miércoles, 3 de mayo de 2017

ATLANTA 1 FENIX 0

Pasó una eternidad de novelas y dramas entre aquella derrota en Barracas y esta vuelta a Villa Crespo para recibir a Fenix. Un antes y un después. Ya no está Ruiz en el banco y llegó Guillermo Duró para ocupar su lugar. Ya no está más Ezequiel Rodríguez en el plantel. La barra, después del episodio vergonzoso en la semana, aislada en su tribuna se dedicó a insultar a los jugadores e incluso también a los hinchas y socios de verdad, que no quisieron avalar su accionar. Justamente este accionar fue la causa de algunos problemas futbolísticos del equipo en este partido. Duró dispuso un tradicional 4-4-2 con pocas innovaciones. Era el mismo sistema que había preferido Ruiz durante la primera rueda del campeonato. Gogna, como el segundo tiempo ante Barracas, fue el improvisado lateral derecho, relegando a Monje. La vuelta de Tenaglia se espera con ansias. Sánchez recuperó la titularidad en lugar de Jerez, quien había regalado el tercer gol en el último encuentro. En el mediocampo, el doble cinco Seijas-Guerra ofreció voluntad y sacrificio pero falló en la distribución y el manejo de la pelota. Atlanta sufrió la ausencia de Rodríguez, un jugador con presencia y buen pie en el medio. Esta falta generó imprecisión y problemas para armar juego, arrancar las jugadas de ataque. La responsabilidad del juego pasó por los costados: García y Peralta, que jugaron a pierna cambiada la mayor parte del partido.
Fue una pobre actuación bohemia, pero alcanzó para llevarse un ajustado triunfo y eso no es poco. Después de perder muchos puntos frente a rivales débiles como Fenix y de una semana agitada, nada mejor que empezar ganando en el comienzo de ciclo de un nuevo entrenador. Lo que se vio de fútbol no da muchas esperanzas, pero este grupo necesita un envión anímico: hay buenos jugadores que bajaron su rendimiento, y quizá sea todo una cuestión mental. El hecho de que Agustín Gómez haya sido figura por haber salvado algunos mano a mano y varias pelotas complicadas da una idea de que el partido no fue cómodo para Atlanta. Si bien por momentos controló el juego y tuvo momentos en que fue protagonista y se mostró levemente superior, le generaron situaciones, generalmente por errores en defensa. El equipo intentó salir jugando de abajo y muchas veces por no despejarla a tiempo terminó complicándose. En ataque, dependió demasiado de la inspiración de García. Arriba, Ramos y Pons quedaron aislados y se conectaron poco con el juego. Nuevamente, el Bohemio pudo convertir gracias a un penal. Un síntoma de la falta de gol de este equipo que supo ser contundente y goleador.

No hay comentarios: