sábado, 1 de septiembre de 2012

Ni una alegría

Un empate de local ante uno de los rivales más accesibles de la categoría no puede alcanzar para llenar los tristes corazones bohemios. Ver la tabla de posiciones y encontrarnos en el último lugar es motivo de gran preocupación. Este equipo sigue sin dar una alegría a su gente cuando ya van cuatro partidos jugados: apenas dos empates y dos derrotas. Es muy poco. 
A Atlanta le sale todo mal y parece condenado a un campeonato de terror. Enfrentando a un Flandria muy pobre, se dejó dominar en el primer tiempo y un penal en contra lo puso en desventaja en el marcador. Un penal muy dudoso y que atajó Gagliardo, pero en el rebote no hubo nadie para evitar la segunda jugada. La presión comenzaba a sentirse fuerte desde las tribunas, y para colmo Segovia se hacía expulsar estúpidamente otra vez. Tercera expulsión consecutiva para un jugador muy irresponsable cuya presencia en el equipo debe ser replanteada. Qué se podía esperar de un Atlanta sin fútbol, desorientado, y encima con un hombre menos. Pero el Bohemio supo cambiar. Los ingresos de Guzmán y Valdez fueron claves. El nivel del conjunto visitante era tan bajo que la diferencia numérica no era un obstáculo, y la defensa era una invitación para los jugadores locales, que con más empeño que talento podían fabricar chances de gol. El chaqueño Guzmán tiró el centro que metió en su propia valla el 2 de Flandria. Era el empate. 
El equipo de Rondina había levantado en el juego, era protagonista y se sentía confiado para ir a buscar el triunfo. Lo dio vuelta con un gol de cabeza del ingresado Valdez, el primero en el club. Villa Crespo era pura alegría por el triunfo parcial luego de un primer tiempo en que todo había salido mal. Pero no duró mucho. Un minuto después Flandria se ponía 2-2 gracias a un error de Gagliardo. Se empezó a escuchar entonces el pedido de la gente por Rodrigo Llinás, pese a que en una encuesta realizada por Sentimiento Bohemio antes de empezar el campeonato la mayoría de los hinchas se inclinaba en sus preferencias por Maxi Gagliardo (http://sentimientobohemio.info/?p=8124).
Finalmente los jugadores terminaron recibiendo algunos aplausos por la levantada en el segundo tiempo, y otros silbidos y reproches porque el triunfo no llega y el equipo está último en la tabla. Quizá Rondina haya ganado una vida más por la forma en que se levantó el partido, pero sigue con poco crédito. Lo lamentable es que el plantel parece limitado y no hay muchas variantes. Los problemas aparecen en todas las líneas. El arquero Gagliardo está cada vez más cuestionado. La defensa no está firme. El mediocampo está perdido. Y los delanteros no tienen gol. Qué será de ti, Atlanta, y cuándo saldremos de este pozo...

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