El empate conseguido casi milagrosamente en los últimos minutos no modifica el análisis: Atlanta no ganó un punto en su visita a Acassuso en Vicente López sino que perdió dos, y sigue sin ganar como visitante en la temporada. Teniendo un equipo que luce más ordenado, que ha mejorado en el juego y está empezando a torcer el rumbo en los resultados, el objetivo era la victoria y acercarse al puntero Brown. El Bohemio tuvo el desarrollo y el partido a su favor: jugó y mereció más que su rival, estuvo con ventaja numérica durante un tiempo entero, pero nuevamente le faltó contundencia para definir.
Acassuso, sin tener la pelota e incluso en condiciones de inferioridad numérica, llegó un par de veces de manera muy clara. Hasta tuvo igual o más cantidad de llegadas peligrosas que Atlanta, que dominó el juego con claridad. Ésta es una falencia del equipo de Sialle, que sobretodo de visitante sufre por algunos errores atrás y no concreta las chances que tiene arriba. Para este encuentro, el único cambio fue la vuelta de Pedrozo por Martínez, tras su suspensión. Atlanta exhibió la misma intención de juego que los últimos partidos, con Serrano como exclusivo conductor en el primer tiempo, y la movilidad de carrileros y delanteros. La imagen de la primera parte fue positiva, más allá de que no se hubiera logrado el gol. La expulsión de Friedrich al comienzo del segundo tiempo hacía suponer que se facilitaría el trámite al Bohemio. Sin embargo, no fue así. Acassuso se replegó y de contra demostró que podía lastimar. El visitante no podía sacar ventaja, y para colmo el local logró la apertura del marcador tras un córner que no fue. Había que seguir buscando, no ya para alcanzar el triunfo sino para no irse con las manos vacías del estadio de Platense. Por suerte, a poco del final, tras una buena maniobra de Serrano, el ingresado Diego Martínez la volvió a meter para salvar un punto con sabor a poco, considerando que este equipo pretende pelear por el ascenso.
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