martes, 5 de octubre de 2010

The Real Comment: Atlanta 3 - Chicago 0

DANZA CON TOROS

¡La venganza se sirve en plato frío, mi fiel escudero! Recuerdas cuando los matadariles nos humillaron con un tremendo 4 a 0 en las adyacencias del barrio Los Perales, una fría noche de invierno ni bien retornaron a esta categoría. Pues bien, ahora le dimos de tomar de su medicina y este sábado en nuestro coqueto estadio, le ofrecimos una paliza de órdago y los despachamos con una goleada análoga a la sufrida dos años atrás.
Y eso gracias a la piedad y compasión de nuestros craks que en el segundo tiempo aflojaron el tranco, porque sino los toritos se iban con la canasta llena a vender pepinos a la feria de Mataderos.
Lo cierto es que Atlanta sigue con su marcha letal, volteando muñecos semana a semana, y jugando a un nivel que hace imposible ponerle límites a los sueños de un porvenir venturoso que crecen imparables en los corazones del bohemiaje.
En la primaveral tarde del sábado había clima de fiesta en ambas orillas del Maldonado, y el León Kolbowski lució radiante de ritmo, color y fantasía, colmado como hacía mucho tiempo no ocurría.
Fiesta que luego se prolongó en la verde hierba del campo de juego, donde los representantes de la gloriosa institución villacrespense le pegaron un baile a toda orquesta a la paupérrima manada de toros.
El Xabi Alonso sabe que la base está y repitió la oncena vencedora de Caseros: Don Rodrigo Llinás; el petizo Lolli (casi de volante) Nico Cherro, el mariscal Arancibia y Juampi Segovia; el poeta Galeano, el hacha Pogonza y el zurdo Ferragut; el patagónico Carou y Abel y Andrés Soriano.
Atlanta salió con la decisión de los próceres a buscar el partido y enseguida quedaron al descubierto las tremendas falencias de los verdinegros para defender, tener la pelota y atacar o sea para jugar al fútbol. Son una murga peor que Los Mimosos de Mataderos, que vinieron a cumplir horario y donde lo único rescatable son el oficio de Carboni y las ganas de su goleador Ferrer. Y pará de contar.
Los locales por su parte vienen en una racha que hace que sus jugadores desborden confianza y atrevimiento como para llevarse por delante a sus eventuales contrincantes.
Entonces en el medio campo se hicieron dueño del partido con el despliegue de los volantes a lo ancho del terreno, con Carou que se va despabilando y los mellizos arriba para joderle la vida a los impresentables zagueros chicaguenses.
Abajo con la jerarquía de Arancibia, la poca sutileza de Cherro y el gran Rodrigo, para esta ocasión alcanzó y sobró.
Tanto dominio terminó dando su fruto, sin tener que sufrir demasiado. En tres minutos Atlanta calentó el ambiente: a los 24’ Juampi Segovia agarró un rebote del espamentoso Gómez y adentro; y a los 27’ Andrés Soriano después de una buena jugada que empezó Carou y continuó Galeano definió pegándole como el ajo.
2 a 0 y los de Mataderos tiraron la toalla.
Siguió la milonga y diez minutos más tarde la pelota cruzó el área enemiga de un lado para otro, ante el pasivo testimonio de los defensores del Torito, entonces Ferragut metió la patita. 3 a 0 y listo el estofado.
Terminó el primer tiempo y arrancó el segundo sin novedad en el frente.
Un ataque inicial, que Cherro salvó sobre la línea, fue el único signo vital que dio Chicago en el complemento del partido. Después todo volvió a la normalidad, y Atlanta retomó el control de las acciones, pero al ritmo del vals, perdonándole la vida a sus huéspedes.
Pud haber otros goles, pero apareció el ex Atlanta Gómez para demostrar que tenía manos al final de cada brazo.
Faltaba menos de un cuarto de hora, cuando Galeano entró al área y lo bajaron como a un mosquito con Raid. Penal y como estábamos de joda, que lo patee Llinás.
4 a 0 y ahora sí a gozar en la platea y la tribuna A cantar y bailar.
Lo que pasaba en a cancha no tenía sentido, era robarle la plata a un ciego.
Sonó el silbato del juez que no dio descuento para no extender la tortura de los toritos, que en esos momentos, preferían estar en los bretes del matadero que de partenaire en un carnaval ajeno.
Atlanta ganó, goleó y gustó. Y esta ahí nomás de dar el zarpazo.
Ahora, nos vemos en Agronomía contra los carteros para continuar con esta marcha triunfal que conduce hacia la gloria!

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