Tristán Suárez convirtió el gol en la última jugada del partido, pero Atlanta lo perdió en los 90 minutos anteriores. El Bohemio jugó un muy mal partido como visitante y terminó pagando caro: finalmente se fue con las manos vacías cuando parecía que se llevaba un punto valioso, por como se había dado el partido. Ahora puede perder la punta en manos de Chicago, que con el empate lo superará en la tabla.
Así culminó la intensa seguidilla de partidos, que significó un gran esfuerzo físico, con suspendidos y lesionados. Atlanta jugó con gran intensidad y agresividad los encuentros anteriores, consiguiendo buenos resultados, pero llegó a Suárez cansado y no pudo mantener el nivel. Incluso, fue seguramente el peor partido desde que Cassano está al frente del plantel. En cuanto a nombres y planteo táctico, poco cambió. Pero esta vez los jugadores no respondieron. Estuvieron desaparecidos, mostrando un bajo nivel individual, perdiendo casi todas las pelotas divididas. La diferencia física se notó. Godoy peleó solo arriba lo que pudo, pero sin éxito. A Tristán no le costó defenderse y despejar todos los intentos bohemios. Atlanta no tuvo ideas, no supo cómo penetrar en la defensa local, cómo generar peligro. Únicamente cuando se combinaron Galeano y Nanía apareció algo de fútbol, pero lo hicieron muy poco. El Bohemio no pudo generar situaciones, no asustó nunca al arquero Ramírez.
Tristán fue un poco más. Porque fue más peligroso, porque tuvo más en claro cómo lastimar ofensivamente. Matías Vega terminó siendo figura gracias a algunas intervenciones. Finalmente, el gol sobre el final fue un balde de agua fría para Villa Crespo, pero la derrota fue justa. Atlanta fue castigado por hacer todo mal, porque no se vio ninguna de las virtudes del puntero. Ahora tiene una semana para descansar y para afrontar el partido con Colegiales, donde buscará retomar la senda.
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