domingo, 10 de noviembre de 2019
ATLANTA 1 BARRACAS CENTRAL 1
En la fecha en que todos los perseguidores perdieron, parecía la gran oportunidad de ganar y piantarse en la cima de la tabla. Pero el finde no fue perfecto porque Atlanta tampoco pudo ganar. Pese a la imposibilidad de conseguir un triunfo en casa y de no poder sumar de a tres por segundo partido consecutivo, el punto no cayó mal en Villa Crespo. Fue otro encuentro en que el Bohemio no jugó bien, pero al menos sigue sumando y estiró la ventaja sobre su escolta: ahora cinco puntos lo separan de Platense. Barracas no es el campeón de la B Metro que ganaba todo lo que jugaba, pero tampoco hay que engañarse por su mala posición en la tabla. El conjunto del Chiqui Tapia es siempre un escollo difícil. Orfila decidió el regreso de Matías Molina a la alineación titular en lugar de Flores y le dio la confianza a Joaquín Molina para reemplazar al Animal López, expulsado en Casares. Desde el principio, se notó que no era un partido cómodo para Atlanta, que no era una de esas tardes en que todo parecía salir bien. El visitante planteó un juego duro, cerrado, intentando cortar el circuito futbolístico del local como prioridad. Y lo logró. Mazzantti no tuvo espacios para desequilibrar. Valdez Chamorro no estuvo fino y no pudo hacer jugar a sus compañeros. Molina no se encontró con la pelota. Las herramientas ofensivas de Atlanta no funcionaban, pese a que era el equipo que tenía la iniciativa en el juego. Barracas apostaba por los pelotazos largos a sus delanteros para sorprender de contra. Aun sin jugar bien pero siendo más que su rival, el conjunto de Orfila logró ponerse en ventaja. Tras una muy buena jugada preparada que Ochoa Giménez terminó estrellando en el travesaño, Nahuel Tecilla se puso el traje de goleador y aniquiló a Elías Gómez con una chilena espectacular. Sin embargo, el partido era complicado. Una de las fuentes de complicaciones fue el arbitraje de Echavarría, que inundó el desarrollo con una cantidad abrumadora de tiros libres a favor del visitante. Así, al Bohemio le costaba cortar el juego y aumentar de contra, mientras Barracas se aseguraba el control del juego. En el segundo tiempo, lo de Atlanta empezó siendo muy malo. Sin ideas, asumió un rol totalmente pasivo en el partido. Los dirigidos por Aldirico se agrandaron y se acercaron con mucho peligro al arco de Rago. El local había perdido el dominio del mediocampo, no atacaba, y sufría mucho por las bandas, especialmente en el sector derecho, donde en esta segunda mitad se encontraba Valenzuela en duelo con Matías Molina. Atlanta no podía cubrir los espacios y se veía desbordado. Y llegó el lógico gol del empate. Con el 1-1, se reconfiguró el partido. El visitante volvió a replegarse, conforme con el punto, y apostó a los contragolpes, donde pudo haber herido. El Bohemio se calzó la mochila y fue a buscar el triunfo, con más actitud que fútbol. Pero no alcanzó. Con sus jugadores ofensivos en una mala tarde, faltó la inspiración para ganarlo. Pedrozo fue lo más destacado por su sacrificio, pero no sintió la posición de centrodelantero. Al final, el empate estuvo bien para lo que fue el encuentro.
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