miércoles, 10 de febrero de 2010

El Commento Real: Comu 0 - Atlanta 3

¿CUÁL ANDRÉS? ¡EL VIENE Y TE HACE TRES!

¡Hemos vuelto, mi fiel escudero, y como, suele suceder, hemos traído la alegría del triunfo en nuestras cargadas faltriqueras! Atrás ha quedado nuestro periplo entre lagos color esmeralda y volcanes exhaustos; allá donde el arrayán domina y el cóndor vigila desde olímpicas alturas.
Y hemos regresado para seguir una año más a la gloriosa escuadra villacrespense en su andar por la segunda mitad de este torneo tan irregular.
Recuerdo que cuando emprendimos nuestro viaje a tierra de tehuelches y araucanos, lo hicimos pletóricos de ilusión por el buen papel de los atlantes en los combates de pretemporada. Esa ilusión se acrecentó cuando raudos mensajeros nos trajeron las buenas nuevas de la paliza dada a la estudiantina casereña.
Pero luego llegaría una derrota en territorio de Turdera y un magro empate ante los diminuidos charrúas de la Chicago Argentina.
Entonces la incógnita era, al apoltronarnos en la platea del parque de la Agronomía: ¿Cuál es la realidad de nuestro equipo? ¿Cuál su potencial y sus limitaciones?
Con esas y otras muchas dudas – por hablar sólo de las futbolísticas- nos aprestamos a presenciar el duelo entre bohemios y carteros, en una de esas raras treguas entre las constantes tempestades con que la Divina Providencia ha decido castigar a los desatinos de nuestra Patria.
A priori Atlanta saltaba al field del “Alfredo Ramos” con su planteo habitual, aunque cargado con una dosis más de prudencia, buscando básicamente cerrarle al enemigo los caminos que conducen al arco de Don Rodrigo, con una defensa firme que combinaba la línea de tres con la de cuatro dependiendo de las distintas posiciones que iba adoptando el Petizo Lolli. Después de eso se podía pensar en cruzar el terreno y tratar de llegar a la ansiada meta rival. No se hubiesen ido muy amargados el técnico y sus alonsitos si el resultado final hubiese sido una noble igualdad.
Los de azul y amarillo se alinearon, pues, con: Don Rodrigo Llinás de cancerbero. Tres defensores fijos con Nico Cherro, el salteño Arancibia y el grandote Segovia. Lolli que cada tanto se sumaba a la patrulla de volantes integradas por Palisi, Galeano y Quiroga. Para la gestión, como es costumbre, el Mágico González y para facturar el guaraní Acosta Cabrera y el mellizo Soriano.
El primer tiempo fue bastante asqueroso, trabado en la mitad del terreno y con exiguas y pobres jugadas de ataque.
En ese sentido hay que decir que Llinás tuvo tiempo para aprovechar los débiles rayos de sol y mal no le hubiese venido una reposera. En cambio, su colega Pombo tuvo alguito más de trabajo. No mucho.
En la zona de fricción respondieron bien Palisi y el escritor Galeano. Atrás casi no hubo más problemas que los que ocasionaba el ex atlante Franco Romero en un duelo con Segovia, donde finalmente, el joven defensa terminó ganado.
Pero como es un secreto a voces, que el fútbol de Atlanta pasa por el genio y figura del Mágico, el alineador de los agrónomos le puso a Gastón Díaz como guardaespalda personal y, por lo tanto, el talentoso volante, en muy pocas ocasiones alcanzó a desplegar algo de su talento.
Tampoco Quiroga se lucía en la creación, así que los bohemios solo llegaron a al área rival en jugada con pelota parada, o en alguna corajeada del mellizo Soriano, que ya en ese período era la figura de los visitantes. Acosta Cabrera era pura voluntad y pelea con los backs de Comu y también con algunos de sus compañeros.
Por el lado del enemigo, hay que decir que su ubicación en el último puesto de la tabla, no es casualidad ni capricho del destino: Son horribles de verdad.
Que le primer tiempo terminara 0 a 0 era de una indiscutible lógica cartesiana.
El segundo prometía ser más de lo mismo y nada hacía prever el desenlace final.
Pero a los 17’, cuando los dos elencos hacían la plancha, Lucas Banegas pifió artísticamente el balón y el gilipollas de Monzón le dio un pase milimétrico a Soriano, que el muy desagradecido se lo devolvió en el fondo de la red.
Entonces el técnico contrario metió en cancha al mejor jugador de Comunicaciones en varias leguas a la redonda, pero desminuido físicamente: Jorge Chiquilito. Con su ingreso, el local tuvo sus mejores momentos y logró inquietar un poco a la férrea defensoría atlante.
Alonso responde introduciendo a Izquierdoz para reforzar la muralla de contención.
Pero a diez del final otro macanazo de un zaguero amarillo, que cabecea al revés, deja solito al mellizo, que a sangre fría fusila al pobre diablo de Pombo.
Y en tiempo de descuento, con todo el gremio cartero lanzado al ataque, después de un perfecto contraataque, el Pollo concreta su triplete al cabecear un aritmético centro del torito Guzmán que había reemplazado a un insípido Acosta Cabrera.
Un categórico 3 a 0 en una tarde fabulosa de Andrés Soriano, ante un contrincante muy flojo, es cierto, pero que decreta una victoria que reconforta y sienta bien. Porque siempre es bueno sumar tres puntos fuera de Villa Crespo.
Pero las algarabías de la victoria no impiden que aún persistan las dudas que me atormentan sobre el futuro inmediato de nuestra escuadra y cuan fuerte son los basamentos que poseemos para edificar nuestro sueño.
Ahora a descansar y siete días y...!Que se vengan los gaitas!

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