En la última fecha del campeonato, Atlanta realizó una muy mala presentación y perdió su invicto como local en la segunda rueda, justo antes de afrontar los cuartos de final del Reducido, en donde le alcanzará con un empate para llegar a la semifinal. Fue una tarde negra para el Bohemio en Villa Crespo. Primero, por una actuación muy pobre. Segundo, por la lesión del arquero titular Lugo, que se perderá el Reducido. Tercero, porque la derrota prácticamente lo condena a enfrentar a Barracas, el rival al que todos querían evitar por ser el club del presidente de la AFA. No había buenas noticias ni un panorama alentador cuando Possi dio el pitido final.
Para este encuentro ante San Telmo Berscé decidió formar un equipo alternativo, aunque incluyó también a algunos titulares. En este sentido, la apuesta por arriesgar jugadores difíciles de reemplazar le salió mal, ya que la lesión de Lugo es una gran preocupación de cara al Reducido. Por cómo se dieron los resultados, una victoria hubiera permitido evitar a Barracas, pero lo cierto es que si otros hubieran sido los resultados de la fecha, al Bohemio le hubiera convenido perder para evitar al equipo de Tapia. Más allá de estas especulaciones, decepcionó la actuación del conjunto de Berscé. Atlanta jugó desconcertado, totalmente desordenado tácticamente, sin precisión, sin capacidad de desnivelación. Sólo en algunos tramos del partido logró asentarse en el juego y producir algunas buenas jugadas, pero no alcanzó. Tampoco alcanzó el cabezazo gol de Chaves que fue el empate transitorio para llevarse al menos un punto y obligar a Defensores a ganar. Berscé, desorientado, cambió varias veces de esquema y no pudo darle solidez a un equipo que se vio por momentos desbordado por un San Telmo que se animó. Lo más preocupante fue la fragilidad defensiva, teniendo en cuenta que debido a las lesiones de Bettini, Bazán y Bianchi Arce no hay muchas otras alternativas. Tecilla y Ochoa pueden volver, pero ¿quiénes serán el 4 y el 2 que arranquen el sábado?
sábado, 28 de abril de 2018
domingo, 22 de abril de 2018
COMUNICACIONES 1 ATLANTA 2
Buen triunfo de Atlanta en Agronomía para acomodarse en la tabla de cara al objetivo más próximo: clasificar del quinto puesto para arriba para poder definir los cuartos de final de local y con ventaja deportiva. Con el Reducido tan cerca, Berscé se vio obligado a hacer varios cambios e improvisar ante tantas lesiones. El DT decidió salir a la cancha con un 5-2-3, con el zurdo Ochoa como lateral derecho (ya que los dos 4 del plantel están lesionados) y el debutante Herrera en el sector izquierdo de la defensa. Atlanta ganó bien frente a un conjunto local que se jugaba las últimas chances de aspirar a una clasificación. Fue un claro dominador del juego y generó una gran cantidad de situaciones de peligro, sobretodo en la segunda etapa. En el mediocampo, sobresalió la figura de Gabriel Seijas, que está volviendo tras una larga y complicada lesión y hoy mostró que está en buen nivel, como para darle algo que le falta al equipo: un jugador de jerarquía con sacrificio y conducción, que puede manejar la pelota y filtrar pases de peligro a los delanteros. Ante un panorama oscuro por las lesiones y por el hecho de que Atlanta no llega al Reducido con un equipo armado, el regreso de Seijas es una buena noticia. También el ingreso de Damián Leyes, el experimentado marcador central relegado durante todo el torneo que demostró que está para titular. Por otra parte, Adrián Martínez volvió a convertir -y por duplicado- metiendo presión al DT para ganarse el puesto de centrodelantero, del que era dueño Milton Giménez hasta su lesión. Si bien fue una buena presentación del equipo en general, llamó la atención la baja efectividad goleadora. Con Comunicaciones jugado totalmente en ofensiva, Atlanta tuvo varios contragolpes en los cuales contaba con ventaja numérica, y no los supo aprovechar. Estas oportunidades desperdiciadas casi le cuestan caro, ya que el local logró empatarlo transitoriamente con un cabezazo de Vildozo.
sábado, 7 de abril de 2018
ATLANTA 1 FENIX 1
El campeonato se va apagando y Atlanta sigue sin convencer, sin encontrar el rumbo futbolístico. En la tarde gris de Villa Crespo, ofreció una pálida actuación ante el débil Fénix, que llevaba 13 partidos sin conocer la victoria. Berscé dio nuevamente la nota al incluir entre los titulares a Nakache tras un largo ostracismo y a Pedrozo como centrodelantero, cuando el regreso de Martínez por la lesión de Milton caía de maduro. El DT volvió además al esquema 4-3-3. En el primer tiempo, parecía que todo se encaminaba hacia una victoria tranquila de Atlanta. Fénix mostraba grandes limitaciones, se veía inseguro, y el Bohemio lograba ser punzante, vertical. Se sucedieron las chances y finalmente pudo definirlo Pedrozo. El 1-0 parecía la puerta hacia un triunfo frente a un rival claramente inferior. Pero el conjunto de Berscé, en vez de aprovechar su momento, se durmió y permitió que el visitante se agrandara. Fénix se animó y puso en evidencia los permanentes errores de una defensa que, más allá de los nombres, no ha logrado dar seguridad en este campeonato. Así llegó el empate con un penal de Milla, sobre el final del primer tiempo. La segunda etapa comenzó como había terminado la primera: con el visitante dominando, con la iniciativa futbolística, y un Atlanta totalmente perdido, desdibujado, sin juego y sin actitud. Fénix lo pudo haber dado vuelta pero encontró a un debutante Viain que se fue haciendo cada vez más fuerte con el correr de sus primeros minutos en Primera División. También lo pudo haber ganado el Bohemio, ya que Sánchez falló un penal. El ex Brown decidió, como en oportunidades anteriores, amagar antes de patear pero esta vez el arquero Rodríguez lo esperó y se lo atajó sin problemas. Quizá haya sido clave el consejo de Diego Ledesma, el ex Atlanta que antes del penal bajó rápidamente a hablar con Rodríguez, seguramente para indicarle la costumbre de Sánchez, ya que luego fue felicitado por sus compañeros y dirigentes en la tribuna de Muñecas. Con rendimientos individuales muy bajos y preocupantes, sin ideas de cómo jugar y cómo armar el equipo, Atlanta terminó dando una imagen muy mala. Un empate con Fénix como local y jugando de esta forma es muy poco si se pretende que este equipo pueda dar pelea en un Reducido.
lunes, 2 de abril de 2018
ACASSUSO 1 ATLANTA 1
La sensación es que, si existía una mínima esperanza de campeonar, Atlanta dejó pasar ese último tren. No era un choque sencillo ante el sorprendente Acassuso, que logró colarse entre los primeros puestos con un plantel de poco nombre. Pero era justamente la oportunidad de mostrar algún crecimiento frente a un rival de los de arriba de la tabla. En la cancha de Italiano el Bohemio apenas salvó un empate.
Berscé, como de costumbre, sorprendió con la alineación inicial. Sin Miranda ni Bianchi Arce, optó por Vega como central derecho y un mediocampo integrado por Monserrat, Previtali, Álvarez y Ochoa Giménez. Es decir, varios jugadores con características similares. Pese a este planteo a priori defensivo, Atlanta se paró en el campo con las líneas muy adelantadas y buscando dominar el control de la pelota. Acassuso se sintió en principio cómodo con esta situación, ya que apostó a salir rápido de contragolpe. Mientras que el visitante se enmarañaba en su juego tibio, impreciso e intrascendente, el Quemero lastimaba con pases largos y jugando a las espaldas de los defensores bohemios, que jugaban lejos del arco de Lugo. Así llegó la apertura del marcador. El local había demostrado efectividad y capacidad para aprovechar los espacios. Atlanta nuevamente se encontraba de visitante con la obligación de dar vuelta un resultado, algo muy común en este campeonato. El conjunto de Berscé se hizo dueño del juego y fabricó situaciones claras de peligro, pero no tuvo definición. La más importante la tuvo Previtali, que alcanzó a pararla en el área chica solo frente el arquero pero la mandó por arriba del travesaño. Acassuso siguió apostando a resolverlo de contragolpe, cediendo a Atlanta la iniciativa. Mazzanti fue clave en la primera etapa, el único jugador desequilibrante en el Bohemio, pero no apareció en todo el segundo tiempo, cuando Della Picca sacó a Bozzoni (amonestado) y puso en ese lateral a Luis Monge.
En el segundo tiempo, Berscé fue metiendo mano para acumular más jugadores con características ofensivas. Ingresaron Martínez, Pedrozo y Sosa. El goleador bohemio tuvo dos cabezazos claros que sacó el arquero. Y finalmente llegó la igualdad gracias a un tiro libre excelentemente ejecutado por Guillermo Sánchez. Atlanta pudo haberlo ganado sobre el final pero también lo pudo haber perdido. Nuevamente sufrió por su fragilidad defensiva y por su falta de contundencia en ataque.
Berscé, como de costumbre, sorprendió con la alineación inicial. Sin Miranda ni Bianchi Arce, optó por Vega como central derecho y un mediocampo integrado por Monserrat, Previtali, Álvarez y Ochoa Giménez. Es decir, varios jugadores con características similares. Pese a este planteo a priori defensivo, Atlanta se paró en el campo con las líneas muy adelantadas y buscando dominar el control de la pelota. Acassuso se sintió en principio cómodo con esta situación, ya que apostó a salir rápido de contragolpe. Mientras que el visitante se enmarañaba en su juego tibio, impreciso e intrascendente, el Quemero lastimaba con pases largos y jugando a las espaldas de los defensores bohemios, que jugaban lejos del arco de Lugo. Así llegó la apertura del marcador. El local había demostrado efectividad y capacidad para aprovechar los espacios. Atlanta nuevamente se encontraba de visitante con la obligación de dar vuelta un resultado, algo muy común en este campeonato. El conjunto de Berscé se hizo dueño del juego y fabricó situaciones claras de peligro, pero no tuvo definición. La más importante la tuvo Previtali, que alcanzó a pararla en el área chica solo frente el arquero pero la mandó por arriba del travesaño. Acassuso siguió apostando a resolverlo de contragolpe, cediendo a Atlanta la iniciativa. Mazzanti fue clave en la primera etapa, el único jugador desequilibrante en el Bohemio, pero no apareció en todo el segundo tiempo, cuando Della Picca sacó a Bozzoni (amonestado) y puso en ese lateral a Luis Monge.
En el segundo tiempo, Berscé fue metiendo mano para acumular más jugadores con características ofensivas. Ingresaron Martínez, Pedrozo y Sosa. El goleador bohemio tuvo dos cabezazos claros que sacó el arquero. Y finalmente llegó la igualdad gracias a un tiro libre excelentemente ejecutado por Guillermo Sánchez. Atlanta pudo haberlo ganado sobre el final pero también lo pudo haber perdido. Nuevamente sufrió por su fragilidad defensiva y por su falta de contundencia en ataque.
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