Luego de superar a San Carlos (Primera B) en tiempo reglamentario y a Laferrere (Primera C) y Olimpo (Primera A) en los penales, Atlanta se depositó en los dieciseisavos de final de la Copa Argentina y encendió la ilusión de los hinchas bohemios, que ahora esperan por el choque con Aldosivi o Comunicaciones. El hecho de haber podido pasar el escollo de un equipo que se encuentra dos categorías arriba fue un genuino motivo de alegría para un Bohemio que necesita tomar confianza y volver a creer que se puede. El objetivo primordial -nadie lo duda- es lograr el ascenso a fin de año, pero ¿qué prioridad se le debe dar a la Copa Argentina?
Algunas voces pregonan que debe ser igual de importante que el campeonato. Claro que en la práctica esto no siempre resulta posible: jugar las dos competencias con todos los titulares puede implicar un desgaste físico extra, afectando el rendimiento de algunos jugadores. Ciertamente la oportunidad de conseguir algo de prestigio y los jugosos premios económicos por avanzar de fase resultan un aliciente difícil de ignorar. Será por eso -y por la presión popular- que Sialle (con algún consejo dirigencial, seguramente) haya decidido cambiar su idea inicial y poner una alineación un poco más "titular" en Junín ante Olimpo. Por suerte, le dio resultado, y Atlanta le jugó de igual a igual a los bahienses. Pudo haberlo ganado en el segundo tiempo, pero de todos modos se llevó el triunfo gracias a la intuición de Mauro Dobler, que ya lleva cuatro penales atajados en la Copa. Además, Diego Martínez se sacó la mufa y convirtió su primer gol con esta camiseta: Atlanta necesita un nueve con confianza, que empiece a meterla seguido.
Seguir avanzando es una gran tentación, pero no debe perderse de vista el objetivo principal. La historia reciente nos muestra que la performance en la Copa y en el torneo de los equipos del ascenso suele estar poco correlacionada. Deportivo Merlo, por ejemplo, fue semifinalista junto a River, Boca y Racing en 2012, haciendo una temporada irregular al mismo tiempo en la B Nacional y descendiendo al año siguiente. Estudiantes de Caseros y Excursionistas han llegado lejos en las últimas ediciones pero no han podido despegar de sus respectivas categorías. Y los cuatro mejores de la Copa pasada fueron Huracán, Central, Argentinos y Rafaela. ¿Qué nos enseña esto? Que se puede llegar lejos en la Copa y sería motivo de orgullo pero nada más que eso. El objetivo del club debe ser crecer futbolísticamente, y la Copa puede ser un condimento extra, un aditivo, pero el plato principal, lo que llenaría de saciedad los estómagos bohemios es el ascenso.
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