Atlanta está derechito, está dulce, le están saliendo las cosas bien, y eso es muy bueno. La vida le volvió a sonreír al Bohemio, que empezó perdiendo en José Ingenieros pero lo dio vuelta y se llevó tres puntos que le permiten escalar hasta el segundo puesto, a una unidad del líder Villa Dálmine, aunque vale aclarar que todavía no quedó libre y que solamente tres puntos lo separan de la mitad de tabla. El campeonato está peleadísimo, por ahora no se perfilan grandes candidatos, pero lo importante es que Atlanta encontró el buen camino, mejoró en el juego y a fuerza de triunfos se está animando a ilusionarse con ser protagonista en el torneo.
Esta victoria en un estadio que tradicionalmente le fue esquivo es valiosísima. Sobretodo porque por primera vez pudo ganar un partido que había empezado perdiendo. Paradójicamente, el equipo mostró su mejor juego en el primer tiempo, cuando el encuentro estaba 0-0. Tomando la iniciativa, jugando por abajo y dominando la pelota, Atlanta había hecho méritos para ponerse en ventaja. Sin embargo, el destino lo castigaba con un desafortunado penal cometido por Segovia, que significó la victoria parcial para un Almagro que no había llegado al arco de Gagliardo. Después, parecía que el equipo de Rondina se perdía en el partido y que todo podía terminar en una debacle, como en Adrogué. Pero Atlanta reaccionó. Retomó el dominio y la presión se acentuó cuando en la segunda etapa el local se quedó con diez jugadores. Almagro decidió en consecuencia replegarse totalmente en defensa, sin dejarle espacios a un Atlanta que tenía la pelota pero no sabía como penetrar la muralla tricolor. Por suerte, un certero cabezazo del corajudo Valdez tras un buen centro de Mbombaj abrió la muralla y empató el encuentro. Ya con el 1-1, Almagro debió adelantarse un poco más en el terreno, facilitándole las cosas al Bohemio, que tenía más espacios y más posibilidades de ganarlo. Así fue: Andrés Soriano se vistió de goleador por quinta fecha consecutiva a poco del final y puso el 2-1 que enloqueció a los hinchas bohemios que se acercaron a José Ingenieros. Fue el premio para un Atlanta que tuvo una dosis de suerte a su favor pero que al fin y al cabo mereció el triunfo que vino a buscar y que finalmente se llevó.
Ahora el objetivo será obtener una nueva victoria, como local ante Central Córdoba, para terminar luego la fecha libre lo mejor posicionado posible de cara a la segunda mitad de la primera rueda.
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