martes, 1 de mayo de 2018
Atlanta va de punto contra su maldición
Una nueva temporada ha terminado y Atlanta no logró llegar hasta el final con posibilidades de salir campeón pero sí clasificó cómodamente al Reducido en un puesto ventajoso. Tiene sabor a poco pero todavía queda una chance para obtener el ascenso. Claro que el panorama, por muchas razones, no es alentador. Para empezar, la historia de los últimos años condena al Bohemio en este tipo de instancias. Desde el 2000, Atlanta perdió siempre en el primer mano a mano del Reducido y definiendo siempre como local, a veces incluso con ventaja deportiva. Son ocho los antecedentes fatídicos que conforman esta maldición que se prolonga año a año. Hoy, en 2018, el conjunto de Berscé se encuentra en una posición similar: debe conseguir un empate ante Tristán Suárez en Villa Crespo para clasificar a la semifinal. La gran diferencia con respecto a otras oportunidades es que esta vez Atlanta llega realmente de punto, no como candidato a llevarse el ascenso. Después de un arranque prometedor con momentos de alto vuelo futbolístico, el equipo de Berscé sufrió un abrupto bajón en el juego y en los resultados. En la segunda rueda logró reponerse en la tabla pero el DT no encontró un equipo, no consiguió afirmar una idea de juego. Generalmente se vio un Atlanta irregular, desorientado, sin identidad. Además, este plantel no tiene las individualidades de jerarquía de otros años. La mayoría son jugadores jóvenes, que han tenido buenas actuaciones pero también bajones importantes de rendimiento. Para sumar problemas, una serie de lesiones dejó afuera de la cancha a varios jugadores titulares, algo preocupante de cara a estos partidos definitorios. Lugo, el indiscutible arquero titular, se fracturó la mano en la última fecha y la gran responsabilidad la tendrá el juvenil Viain, que apenas tiene un partido defendiendo el arco en la Primera. La defensa es una gran incógnita. La fragilidad defensiva fue una constante a lo largo del campeonato. Bettini se rompió los ligamentos y Bazán, su suplente, sigue lesionado. Bianchi Arce también se pierde, al menos, el primer encuentro. Ante esta situación, Berscé se ve obligado a improvisar. Sacó a Leyes del ostracismo, reinventó a Sánchez en distintas posiciones, revivió a Tecilla e hizo debutar al juvenil Herrera. Incluso probó con Ochoa jugando en el lateral derecho. ¿Quiénes serán los responsables de marcar a los peligrosos López y Salmerón en cuartos de final? En el mediocampo, se espera que Previtali vuelva en su mejor nivel e ilusiona el gran regreso de Seijas a las canchas. ¿Tendrá su chance Miranda o Berscé seguirá apostando por Ochoa Giménez? La delantera parece cantada con Mazzanti, Martínez y Oyola según los rendimientos de los últimos partidos, aunque sabemos que el DT siempre puede sorprender.
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