En el único líder de la B Metro se ha encendido una gran ilusión por el implacable rendimiento ofensivo del equipo en estas primeras seis fechas. Sin embargo, no todo es satisfacción en Villa Crespo. Hay aspectos que preocupan a los hinchas y también al técnico Ruiz, que en varias ocasiones ha ensayado importantes cambios tácticos y de jugadores con el fin de solucionar los problemas que han ido apareciendo.
Uno de los puntos más flojos este campeonato parece estar en el arco. Alejandro Medina no dio seguridad, especialmente en las pelotas aéreas. Sin dominar el área, el arquero no da confianza. Todavía no cometió errores groseros que hayan costado goles, pero no ha tenido buenas actuaciones y los murmullos se hacen sentir. En el banco espera Agustín Gómez, quien no tuvo un buen primer ciclo en el Bohemio pero fue el arquero titular con el que Ruiz ascendió a Almagro. Gómez llegó a pedido del entrenador, y no sería de extrañar que en algún momento decida incluirlo, si Medina no mejora su rendimiento.
En la defensa aparecen más problemas. Monge llegó para ser el lateral derecho, pero no conformó y el DT improvisó en ese puesto a Guerra. El problema sin embargo no está solucionado. A menos que pruebe con el juvenil Tenaglia, asoma como opción Ezequiel Vicente, quien es tradicionalmente un marcador central. Vicente podría entrar como un improvisado lateral, reemplazando a Alonso o como stopper para armar una línea de tres. Porque está claro que el problema defensivo no es solamente el sector derecho sino un tema estructural del equipo. La idea de armar línea de tres sería una apuesta muy arriesgada, poco recomendada quizá para un equipo que ya de por sí es débil defensivamente, pero sería coherente con la necesidad de que Guri García abandone su posición de volante por derecha, y pase a jugar de enganche, suelto, en un 3-4-1-2. Ya demostró que no siente jugar sobre la banda, con obligación en la marca, y de 10 puede juntarse mejor con el otro talentoso, Nahuel Peralta. El tema sería quién sería el carrilero derecho con este hipotético esquema. ¿Guerra sería nuevamente una opción para aportar cierto sacrificio? ¿Barría sería una alternativa demasiado arriesgada?
Otra posibilidad es armar un 4-3-1-2 para mantener una más conservadora línea de cuatro y acomodar a García de enganche. Esto implicaría que Seijas se acomode como interior derecho, que Rodríguez sea único 5, que el lateral derecho se asocie al juego y pase al ataque, y que Peralta juegue como interior, cuando su natural posición es la de carrilero, bien abierto por la punta.
Finalmente, un 4-2-3-1 que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos permitiría mantener el doble cinco, el enganche y a Peralta por la punta, pero habría que sacrificar a uno de los dos centrodelanteros, que están pasando por un gran momento. Una alternativa que parece poco probable en la mente de Ruiz.
Las piezas están. El DT debe armar el rompecabezas.
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