Tres empates consecutivos y Atlanta no encuentra la senda del triunfo que lo devuelva a la lucha. Chicago sigue ganando y se aleja cada vez más, por eso ahora el objetivo es recuperar al menos la memoria futbolística. En Caseros, no pudo frente a un Estudiantes que deambula en los últimos puestos de la tabla y que en la primera parte del partido lo superó con claridad. En el primer trampo del primer tiempo fue mucho más el local y se puso en ventaja con un remate que se desvió en un defensor bohemio. Atlanta hacía agua por los costados, no podía hacerse de la pelota y le era imposible generar algo de juego. Lazzarini y Maraschi no recibían, Galeano y Nanía no podían jugar. Un comienzo desesperanzador que parecía tener un claro destino de derrota y que era una continuación del pésimo partido realizado frente a Armenio.
Sin embargo, por algo Estudiantes está donde está y pronto se vieron sus falencias, sus debilidades. Atlanta, que se mostraba sin alma y sin ideas, comenzó a animarse y encontró el empate con un penal que le cometieron a Lazzarini y que él mismo convirtió en gol. A partir del 1-1 el Bohemio empezó a creer y a crecer, y emparejó el juego. En la segunda etapa, el triunfo pudo haber sido para cualquiera de los dos. Vega tapó algunas pelotas importantes pero también Lazzarini se perdió increíblemente el gol de la victoria y a Maraschi le anularon un gol por posición adelantada.
El equipo de Cassano mejoró su imagen luego de un mal comienzo en el partido, y pudo haberse llevado los tres puntos de Caseros. Sin embargo, sigue mostrando un rendimiento pobre y no ofrece variantes. En el banco no parece haber alternativas tampoco. ¿Se terminará la sanción a Godoy, a quien el equipo extrañó mucho en estos dos partidos?
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