viernes, 13 de diciembre de 2013

¿Refuerzos de verano?

Terminada la primera rueda y con la pretemporada como próximo desafío, el tema obligado es el de los refuerzos de verano. Como máximo, cada plantel puede traer dos incorporaciones en este receso. En general, en los últimos años, no fueron provechosos los refuerzos de verano en el Bohemio (ver esta nota de La Taberna del Siome). Lo complicado del asunto radica en que usualmente el club no tiene dinero para traer grandes figuras, pero se terminan trayendo jugadores de bajo nivel que juegan poco y nada. No se justifica traer a alguien para que ocupe un lugar en el banco. Muchos promueven la idea de que es preferible mantener el plantel e intentar asegurar el pago a tiempo de los sueldos. 
Habrá que ver qué opinarán Cassano y Magarelli. Atlanta no tiene un gran plantel, no le sobra nada, pero el equipo apareció, más ordenado, más sólido, con goles y triunfos, y terminó el año como puntero, algo que ocurre por tercera vez consecutiva en esta categoría. Sin embargo, todavía pesa el mal recuerdo de lo que pasó el campeonato pasado, cuando el conjunto de Rondina se cayó a pocas fechas del final y perdió un ascenso que parecía cercano. 
A la hora de revisar en qué puestos necesitaría Atlanta reforzarse, si así lo quisiese, no hay un lugar cantado. Muchos jugadores mejoraron sus rendimientos en la segunda mitad de la primera rueda, como Maraschi, Lazzarini, Galeano, Nanía. Mi opinión es que el puesto a reforzar es uno: el de lateral izquierdo. Hasta ahora, tanto Méndez como la dupla actual improvisaron con Peláez en ese sector, pese a que es naturalmente marcador central y no se siente cómodo jugando allí. El ex-Español aporta altura en el juego aéreo, pero le cuesta cuando tiene que marcar los desbordes, y el equipo pierde salida y proyección por la banda izquierda. Pinto es un lateral tradicional, que se proyecta, pero ha dejado dudas en la marca. Bozzoni, mediocampista, también fue probado en ese puesto, sin éxito.
La experiencia indica que en estos recesos se suelen traer más volantes ofensivos y delanteros que defensores. Hoy Atlanta parece tener cubierto el sector de ataque, y hay que considerar también que quienes se mueven en ese sector de la cancha suelen cobrar sueldos muy altos si tienen un nombre. Se verá qué ocurre finalmente. Con refuerzos o no, confiaremos en este equipo y en sus posibilidades.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Las claves del puntero

Atlanta cerró el año de la mejor manera. Por tercera vez en cuatro años, finaliza el año calendario como líder. Después de 16 años, volvió a jugar en Villa Crespo de noche, y la gente vivió una fiesta completa con el triunfo por 1-0 frente a Barracas Central. El Bohemio jugó un muy buen primer tiempo, en donde generó varias situaciones de gol, pero encontró la victoria en un chato segundo tiempo, cuando Nanía anotó el único tanto a través de un penal polémico. La victoria, al fin y al cabo, fue justa, y le permitió mantener la exclusividad de la punta, algo impensado si se tiene en cuenta el desteñido comienzo del equipo en este torneo. Aquí repasaremos las claves de la levantada de Atlanta, que lo llevó de los puestos de abajo a lo más alto de la tabla.

EL RENDIMIENTO EN VILLA CRESPO. Los primeros partidos Atlanta sufrió mucho jugando como local. No podía convertir, no podía ganar, se sucedían las derrotas (entre ellas el clásico con Chacarita) y pobres empates en cero. Los rivales se cerraban atrás y el equipo no tenía ideas, no podía responder. Ahora el Bohemio lleva cinco triunfos consecutivos como local: venció a Estudiantes, Morón, Flandria, Acassuso y Barracas.
EL ESQUEMA TÁCTICO. En su ciclo como entrenador, el Gallego Méndez probó distintas variantes en el equipo. Empezó con un 4-2-3-1 inspirado en el fútbol alemán, pasó por el 4-4-2 y finalmente se quedó con el 4-3-3 con el que consiguió los mejores resultados. Cassano mantuvo la misma idea táctica y el equipo parece haber encontrado un orden en la cancha. Los jugadores saben qué función deben cumplir y a qué deben jugar.
EL CIRCUITO OFENSIVO. Al principio, uno de los más grandes problemas del equipo era la falta de gol. Dependía casi exclusivamente de las maniobras individuales de Godoy, que no encontraba compañía. Atlanta no tenía ideas, no generaba juego, no tenía oportunidades. Con el crecimiento de Maraschi como figura del ataque, la consolidación de Lazzarini, y los aportes de Galeano y Acuña, el Bohemio fue encontrando una idea de juego colectivo, tocando por abajo, desbordando por los costados.
UNA DEFENSA MÁS SEGURA. La idea original de Méndez de jugar con Díaz Villán y Alemandi como centrales y dos laterales tradicionales no terminó dando buenos resultados. El ingreso de Francés en la zaga central en lugar de Alemandi fue muy importante para que la defensa se asentara, gracias a su presencia y voz de mando. Todavía es una cuenta pendiente el lateral izquierdo, donde les ha costado afirmarse tanto a Peláez como a Pinto.
SARDELLA, EL ABANDERADO. Desde el primer encuentro se vio que Sardella era un jugador diferente, pese a que mucha gente prefería ver en la cancha a Palisi, jugador del club y figura en el campeonato anterior. Pero Sardella, en silencio, se fue ganando el respeto con sus rendimiento, siempre parejo. Aporta recuperación y equilibrio al mediocampo y ha sido quizá el mejor en lo que va del torneo.
LAS MANOS DE VEGA. Más allá de algunos errores -en especial el que abrió el marcador en la derrota en el clásico- Matías Vega se afirmó en el arco con tapadas importantes, salvando al equipo en varias oportunidades. Recibió pocos goles y se llevó un record de valla invicta en el club. Que mantenga este nivel es necesario para que Atlanta tenga chances en la obtención del ascenso.

martes, 3 de diciembre de 2013

¿Godoy or not Godoy?

La discusión de hoy hubiera sido impensada unos meses atrás, pero actualmente es pertinente. Marcos Godoy llegó como refuerzo en esta temporada 2013/14 y en los primeros partidos se convirtió en la figura más destacada del equipo. Autor de los primeros 4 goles bohemios en este campeonato, su protagonismo futbolístico era muy significativo. Todo en el ataque pasaba por él. Era un mal momento colectivo de Atlanta, no se conseguían buenos resultados, y parecía que la única forma de lastimar al rival era mediante alguna genialidad de Godoy, que se las arreglaba solito para complicar a los defensores contrincantes y fabricarse situaciones de peligro. El típico "Tira el centro y lo cabecea él". Poco y mal acompañado, el equipo dependía de esta individualidad, que sorprendió mostrando un gran nivel en aquellos primeros encuentros.
Hoy la situación es muy distinta. Las lesiones lo alejaron de las canchas durante varios partidos, pero Atlanta aun sin su estrella se las ingenió para reemplazarlo e incluso aumentar enormemente la producción ofensiva. Los goles y los triunfos llegaron más seguido, convirtiendo al Bohemio en el puntero del torneo. Es cierto que mucho influyó en esta levantada la aparición de otra figura que estaba apagada en los primeros encuentros: Federico Maraschi. El Bicho, rápido y picante, lleva 4 goles al igual que Godoy y es el más destacado en el ataque bohemio. Pero lo más importante es que hoy Atlanta no depende de una individualidad sino que se ve más volumen de juego colectivo. Lazzarini, antes suplente, es el gran socio de Maraschi y ha llegado al gol también. No es un nueve tradicional: juega más retrasado, se abre por los costados. El tridente ofensivo lo completa el Chichi Acuña, de rendimiento irregular, pero que en cuentagotas ha sabido entenderse bien con Maraschi y Lazzarini, ofreciendo interesantes habilitaciones.
Ante este panorama, con la vuelta de Godoy tras su lesión, se genera un lindo problema para la dupla técnica. Parece difícil modificar el esquema de un equipo que supo, jugando así, ganar, golear y llegar a la punta. Porque lo relevante aquí es que el ingreso de Godoy no es simplemente un cambio de nombres. El equipo juega distinto con él. Por otra parte, también resulta inverosímil pensar en Godoy en el banco de suplentes, siendo un jugador de gran jerarquía que puede aportarle un plus al equipo, sobretodo en los partidos más duros. Lo ideal sería que Cassano y Magarelli le encuentren la vuelta y puedan ubicar a Marcos en este Atlanta sin resignar al juego colectivo, y explotando las cualidades de este gran delantero.