Resulta complicado digerir una derrota como la que sufrió Atlanta este martes a la noche. Venía de empatar cuatro encuentros consecutivos, jugando cada vez en un nivel futbolístico más bajo y la paciencia de la gente se había agotado. Ante Morón parecía ser otra la historia: empezó ganando, mejoró el nivel de juego, pero se lo dieron vuelta y se fue con las manos vacías sobre el final. Como para no amargarse: las cosas no le están saliendo nada bien al Bohemio, que merecía llevarse un triunfo enorme que se correspondiera con la clara superioridad que demostró ante un rival duro, pero se fue derrotado. No aprovechó la caída de Chicago, el puntero, y se le acercan cada vez más los perseguidores.
¿Alcanzará la luz de esperanza que apareció con esta recuperación futbolística exhibida en el Oeste? ¿O el resultado negativo opacará todo y volveremos a ver el equipo anodino, nervioso, de las últimas fechas? Una victoria hubiera sido justa, ideal para volver a creer. Ahora hay que hacer un gran esfuerzo para volver a ilusionarse cuando los resultados vienen siendo tan esquivos. Es que el fútbol es así: en la tabla de posiciones solamente quedará registrado el 2-1 a favor de Morón, los dos goles de un Akerman que tuvo el sentido de la oportunidad que no tuvieron los definidores bohemios.
Sin Maraschi, lesionado, Atlanta encontró el fútbol de la mano de un Acuña enchufado, movedizo, que jugó su mejor partido en la temporada y se ganó seguramente la titularidad para reemplazar a Maraschi. Junto a Guzmán en el primer tiempo y Marcos Godoy, comandaron la ofensiva de un Atlanta que fue más, por ambición y claridad. Generó las mejores chances, con el partido 1-0 gracias al cabezazo del uruguayo Díaz Villán, y luego del empate 1-1 a principios del segundo tiempo. Pero pagó muy caro sus fallas en la definición (el ingresado Collavini se perdió la más clara) y las distracciones defensivas.
No tiene respiro Atlanta. Hace cinco que no gana y eso es mucho para pelear arriba. Únicamente un triunfo traerá algo de tranquilidad a Villa Crespo.
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