Por primera vez en el año, Atlanta enfrentó a un equipo en serio, un equipo con todas las letras, y se trajo a casa una humillante derrota por goleada. Paliza del puntero Brown en Adrogué, dando una verdadera lección de fútbol y mostrando un nivel muy superior. El Bohemio pareció de otra categoría; fue un rejunte de improvisados sin orden y sin ideas frente a un conjunto que mantiene un mismo técnico y una misma idea desde hace 250 partidos. No hubo comparación entre los dos. El primer tiempo fue un verdadero baile, con un 3-0 más que justo y una actuación descollante del local, que hizo lo que quiso cuando se encontró cerca del arco bohemio. Con toques, pausas, aceleración y maniobras desequilibrantes, alcanzó una diferencia en el marcador que liquidó el pleito en aquella primera etapa.
Atlanta fue un completo desastre. ¿Jugó peor que los partidos anteriores? Quizá no, pero si antes esto le había alcanzado para sumar algunas victorias contra rivales débiles, ahora chocó contra la realidad. Sialle volvió a armar línea de cuatro, aunque volviendo a dejar afuera a Martínez Montagnoli, pero no pudo arreglar los serios problemas defensivos. Por el centro o por los costados, Atlanta se vio muy superado. Es díficil rescatar alguna actuación individual en un equipo en que todos jugaron mal, aunque algunos lo hicieron realmente muy mal. Barucco sigue sin dar seguridad, Torres no sintió la marca por el sector izquierdo, Serrano perdió muchas pelotas. El equipo no tuvo reacción: el segundo tiempo fue más tranquilo que el primero y pudo tener más la pelota pero solamente porque Brown sacó el pie del acelerador y cedió la iniciativa. Incluso cuando llegó el descuento de Quiroga y podía soñarse un milagro, los de Adrogué se decidieron y marcaron el cuarto gol.
La situación, más allá de que los resultados hasta ahora han sido incluso no tan malos como el juego, es preocupante. Las individualidades que llegaron y que supuestamente formarían la base del equipo están rindiendo muy por debajo del nivel esperado, y Sialle no encuentra la solución. Jugando así, se podrá aspirar a sumar puntos en los partidos más accesibles, pero será imposible tener aspiraciones ambiciosas.
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