domingo, 3 de septiembre de 2017

Triunfo de Renacimiento Bohemio

Después de años, meses y días convulsionados, finalmente se llevó a cabo la elección de autoridades y el socio eligió por segunda vez consecutiva a Gabriel Grecco como presidente de Atlanta. Como en 2014, el actual presidente superó a Pablo Trombert, candidato de Bohemios de Primera, aunque en esta oportunidad por una diferencia de votos mucho menor. ¿Cómo podemos interpretar los resultados de esta elección?
La mayoría de los socios se inclinó por la continuidad de una generación de dirigentes que, con varios cambios de nombres, lleva las riendas del club desde hace 12 años. La campaña de Renacimiento Bohemio no se centró en las promesas sino en los hechos, en remarcar lo logrado en materia institucional y social (la recuperación de la Sede, la reconstrucción del estadio, el crecimiento como institución). Haber estado trabajando desde los peores momentos del club, no contar con acusaciones de corrupción, son elementos que deben haber pesado en el voto de muchos socios que se inclinaron por ratificar la confianza en estos dirigentes.
En la otra vereda, Bohemios de Primera proponía un cambio abrupto, de 180 grados. La estrategia fue efectiva para captar el voto de muchos socios muy disconformes con la dirigencia actual, especialmente con los resultados futbolísticos. El gran punto débil para Renacimiento Bohemio fue y es el fútbol profesional. Sin buena producción en Celina, apenas un ascenso en 12 años que culminó con un rápido descenso, son mochilas pesadas difícil de llevar. Seguramente el desgaste del oficialismo y los últimos ascensos frustrados hayan sido las principales causas de los varios votos que pasaron a Bohemios de Primera de 2014 a 2017. 
La agrupación opositora, por otra parte, deberá analizar porqué no pudo triunfar cuando parecía que el cambio era inevitable. Apeló a una campaña extraordinaria, con un trabajo muy intensivo en eventos y redes sociales. Convocó a viejas glorias del club. Prometió volver a Primera. Quizá, en un club chico como Atlanta y que ha sufrido el desguace de mecenas y salvadores que han hecho negocios con el club, el socio elige votar al que conoce. Desconfía de lo desconocido, de los mesías, de las promesas grandilocuentes. Bohemios de Primera ha querido demostrar en su campaña que era una agrupación de Primera que venía a sacar de la B al club con mentalidad de la B.
Por otra parte, el terreno está también preparado para que una tercera agrupación esboce una alternativa diferente a las dos existentes. Si el oficialismo continúa su desgaste y la agrupación opositora no logra convencer al electorado que confíe en el cambio que propone, podría aparecer otra opción que entienda qué es lo que el socio quiere cambiar y qué es lo que quiere mantener. Claro que será difícil sobrevivir en esa delgada línea de la tercera posición en que oficialistas y opositores acusarán de ser funcionales a los otros. Esto es política, la misma historia desde hace miles de años, desde que los hombres peleaban con los dinosaurios, según Larreta.

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