Histórico triunfo de Atlanta: 45 años llevaba sin ganarle a Platense como visitante, y lo aplastó con un contundente 4-1 en Vicente López. En el choque de los dos clubes con más historia de la categoría, el Bohemio recuperó la memoria tras dos derrotas consecutivas, una ante el líder Defensores y la otra por goleada, de local, ante el último de la tabla. Ahora, este equipo tan contradictorio y ciclotímico volvió a mostrar su mejor versión, más parecida a aquella que supo lograr muy buenos triunfos en este campeonato que a la que vimos en el último partido ante San Carlos. ¿Cuál es la verdadera cara de Atlanta? Todavía no lo sabemos, o quizá sea ambas al mismo tiempo.
Fue fuerte la apuesta de Sialle, cuya continuidad quizá hubiera puesto en duda si perdía este encuentro. Además de volver a incluir a Quiroga tras su lesión y jugársela por Bonfigli desde el arranque, la decisión más importante fue la vuelta de Barucco al arco, en un puesto en donde Atlanta no encuentra seguridad ni tranquilidad. Finalmente, cualquier debilidad defensiva bohemia quedó olvidada por hoy gracias al extraordinario trabajo del equipo en el mediocampo y en el ataque. La producción futbolística fue excelente. Atlanta ganó el medio con mucha presión, recuperación de pelota, y supo manejarla con inteligencia y practicidad para buscar herir a su rival. Platense ayudó mucho: fue muy tibio, no generó peligro ofensivo y cometió grandes errores atrás. El conjunto de Sialle aprovechó sus momentos y luego lo liquidó. La gran figura de la mañana fue Emiliano Bonfigli, que anotó un hattrick. El delantero ex Almagro llegó al club de la mano de Carlos Mayor pero había tenido un mal semestre en el torneo de transición, en el que todos recuerdan el increíble gol errado ante Chacarita. Para este campeonato, corría atrás de Pedrozo, Maraschi y Martínez, pero se ganó su lugar y ahora se ganó un importante crédito con este triplete. Con cuatro tantos, es el goleador del equipo en lo que va del torneo.
El último gol llegó con un zurdazo de Quiroga, el que determinó la buena goleada de Atlanta. Fue un sábado feliz y Villa Crespo respira. Sialle retomó la iniciativa y ahora deberá ratificarlo en los siguientes partidos.