Por primera vez en el campeonato se vivía un Villa Crespo un clima de pelea por el ascenso. Acompañó más gente, se cantaba por el título, y se sentía la ilusión entre los hinchas. Había que ganar para mantener vivas las posibilidades, pero Atlanta no pudo conseguir su quinta victoria consecutiva y hoy puedo quedar más lejos si Colegiales gana su encuentro. Apenas logró salvar un empate en los últimos minutos de juego frente Almirante Brown, uno de los equipos de peor rendimiento en el torneo.
La gran incógnita pasaba por ver cómo iba el Bohemio a cubrir la enorme ausencia de Luciano Pons, goleador que sufrió una grave lesión en su mejor momento. Era el exponente de ataque, el hombre gol, la garantía en la red. Y como se podía prever, Atlanta padeció su ausencia. En el primer tiempo, cuando el conjunto de Biggeri insinuó por momentos algunas buenas insinuaciones, generó algo de peligro gracias a las combinaciones de Mancinelli y Olego. El delantero, movedizo, no ocupó el tradicional puesto de centrodelantero. Jonathan López, reemplazante de Pons, tampoco sintió el rol. Así fue el que el gol no se hacía presente. López se lo perdió solo sin arquero tras un pique venenoso y Cardozo cabeceó muy mal un centro de alto peligro.
Pero en definitiva Atlanta no jugó bien. Con dudas en defensa -sobretodo en el sector derecho defendido por Podestá, y pocas ideas ofensivas, fue un equipo sin protagonismo, deshilachado. Hubo rendimientos individuales muy bajos. Almirante Brown manejó mejor la pelota y hasta fue levemente superior al local. Con el 0-1 en contra las cosas parecían cada vez más difíciles. El Bohemio no encontraba el camino. El empate llegó recién en el minuto 37 del segundo tiempo, gracias a un cabezazo de Otermin que se le terminó metiendo de forma muy extraña a Migliore. Medio de carambola, ahora el partido estaba 1-1. Villa Crespo volvió a encenderse, con la ilusión de repetir un agónico triunfo en casa. Atlanta fue con todo (con alma, sin fútbol), a buscarlo, a llevarse por encima a Almirante, que ya se conformaba con la igualdad. El ingresado Tolosa tuvo la más clara, cuando arremetió y encontró la pelota boyando en el área chica. Era mejor que un penal, pero la terminó tirando por arriba del travesaño y perdiendo la chance del triunfo. No hubiera sido justo.
Atlanta sufrió la ausencia de Pons porque pese a que no jugó bien tuvo algunas pocas oportunidades claras para ganarlo y falló en la definición, jugadas en las que Pons no solía fallar. Lo seguiremos extrañando en las fechas que quedan, y quizá la posibilidad del ascenso se aleje aún más.
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