande si no hubiera sido por lo que ocurrió inmediatamente después. Atlanta en los nombres estaba dispuesto a conservar el punto, pero quizá el entusiasmo por la cercanía del triunfo lo terminó agarrando mal parado en defensa en el último minuto, y tras una buena maniobra de Velázquez en el área, Tecilla terminó cometiendo un claro penal. Así lo terminó perdiendo Atlanta, que estuvo a punto de llevarse todo y terminó yéndose con las manos completamente vacías.

sábado, 3 de noviembre de 2018

ATLANTA 2 ALMIRANTE BROWN 1

Un partido durísimo ganó Atlanta en Villa Crespo, frente al complicado Almirante Brown de Blas Giunta. El desarrollo no se le hizo cuesta abajo, pero el Bohemio logró salir adelante y llevarse tres puntos muy importantes para retomar la senda de la victoria y no alejarse de la punta de Estudiantes. El encuentro fue parejo y el local no jugó bien, pero fue efectivo y encontró el gol en los momentos justos. Lo mejor de Atlanta se vio en el primer tiempo, aunque en cuentagotas. El Pepe metió mano en el once inicial. Tecilla dejó la titularidad y puso a Alan Pérez como central. En el mediocampo, probó con Seijas en el sector derecho. La dupla central Cherro-Pérez estuvo sólida a lo largo del partido. El juego era trabado, luchado. Pero el conjunto del Pepe Castro armó una muy buena jugada colectiva y logró ponerse en ventaja. Fue clave la claridad que aportó Caneo para abrirla a Seijas, que tiró un buscapié que encontró justamente el pie de Colombini. El ex Almirante sólo tuvo que empujarla frente al arco.
Sin embargo, en el segundo tiempo, una mala salida de Rago derivó en un tiro libre en el borde del área que el Guri García convirtió en gol. El ex bohemio no tuvo piedad como Colombini y sí gritó con todo su gol frente a su ex equipo. Ojalá hubiera jugado en Atlanta con la misma actitud y vehemencia con la que gritó el gol del transitorio empate. La igualdad le calzaba mejor al partido y parecía que iba a ser el resultado final. Pero apareció el imparable goleador Horacio Martínez para elevarse como ninguno más y acariciar la pelota con la cabeza, colocándola junto al palo, inatajable. Después, al Bohemio sólo le quedó aguantar el resultado, replegado en su propio campo. Debió luchar contra las lesiones que siguen asediando al plantel. Miranda se recuperó y reapareció, pero Enrique sigue desgarrado y ahora se agregan a la lista tres titulares: Pedrozo, Previtali y Martínez. El 5 y el goleador parecen irreemplazables, por su nivel y lo que significan para Atlanta hoy. El Pepe tendrá un gran dolor de cabeza para armar el equipo que visite a CADU en Zárate.

domingo, 28 de octubre de 2018

SACACHISPAS 0 ATLANTA 0

El objetivo era llevarse los tres puntos pero no lo logró el equipo del Pepe Castro. No fue un partido sencillo en Villa Soldati, frente al humilde pero entusiasta Sacachispas, que le sacó su primer punto en el historial. El resultado final estuvo bien para lo que fue el encuentro, en el que ambos hicieron méritos simétricos para llevarse la victoria, pero no el mérito suficiente como para obtenerla. Atlanta sigue sufriendo las lesiones que le quitan valores importantes en un plantel que no destaca por la abundancia: sin Enrique ni Miranda desde inicio, para colmo el goleador Martínez debió salir en el entretiempo por una contractura. Con sus armas disminuidas, el Pepe debió buscar alternativas. Caneo tuvo más protagonismo en el juego pero si bien iluminó con algunos destellos de calidad, no aportó dinamismo. Castro buscó darle vértigo y velocidad al equipo con los ingresos de Mazzanti y Oyola, sus dos ex dirigidos en Tigre. Walter sigue sin dar pie con bola este campeonato, mientras que el Pony no pudo ser el salvador como en la fecha pasada ante Fénix.
Atlanta tuvo vocación y ambición por el triunfo, pero no supo cómo. Le costó llegar con verdadero peligro y ser consistente en el juego ofensivo. No logró hacerse del control del partido. Con voluntad, fue a buscarlo. Pero a veces la contra lo agarró mal parado. Se armó un partido de ida y vuelta, en el que el visitante proponía y el local no se quedaba atrás, aprovechando las deficiencias en la marca de un Atlanta que sufrió demasiado atrás. Tecilla y Ochoa no tuvieron un buen partido. Sacachispas tuvo sus chances claras y lo pudo haber ganado, aunque al final terminó viendo con buenos ojos el empate. Al Bohemio un punto enfrentando a un equipo que integra el pelotón de los más débiles le sirve poco y nada, cuando la intención es sumarse al grupo de los que le pelean la punta a Estudiantes.

sábado, 20 de octubre de 2018

ATLANTA 2 FENIX 0

El Bohemio aprovechó el viento a favor en una fecha en que el ex club Riestra perdió su invicto y también Estudiantes y All Boys resignaron puntos. Después de que se le escapara el triunfo frente a San Telmo, no podía perder puntos recibiendo al humilde Fénix en Villa Crespo. Atlanta no lució pero cumplió con la obligación. Sin dudas fue más que un rival que sólo vino a defenderse y que no generó ningún peligro. El partido se jugó siempre lejos del arco defendido por Rago. La responsabilidad y la pelota fueron siempre de Atlanta, pero eso no significó por sí solo que llovieran las situaciones de gol para el conjunto del Pepe. De hecho, el primer tiempo fue bastante malo. Caneo tuvo su primera chance como titular y, aunque se mostró prolijo, no aportó sorpresa y cambio de ritmo para romper líneas en el frente de ataque. Las ofensivas del local fueron muy previsibles y perturbó muy poco a un Fénix que lograba hacer su negocio. Lo único positivo es que no se sufría en defensa. En el segundo tiempo, a partir de los cambios que trajeron una bocanada de aire fresco, Atlanta sí logró modificar su apatía por vértigo y desequilibrio ofensivo. El ingreso de Oyola fue clave: a poco de entrar se deshizo de un rival con una gambeta y le puso un exquisito pase gol al tremendo Horacio Martínez, que abrió el partido. El Pony estaba jugando sus primeros minutos en el campeonato y terminó siendo la figura que cambió el juego. Ojalá pueda agregarle regularidad a su capacidad de desequilibrio para seguir teniendo espacio en un equipo que sufrió nuevamente las ausencias por lesión de Miranda y -a último momento- Enrique. Un dato: por primera vez en el torneo Atlanta ganó sin Enrique. Con la ventaja, todo se hizo más fácil. Fénix no supo cambiar el chip e ir en busca del empate. El Bohemio controló el juego y aumentó la cuenta con otro gol del imparable Martínez. Finalmente fue un triunfo tranquilo, lógico, que costó en la primera parte pero se resolvió en la segunda.

sábado, 29 de septiembre de 2018

ATLANTA 4 ESTUDIANTES 3

Increíble partido en Villa Crespo, con un final con tintes épicos. Fue una metáfora del tiempo: lo que era una tormenta oscura tornó repentinamente en un cielo iluminado. Atlanta logró una hazaña tremenda, de esas que al recordar partidos similares se cuentan con los dedos de una mano. El análisis del juego durante casi 90 minutos queda chico en un encuentro que estuvo marcado por los accidentes, por las fatalidades, por hechos concretos y puntuales que fueron determinantes. Estos momentos electrizantes le dieron forma a un intenso 4-3: un gran espectáculo para el hincha neutral, la gloria para los bohemios y la desazón para el Pincha. Estudiantes se estaba llevando demasiado premio de Villa Crespo, más allá de que en el segundo tiempo Atlanta estaba haciendo todo lo posible por perder el partido. Porque en la primera mitad el local fue más. Consiguió lo más difícil que es abrir el marcador, gracias al oportunismo nuevamente de su goleador Horacio Martínez, que ya estaba jugando lesionado por una fuerte entrada. Con la ventaja, el conjunto del Pepe Castro se asentó en el juego y apostó a filtrar pases largos entre los defensores visitantes, que jugaban adelantados y en línea. Así, parecía que estaba al caer el segundo gol que diera más tranquilidad. Sin embargo, el final del primer tiempo dejó un sabor amargo. Joao lo igualó en la última jugada, aunque el hábil 10 de Estudiantes se fue expulsado por una agresión luego del gol. Atlanta perdía su ventaja pero tenía todo un tiempo para jugar con uno más, y encima su rival se quedaba a su principal figura.
De todos modos, el desarrollo del segundo tiempo no fue el esperado. Martínez debió salir y Castro incluyó a Pedrozo más retrasado, pasando Mazzanti a la delantera. El ex Tigre sin embargo todavía no encontró su nivel ni su posición en el esquema 4-3-1-2. Atlanta no tenía fútbol, no lograba dominar a su rival pese a la diferencia numérica, y para colmo Estudiantes pasaba a ganar el partido gracias a un polémico penal cometido por Cherro. El tiempo transcurría y las respuestas futbolísticas no llegaban. Atlanta entregaba la imagen de un equipo desarmado, confundido, sin ideas. Los ingresos de Caneo y Milton Giménez no cambiaban la ecuación. En medio de la confusión, Estudiantes aprovechó una nueva desatención de Tecilla y puso el 3-1 que parecía condenatorio, a tres minutos del final. Increíblemente, el local lo perdía con un jugador más, dejando una imagen muy pobre. Pero quizá esta última afrenta hirió el orgullo bohemio, despertó algo que estaba dormido. Desató la furia de Atlanta, que a pura convicción y con un gran corazón hizo en un puñado de minutos todo lo que no había hecho antes. El poder de la mente. En los últimos cinco minutos de juego (incluyendo el descuento) llegó la seguidilla de tres goles que le permitieron al equipo del Pepe dar vuelta un partido increíble, de película. Con un Molina encendido en sus proyecciones que resultaron clave en los goles, y los delanteros Pedrozo, Colombini y Milton Giménez con toda la confianza para arremeter y llevarse por delante a un Estudiantes derrumbado. Un desenlace que sólo se puede explicar desde lo anímico. Y que merece el festejo apropiado, más allá de las irregularidades del equipo que deberán ser corregidas para pelear por el ascenso.

sábado, 15 de septiembre de 2018

ATLANTA 1 FLANDRIA 1

Dolió más el pésimo segundo tiempo jugado por Atlanta que la victoria que se escapó en tiempo de descuento. El Bohemio estuvo cerca de llevarse los tres puntos en un duro encuentro ante Flandria en Villa Crespo, pero hubiera sido un triunfo muy soso y deslucido. Los interrogantes futbolísticos fueron enormes. El local no merecía ganar: incluso una derrota no habría sido injusta. El primer tiempo fue parejo, aunque el conjunto del Pepe Castro fue un poco más. Porque intentó dominar el juego, porque buscó el protagonismo con un Miranda encendido en su mejor partido del campeonato, después de un arranque flojo del ex Fénix. Con la vuelta de Enrique en el mediocampo y la elegancia de Previtali, parecía que Atlanta podía amagar con volver a ser el equipo ganador de los primeros partidos. Muy tímidamente, claro está. Le alcanzó para ponerse en ventaja en la única chance clara que generó: pase largo de Miranda a Horacio Martínez, al que le cometieron penal cuando iba a quedar mano a mano con el arquero. El mismo delantero fue el encargado de convertirlo en gol. Hasta ahí parecía un partido normal, un triunfo ajustado de Atlanta que podía desarrollarse y justificarse en la segunda etapa. Pero después del entretiempo fue otro partido. Miranda salió lesionado y el Pepe incluyó a Seijas, un jugador de otras características y que además no está en su nivel de otros torneos. Atlanta se tiró atrás, se replegó demasiado. Dejó avanzar a un Flandria que se agrandó y empezó a cascotear el rancho. Este esquema no pudo ser revertido en todo el segundo tiempo. Atlanta lo sufrió, aguantando, salvándose del empate en varias oportunidades. Con los carrileros jugando prácticamente de laterales. Sin poder tener la pelota ni generar una contra. Miguel Caneo se puso por primera vez la camiseta bohemia pero no apareció en el partido. Jugando prácticamente de delantero, nunca pudo agarrar la pelota. Atlanta parecía superado físicamente por su rival, que buscaba y buscaba. Finalmente el visitante lo encontró, cuando parecía que era posible el milagro de irse con una victoria. Ocurrió lo lógico. Mientras tanto, el Bohemio volvió a ofrecer una mala imagen y acumuló tres partidos sin ganar, luego de aquel arranque demoledor.

domingo, 9 de septiembre de 2018

ACASSUSO 1 ATLANTA 0

Segunda derrota consecutiva de Atlanta, luego de un gran arranque con tres victorias seguidas en el campeonato. El cielo estaba despejado y ahora aparecen nubes en el horizonte: el equipo deberá demostrar para qué está realmente. La derrota con el ex club Riestra había como condicionantes el injusto arbitraje de Comesaña y la expulsión temprana de Enrique. Pero el sábado, en un nuevo partido, Atlanta jugó su peor partido del torneo y cayó ante Acassuso, otro de los equipos de la categoría que (como la Sociedad Anónima de Stinfale) viene manteniendo una base y una idea de juego desde hace tiempo y por lo tanto se prepara para pelear arriba. El conjunto del Pepe Castro dejó una mala imagen en la cancha de Sportivo Italiano. Si en los encuentros anteriores se había destacado por su firmeza defensiva, esta vez exhibió sobretodo un primer tiempo lleno de huecos y errores atrás. Cherro y Tecilla cumplieron una pobre labor, y para colmo se lesionó Ochoa en la primera etapa. Molina terminó cometiendo un tonto penal que dictaminó el triunfo para el local. La defensa fue pura confusión y Acassuso aprovechó. En el mediocampo, Previtali fue el único que aportó claridad. No alcanzaron la voluntad de Colitto y la participación activa de Miranda para generar juego. Morales no supo reemplazar a Enrique. La ausencia del mediocampista se hizo sentir desde su expulsión. ¿Cuándo podrá volver? Miranda, que había sido de lo menos destacado en el equipo que goleaba e ilusionaba, todavía no recuperó el nivel de la primera rueda de la temporada anterior. De hecho, el Pepe lo sacó para incluir a Mazzanti cuando había que dar vuelta el partido. El ex Tigre esta vez estuvo más movedizo y punzante que en su último ingreso y generó la más clara: un centro a Pedrozo, que quedó solo pero no pudo acomodarse para definir. A los delanteros les llegó muy poco. Atlanta fue un equipo deshilachado, sin una idea clara de juego. Se lo vio débil y generó poco. Al final del encuentro, con un Acassuso completamente replegado para defender la ventaja, estuvo más cerca pero no le alcanzó. Incluso no le dieron un claro penal sobre el final. Y se fue con las manos vacías.

martes, 4 de septiembre de 2018

ATLANTA 0 STINFALE 1

La racha ganadora del gran arranque de campeonato se cortó en la cuarta fecha, cuando Atlanta se chocó con el equipo de la mafia, la oveja negra del Ascenso. Se sabía que iba a ser un partido chivo, una prueba de fuego para un Bohemio que venía de ganar con cierta tranquilidad los primeros encuentros. Efectivamente fue todo lo que se esperaba. Deportivo Stinfale, además de tener jugadores de gran talento como Gonzalo Bravo, apuesta a la fortaleza física y la intensidad constante. Contó también con una gran ventaja adicional: el polémico arbitraje de Comesaña, que no es la primera vez que es señalado por beneficiar al ex club, hoy sociedad anónima en la práctica. Inclinó la cancha constantemente al permitir el juego brusco del visitante, castigando especialmente al local. La dudosa expulsión de Enrique, en el primer tiempo, fue clave para el desarrollo del partido. Con uno menos, a Atlanta se le hizo cuesta arriba equiparar fuerzas. Para colmo, Comesaña le otorgó un penal al conjunto delictivo. La heroica atajada de Rago, que tuvo una gran actuación y merecía ser el abanderado de un empate con gusto a hazaña, le permitió al Bohemio mantenerse vivo en un momento crucial del partido y soñar con no irse con las manos vacías. Pero un cabezazo certero, tras un córner, terminó con la ilusión y con el invicto bohemio.
El conjunto del Pepe de todas maneras se fue aplaudido de Villa Crespo. La gente reconoció el enorme esfuerzo de los jugadores, que jugaron con actitud y sacrificio, y por momentos lograron compensar la diferencia numérica que existía. Además de Rago que salvó a Atlanta en varias ocasiones, fueron destacadas las tareas de Molina, Cherro y Colitto. El Bohemio estuvo cerca de lograr un empate, lo que hubiera significado un digno premio en un partido en que tuvo todas en contra. Sin embargo, el nerviosismo por las decisiones arbitrales de Comesaña le jugó una mala pasada. Por momentos la actitud se transformó en ansiedad y desorden, cuando Atlanta necesitaba serenidad e inteligencia. La confianza y la convicción están intactas, pero ahora el Pepe deberá por primera vez cambiar la alineación titular. ¿Cuántas fechas recibirá Enrique? El volante es una pieza fundamental en el equipo, y parece difícil de reemplazar. Se cortó el cuento de hadas y Atlanta chocó con la realidad: las mafias, las cosas raras, que también son parte del fútbol. También deberá enfrentarlas y superarlas para cumplir el objetivo propuesto esta temporada.

sábado, 25 de agosto de 2018

ATLANTA 3 SAN MIGUEL 0

Hasta ahora el arranque de campeonato viene demasiado perfecto, muy cómodo para Atlanta. Ganó sus dos primeros partidos por goleada, sin recibir goles. Dos actuaciones sólidas, impecables, frente a su gente en Villa Crespo. Está claro que no todo le resultará tan sencillo al Bohemio a lo largo de este largo torneo, pero al menos el equipo del Pepe Castro exhibió claros argumentos para ilusionarse. Los triunfos no fueron azar ni casualidad. Con la misma alineación que en el encuentro ante Tristán Suárez, Atlanta fue muy superior a un limitadísimo San Miguel, que no estuvo a la altura de las circunstancias y para colmo sufrió con las lesiones: su arquero debió salir en el primer tiempo, y en la segunda etapa terminó quedándose con diez por una lesión cuando ya había hecho los tres cambios. El desarrollo nuevamente favoreció a Atlanta, que de todas maneras hizo todo para merecer y alcanzar la victoria. Previtali demostró su jerarquía como pasador para habilitar a Pedrozo en un muy lindo primer gol. Molina se lució con una gran proyección y centro perfecto a Martínez, que volvió a convertir. Y Cherro, el capitán que volvió para conseguir un nuevo ascenso, metió un cabezazo para asegurar la goleada.
En estos partidos se empieza a ver lo que quiere el DT para el equipo. Llama la atención que en estas primeras fechas ya se percibe una identidad de juego, una idea. Un equipo que se construye a partir de un mediocampo con mucha dinámica, despliegue y buen juego, y una defensa sólida, con dos centrales muy firmes y laterales que sólo suben cuando es necesario. Atlanta se mantiene ordenado, equilibrado, y no ejerce su dominio del juego a través de la tenencia de la pelota. Por el contrario, apuesta al pase largo, sorpresivo, al juego rápido y vertical, a ser punzante. Así, logró dañar a sus rivales. Estuvo fino para definir y logró ser efectivo en el arco rival. El conjunto del Pepe está muy bien y este arranque da para soñar. Pero falta muchísimo y el Bohemio deberá aprender a no confiarse, y saber que los rivales lo van a empezar a mirar de otra manera.

sábado, 18 de agosto de 2018

ATLANTA 4 TRISTAN SUAREZ 0

Qué lindo arrancar así, con las palmas gastadas y las gargantas roncas. Atlanta no se guardó nada en su debut, que significó nada menos que el regreso del Pepe Castro a la conducción técnica. El ídolo tuvo un comienzo acorde a su historia repleta de alegrías en el club. Los inicios de temporada suelen ser duros para un equipo recién armado, con muchos nombres nuevos. Sin embargo, fue el renovado Atlanta el que goleó cómodamente a Tristán Suárez, uno de los candidatos al ascenso que viene de un proceso en curso comandado por Bazán Vera. La tormenta no fue obstáculo sino que incluso facilitó las cosas para redondear una amplia diferencia en el marcador.
Además de abultado resultado, hubo varios aspectos positivos en el juego que invitan a la ilusión del pueblo bohemio. Si bien éste es apenas el primer partido, este plantel parece tener más jerarquía individual que el anterior. Por otra parte, hay grandes diferencias tácticas. Mientras que Berscé proponía un esquema con un volante central muy retrasado tipo líbero para salir jugando con laterales muy abiertos y extremos en la delantera, el Pepe Castro plantó -como en los amistosos- un claro 4-3-1-2, con un enganche definido (Miranda) y sin delanteros extremos. El juego pasó poco por defensores, que no tuvieron problema en dividirla para no complicarse. El retornado Cherro y Tecilla conformaron una firma dupla central. Previtali estuvo impreciso pero tuvo como aliados a Enrique y Colitto, dos mediocampistas con despliegue, criterio y llegada. Una coincidencia con el ciclo anterior: el equipo jugó sin una referencia de área. En el segundo tiempo, el DT no tuvo problemas en incluir a Seijas por Miranda para armar un 4-4-2 y cuidar el triunfo.
Arriba, el Bohemio fue efectivo, muy contundente. No generó muchas situaciones de peligro, pero no perdonó. En los goles se vieron buenas maniobras individuales y también jugadas colectivas que invitan a soñar con buenas asociaciones futbolísticas. La gran figura fue Colitto, que debutó con la azul y amarilla con tres goles siendo volante y se llevó la pelota del partido. Así logró ganarse la ovación de los hinchas en su primera presentación.
Atlanta se dio el lujo de empezar goleando a un rival de peso, incluso con Mazzanti (lesionado, anduvo muy bien en los amistosos) y Miguel Caneo (el refuerzo de más jerarquía) mirando el partido desde afuera. Un comienzo de candidato, que podrá revalidar su condición en una nueva presentación en Villa Crespo en la segunda fecha de un torneo largo que recién empieza.

martes, 14 de agosto de 2018

La ilusión de la mano del Pepe

Si a algo nos hemos acostumbrado estos años es a la frustración del ascenso que se nos niega, y a volver a empezar pronto con un nuevo sueño.  Dejar atrás el sabor amargo y permitirse volver a creer. Para esta temporada 2018/19, ese sueño se sostiene por el Pepe Castro, el último gran ídolo del club. La figura indiscutible del Pepe atraviesa cualquier grieta y unifica a los hinchas en torno a un punto en común. Exitoso como jugador con dos ascensos y grandes alegrías, vuelve al club después de casi dos décadas, luego de una primera experiencia no satisfactoria en el inicio de su carrera como DT. Hoy, después de un muy buen trabajo en las Inferiores de Tigre, arriesga su prestigio, su comodidad y su idolatría para calzarse el caliente y complicado buzo de DT de la Primera de Atlanta. Un desafío nada sencillo. El objetivo, como siempre, es el ascenso. Como viene siendo costumbre, para esta temporada se verá un equipo bastante renovado, pese a que el proyecto original comenzado con Berscé implicaba teóricamente un plan de mediano plazo, con jugadores jóvenes y contratos de dos años. Con las idas de Lugo y Adrián Martínez se perdieron dos piezas clave del equipo anterior, pero sin duda la baja más polémica fue la del capitán Bianchi Arce, cuya llegada revolucionó Villa Crespo como lo hizo la del Pepe Castro, pero luego de un campeonato irregular no acordó su continuidad con la dirigencia y decidió retirarse del fútbol. A Miranda, Mazzanti, Previtali, Ochoa, Tecilla, Pedrozo, Seijas y compañía se les sumaron varios refuerzos, especialmente en el mediocampo. Si en el plantel anterior llamaba la atención el predominio de la juventud, esta vez hay varios jugadores de experiencia. Pareciera que la dirigencia no quiso cometer el mismo error: el equipo venía jugando en buen nivel pero nunca pudo recuperar la confianza y la convicción después de una serie de caídas. Entre los nombres más importantes están Nico Cherro (en su segundo ciclo en el club) y Joel Barbosa en la zaga, y Fernando Enrique y Miguel Caneo en el mediocampo. Enrique tiene una gran experiencia en el Ascenso y Caneo es la gran carta creativa. La deuda parecería estar en la delantera. Si bien Mazzanti la estuvo metiendo en los amistosos, los atacantes que llegaron -Horacio Martínez y Colombini- no son centrodelanteros naturales.
Con un plantel más rico y la conducción de Pepe Castro que renovó la ilusión en Villa Crespo, Atlanta se encamina hacia una nueva temporada con el ascenso entre ceja y ceja. Derrumbada la promesa de reestructuración, no queda otra que maximizar el potencial del equipo y apuntar al ascenso directo. ¿Esta vez se le dará?

lunes, 7 de mayo de 2018

El uno por uno

Resumen jugador por jugador de la temporada:

RODRIGO LUGO. El arquero titular tuvo algunas dudas, sobretodo en las pelotas aéreas. Sin embargo, con el correr del torneo se fue haciendo más fuerte y salvó al equipo en varias oportunidades, sobretodo en los peores momentos futbolísticos. Su inoportuna lesión lo privó de atajar en el partido más importante.
IGNACIO VIAIN. Con 18 años, sorprendió a todos por sus reflejos y especialmente por su enorme personalidad para atajar en un partido muy bravo en el Reducido. Berscé le dio la chance a él en vez de a Brambatti, que había sido suplente de Lugo en la primera rueda. Una interesante apuesta de cara al futuro.
MARIANO BETTINI. En su mejor versión, se mostró criterioso, dinámico, sobrio. Un buen lateral derecho para acoplarse a una estructura de equipo, disciplinado en la marca y correcto en la proyección. Su nivel decayó e incluso perdió la titularidad con Bazán en algunos partidos. Se sintió su ausencia por su grave lesión en el Reducido.
NICOLAS BIANCHI ARCE. La llegada de un hincha reconocido, con su vasta experiencia en Primera División, generó toda una revolución en Villa Crespo. Pronto el capitán se convirtió en símbolo y líder en un plantel joven, nuevo. Por momentos exhibió su experiencia en la cancha e impuso su presencia en la defensa, pero también tuvo flojas actuaciones, con algunos goles en contra por su responsabilidad.
NAHUEL TECILLA. Por su tenacidad, las ganas y el sacrificio, se ganó el puesto y el corazón del hincha. Firme, un central con grandes condiciones, fue muy importante en la defensa. Pero su rendimiento fue bajando y perdió la titularidad. Por su estilo de juego, no podía aportar salida limpia y terminó perdiendo lugar con el ingreso de Sánchez.
GUILLERMO SANCHEZ. Uno de los sobrevivientes del plantel anterior. Empezó relegado como marcador de punta suplente pero luego se ganó la titularidad y terminó siendo una pieza importante del equipo. Por su buen manejo de la pelota y de los tiempos, Berscé lo utilizó preferentemente como marcador central o como líbero, aportando una salida más clara desde el fondo.
AXEL OCHOA. Uno de los jugadores más regulares en el campeonato, prácticamente indiscutible. Por su despliegue, su capacidad de proyección, sacrificio y desfachatez. Peligroso en ataque, aunque algo desordenado en defensa. Incluso se las arregló para cubrir el lateral derecho durante la lesión de Bettini. A veces le suben demasiado las revoluciones y debe aprender a serenarse.
FABIAN MONSERRAT. Otro jugador cuyo rendimiento acompañó al del equipo. Cuando Atlanta jugaba bien, se acoplaba como un engranaje más. Volante con llegada, interesante para unir las funciones defensiva y ofensiva. Con el correr de los partidos, Berscé le dio menos protagonismo.
LEONEL ALVAREZ. Elegido por el DT y muy esperado cuando no llegaba el transfer desde Independiente, este volante prolijo y de buen pie tuvo un campeonato decepcionante. No se adaptó al juego de la categoría. Lento y ajeno a la fricción, no estuvo en la sintonía adecuada. Apenas mostró algunos destellos en pocos partidos.
GASPAR VEGA. El más cuestionado por los hinchas debido a la predilección del entrenador por este jugador. Volante central devenido en líbero, en los primeros partidos fue importante en el circuito de juego del equipo al aportar una salida clara. Su caída en el rendimiento, su falta de oficio como defensor y una serie de errores lo llevaron a la silla eléctrica.
NICOLAS PREVITALI. Una de las buenas novedades fue el enorme crecimiento futbolístico de Previtali, un chico surgido en las Inferiores que no venía de buenas actuaciones pero este campeonato se afirmó. Jugando como volante central retrasado, casi como líbero entre los centrales, mostró conducción, panorama y despliegue. Se destacó también adelantándose y participando del ataque, intentando asistir a los delanteros.
GABRIEL SEIJAS. Su lesión lo privó de jugar la mayor parte del campeonato y Atlanta lo extrañó. En su mejor nivel, puede ser importante para aportar equilibrio al mediocampo y asociarse al juego ofensivo.
JOAQUIN OCHOA GIMENEZ. Otro juvenil de Inferiores que mostró una gran evolución, aunque su rendimiento no llegó a alcanzar el de Previtali. Berscé le dio confianza jugando como interior izquierdo. Como volante mixto, puede ser una buena alternativa en el plantel.
JONATAN CHAVES. Irregular, no logró asentarse como extremo izquierdo. En el mejor momento del equipo era suplente. Luego tuvo más partidos cuando otros compañeros bajaron su rendimiento.
FABRICIO PEDROZO. Los hinchas ya lo conocían tras su buen paso en el club en 2014 y 2015. Con más experiencia, el delantero volvió para ser una referencia en el ataque bohemio. No fue bueno en general el campeonato de Fabricio. Pocos goles en su haber y no lo benefició que Berscé jugara con tres delanteros, ya que le tocó en general ser extremo derecho o a veces el único centrodelantero. No se sintió cómodo.
WALTER MAZZANTI. Pocas veces Atlanta últimamente trae un refuerzo a mitad de temporada que logra ganarse indiscutiblemente la titularidad. El joven proveniente de Tigre llegó para quedarse con el puesto de extremo derecho, en el cual Pedrozo no venía rindiendo. Atrevido, punzante, gambeteador, rápido, logró desequilibrio individual cuando el equipo colectivamente no aparecía. Le faltó capacidad de definición para terminar mejor las jugadas.
ADRIAN MARTINEZ. Los hinchas lo miraban de reojo al principio y se pedía por un centrodelantero de mayor jerarquía, pero poco a poco Adrián se ganó la confianza y el cariño. A fuerza de goles y de un enorme sacrificio, terminó siendo uno de los jugadores más destacados. Luchador incansable, oportunista, fue el goleador del equipo. Increíblemente, salió durante un tramo importante del campeonato por decisión de Berscé.
MILTON GIMENEZ. Después de un préstamo en Midland, empezó muy atrás en la consideración del entrenador pero fue aprovechando los pocos minutos que iba teniendo hasta que logró quitarle la titularidad a Martínez, el goleador del torneo. Milton mostró una importante evolución como futbolista, con oficio y buen manejo del cuerpo. En los pocos partidos que jugó, tuvo una interesante efectividad goleadora. Será una buena alternativa en el ataque, y es jugador del club.
BRAIAN OYOLA. Su actuación en el campeonato fue irregular. Por momentos muy enchufado, como en el tramo final del torneo. Y en otros apagado, impreciso. Cuando estuvo bien, logró ser rápido, desequilibrante, una posibilidad cierta de generación de peligro ofensivo por maniobras individuales.
BRAIAN MIRANDA. Arrancó como el encargado de conducir el juego del equipo y entusiasmó su talento, su habilidad y su aceleración. Toda la confianza estaba puesta en el jugador que más fútbol le podía aportar a Atlanta en el mediocampo. Sin embargo, su rendimiento cayó junto con el del equipo. Berscé lo relegó al banco de suplentes y Miranda empezó a tener pocos minutos, en los que tampoco demostró que podía volver a ser el mismo de la primera rueda. Con confianza, puede ser nuevamente importante en un planteo que lo tenga como protagonista.

Resumen futbolístico 2017/18

Atlanta cerró otra temporada muy similar a las anteriores, con un fuerte gusto a frustración. La eliminación en la primera instancia del Reducido, teniendo todo a favor jugando como local, se ha vuelto ya una mala costumbre. La campaña fue mala. Un cuarto puesto en la tabla y una eliminación prematura en el Octogonal son muy poco para un club que tiene como objetivo el ascenso y que al menos debería estar en la pelea grande.
El Bohemio empezó la temporada 2017/18 con un cambio de timón y muchos nombres nuevos. Se fueron varios de los jugadores de jerarquía que conformaban el plantel anterior, la dirigencia echó a Guillermo Duró y contrató a Francisco Berscé. El ex arquero venía con más antecedentes en Juveniles que en Primera y se anunció el comienzo de un proyecto futbolístico, con varios jugadores muy jóvenes y a los que se les hizo un contrato de 2 años, con la idea de apostar a un mediano plazo. Era una apuesta arriesgada ya que Berscé no tenía experiencia en la categoría y porque la juventud puede dar resultados imprevisibles. Además, la paciencia no iba a ser mayor: el objetivo no podía no ser el ascenso. Ante este panorama se podía esperar una larga adaptación. Sin embargo, el inicio fue auspicioso. En los primeros partidos se vio lo mejor de Atlanta en este campeonato. El DT había logrado imponer un estilo de juego a sus dirigidos, pregonando la salida limpia por abajo y una presión constante. El equipo de Berscé jugó algunos muy buenos partidos, con un juego dinámico, veloz, lucido, que entusiasmó a los hinchas. La mejor expresión se vio en Santa Fe, cuando Atlanta le dio una lección de fútbol a Belgrano, por la Copa Argentina. Más allá de la eliminación lógica ante River por la Copa, era el momento de afirmarse en el campeonato y agarrar la punta, algo que parecía lógico por rendimiento. Sin embargo, pronto (muy pronto y muy repentinamente) el castillo de naipes se derrumbó. El fútbol de alto vuelo se esfumó completamente y los resultados fueron catastróficos. Cinco derrotas seguidas hundieron a Atlanta en la tabla. Logró recuperarse en cuanto a resultados para clasificar cómodamente al Reducido, pero nunca logró acercarse a la lucha por el título. Berscé entró en una total confusión de la cual nunca pudo salir. Nunca supo cómo devolverle al equipo su poder de juego. Hizo cambios tácticos y de nombres. De todos los colores. Algunos sorpresivos, extraños. Estuvo en la cuerda floja pero zafó. La mayoría de los rendimientos individuales decayó rotundamente. Los que se habían agrandado ante los más grandes, ahora parecían chiquitos frente a los más chicos. El rendimiento colectivo pasó a ser un fantasma de lo que supo ser. La mayor parte del torneo se vio un Atlanta tibio, sin ideas, frágil, débil. Para colmo, sobre el final pesaron las ausencias en la defensa, el sector más vulnerable del equipo en todo el campeonato. Seguramente sea el fin de ciclo para un técnico que no le encontró la vuelta, que no tuvo respuestas. Pero deja un plantel con jugadores jóvenes, varios prometedores y algunos del club, que si son administrados correctamente pueden conformar un mejor equipo pensando en la siguiente temporada.

domingo, 6 de mayo de 2018

ATLANTA 0 TRISTAN SUAREZ 1

La eliminación prematura, previsible, añadió un episodio más a la larga historia de fracasos en los mano a mano por el Ascenso en las últimas dos décadas. Previsible en parte por este prontuario que cada vez se hace más pesado, previsible porque el equipo no aparece desde hace varios meses. Atlanta venía jugando mal y no estuvo a la altura de las circunstancias en estos cuartos de final. Había razones para creer. El Bohemio se venía haciendo fuerte en este 2018 en Villa Crespo, y con un empate bastaba para pasar a la siguiente instancia. Enfrente estaba Tristán Suárez, irregular pero con un gran poder de gol en su temible dupla de ataque López-Salmerón. No apareció el Atlanta que se agrandó como nunca en la Copa Argentina, el que entusiasmaba a principio de campeonato con un juego dinámico y eficaz. Por el contrario, se vio el mismo Atlanta lleno de dudas, desordenado, desorientado, sin conceptos, que vimos la mayor parte de la temporada. El 4-3-3 con el que salió Berscé a disputar este encuentro casi le cuesta la derrota desde muy temprano. El Bohemio salió dormido, en una catástrofe táctica y ofreciendo grandes ventajas a Tristán Suárez, que casi convierte en los primeros minutos. Luego, el DT cambió a un 5-2-3 con el que los jugadores se sintieron más cómodos, con Vega de líbero en vez de interior derecho. Además, inicialmente el equipo intentó salir jugando por abajo en una cancha rápida, afectada por las intensas lluvias, por lo que proliferaron los errores. Cuando Atlanta entendió que no podía jugar por abajo y que tenía que ocupar los huecos atrás, logró hacerse del control del juego y alejar al visitante del arco de Viain. Seijas y Previtali levantaron su nivel, pero arriba costó mucho generar peligro. Mazzanti no hizo pie en la cancha embarrada, Oyola fue pura voluntad y Martínez pivoteó bien pero le quedaron muy pocas para rematar. El conjunto de Berscé apostaba al empate que lo clasificaba, con poca gente llegando al arco rival. El plan parecía funcionar pero en el segundo tiempo Salmerón aprovechó una serie de confusiones y desatenciones en la defensa bohemia -de esas que abundaron en todo el torneo- y marcó el gol que depositó a Suárez en la semifinal por el ascenso. Nuevamente, la historia se repetía. Atlanta, como local, se veía obligado a remontar un resultado para no quedarse afuera en la primera ronda. Claro que a esa altura el conjunto de Berscé ya no tenía armas ni fuerza anímica. Se había preparado para aguantar y ahora tenía que ir a buscarlo. El DT quemó las naves y llenó el equipo de delanteros ofensivos y volantes. Pedrozo, Miranda y Chavez entraron. Pero no pudieron hacer nada. Atlanta se quedó afuera sin tener una chance clara para empatarlo. Pura impotencia. En silencio, triste. Una imagen representativa que retrata lo que fue este campeonato.

martes, 1 de mayo de 2018

Atlanta va de punto contra su maldición

Una nueva temporada ha terminado y Atlanta no logró llegar hasta el final con posibilidades de salir campeón pero sí clasificó cómodamente al Reducido en un puesto ventajoso. Tiene sabor a poco pero todavía queda una chance para obtener el ascenso. Claro que el panorama, por muchas razones, no es alentador. Para empezar, la historia de los últimos años condena al Bohemio en este tipo de instancias. Desde el 2000, Atlanta perdió siempre en el primer mano a mano del Reducido y definiendo siempre como local, a veces incluso con ventaja deportiva. Son ocho los antecedentes fatídicos que conforman esta maldición que se prolonga año a año. Hoy, en 2018, el conjunto de Berscé se encuentra en una posición similar: debe conseguir un empate ante Tristán Suárez en Villa Crespo para clasificar a la semifinal. La gran diferencia con respecto a otras oportunidades es que esta vez Atlanta llega realmente de punto, no como candidato a llevarse el ascenso. Después de un arranque prometedor con momentos de alto vuelo futbolístico, el equipo de Berscé sufrió un abrupto bajón en el juego y en los resultados. En la segunda rueda logró reponerse en la tabla pero el DT no encontró un equipo, no consiguió afirmar una idea de juego. Generalmente se vio un Atlanta irregular, desorientado, sin identidad. Además, este plantel no tiene las individualidades de jerarquía de otros años. La mayoría son jugadores jóvenes, que han tenido buenas actuaciones pero también bajones importantes de rendimiento. Para sumar problemas, una serie de lesiones dejó afuera de la cancha a varios jugadores titulares, algo preocupante de cara a estos partidos definitorios. Lugo, el indiscutible arquero titular, se fracturó la mano en la última fecha y la gran responsabilidad la tendrá el juvenil Viain, que apenas tiene un partido defendiendo el arco en la Primera. La defensa es una gran incógnita. La fragilidad defensiva fue una constante a lo largo del campeonato. Bettini se rompió los ligamentos y Bazán, su suplente, sigue lesionado. Bianchi Arce también se pierde, al menos, el primer encuentro. Ante esta situación, Berscé se ve obligado a improvisar. Sacó a Leyes del ostracismo, reinventó a Sánchez en distintas posiciones, revivió a Tecilla e hizo debutar al juvenil Herrera. Incluso probó con Ochoa jugando en el lateral derecho. ¿Quiénes serán los responsables de marcar a los peligrosos López y Salmerón en cuartos de final? En el mediocampo, se espera que Previtali vuelva en su mejor nivel e ilusiona el gran regreso de Seijas a las canchas. ¿Tendrá su chance Miranda o Berscé seguirá apostando por Ochoa Giménez? La delantera parece cantada con Mazzanti, Martínez y Oyola según los rendimientos de los últimos partidos, aunque sabemos que el DT siempre puede sorprender.

sábado, 28 de abril de 2018

ATLANTA 1 SAN TELMO 2

En la última fecha del campeonato, Atlanta realizó una muy mala presentación y perdió su invicto como local en la segunda rueda, justo antes de afrontar los cuartos de final del Reducido, en donde le alcanzará con un empate para llegar a la semifinal. Fue una tarde negra para el Bohemio en Villa Crespo. Primero, por una actuación muy pobre. Segundo, por la lesión del arquero titular Lugo, que se perderá el Reducido. Tercero, porque la derrota prácticamente lo condena a enfrentar a Barracas, el rival al que todos querían evitar por ser el club del presidente de la AFA. No había buenas noticias ni un panorama alentador cuando Possi dio el pitido final.
Para este encuentro ante San Telmo Berscé decidió formar un equipo alternativo, aunque incluyó también a algunos titulares. En este sentido, la apuesta por arriesgar jugadores difíciles de reemplazar le salió mal, ya que la lesión de Lugo es una gran preocupación de cara al Reducido. Por cómo se dieron los resultados, una victoria hubiera permitido evitar a Barracas, pero lo cierto es que si otros hubieran sido los resultados de la fecha, al Bohemio le hubiera convenido perder para evitar al equipo de Tapia. Más allá de estas especulaciones, decepcionó la actuación del conjunto de Berscé. Atlanta jugó desconcertado, totalmente desordenado tácticamente, sin precisión, sin capacidad de desnivelación. Sólo en algunos tramos del partido logró asentarse en el juego y producir algunas buenas jugadas, pero no alcanzó. Tampoco alcanzó el cabezazo gol de Chaves que fue el empate transitorio para llevarse al menos un punto y obligar a Defensores a ganar. Berscé, desorientado, cambió varias veces de esquema y no pudo darle solidez a un equipo que se vio por momentos desbordado por un San Telmo que se animó. Lo más preocupante fue la fragilidad defensiva, teniendo en cuenta que debido a las lesiones de Bettini, Bazán y Bianchi Arce no hay muchas otras alternativas. Tecilla y Ochoa pueden volver, pero ¿quiénes serán el 4 y el 2 que arranquen el sábado?

domingo, 22 de abril de 2018

COMUNICACIONES 1 ATLANTA 2

Buen triunfo de Atlanta en Agronomía para acomodarse en la tabla de cara al objetivo más próximo: clasificar del quinto puesto para arriba para poder definir los cuartos de final de local y con ventaja deportiva. Con el Reducido tan cerca, Berscé se vio obligado a hacer varios cambios e improvisar ante tantas lesiones. El DT decidió salir a la cancha con un 5-2-3, con el zurdo Ochoa como lateral derecho (ya que los dos 4 del plantel están lesionados) y el debutante Herrera en el sector izquierdo de la defensa. Atlanta ganó bien frente a un conjunto local que se jugaba las últimas chances de aspirar a una clasificación. Fue un claro dominador del juego y generó una gran cantidad de situaciones de peligro, sobretodo en la segunda etapa. En el mediocampo, sobresalió la figura de Gabriel Seijas, que está volviendo tras una larga y complicada lesión y hoy mostró que está en buen nivel, como para darle algo que le falta al equipo: un jugador de jerarquía con sacrificio y conducción, que puede manejar la pelota y filtrar pases de peligro a los delanteros. Ante un panorama oscuro por las lesiones y por el hecho de que Atlanta no llega al Reducido con un equipo armado, el regreso de Seijas es una buena noticia. También el ingreso de Damián Leyes, el experimentado marcador central relegado durante todo el torneo que demostró que está para titular. Por otra parte, Adrián Martínez volvió a convertir -y por duplicado- metiendo presión al DT para ganarse el puesto de centrodelantero, del que era dueño Milton Giménez hasta su lesión. Si bien fue una buena presentación del equipo en general, llamó la atención la baja efectividad goleadora. Con Comunicaciones jugado totalmente en ofensiva, Atlanta tuvo varios contragolpes en los cuales contaba con ventaja numérica, y no los supo aprovechar. Estas oportunidades desperdiciadas casi le cuestan caro, ya que el local logró empatarlo transitoriamente con un cabezazo de Vildozo.

sábado, 7 de abril de 2018

ATLANTA 1 FENIX 1

El campeonato se va apagando y Atlanta sigue sin convencer, sin encontrar el rumbo futbolístico. En la tarde gris de Villa Crespo, ofreció una pálida actuación ante el débil Fénix, que llevaba 13 partidos sin conocer la victoria. Berscé dio nuevamente la nota al incluir entre los titulares a Nakache tras un largo ostracismo y a Pedrozo como centrodelantero, cuando el regreso de Martínez por la lesión de Milton caía de maduro. El DT volvió además al esquema 4-3-3. En el primer tiempo, parecía que todo se encaminaba hacia una victoria tranquila de Atlanta. Fénix mostraba grandes limitaciones, se veía inseguro, y el Bohemio lograba ser punzante, vertical. Se sucedieron las chances y finalmente pudo definirlo Pedrozo. El 1-0 parecía la puerta hacia un triunfo frente a un rival claramente inferior. Pero el conjunto de Berscé, en vez de aprovechar su momento, se durmió y permitió que el visitante se agrandara. Fénix se animó y puso en evidencia los permanentes errores de una defensa que, más allá de los nombres, no ha logrado dar seguridad en este campeonato. Así llegó el empate con un penal de Milla, sobre el final del primer tiempo. La segunda etapa comenzó como había terminado la primera: con el visitante dominando, con la iniciativa futbolística, y un Atlanta totalmente perdido, desdibujado, sin juego y sin actitud. Fénix lo pudo haber dado vuelta pero encontró a un debutante Viain que se fue haciendo cada vez más fuerte con el correr de sus primeros minutos en Primera División. También lo pudo haber ganado el Bohemio, ya que Sánchez falló un penal. El ex Brown decidió, como en oportunidades anteriores, amagar antes de patear pero esta vez el arquero Rodríguez lo esperó y se lo atajó sin problemas. Quizá haya sido clave el consejo de Diego Ledesma, el ex Atlanta que antes del penal bajó rápidamente a hablar con Rodríguez, seguramente para indicarle la costumbre de Sánchez, ya que luego fue felicitado por sus compañeros y dirigentes en la tribuna de Muñecas. Con rendimientos individuales muy bajos y preocupantes, sin ideas de cómo jugar y cómo armar el equipo, Atlanta terminó dando una imagen muy mala. Un empate con Fénix como local y jugando de esta forma es muy poco si se pretende que este equipo pueda dar pelea en un Reducido.

lunes, 2 de abril de 2018

ACASSUSO 1 ATLANTA 1

La sensación es que, si existía una mínima esperanza de campeonar, Atlanta dejó pasar ese último tren. No era un choque sencillo ante el sorprendente Acassuso, que logró colarse entre los primeros puestos con un plantel de poco nombre. Pero era justamente la oportunidad de mostrar algún crecimiento frente a un rival de los de arriba de la tabla. En la cancha de Italiano el Bohemio apenas salvó un empate.
Berscé, como de costumbre, sorprendió con la alineación inicial. Sin Miranda ni Bianchi Arce, optó por Vega como central derecho y un mediocampo integrado por Monserrat, Previtali, Álvarez y Ochoa Giménez. Es decir, varios jugadores con características similares. Pese a este planteo a priori defensivo, Atlanta se paró en el campo con las líneas muy adelantadas y buscando dominar el control de la pelota. Acassuso se sintió en principio cómodo con esta situación, ya que apostó a salir rápido de contragolpe. Mientras que el visitante se enmarañaba en su juego tibio, impreciso e intrascendente, el Quemero lastimaba con pases largos y jugando a las espaldas de los defensores bohemios, que jugaban lejos del arco de Lugo. Así llegó la apertura del marcador. El local había demostrado efectividad y capacidad para aprovechar los espacios. Atlanta nuevamente se encontraba de visitante con la obligación de dar vuelta un resultado, algo muy común en este campeonato. El conjunto de Berscé se hizo dueño del juego y fabricó situaciones claras de peligro, pero no tuvo definición. La más importante la tuvo Previtali, que alcanzó a pararla en el área chica solo frente el arquero pero la mandó por arriba del travesaño. Acassuso siguió apostando a resolverlo de contragolpe, cediendo a Atlanta la iniciativa. Mazzanti fue clave en la primera etapa, el único jugador desequilibrante en el Bohemio, pero no apareció en todo el segundo tiempo, cuando Della Picca sacó a Bozzoni (amonestado) y puso en ese lateral a Luis Monge.
En el segundo tiempo, Berscé fue metiendo mano para acumular más jugadores con características ofensivas. Ingresaron Martínez, Pedrozo y Sosa. El goleador bohemio tuvo dos cabezazos claros que sacó el arquero. Y finalmente llegó la igualdad gracias a un tiro libre excelentemente ejecutado por Guillermo Sánchez. Atlanta pudo haberlo ganado sobre el final pero también lo pudo haber perdido. Nuevamente sufrió por su fragilidad defensiva y por su falta de contundencia en ataque.

domingo, 25 de marzo de 2018

ATLANTA 1 SACACHISPAS 0

Una buena cantidad de público se acercó a Villa Crespo, seguramente más por la agradable tarde soleada de domingo que por las ganas de ver a un equipo irregular recibiendo por primera vez en su historia al humilde Sacachispas, algo impensado no tantos años. Atlanta le devolvió a la gente los tres puntos, el triunfo que había que conseguir, pero nada más. Fue una pobre actuación del Bohemio, que sigue sin encontrar el rumbo futbolístico de cara a un Reducido que parece ser el destino de este equipo. Berscé nuevamente dio que hablar con su alineación titular. Para que vuelva Bianchi Arce a la defensa decidió no sacar a Gaspar Vega, de últimas malas actuaciones, sino a Tecilla, que venía en buen nivel. Miranda por su parte volvió a la titularidad tras sus últimos buenos ingresos desde el banco. Atlanta salía, como ante Talleres y Defensores, con un 5-3-2. En el primer tiempo se vio lo mejor del Bohemio en el partido, cuando logró ser protagonista e imponer su juego frente a un débil y tibio Sacachispas. Sin embargo, no tuvo claridad ni contundencia las veces que llegó al arco rival. El visitante avisó con una clara en la última del primer tiempo, y en la segunda etapa tuvo otra clarísima que dio en el travesaño. Como suele ocurrir, Atlanta bajó su rendimiento en el segundo tiempo. Se desorientó y se hundió en la confusión, en la impotencia. El Violeta entendió el mensaje y se animó a más, disputándole al local el dominio de la pelota. Berscé descongeló a Oyola y lo puso por Vega, para cambiar también el esquema, de 5-3-2 a 4-3-3. El ex Tigre protagonizó ataques peligrosos por la banda izquierda y cuando por fin se decidió a encarar para adentro llegó el desborde-gol que terminó metiendo en contra Carpintero. El desequilibrio de Oyola fue clave para romper la monotonía en un partido en el que a Atlanta el faltó juego. Justamente Miranda y Mazzanti, aquellos jugadores que se espera que puedan desequilibrar con maniobras individuales, estuvieron en un nivel bajo y el equipo sufrió esta carencia. El Bohemio ganó sufriendo y sin sobrarle nada frente a un rival limitado que venía a jugar un partido histórico.

sábado, 17 de marzo de 2018

DEFENSORES 1 ATLANTA 1

En su andar irregular en este campeonato, Atlanta volvió a dar prueba de su ciclotimia en un partido que se encaminaba hacia una nueva derrota, que lo mereció haber ganado sobre el final, y que finalmente terminó en empate. El Bohemio tenía una prueba dura en Núñez, al visitar a Defensores de Belgrano. Berscé decidió respetar el esquema y la alineación titular que venía de golear a Talleres el miércoles, y tomó la difícil decisión de dejar al capitán Bianchi Arce en el banco. Algo totalmente impensado al inicio del torneo, pero la realidad es que la defensa había funcionado bien el último partido y el jugador-hincha tampoco venía de buenos rendimientos. Con el 5-3-2, esta vez, el Bohemio no pudo imponer su juego en el Bajo. En el primer tiempo, Defensores tuvo el control de la pelota, la iniciativa, y generó las mejores situaciones como para abrir el marcador. Las atajadas de Lugo fueron clave, a lo largo de todo el partido. Atlanta recién emparejó el trámite al final de la primera etapa, pero fue tibio e impreciso. El equipo de Berscé mostraba algunas fisuras defensivas, no controlaba el mediocampo y le faltaba fútbol. Una sombra de lo que había sido ante Talleres. Claro que el conjunto local exigía más. En el segundo tiempo, Berscé incluyó a Miranda, sin cambiar el esquema, para intentar darle juego al equipo. Defensores no jugaba mejor pero se puso en ventaja tras una mala salida de Vega, que a las malas actuaciones en los últimos encuentros sumó hoy una tarde negra. Parecía que se repetía la misma historia que en tantas otras derrotas como visitante: Atlanta se desmoronaba anímicamente con el gol en contra y se sumía en la impotencia, la desesperación. Sin embargo, pronto llegó el desborde de Ochoa y la media vuelta de Milton Giménez, que sigue en racha goleadora, y empató cuando el Bohemio no la estaba pasando nada bien. Con Pedrozo como extremo izquierdo, Atlanta pasó a jugar con un 4-3-3 audaz: tres delanteros naturales arriba y un volante creativo como Miranda en el mediocampo. La igualdad dio vuelta la tortilla. Defensores se cayó en todos los sentidos: futbolística, anímica y físicamente. El visitante ganaba en todas las divididas, le quedaban todos los rebotes, dominaba la pelota y se animaba a acorralar al local contra su propio arco. En su mejor momento en el partido, Atlanta tuvo sus chances claras para darlo vuelta y llevarse lo que hubiera sido una gran victoria. 
En resumen, fue un partido cambiante. Durante gran parte del encuentro, el equipo de Berscé sufrió y dejó una pálida imagen. Pero la levantada del final permite mantener viva la ilusión de que el equipo puede reaparecer. La gran duda es qué alineación parará el DT el próximo partido. En la defensa, Vega tiene todos los números para salir, lo que daría pie para el regreso de Bianchi Arce, pero Sánchez (la figura ante Defensores) y Tecilla vienen cumpliendo buenas actuaciones. ¿Volverá a la línea de 4 abajo? La inclusión de Miranda le dio fútbol a Atlanta en el medio, y el ex Fénix está recuperando su nivel de la primera rueda. ¿Será su turno de regresar a la titularidad? ¿Qué hacer con Martínez, Milton y Mazzanti? Milton y Martínez no pueden jugar de extremos, y Mazzanti sólo puede jugar de extremo. Parece difícil ubicar a los tres en un mismo equipo.

jueves, 15 de marzo de 2018

ATLANTA 3 TALLERES 0

Después de jugar su peor partido en el campeonato en Barracas, Atlanta exhibió quizá una de sus mejores presentaciones. Estando Berscé en el centro de las críticas y los cuestionamientos por la pobre campaña del equipo, que apenas pelea por entrar al Reducido y se encuentra lejos del ascenso directo, el DT no tuvo la mejor idea que disponer un esquema a priori muy cauteloso para recibir a Talleres en Villa Crespo. Una apuesta arriesgada que, si le salía mal, quizá no iba a poder sostener su cargo. Berscé movió fichas tras el desastre del sábado y puso en cancha un 5-3-2 o 3-5-2, según el gusto de cada uno, con sólo dos jugadores naturalmente ofensivos. Abajo, innovó con Vega de stopper y Sánchez de líbero. Tecilla volvió a la titularidad para reemplazar al suspendido Bianchi Arce. Bettini y Ochoa cubrieron las bandas.
Atlanta dominó a Talleres desde el principio. Esta vez no sufrió atrás sino que mostró solidez y disciplina en la marca. Prueba de esto es el hecho de que el visitante no logró llegar con peligro en todo el partido al arco de Lugo. Al jugar con líbero y stoppers, los laterales pudieron mandarse con más soltura al ataque. Ochoa por momentos jugó como un delantero más. En el mediocampo, la vuelta de Previtali se recibió con alivio y aplausos en Villa Crespo. El Turco, cuestionado a principios de campeonato por los hinchas, se ganó la titularidad y termina siendo el jugador más destacado del equipo. El conjunto de Berscé, con el dominio de la pelota y un juego dinámico, activo, tuvo la iniciativa y fue generando situaciones para ir mereciendo el triunfo. Los goles llegaron en la segunda etapa. El primero por una gran maniobra de Milton Giménez, el segundo convertido por Sánchez de penal tras una buena jugada de Mazzanti y el último, una joyita de Martínez desde mitad de cancha. En ese momento el partido ya estaba desvirtuado por la intensa lluvia y por los tremendos espacios que dejaba Talleres atrás, que eran una invitación para que Atlanta lo liquidara. En un encuentro abierto, el Bohemio terminó ganando sin sufrir, algo a lo que no estamos acostumbrados.

sábado, 10 de marzo de 2018

BARRACAS 3 ATLANTA 1

En lo que fue quizá la peor presentación en esta temporada, Atlanta cayó de manera rotunda como visitante ante Barracas Central. El inexistente penal que Lupani le cobró a Bianchi Arce y que permitió encaminar al local hacia la victoria no es excusa para una pésima actuación, en la que el Bohemio se vio claramente superado. El capitán quedó fuera de sus cabales luego del penal y se hizo expulsar irresponsablemente sobre el final del partido. Barracas le dio un baile en el primer tiempo, sin embargo la suerte esta vez estuvo del lado de Atlanta. Porque el local generó varias situaciones clarísimas de gol, gracias a la dinámica y jerarquía individual de sus atacantes, que dejaron en evidencia la falta de intensidad y de firmeza en la defensa bohemia. Sproat y los suyos eludían a Vega, Bianchi Arce, Bettini, Ochoa y Sánchez como si fueran conitos. Un solo gol pudo convertir Barracas en aquella primera mitad, no sólo por suerte sino también por una buena tarea de Lugo que evitó la goleada. Y cuando lo mejor que podía pasar era que terminara el primer tiempo, apareció Mazzanti con una buena jugada individual y el cabezazo de Ochoa Giménez. Un 1-1 que era totalmente injusto. No duró mucho la primavera bohemia. En el comienzo del segundo tiempo, ese penal fatídico abrió nuevamente el camino en favor del local. Pronto Barracas ganaba 3-1 y era una distancia enorme para Atlanta. Con los dos goles de diferencia, el local se tiró atrás y dejó venir al conjunto de Berscé, que arrinconó y tuvo sus chances con un Miranda enchufado, pero no le alcanzó siquiera para descontar.
Una nueva derrota, frente a un rival que pelea en la zona de Reducido. Como ante Platense y Tristán Suárez, Atlanta sufrió por la jerarquía de algunos jugadores rivales, que individualmente superaron sin problemas el débil funcionamiento defensivo bohemio. Con varios jugadores en un bajo nivel, tampoco hay una estructura sólida que respalde al equipo. Así, se vuelve vulnerable, resquebradizo. Con tantas facilidades defensivas resulta difícil obtener un buen resultado frente a rivales que tienen jugadores que saben aprovechar estas ventajas.

martes, 6 de marzo de 2018

ATLANTA 1 TRISTÁN SUÁREZ 1

En el último minuto, Atlanta consiguió un punto que poco sirve, pero que fue un pequeño consuelo en un partido en que había jugado mejor que su rival y no merecía perder. En esa última jugada Sánchez metió de penal lo que el equipo de Berscé no había podido meter en los 90 minutos anteriores. Un síntoma y un símbolo de la falta de definición. El Bohemio generó una buena cantidad de jugadas de peligro. Intentó ser prolijo y dominar la pelota. Pero nuevamente careció de precisión en el área rival y es preocupante. Más allá de haber convertido al arquero visitante en figura, sufrió la falta de gol también por sus propias fallas, por la falta de jerarquía ofensiva. En la vereda opuesta, Tristán Suárez ofreció un repertorio pobre, pero gracias a un certero cabezazo del eterno goleador Salmerón encontró el gol que casi le da el triunfo en Villa Crespo. Era demasiado premio, pero al fin y al cabo el conjunto de B*z*n V*r* había logrado efectivizar y simplificar en una sola jugada todo lo que le tanto le había costado al Bohemio. Como en otras oportunidades, el gol en contra fue un golpe difícil de asimilar para el conjunto dirigido por Berscé, que poco antes había incluido a Sosa por Chávez y enviado a Mazzanti por la punta izquierda. En desventaja, Atlanta no podía controlar la pelota y se hundía en el desconcierto. La expulsión en el visitante ayudó a recuperar el dominio. Con más ímpetu que fútbol, el Bohemio fue a buscar desesperadamente el empate y lo consiguió.

domingo, 25 de febrero de 2018

ESTUDIANTES 1 ATLANTA 0

Era la gran chance. Después de tres triunfos consecutivos, Atlanta podía demostrar que se había recuperado futbolísticamente y que estaba en condiciones de luchar por el ascenso. Un partido clave frente a Estudiantes en Caseros, uno de los animadores. Pero falló, trastabilló, no estuvo a la altura de las circunstancias y nuevamente cayó en el pozo de la frustración. Como viene siendo costumbre, exhibió una buena actuación en el primer tiempo y derrapó en la segunda etapa. En los primeros 45, el conjunto de Berscé fue prolijo en el manejo de la pelota y dominó el juego, pero sin profundidad. Le costó quebrar a un Estudiantes que se replegó completamente atrás, esperó al Bohemio agazapado con la idea de lastimar de contragolpe o aprovechando algún error en la salida del visitante. Un planteo al que nos tiene acostumbrados Kopriva y que escandalizaría a todos en Villa Crespo, pero que al Pincha le sirve. Por algo está peleando arriba. "Atlanta es Atlanta y tiene que salir a matar en todos lados", se dice. Con ese esquema, el Bohemio llegó una sola vez en todo el primer tiempo, mientras que el local tuvo varias clarísimas, gracias a errores defensivos y la rapidez de sus atacantes. Era un partido muy duro. En la segunda parte, el control y el dominio bohemios se diluyó. El equipo se deshizo y Estudiantes se animó a más. Una falla en la marca de Bianchi Arce y el local logró conseguir el gol del triunfo. Berscé decidió incluir a Miranda por Previtali para darle más fútbol al mediocampo. Con la inclusión de Vega y Previtali juntos desde el inicio hubo una superposición de roles que no le hizo bien al equipo. Con Álvarez y Miranda en muy bajo nivel actualmente, el regreso de Monserrat se espera con ansias. Pese a estar perdiendo, Atlanta nunca pudo recuperar el camino. Con un jugador más, logró acercarse más al arco de Pucheta pero el arquero salvó increíblemente en el último minuto, en lo que podía haber sido el empate de Bettini.
Inconsistente actuación de Atlanta en Caseros. Mostró algunas buenas intenciones, pero con prolijidad y ratos de lucidez no alcanza para ganarle a un rival concentrado, disciplinado, que falla poco. La solidez y la persistencia son las dos grandes deudas de este equipo que no termina de plasmar, concretar, el fantasma holográfico que por momentos se vislumbra en la cancha.

lunes, 19 de febrero de 2018

ATLANTA 2 SAN MIGUEL 0

Tres triunfos al hilo y Atlanta tímidamente vuelve a ilusionarse con dar pelea en un campeonato que lo vio subir a paso firme y derrumbarse estrepitosamente. ¿Podrá recuperar el protagonismo? El conjunto de Berscé suma puntos, asciende en la tabla y va recuperando su memoria futbolística. Cierto es que este 2018 enfrentó, con excepción del puntero Platense, a varios de los equipos más flojos de la categoría. Por eso, el duelo del próximo sábado en Caseros será fundamental para evaluar la competitividad de este Atlanta que intenta resurgir.
En Villa Crespo frente a San Miguel, el Bohemio elaboró en el primer tiempo una de sus mejores producciones en lo que va del torneo. Con destacadas actuaciones de Sánchez, Monserrat y Ochoa Giménez, una excelente labor de Previtali haciéndose dueño del mediocampo y el vértigo de Mazzanti, Atlanta superó ampliamente a su rival y le generó una gran cantidad de situaciones claras de peligro. Sin embargo, se fue al entretiempo con la mínima ventaja, que tenía gusto a poco por las tantas buenas jugadas desperdiciadas. Al fútbol audaz, dinámico y fluido del local se le sumó un pésimo planteo defensivo de San Miguel. El visitante optó por salir a presionar arriba, descuidándose atrás y dejando grandes espacios para que los mediocampistas bohemios filtraran pases picantes y los rápidos atacantes pudieran ganar en velocidad. El Trueno Verde, pese a mostrar algunas buenas intenciones ofensivas, otorgó demasiadas ventajas atrás. Fue una primera parte con muchas "atractividades", como dicen en el Cardenal Newman.
Atlanta no se destacó por su solidez defensiva pero terminó por tercer partido consecutivo con la valla invicta. En el segundo tiempo el rendimiento cayó ostensiblemente. El equipo de Berscé se retrasó, perdió la pelota y no pudo sostener ni futbolística ni físicamente el control del juego. Así que hubo que sufrir mucho para ganar un encuentro que debió haberse liquidado en la primera etapa. Cuando San Miguel se quedó con diez, todo se empezó a acomodar. Y el gol de Milton trajo la tranquilidad, un poco tarde. Al menos esta vez los hinchas se fueron contentos con un excelente primer tiempo en que sobraron los aplausos.

sábado, 10 de febrero de 2018

ALMIRANTE BROWN 0 ATLANTA 1

Con sufrimiento y sin lucir, Atlanta sumó su segunda victoria consecutiva y pretende reacomodarse en la tabla. La víctima fue Almirante Brown, último en las posiciones pero que venía recuperándose en los últimos partidos. El Bohemio jugó un buen primer tiempo, exhibiendo una prolija circulación de la pelota y vocación de protagonismo ofensivo. Logró dominar el juego y jugar cerca del arco local. Así generó algunas chances importantes de peligro. El atrevido Mazzanti, imparable en la punta derecha, fue lo más destacado. El ex Tigre, recientemente incorporado al club, tuvo su primera chance como titular y cumplió con creces. Sorpresivamente, Miranda arrancó nuevamente en el banco de suplentes. Pese a ser superior en la primera parte, Atlanta no logró irse al entretiempo con una ventaja en el marcador. Para colmo, en la segunda etapa se despertó Almirante, que había mostrado una muy pálida actuación. El Bohemio no podía reencontrarse con su juego y Berscé decidió el ingreso de Miranda. Sin embargo, el gol del triunfo llegó en una jugada aislada, imprevisible. Pelotazo de Lugo desde el arco y Milton Giménez, cuya única intervención había sido un mano a mano desperdiciado en el inicio del partido, ganó muy bien de cabeza para aprovechar la mala salida del arquero. Puro olfato y oportunismo del centrodelantero en quien confió Berscé al lesionarse Martínez. Lo que vino después fue un prolongado sufrimiento hasta que Ramírez dio el pitido final. Atlanta se fue retrasando en el campo, perdió la posesión de la pelota y Almirante monopolizó el juego. Gracias a la tenacidad defensiva para aferrarse a la victoria y a la impericia del local, el encuentro terminó 1-0. El Bohemio jugó con fuego al defender tan cerca de su arco la ventaja durante tanto tiempo, sin una referencia de peso en el ataque por la salida de Giménez, lesionado. En una extraña decisión, Berscé decidió incluir a Monserrat y no a Pedrozo para reemplazarlo.

martes, 6 de febrero de 2018

ATLANTA 2 ESPAÑOL 0

Nada más que tres puntos se llevó Atlanta. Los primeros en lo que va del año. Paradójicamente, en el peor partido que jugó en lo que va de este 2018. Pero así es el fútbol. Después de dos muy buenos primeros tiempos en sus presentaciones anteriores, esta vez el Bohemio no exhibió ni siquiera un ratito de lucidez futbolística, pero con un poco de suerte a su favor le alcanzó para vencer a un muy limitado Español en Villa Crespo. En definitiva, Berscé no retomó el rumbo pero al menos consiguió una victoria que le da un poco de aire.
Bazán y Miranda, dos que cometieron grandes errores en la derrota ante Platense, salieron del once titular para dejarles sus lugares a Bettini y Sosa. El ex Defensa y Justicia arrancó con la responsabilidad de ser el conductor en un esquema 4-3-1-2. Pero Atlanta nunca se encontró a sí mismo. Los rendimientos individuales fueron muy bajos y la actuación en conjunto fue muy pálida. El equipo estuvo flojo en todos los frentes. Lugo se mostró inseguro. La defensa presentó amplias flaquezas, ventaja que el visitante no supo aprovechar pese a que generó varias situaciones importantes de peligro, sobretodo en el primer tiempo. En el medio, los generadores de fútbol anduvieron enemistados con la pelota. Lo de Álvarez y Sosa fue realmente muy pobre. Arriba, pese a la voluntad de Chávez y Martínez, Atlanta falló en la generación. Así le costó muchísimo llegarle a un Español que se paró bien atrás y supo cómo presionar para cortar el circuito de juego bohemio. En el segundo tiempo, no cambió demasiado la ecuación pero llegaron los goles. Un penal dudoso cuando Atlanta no podía patear al arco y una contra accidentada sentenciaron el partido.

sábado, 3 de febrero de 2018

PLATENSE 2 ATLANTA 1

Atlanta sigue sin poder ganar en lo que va del año y se extiende la mala racha con la que había terminado el 2017. Después de la increíble victoria que se le escapó en Munro, el Bohemio tenía un gran desafío en su visita a Vicente López, para enfrentar a un Platense embalado que podía ponerse puntero. Berscé puso prácticamente los mismos once, con Sánchez en lugar de Tecilla en la zaga central. Nuevamente, pagó caro su inconsistencia a lo largo de un partido. En el primer tiempo, Atlanta construyó una muy buena actuación, con fuerte protagonismo, vocación ofensiva, prolijidad en el manejo de la pelota y juego asociado. El mediocampo ejerció presión y Álvarez se hizo dueño de la circulación del balón. Sin embargo, el fútbol no necesariamente premia las buenas intenciones. A veces, los detalles, los accidentes y los incidentes juegan un papel determinante en el desarrollo. Atlanta falló en esas jugadas clave, mientras que Platense no. Miranda se perdió un gol increíble con el arco vacío cuando el partido recién empezaba, Álvarez también desperdició uno debajo del arco poco después del empate de Chávez. El local no desaprovechó una pifia grosera de Bazán para abrir el marcador, cuando no se había arrimado todavía al arco. El primer tiempo cerró con un empate luego de un claro dominio del conjunto visitante. En la segunda etapa, el Calamar clavó un tiro libre y le bastó para hacerse con los tres puntos. Atlanta no pudo volver a encontrar la pelota ni el juego como para incomodar al local. Pagó por no poder sostener el rendimiento y no poder reaccionar, encontrar alternativas futbolísticas. Ruiz, como en sus tiempos en Atlanta, apostó por la jerarquía de sus jugadores, que resolvieron el encuentro pese a que a su equipo no se le cayó una sola idea y regaló todo un tiempo. El Bohemio debe entender que los partidos duran 90 minutos y que el éxito requiere consistencia, regularidad. Con ratos de buenas intenciones no alcanza si no hay contundencia y si los goles a favor no están sostenidos por una base sólida que le permita al equipo controlar el partido.