lunes, 20 de febrero de 2012

Dejó pasar una gran chance

Las caras de los hinchas reflejaban el dolor y la tristeza de imaginar, como una realidad cercana, aquello que no se animan a decir en voz alta. Faltan 17 partidos, y Atlanta está a sólo dos puntos de Guillermo Brown, pero la situación es la de un equipo que no brinda respuestas futbolísticas y parece incapaz de ganar un partido en este 2012. Era prácticamente obligatorio vencer a Atlético Tucumán en Villa Crespo para no perderle pisada a Brown, y el desarrollo del encuentro se dio de forma favorable, pero el Bohemio chocó con todos sus problemas y no pudo llevarse los tres puntos, lo que resultó en una nueva y gran decepción. El panorama es entonces muy preocupante.
Atlanta no da pie con bola. Esta vez no fue un desastre, pero no le alcanzó lo que hizo para ganar. Los problemas defensivos son los más graves: Quiles, Arancibia, Milán y Segovia tuvieron un partido pésimo, inaugurado por un grosero error de Arancibia que significó la apertura del marcador. Por suerte, Abel Soriano empató poco después de penal. La defensa ofreció todo tipo de facilidades y nunca se consolidó. Si Atlético no hizo más goles fue porque su planteo fue mezquino, sobretodo cuando se quedó con diez jugadores al iniciar la segunda etapa.
Atlanta, de local, con un jugador de más durante casi un tiempo, tenía todo para ganarlo. ¿Cuándo se le iba a presentar una oportunidad mejor? Pero las cosas no salieron. Mancinelli, el único jugador que puede marcar diferencias, salió del mediocampo para ocupar el lateral derecho, y dejó de gravitar. Guzmán ingresó con expectativas pero se lesionó a los pocos minutos. Bielkiewicz entró para mejorar la presencia ofensiva, pero no encontró su gol. El conjunto de Ghiso, desorientado, sin ideas creativas, impreciso, tuvo alguna oportunidad de gol, pero fue muy poco lo que ofreció cuando el triunfo tenía que quedarse sí o sí en casa.
El panorama es muy oscuro. Ghiso no encuentra el equipo, la defensa es una cordial invitación a los rivales, no hay fútbol, y no parece haber a quién poner para revertir esto. ¿Acaso son mejores los que están afuera? ¿Acaso hay algún técnico que pueda levantar este equipo? Todavía falta, pero cada vez falta menos.

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