ALMAGRO 1 ATLANTA 2
Ha finalizado la primera rueda de este largo campeonato de la Primera B, hemos llegado a la mitad del camino, y el presente no podría ser mejor. Con 21 fechas disputadas, Atlanta ha alcanzado enormes 47 puntos, y quiere llegar al medio centenar en el último partido del año, en Adrogué. Aprovechando la irregularidad del resto de los competidores por el ascenso, el conjunto de Javier Alonso no se desvió de su racha ganadora, y aumentó la diferencia sobre sus perseguidores, en una fecha perfecta en cuanto a resultados.
Las matemáticas asombran y acompañan la campaña de un equipo que se encuentra en las nubes. En José Ingenieros consiguió su cuarta victoria consecutiva y demostró que se está sacando el miedo de jugar de visitante, algo muy importante teniendo en cuenta las aspiraciones de campeonato. Como en el segundo tiempo en Temperley, Atlanta fue a a la cancha de Almagro a buscar el triunfo, con la estirpe y la autoridad de un puntero. De este modo obtuvo tres puntos merecidos, si se tiene en cuenta que el conjunto de Villa Crespo fue superior en el juego y que generó una mayor cantidad de jugadas de peligro.
Alonso apostó al 4-4-2 y puso en evidencia que el gran momento bohemio no depende de esquemas tácticos. Pese a no tener un enganche –más allá de que Galeano muchas veces se adelantó un poco más en el medio para cumplir una función similar- Atlanta fue más y supo cómo atacar a su rival. La astucia de los Soriano, y la velocidad de Mancinelli y Guzmán por la banda derecha fueron sus principales armas ofensivas, pero empezó lastimando –como otras veces- con la pelota parada. Cherro puso la pata en una maniobra poco ortodoxa y puso arriba al Bohemio. Atlanta pudo haberlo liquidado, pero le perdonó la vida al local, y llegó el empate. Había que empezar de nuevo, pero se podía confiar en que por el mismo camino, con las mismas armas, era posible volver a ponerse arriba en el marcador. Por eso Atlanta se dedicó a seguir jugando, y tras una gran jugada de Guzmán y Galeano, la metió Andrés Soriano, de cabeza, para poner el merecido 2-1.
En la segunda parte, estaba para rematarlo. Atlanta tuvo sus chances de ganarlo con mayor tranquilidad, pero las desperdició y terminó sufriendo demasiado frente a un rival golpeado, que presionado por su hinchada fue a buscar la igualdad desesperadamente. El Bohemio aguantó con una actuación enorme de Pogonza, y la seguridad de Arancibia y Cherro, pero en una de las últimas jugadas del encuentro casi se le escapa el triunfo con un pelotazo frontal para la polémica: el juez de línea señaló el offside, y luego llegó el inválido gol, seguido de enérgicas protestas de los rivales, como en el partido ante Armenio. Por cómo está jugando el equipo, no parece necesario sufrir tanto y darles lugar a estas polémicas que a la larga pueden influenciar negativamente en los arbitrajes posteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario