martes, 26 de noviembre de 2019

ATLANTA 1 TEMPERLEY 1

Parece poco pero Atlanta rescató un empate de oro en un partido complicadísimo ante Temperley. Las últimas fechas no vienen saliendo bien: en los últimos cuatro partidos el equipo no jugó bien y cosechó igual cantidad de puntos que de expulsados: tres. Ya había sufrido la ausencia de López, hoy sufrió las bajas de Valdez Chamorro y Pedrozo, y posiblemente se lo extrañe a Rago en Vicente López. Aun así, el Bohemio sigue puntero y lo seguirá estando después del trascendental choque ante Platense, al finalizar la primera rueda. Se sabía que esta despedida del año en Villa Crespo iba a ser muy difícil. Temperley venía con una gran racha y podía subirse a la punta. El conjunto de Orfila sin dos jugadores fundamentales en el sistema de juego. En el primer tiempo, Atlanta fue una sombra. Mazzantti nunca pudo desbordar. Astina tuvo su primera chance como titular y la desperdició: en el entretiempo se fue reemplazado por Oyola tras una muy mala actuación. Sin Valdez Chamorro, no había fútbol en el mediocampo. El visitante hizo muy bien su papel. Se dedicó a cortar el juego local con una marca áspera y constante, anulando las posibilidades bohemias. La defensa de Atlanta cooperó con una mala noche, con un funcionamiento errático y rendimientos bajos. A tono con el nivel futbolístico de un equipo en que se salvaron muy pocos. El Gasolero se puso en ventaja con un golazo de otro partido de Baldunciel y ganaba bien. Pudo haber aumentado la cuenta frente al desconcierto de un Atlanta que no encontraba la manera y se veía superado táctica y físicamente. Después de un primer tiempo en que el 0-1 al menos daba la oportunidad de recomponerse, la segunda etapa fue diferente. Temperley se fue tirando cada vez más atrás, aliviando los problemas defensivos locales y dejando terreno para los avances de Atlanta. Claro que los de Orfila nunca se reencontraron con el juego. Siguieron imprecisos, pero no abandonaron la actitud. Así, con empuje, se acercó y generó algunas chances para empatarlo. Una irresponsabilidad de Rago dejó a ambos equipos con 10 pero a Atlanta sin arquero natural. Tecilla se calzó los guantes y sólo quedaron en cancha dos defensores de oficio. El desorden era total. El Bohemio se encontraba en una gran desventaja: dejand muchos espacios atrás y con el peligro de un jugador-arquero en el arco. Pero sobró el corazón. La búsqueda de la hazaña levantó al equipo. Parecía que no era posible pero el juvenil debutante Eugenio Olivera metió la patita y convirtió el agónico y muy gritado empate. Un gran negocio considerando el desarrollo del partido y que permite conservar la punta.

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