A cuatro meses de las elecciones en el club y cerca de la resolución del torneo de fútbol, el clima político entra en su punto de ebullición. Bohemios de Primera (BdP) ha tomado la iniciativa política y se asegura como ganadora de la elección. Con un espíritu triunfalista, instala la idea de que el ciclo de gestión actual se ha acabado y que se viene un tiempo de cambio. Los problemas relacionados con el Microestadio y los malos resultados futbolísticos le dan fuerza como portavoz del descontento popular. Como agrupación opositora, BdP se ha construido a sí misma en total contraposición a la gestión oficialista. Define a Greco, Korz y compañía como soberbios, mediocres e incapaces, y por lo tanto se presenta ante la sociedad como dialoguista, ambiciosa y profesional. Fotos de integrantes de la agrupación mirando un documento Word en una notebook y mensajes pacificadores pintan de lleno la imagen que BdP quiere entregar al mundo bohemio. Por otra parte, la apelación a lo emocional ha sido una constante desde su fundación. El nombre de la agrupación y el lema "Volver a ser" hace nreferencia a un pasado glorioso que los hinchas anhelan y que hoy resulta muy lejano, no sólo en el tiempo. La promesa de trabajar con ex jugadores como Ribolzi, Pichón Rodríguez o el Narigón Torres intenta acercarse a ese pasado y también a los socios de mayor edad, que en la anterior elección se habían inclinado más bien por el oficialismo, según una minuciosa y rigurosa encuesta realizada por Sentimiento Bohemio. El diagnóstico de BdP es que el oficialismo desperdició oportunidades para ascender y crecer -a diferencia de otros clubes- en un contexto aparentemente favorable. El riesgo está en que el camino que puede llevar a BdP a la presidencia del club puede convertirse en el mismo camino que lo lleve a su propio fracaso. La visión de que el club está obligado a ascender (y no sólo a la B Nacional, sino también a Primera) y que esto sólo se logra con la capacidad y la eficaz administración de recursos que BdP posee es un arma de doble filo, porque los socios esperarán que las promesas se cumplan.
En la vereda opuesta está el oficialismo, representado en Renacimiento Bohemio (RB). Sin iniciativa política para la campaña, ha puesto sus energías en salvar su gestión para mostrar resultados positivos ante los socios. Suena lógico: el oficialismo no puede hablar ni prometer, puede hacer. En sus vitrinas, tiene como trofeos importantes logros extrafutbolísticos en la última década: la recuperación y puesta en funcionamiento de la sede social, la reconstrucción del estado y la vuelta a Villa Crespo, y el saneamiento institucional del club. Es un hecho y un logro histórico que esta dirigencia agarró el club en un momento muy crítico (quizá el más crítico en la Historia después de la quiebra) y lo levantó para ponerlo de pie, para volver a ser un club con recursos propios (sin oscuros mecenas) y un futuro por delante. Esta idea está plasmada en el nombre de la agrupación. Sin embargo, su deuda más importante fue en el plano futbolístico. Mientras que la mayoría de los clubes similares -o incluso varios inferiores- lograron subir una o dos categorías, Atlanta solamente logró un ascenso y descendió rápidamente al año siguiente. En los últimos años, el club ha presentado equipos muy competitivos pero se ha quedado siempre en la puerta del éxito, sin poder alcanzarlo. En la última elección, los socios valoraron más el crecimiento institucional, el fresco acuerdo por el Microestadio y la confianza en muchos dirigentes conocidos y respetados por quienes transitan el mundo Atlanta desde hace años. Hoy quizá el balance sea distinto. La acumulación de frustraciones deportivas y la caída del proyecto del Microestadio son dos piedras difíciles de levantar, aunque si el oficialismo logra revertir alguno de estos dos frentes puede recuperar la fe.
Ha surgido también un tercero en discordia: Unidos por Atlanta (UxA). ¿En qué consistiría esta especie de "Tercera Posición"? Como en los casos anteriores, el nombre siempre dice mucho. UxA busca ofrecer una imagen de síntesis ante el juego de tesis-antítesis que representan RB y BdP en el campo político bohemio. En desacuerdo con la gestión, puede que algunos de sus integrantes hayan integrado quizá antiguamente la filas del oficialismo. Mientras que BdP se construyó a sí misma como el negativo de RB, UxA toma una distancia menor, y esta actitud le vale la acusación de opositora de ser lo mismo que el oficialismo. UxA puede capturar muchos votos de socios descontentos con la gestión, pero que temen a lo abrupto e incierto que puede significar el cambio representado por BdP. Es difícil saber si UxA captura más votos que podrían ir para BdP o para RB, o quizá esta nueva agrupación podría sorprender y en vez de terminar en tercer lugar disputar competitivamente la presidencia. Ante la duda, UxA ha recibido ataques políticos de las otras dos agrupaciones, que lógicamente prefieren una polarización. En cuanto a la campaña, UxA se ha intentado mostrar como una agrupación fresca, joven, entusiasta, descontaminada de los vicios políticos. Son grandes los esfuerzos por alejar una imagen de inexperiencia.
El clima político está caliente y los acontecimientos de estos próximos meses serán claves para definir el resultado de la elección. Las estrategias de campaña funcionan como un buen termómetro para interpretar el entramado político que enreda al club.
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