El Bohemio no pudo conseguir su sexta victoria consecutiva pero al menos logró salvar su pellejo en su visita a Ingeniero Maschwitz, en un partido que se le presentó un trámite mucho más complicado que el que debía por las diferencias de juego entre ambos equipos. El conjunto de Biggeri la pasó mal en el primer tiempo: se fue al descanso perdiendo 2-0. Fenix fue muy efectivo, ya que sin dominar el juego ni generar muchas situaciones de peligro, encajó dos cabezazos letales para convertir, gracias a las ventajas defensivas otorgadas por Benítez, Talamonti y compañía. Era demasiado premio para el equipo local, pero Atlanta había pagado muy caro sus errores, y no encontraba la manera de desarrollar su fútbol.
En el segundo tiempo la cancha se fue inclinando cada vez más en favor del visitante. Fenix se fue replegando atrás, defendiendo con pobres argumentos su excesiva ventaja en el marcador, mientras Atlanta se iba animando a medida que veía que podía jugar como en los últimos partidos y llevar serio peligro al arco de Navarro. El arquero rival justamente se fue convirtiendo en figura al lograr mantener en cero su valla más tiempo del que se merecía su equipo. El Bohemio intentaba pero no podía, y parecía que no era la tarde. Pero el ingreso del goleador Bonfigli, más allá de no haber anotado, fue clave. Aportó movilidad y vitalidad al ahora tridente de ataque. Biggeri se la jugó armando un 3-4-3 para apostar al milagro sobre el final. Primero descontó Maraschi y sobre la hora igualó Diego Martínez con un cabezazo, para poner un poco de justicia. Y hasta lo pudo haber ganado Atlanta, que dio una muestra de personalidad e intentó mantener una idea de fútbol hasta el final, incluso cuando las cosas no salían.
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