Entonado por la resonante victoria ante River que llegó a las primeras planas y que puso en alto a un Atlanta acostumbrado este campeonato a los malos resultados, el conjunto dirigido por Carlos Roldán quería seguir haciendo historia presentándole un importante escollo al puntero del torneo, Instituto, en su casa cordobesa. El Bohemio mostró en Córdoba algunas de las virtudes que lo habían catapultado a la gran victoria del domingo pasado, pero no le alcanzó para llevarse un premio. Jugó dignamente, aguantó los embates del líder, pero la resistencia caducó a poco del final. Así, Instituto se llevó los tres puntos y Atlanta se fue con las manos vacías. Si bien anímicamente el equipo está intacto por el gran partido realizado y sobretodo por el buen rendimiento de los últimos encuentros, la realidad es que los promedios no dan tregua y los puntos se necesitan como agua en el desierto. Habrá que ganarle sí o sí al alicaído Gimnasia de Jujuy, y habrá que traer un buen resultado de Puerto Madryn.
Es verdad que algo cambió y para bien en Atlanta. Roldán de a poco fue ordenando el equipo y parece haber encontrado una base como para afrontar esta definitiva recta final. El equipo está más sólido, más convencido, con mayor firmeza en la defensa y el mediocampo. Sin lujos, sin asumir grandes riesgos, parado más bien de contragolpe y con la intención de no regalar espacios a sus rivales. Así pudo plantarse bien frente a muy buenos equipos como Defensa, River o Instituto, pero la gran deuda sigue siendo frente a aquellos rivales que no juegan de protagonistas. Atlanta ahora deberá encarar partidos diferentes en el juego, que no se van a presentar de la misma manera y en donde muchas veces la obligación de manejar la pelota e ir a buscarlo será de Atlanta.
A Córdoba el conjunto de Roldán fue con la idea de plantear el mismo partido que con River. Instituto fue superior y demostró porqué es el puntero. Jugó, atacó, generó situaciones, pero recién pudo quebrar la fuerte resistencia bohemia a pocos minutos del final del encuentro. La defensa visitante cumplió una gran actuación oponiéndose con gran sacrificio a los hábiles jugadores de ataque de La Gloria. Esta vez, el mediocampo bohemio no pudo hacerse tan fuerte como en River. Lorefice y Gabriel López metieron mucho pero perdieron bastante. Por eso Instituto pudo hacerse dueño de la pelota en el partido. En ofensiva, lo mejor de Atlanta se vio en la segunda ataque, cuando ingresaron Ramírez y Bielkiewicz y generaron las escasas situaciones de peligro bohemias. No alcanzaron los contragolpes para lograr otra hazaña: faltó definición. El sueño de Atlanta murió en la agonía y perdió la chance de volverse a Villa Crespo con un precioso punto.
1 comentario:
si bien no merecimos ganar ..tampoco merrecimos perder ya que instituto nunca fue mas que atlanta y creo que en el segundo tiempo las mejores situaciones de gol las creo el bohemio y sin hablar del ladrón del referí que cobro todo para instituto y el gol lo hizo un tipo que tendría que haber estado en su casa despues de dar semejante codazo ...amigo somos de atlanta no ciegos y ahí nos afanaron como casi siempre
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