jueves, 11 de agosto de 2016

A empezar... otra vez

Ni la Copa América ni los Juegos Olímpicos nos hicieron dejar en el olvido la frustración de aquel último partido ante Flandria en que la posibilidad del ascenso estuvo tan cerca y se escapó. Pero ha pasado bastante tiempo y es hora de volver a empezar, de arrancar con una nueva oportunidad, un nuevo campeonato que nos puede devolver quizá la ilusión y ojalá el tan ansiado ascenso a la B Nacional.
En medio de la convulsión general de una AFA acéfala, con los clubes en pie de guerra por la repartición del dinero de la TV, sin garantías de que el torneo comience efectivamente en la fecha prevista, Atlanta tuvo que volver a afrontar la dura tarea de rearmar un plantel que pueda pelear por el primer puesto. Quedarse en la puerta tras una buena campaña no sólo implica la desazón propia del fracaso deportivo, sino la imposibilidad de retener a los mejores jugadores, y por lo tanto la dificultad para lograr cierta continuidad. Esta vez, el cambio de nombres no fue tan rotundo como en el último receso, pero sí podemos decir que el Bohemio no contará con sus tres mejores hombres del torneo anterior. El arquero Losada y el capitán Mancinelli continuarán sus carreras en categorías superiores. Pons, el goleador que tanto extrañamos en las últimas fechas, todavía tiene varios meses de recuperación de su lesión. Además, hubo un cambio de mando. Después de dos intentos de ascenso frustrados, Aníbal Biggeri decidió que se había terminado un ciclo y se fue a dirigir a Almagro. Para reemplazarlo, llegó Fernando Ruiz, un ex jugador de la casa con una amplia experiencia en equipos humildes de la B Metropolitana y un reciente exitoso paso por Almagro, club al que ascendió y mantuvo en la B Nacional. Tiene fama de dirigir equipos poco generosos en el juego, que no regalan nada. En este sentido, el técnico ya se aseguró -en los papeles- una defensa que sale de memoria. En el arco estará Medina, y la línea de cuatro estará integrada por Monge, Alonso, Otermin y Sánchez. La dupla central sobrevivió desde el campeonato pasado, por su buen rendimiento, y llegaron los laterales para cubrir dos puestos en los que Atlanta había sufrido muchos problemas. En el medio, Marrone será el volante central de marca tradicional, acompañado quizá por Seijas, que proviene de Estudiantes de La Plata, con un poco más de juego. Nahuel Peralta y Duego García aparecen como dos buenas opciones de buen pie para aportar fútbol al equipo. En la delantera, las fichas están puestas en Leo Ramos para que permita no extrañar a Pons en la primera mitad de la temporada. 
En los amistosos el Bohemio mostró orden y seguridad defensiva, pero le faltó fútbol y gol. En un campeonato en donde la mayoría de los equipos vendrán a Villa Crespo a cuidar el cero, Atlanta deberá encontrarle la vuelta para ser protagonista y superar a sus rivales, sin perder la solidez en el fondo. 

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