sábado, 20 de mayo de 2017

ATLANTA 2 DEFENSORES 1

Importante triunfo en Villa Crespo frente a uno de los equipos más fuertes de este campeonato, ratificando que en este 2017 al Bohemio le cuesta con los débiles y se siente más cómodo enfrentando a los poderosos. Justamente después de un sorprendente 4-0 a Almirante en Casanova, Atlanta volvió a ganar y se acomodó en la tabla, por ahora en el segundo puesto. Fue un duro enfrentamiento ante Defensores, pese a que jugó más de un tiempo con un jugador de más. El conjunto de Duró no jugó bien, pero con voluntad y perseverancia se llevó puesto al visitante. De hecho, en la primera etapa, ofreció una mejor imagen Defensores, manejando la pelota con criterio y mostrando una idea más clara de juego. A Atlanta le costó tenerla y generar en el mediocampo, con Guerra y Previtali muy imprecisos en los pases y un García intrascendente. Ramos y Pons quedaron poco abastecidos y debieron luchar entre la férrea y sólida defensa del visitante.
En la segunda parte, con la ventaja numérica, Duró decidió cambiar al esquema. Sacó a Previtali que estaba en un muy bajo nivel e incluyó al Rayo Barría, que mostró interesantes incursiones por el extremo derecho. El cambio le dio al equipo mayor vuelo ofensivo, pero al mismo tiempo generó desequilibrios defensivos. Arriesgar implica ambas consecuencias. Defe aprovechó y logró convertir. El partido parecía complicarse demasiado porque Atlanta sufrió anímicamente el inesperado gol en contra y el conjunto de Della Pica se iba encerrando en su mejor virtud: defenderse. Mientras Anconetani continuaba su show. Duró metió dos cambios juntos para intentar dar vuelta la historia, aunque puesto por puesto. Gogna empató en un tiro de esquina y García clavó el segundo para humillar el abatido Anconetani. Faltaba poco. Fue un premio para un Atlanta que siempre quiso aunque sin jugar bien, y un castigo para un Defensores que terminó jugando sin delanteros en pos de aferrarse a al menos un punto.

miércoles, 10 de mayo de 2017

ATLANTA 1 SAN TELMO 1

El agónico gol de Leo Ramos en el minuto 97 apenas se festejó tibiamente en la fría noche de Villa Crespo. Es que el empate como local ante un débil San Telmo tiene sabor a muy poco para Atlanta, que necesita ganar para volver a creer que tiene alguna chance en el Reducido. Claro que una derrota hubiera tenido el mismo tono que otras caídas increíbles ante equipos modestos en el Kolbowski, como ocurrió varias veces esta temporada.
El conjunto dirigido por Duró jugó muy mal. El primer tiempo fue por momentos aceptable. El Bohemio intentó ser protagonista y mostró algunas buenas intenciones. Generó así algunas oportunidades para ponerse en ventaja, aunque repitió las fallas en la definición que viene mostrando últimamente. Con voluntad, igualmente, no podía hacer olvidar las ausencias de Gurí García, lesionado, y Rodríguez, una ausencia a la que ya nos tendremos que acostumbrar. Guerra es el símbolo semántico del equipo: con mucho sacrificio, pero sin fútbol. Atlanta no tuvo mejores ideas que apostar a los pelotazos a los tres nueves: Altobelli, Pons y Ramos, pero sin éxito. Peralta nuevamente falló en un partido en que se le reclamaba aportar el juego y la conducción del equipo.
En el segundo tiempo, el Bohemio ofreció su peor versión. No pudo generar situaciones, de hecho le costó pisar el área rival. Buscando la victoria Duró realizó cambios de nombres y tácticos. Deshizo el triple nueve y el doble cinco para incluir a jugadores jóvenes, más rápidos. Ingresaron Cequeira, Tolosa y Nakache. Pero el equipo no pudo hilvanar una jugada y hasta perdió la pelota y el orden. En medio de la confusión, San Telmo se acercó un poco y pudo convertir con un penal dudoso. Parecía sentenciado porque Atlanta no tenía reacción. Hasta que apareció Ramos en la última jugada para poner un poco de justicia y salvar un punto en una muy mala noche bohemia.

miércoles, 3 de mayo de 2017

ATLANTA 1 FENIX 0

Pasó una eternidad de novelas y dramas entre aquella derrota en Barracas y esta vuelta a Villa Crespo para recibir a Fenix. Un antes y un después. Ya no está Ruiz en el banco y llegó Guillermo Duró para ocupar su lugar. Ya no está más Ezequiel Rodríguez en el plantel. La barra, después del episodio vergonzoso en la semana, aislada en su tribuna se dedicó a insultar a los jugadores e incluso también a los hinchas y socios de verdad, que no quisieron avalar su accionar. Justamente este accionar fue la causa de algunos problemas futbolísticos del equipo en este partido. Duró dispuso un tradicional 4-4-2 con pocas innovaciones. Era el mismo sistema que había preferido Ruiz durante la primera rueda del campeonato. Gogna, como el segundo tiempo ante Barracas, fue el improvisado lateral derecho, relegando a Monje. La vuelta de Tenaglia se espera con ansias. Sánchez recuperó la titularidad en lugar de Jerez, quien había regalado el tercer gol en el último encuentro. En el mediocampo, el doble cinco Seijas-Guerra ofreció voluntad y sacrificio pero falló en la distribución y el manejo de la pelota. Atlanta sufrió la ausencia de Rodríguez, un jugador con presencia y buen pie en el medio. Esta falta generó imprecisión y problemas para armar juego, arrancar las jugadas de ataque. La responsabilidad del juego pasó por los costados: García y Peralta, que jugaron a pierna cambiada la mayor parte del partido.
Fue una pobre actuación bohemia, pero alcanzó para llevarse un ajustado triunfo y eso no es poco. Después de perder muchos puntos frente a rivales débiles como Fenix y de una semana agitada, nada mejor que empezar ganando en el comienzo de ciclo de un nuevo entrenador. Lo que se vio de fútbol no da muchas esperanzas, pero este grupo necesita un envión anímico: hay buenos jugadores que bajaron su rendimiento, y quizá sea todo una cuestión mental. El hecho de que Agustín Gómez haya sido figura por haber salvado algunos mano a mano y varias pelotas complicadas da una idea de que el partido no fue cómodo para Atlanta. Si bien por momentos controló el juego y tuvo momentos en que fue protagonista y se mostró levemente superior, le generaron situaciones, generalmente por errores en defensa. El equipo intentó salir jugando de abajo y muchas veces por no despejarla a tiempo terminó complicándose. En ataque, dependió demasiado de la inspiración de García. Arriba, Ramos y Pons quedaron aislados y se conectaron poco con el juego. Nuevamente, el Bohemio pudo convertir gracias a un penal. Un síntoma de la falta de gol de este equipo que supo ser contundente y goleador.