Atlanta volvió a sumar una nueva frustración como local. Cuatro partidos en el campeonato en Villa Crespo: apenas dos puntos y ningún gol convertido. El equipo se sostiene por la buena campaña de visitante, pero la acumulación de tristezas en el Gran León está empeorando el ánimo de los hinchas, que hoy despidió a jugadores y cuerpo técnico con silbidos e insultos. El descontento, aunque no los modos y tampoco el reclamo que resta en vez de sumar, es entendible no sólo por la falta de resultados sino por el nivel de juego exhibido en estos últimos encuentros. En el primer enfrentamiento oficial de la historia ante Fénix, el Bohemio mostró los mismos problemas que frente a Tristán Suárez y apenas se llevó un amargo 0-0. Muy poco. No es excusa que haya jugado el último tramo del segundo tiempo con uno menos por la expulsión de Galeano. De hecho, con diez jugadores, Atlanta lo buscó y generó la chance más clara para ganarlo: en tiempo de descuento, armaron la única buena jugada del partido entre Godoy y Acuña pero en el mano a mano con el arquero falló en la definición el juvenil Ledesma. El grito quedó atragantado.
El nivel de juego fue muy pobre, por parte de ambos equipos, pero mayor era la responsabilidad de Atlanta, claro está, de jugar y buscar la victoria. Pese a enfrentar a un rival evidentemente limitado en todas las líneas, no pudo superarlo en la cancha. Fue un equipo sin alma, sin fútbol, sin orden, sin idea de juego. Muchas individualidades se mostraron nuevamente en un bajísimo nivel, como Perujo, Peláez, Maraschi, Galeano y Castro. Guzmán volvió al equipo tras su lesión pero se lo notó falto de fútbol y mal físicamente, por lo que no se pudo aprovechar su velocidad y desborde. Francés, Sardella y Godoy fueron de lo mejorcito. Antes que la falta de triunfos, preocupa lo que le cuesta a este Atlanta convertir pero sobretodo generar oportunidades de peligro. De local, el problema se mayúsculo porque los rivales se cierran atrás, esperan, y el conjunto de Méndez no sabe como entrar. La defensa tampoco da garantías. De hecho este partido se podía haber perdido en la segunda etapa, cuando Atlanta se desordenó totalmente y le ganó la confusión. El DT por ahora no le encuentra la vuelta. No se decide por un esquema, y hay jugadores que parecen jugar en un puesto que no es el suyo. Tampoco hay muchas alternativas esperando en el banco o afuera del banco. Intentó incluir a Ledesma de centrodelantero para liberar a Godoy en el segundo tiempo, pero el juvenil de Inferiores, además de desperdiciar la mejor chance, no pudo rendir.
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