jueves, 12 de mayo de 2011

La verdà de la Moilanesky: DALE CAMPION!!!!!


ATLANTA 0 B. CENTRAL 1

El sueño se ha cumplido. Atlanta ha gritado campeón y tuvo su merecida fiesta en Villa Crespo, junto a su gente, tiñiendo todo el barrio de gloria. Después de doce años con altibajos en la tercera categoría, concretó una campaña futbolística excepcional y ganó el torneo de punta a punta, logrando coronarse nada menos que cuatro fechas antes del final. El título lo encuentra justamente en el mejor momento institucional del club de las últimas dos décadas.

Si tuviéramos que sumergirnos en el sentimiento y en el análisis de este Atlanta campeón podríamos quedarnos todo el día. Hay mucho para decir sobre este momento tan especial que vive el hincha bohemio. Es que esa alegría indescriptible que se desató con el ya seguro triunfo de Chicago sobre Defensores tenía una gran historia detrás. No solamente la historia del último partido, o la de todo el campeonato, sino la de años y décadas de sufrimiento y angustia.

Fue una lástima la necesidad de esperar la derrota de Defensores para ser oficialmente campeón. Atlanta había armado todo para festejar un poco antes: si le ganaba a Barracas Central en Villa Crespo, se aseguraba el ascenso automáticamente. Este Atlanta hubiera merecido el triunfo para festejar como se debe: ganando. Pero en la práctica no lo mereció. Jugó quizá pensando demasiado en el festejo, y olvidó que tenía un partido difícil frente a un rival muy duro, al cual es muy difícil derrotar. Barracas jugó el encuentro como si fuera una final: corrió, metió y nunca se salió de su libreto, bien ordenado tácticamente y aguerrido en la marca. El conjunto visitante le hizo la vida imposible a un Atlanta que nunca le encontró la vuelta.

Decididamente este partido de coronación no fue una mustra representativa de lo que fue Atlanta en este campeonato. Al contrario, le faltó fútbol y presencia ofensiva. No supo cómo llegar con claridad al arco rival, y fue pura impotencia frente a un rival que dejó todo para conseguir la hazaña de ganarle al campeón en su propia casa y postergarle la fiesta. Un gran mérito de Barracas, que logró su cometido.

El festejo del campeonato dos horas después permitió olvidar lo que fue una de las peores actuaciones del Bohemio en esta temporada, y la segunda derrota en Villa Crespo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DALE CAMPEOOOOON !!!