domingo, 6 de mayo de 2018

ATLANTA 0 TRISTAN SUAREZ 1

La eliminación prematura, previsible, añadió un episodio más a la larga historia de fracasos en los mano a mano por el Ascenso en las últimas dos décadas. Previsible en parte por este prontuario que cada vez se hace más pesado, previsible porque el equipo no aparece desde hace varios meses. Atlanta venía jugando mal y no estuvo a la altura de las circunstancias en estos cuartos de final. Había razones para creer. El Bohemio se venía haciendo fuerte en este 2018 en Villa Crespo, y con un empate bastaba para pasar a la siguiente instancia. Enfrente estaba Tristán Suárez, irregular pero con un gran poder de gol en su temible dupla de ataque López-Salmerón. No apareció el Atlanta que se agrandó como nunca en la Copa Argentina, el que entusiasmaba a principio de campeonato con un juego dinámico y eficaz. Por el contrario, se vio el mismo Atlanta lleno de dudas, desordenado, desorientado, sin conceptos, que vimos la mayor parte de la temporada. El 4-3-3 con el que salió Berscé a disputar este encuentro casi le cuesta la derrota desde muy temprano. El Bohemio salió dormido, en una catástrofe táctica y ofreciendo grandes ventajas a Tristán Suárez, que casi convierte en los primeros minutos. Luego, el DT cambió a un 5-2-3 con el que los jugadores se sintieron más cómodos, con Vega de líbero en vez de interior derecho. Además, inicialmente el equipo intentó salir jugando por abajo en una cancha rápida, afectada por las intensas lluvias, por lo que proliferaron los errores. Cuando Atlanta entendió que no podía jugar por abajo y que tenía que ocupar los huecos atrás, logró hacerse del control del juego y alejar al visitante del arco de Viain. Seijas y Previtali levantaron su nivel, pero arriba costó mucho generar peligro. Mazzanti no hizo pie en la cancha embarrada, Oyola fue pura voluntad y Martínez pivoteó bien pero le quedaron muy pocas para rematar. El conjunto de Berscé apostaba al empate que lo clasificaba, con poca gente llegando al arco rival. El plan parecía funcionar pero en el segundo tiempo Salmerón aprovechó una serie de confusiones y desatenciones en la defensa bohemia -de esas que abundaron en todo el torneo- y marcó el gol que depositó a Suárez en la semifinal por el ascenso. Nuevamente, la historia se repetía. Atlanta, como local, se veía obligado a remontar un resultado para no quedarse afuera en la primera ronda. Claro que a esa altura el conjunto de Berscé ya no tenía armas ni fuerza anímica. Se había preparado para aguantar y ahora tenía que ir a buscarlo. El DT quemó las naves y llenó el equipo de delanteros ofensivos y volantes. Pedrozo, Miranda y Chavez entraron. Pero no pudieron hacer nada. Atlanta se quedó afuera sin tener una chance clara para empatarlo. Pura impotencia. En silencio, triste. Una imagen representativa que retrata lo que fue este campeonato.

1 comentario:

Botis dijo...

El técnico no va mas