martes, 26 de junio de 2012

Entre la base y el cambio

Ya está, el descenso debe ser rápidamente digerido porque la próxima temporada la jugamos en la B Metro y nuestros principales rivales ya están hace rato armando sus equipos. Por eso la dirigencia y el DT Rondina están planeando el próximo plantel, pensando en refuerzos, despedidas y renovaciones. La pregunta, el gran dilema, es si conviene hacer una renovación drástica del plantel que acaba de cumplir una pésima campaña, o apostar a la reivindicación de un equipo que supo ganar de punta a punta hace un año el mismo torneo que ahora vamos a disputar. La respuesta está dividida entre los hinchas, pero desde mi opinión creo que lo mejor sería un justo balance, un equilibrio entre la conservación y el cambio, más allá que la idea de Rondina parece ser más cercana a la conservación que al cambio.
Está claro que esta desastrosa campaña en la B Nacional que culminó en descenso significó un enorme desgaste en un plantel en que pocos se salvaron de las críticas. Justamente los más elogiados son los que menos chances tienen de seguir: Milán, Lorefice, Pellegrino, Cherro, Mancinelli. Jugadores como Llinás, Arancibia, Pogonza, Segovia, Ferragut y los Soriano fueron figuras e ídolos en la 2010/11, pero la confianza ha decaído después de este último torneo. Por otra parte, la mayoría de los jugadores que llegaron de Lanús  no tuvieron mejores actuaciones. Algo hay que cambiar, no puede mantenerse un plantel entero que viene de sacar 34 puntos en 38 partidos. Hay jugadores que quizá ya cumplieron un ciclo en el club. Sin embargo, no se puede cambiar todo de golpe. Recordemos que el último equipo campeón se armó de a poco, en tres o cuatro años, trayendo jugadores que de a poco se fueron consolidando. 
No queda otra que mantener una base de jugadores que al fin y al cabo ya han rendido muy bien hace un año en la misma categoría, sumar algunos buenos refuerzos y apostar a chicos del club como Castro, Gabriel López y Acuña. No será fácil volver. Y lo cierto es que nunca Atlanta logró ascender al año siguiente (en la cancha) después de un descenso. Hay deudas económicas contraídas en la última temporada y la realidad encuentra a un club en peores condiciones de afrontar la B Metro que las que tenía hace un par de años. Habrá que tener paciencia y seguir creyendo, como hicimos siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Porque en peores condiciones donde se fue la guita de river de la tv y demas yerbas si los jugadores no cobraron se les debe hasta el ascenso de la b metro y tres meses de sueldo???
Me parece que hay que decir que en atlanta siempre se chorean la guita