miércoles, 21 de noviembre de 2018

ALL BOYS 2 ATLANTA 3

Gran victoria de Atlanta, de esas que cuestan, que no se dan todos los días, que se disfrutan mucho. En los últimos 10 años, había enfrentado una única vez a All Boys, y por Copa Argentina. Un club cuya rivalidad es superada únicamente por la de Chacarita, pero que en las últimas décadas fue adquiriendo un condimento cada vez más picante. Para Atlanta es también una maldición: sólo le había podido ganar una vez en los últimos 22 años. Ahora, este recuerdo podrá reemplazar a la anterior última hazaña perpetrada por el colombiano Mosquera. El Bohemio celebró en Monte Castro en el partido que los hinchas soñaban ganar y en un encuentro fundamental por la lucha por el ascenso. All Boys es un rival directo, que no había perdido como local en todo el torneo. Con el triunfo, el conjunto del Pepe Castro se puso como escolta, a dos puntos de Estudiantes.
La primera media hora de Atlanta fue brillante. El Pepe salió a la cancha con un 4-4-1-1 y borró de la cancha completamente al local. All Boys fue superado sobretodo tácticamente. En ese lapso de tiempo el Bohemio logró hacerse de una ventaja de dos goles, primero gracias a un magistral pase de Caneo para habilitar a Colombini y luego por un cabezazo del goleador que metió un doblete memorable. Atlanta era mucho más en el resultado y en el juego. Se vio un equipo convencido, con mucha actitud, dispuesto a luchar cada pelota, cada centímetro, y también a jugar al fútbol, a dañar. Seijas y Enrique fueron fundamentales en el mediocampo para darle equilibrio al equipo. Caneo, en plenitud física en el primer tiempo, aportó técnica, precisión y creatividad. Parecía difícil mantener semejante rendimiento durante los 90 minutos, en un día además tan caluroso y en una cancha difícil. Efectivamente, Atlanta aminoró la marcha y All Boys se recuperó anímica y futbolísticamente. Al menos, se logró llegar al entretiempo manteniendo la ventaja de dos goles, más que merecida.
En la segunda etapa, el equipo del Pepe se volcó de lleno en el objetivo de aferrarse a la victoria. Más replegado, apostó a la contra con Oyola primero y luego con Mazzanti, que estuvo impreciso. Cherro y Alan Pérez sacaron sin asco todo lo que entró al área. Con garra y corazón, con orden táctico, Atlanta lograba que el tiempo pasara y la victoria siguiera su camino rumbo a Villa Crespo. El local apretó y tuvo sus chances. Entre Rago y la fortuna bohemia le negaron el descuento a All Boys. El gol de Modesto parecía liquidar el encuentro, a poco del final. Encima, era goleada. Un resultado para la historia. Pero Atlanta, quizá ya imaginando que el triunfo no se podía escapar, se relajó, se sacó el cuchillo de los dientes, y en un par de minutos el Albo convirtió dos goles con los que se puso a tiro. Por suerte, ya no quedaba tiempo para más. Sólo para celebrar.

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