jueves, 8 de septiembre de 2016

MORON 2 ATLANTA 1

Luego de dos victorias iniciales que habían encendido la ilusión en Villa Crespo, llegó una derrota que significa un golpe duro. Era la oportunidad de demostrar en Morón que Atlanta podía ser un candidato, pero en vez de avanzar retrocedió varios pasos. Sorprendió para mal el planteo táctico que propuso Fernando Ruiz para este partido. Con Seijas y Peralta disminuidos físicamente tras el último encuentro, decidió sustituir a estas dos figuras de vocación ofensiva por Marrone y Jerez, dos jugadores de marca. El técnico tomó demasiados recaudos ante un rival que puede ser uno de los más fuertes de la categoría, pero que venía en un mal momento. Además, ningún rival de la B Metro amerita disponer en el campo siete jugadores de preponderancia defensiva. Lo más ilógico es que cambió totalmente su idea de juego luego de dos triunfos jugando bien.  
Lo cierto es que Atlanta sufrió el primer tiempo de principio a fin. Con Guerra y Sánchez como carrileros, sin un socio para Rodríguez (otra vez el mejor del equipo) en la mitad de la cancha, no se generaron situaciones de peligro. Los dos nueves cumplieron una muy pobre actuación aunque no fueron abastecidos. Y sin embargo, la acumulación de jugadores de marca no implicó mayor seguridad defensiva. Por el contrario, el Bohemio nunca pudo hacer pie (literalmente). Confundido, sin ideas, terminó siendo la víctima perfecta de un Morón que necesitaba atacar y recuperarse. Sin llegar mucho, el local dominó la pelota y se puso arriba con un disparo cruzado de Akerman. La diferencia parcial era justa.
Para el segundo tiempo, estaba cantado que Ruiz debía desarmar el monstruo que había construido para la ocasión. García y Seijas ingresaron para darle fútbol al equipo, e increíblemente el shock funcionó al instante. Avisó pronto con un gol anulado, y poco después llegaba el empate por intermedio de Otermin, nuevamente gracias a la pelota parada que encuentra en Seijas, García y Peralta muy buenos ejecutantes. El arranque furioso y la vuelta a las fuentes le permitían volver a respirar con tranquilidad. Se podía suponer que con el envión futbolístico y anímico Atlanta podía darlo vuelta, sin embargo el juego se emparejó y Morón volvió a asumir el protagonismo nuevamente. Akerman volvió a aparecer y puso el 2-1. Al Bohemio no le alcanzó con sus momentos de fútbol. Regaló un tiempo y lo pagó caro. Para colmo, nuevamente el arbitraje volvió a ser polémico, con dos goles anulados, uno de ellos en tiempo de descuento, que podría haber significado el empate definitivo.

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