Cuando quedan siete fechas para definir el único ascenso que otorga este corto campeonato, Atlanta se abraza a su ilusión pese a que el panorama no es accesible. Tres victorias consecutivas volvieron a poner en la pelea al Bohemio, que se ubica cuarto, siete puntos por debajo de la cima. Los dos próximos encuentros que se avecinan son con rivales que navegan en los últimos puestos de la tabla (UAI Urquiza y Almirante Brown), por lo que no es descabellado soñar con dos nuevos triunfos. El equipo está en su mejor momento en el torneo luego de un comienzo muy desdibujado. Sin embargo, para alcanzar el objetivo, deberá resolver los problemas que todavía sufre, y esperar que se caiga el sorprendente Colegiales, invicto y con una gran efectividad de puntos obtenidos. Cada vez se lamenta más la derrota sufrida en Munro ante el ahora líder.
Habiendo jugado bien solamente de a ratos en algunos partidos, Atlanta encontró mayor regularidad y se acomodó en el torneo, aunque la brevedad del modo de disputa no admite muchas equivocaciones. Luego de un comienzo con dudas, el joven Losada se afirmó con seguridad en el arco. Las presencias de Alonso y Otermín suben su valor en una defensa que es uno de los puntos más flojos del conjunto de Biggeri, que pese a todo no recibió tantísimos goles en contra. En el mediocampo, algunos pincelazos de Cardozo y la presencia siempre desequilibrante de Mancinelli, emblema y garantía del equipo. La ilusión se sostiene arriba con los goles de la gran figura, Luciano Pons, quien venía de romper redes en Primera C y ahora es el goleador de la B, con siete tantos. ¿Le alcanzará a Atlanta para pegar el zarpazo? No depende de sí mismo, y deberá tener una enorme efectividad en los partidos que restan.