Duró poco la alegría por la primera victoria ante Merlo. Atlanta volvió a conocer la derrota -la sexta en el torneo- en su visita a Campana, y Cassano perdió su invicto en su segundo ciclo como entrenador. Fue superado sin discusión por Villa Dálmine en un partido poco atractivo, generalmente mal jugado. Santillo, que no viene dando demasiada seguridad en este segundo paso por el club, fue en parte responsable del gol, y la defensa volvió a mostrar algunos problemas, aunque en líneas generales se mostró un poco más ordenada que en encuentros anteriores. Para el próximo encuentro, además de las ausencias por lesión de Francés y Peláez, tampoco podrá contar con Díaz Villán, que se fue expulsado. El uruguayo, de todos modos, viene cumpliendo actuaciones muy malas, pero Cassano deberá improvisar más de la cuenta para armar la defensa. Probablemente deba incluir como titular al juvenil Dubois, que debutaría.
El rendimiento del equipo volvió a ser preocupante en esta presentación. Atlanta no reacción a la desventaja, no generó peligro real en el arco local. No hubo jugadas de riesgo a favor. El Bohemio fue muy apático, sin fútbol que mostrar. La pregunta es si es posible encontrar un rendimiento colectivo con las pésimas actuaciones individuales que venimos viendo. Ayer, no hubo un solo jugador para destacar. Jugadores como Maraschi, Sardella, Díaz Villán o Galeano, que el campeonato pasado eran importantes en la estructura, hoy juegan como para comer banco. El problema es que tampoco otras variantes han mostrado algo mejor en estos partidos.
El panorama es complicado. Con el puntero Estudiantes a 14 puntos, ya el ascenso directo parece imposible. Solamente una gran remontada podría poner al equipo en situación de pelear por el tercer ascenso. Pero hace falta un gran cambio en lo táctico, lo futbolístico y lo anímico para que eso suceda.
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